A un demonio normal, le tomaría unas horas llegar al cielo, pero hablándose de mi, unos segundos fueron suficientes para que pudiera ver la entrada.
Apenas llegué, aterrise en la superficie hecha de nubes y caminé a paso rápido hacia las puertas doradas. Pero entonces, un pensamiento paso por mi mente, y mientras bajaba mi rápido caminar, lo que dijeron los diablillos volvió a mi mente y supe que mi forma de actuar no me ayudaría a conquistar a mi amada.
Me había jurado que le bajaría dos rayitas a mi egocéntrica y salvaje personalidad y eso es lo que haré. Pero creo que debo bajarle más que eso. La primera impresión siempre es lo que cuenta y si quería gustarle, debía comportarme debidamente y no crear ningún problema que perjudique nuestra reunión.
—Listo, esta decidido. Mientras esté en el cielo seré un perfecto caballero. No lucharé contra nadie, no destruire nada y tendré una dulce sonrisa de par en par, demostrando lo amable y compasivo que soy. —Con mi resolución dictada regresé a mi caminata rápida hacia la gran entrada.
……………
—¡Ya se los dije!. Ustedes no pueden entrar, así que desaparezcan de mi vista y regresen del agujero por donde vinieron.
A mi vista me encontré con una gran multitud en la entrada. Todos demonios y un estúpido y arrogante guardián alado, que de un modo muy grosero, les prohibía el paso.
—Tch! ¿Quien Diablos te crees que eres?. Ustedes pueden entrar y salir cuando quieran desde el infierno y nosotros nunca los rechazamos ni dijimos nada para evitarlo. ¿Porque entonces nosotros no podemos entrar al suyo?. —Renegaba un malhumorado demonio junto a su familia.
Los demás también gritaban protestas similares pero el tonto ángel hacía oídos sordos y mientras se limpiaba la cera de la orejas, respondió indiferente.
—Miren yo no hago las reglas aquí, solo las cumplo. Hace unos días hubo un terrible incidente que involucró a uno de su denigrante raza y hasta nuevo aviso se les prohíbe poner un pie en nuestros dominios. —Terminada su respuesta, llenó de burla y prejuicio agitó la mano en molestia y dijo —Ahora que lo saben, váyanse de una buena vez y dejen de molestar.
—¿Qué? ¡Eso no es justo! ¡¡Dejanos entrar!! —Por supuesto, los demonios no estaban de acuerdo con su manera tan discriminatoria de rechazarlos y aumentaron sus quejas.
Ellos fácilmente podrían desgarrar al tipo en mil pedazos y comerse su carne mientras festejaban con su sangre en victoria. Pero después del tratado de paz entre los reinos, se prohibió el derramamiento de sangre. Por ende, a menos que la otra parte no comenzará primero con un agravio físico, no podrían contraatacar.
Además que al hacerlo, solo le daría al bastardo la razón sobre ellos y preferirían mantener su cola entre las piernas, que darle la satisfacción de victoria. Y el bastardo a sabiendas eso, no dudo en seguir humillandolos.
—Ah! Como molestan. Pueden gruñir lo que quieran, pero eso no cambiará las reglas impuestas. ¡Pero oigan! —En este momento al bastardo se le ocurrió una forma muy despreciable para que dejarán de molestar. —Si tanto desean entrar, solo abrán la puerta y pasen. Bueno, si es que pueden. Jajajajaja!! —El bastardo reía exageradamente.
—¡Desgraciado! —Al escuchar esto, la multitud rugia por dentro y sus ansias de matar aumentaban.
Podía verse fácil para los demonios abrir una simple puerta de solo 20 metros de alto. Pero aunque fueran más de mil o incluso más de diez mil demonios, no podrían lograrlo.
Por lo simple y dorada que se viera, la entrada a los cielos era increíblemente poderosa. Con runas especiales talladas en los bordes, lleva la energía trasendental de los cinco clanes más poderosos de los cielos, haciéndolo impenetrable y resistente a cualquier ataque físico o mágico.
Solo era posible abrirla bajo la autoridad del guardián de la puerta y como el infeliz no tenía ningúna intensión de hacerlo, solo pudieron tragarse la humillación y regresar al infierno.
—Oh! ¿Entonces puedo intentar abrirla?.
En medio de las risas burlonas y el silencio amargo, una voz resonó entre la multitud, haciendo que todos se sorprendan.
Solo con escuchar la ignorante solicitud, el guardián estallo de risa y respondió de un modo educado y a la vez sarcástico. —Jajajaja! No se quien haya sido el que dijo eso, pero si quieres internarlo, pues adelante, hazlo las veces que quieras. —Se podía notar lo complacido que estaba al presenciar a un demonio tan estúpido e ignorante y no podía esperar para humillar nuevamente a los asquerosos demonios que tanto despreciaba.
—Bueno, con su permiso. —El demonio que pidió la solicitud hizo oídos sordos ante su obvia burla y rápidamente se acercó a las puertas y la miró fijamente.
—Bueno, ¿que esperas?. Hazlo de una buena vez. —Ordenaba el bastardo sonriente. No necesitaba confianza para saber que el estúpido demonio jamás lograría hacerle ningún rasguño a la entrada. Si diez mil no podrían lograrlo, entonces un insignificante demonio estaba destinado a la burla y el despreció por parte de todos. Es lo que se merecía por su estúpida insensatez.
Sin embargo, las únicas risas venían de parte del molesto guardia. Ningún demonio se estaba riendo o despreciando las acciones del sujeto. De hecho, estaban estupefactos y algunos estaban aterrorizados.
Esto se debía porque ellos sabían perfectamente que el demonio que tenían en frente no era un demonio cualquiera y jamás podrían decir que era insignificante.
—¡Entonces con mucho gusto voy pasando!
Por supuesto el demonio que estaba frente a las impenetrables puertas doradas era obviamente su humilde servidor.
(¡¡¡¡¡¡CRAAAAAACK!!!!!!).
Con un simple golpe de mi puño la entrada, fortificada con la energía de los cinco clanes más poderosos de los cielos, se abollo en un gran hueco y seguido se destrozó en mil pedazos.
—Qu...?!!. ¡¡¡¡¡¿QUÉEEEEEE?!!!!!.
Por supuesto al presenciar lo imposible, el molesto guardia se quedó boquiabierto del miedo y con sus piernas temblando. Y como si hubiera entendido algo, se tiro al suelo en terror y con mucho escepticismo pronunció.
—Tu..tu...tu...¡Tu eres!. ¡E-El rey demonio Ve..!
—¡Asi es mí querida escoria!. Yo soy el Rey demonio Verial Ridegrald y vengo con toda la bondad del mundo a solicitar una cita. —Interrumpiendo los balbuceos del bastardo, decidí presentarme por mi mismo.
Lo dije lo más amable, pacífico y sonriente posible, pero no daba mucha credibilidad cuando tenía trozos de una puerta ancestral sobre mis pies, mientras se oían los gritos aterrados de los ángeles desde adentro.
Al final cuando el torpe guardia supo quien era, sus ojos se pusieron en blanco y mientras salia espuma por su boca, cayó inconsciente al suelo.
—¡Demonios y eso que lo estaba haciendo tan bien! —A pesar que no me arrepiento en lo más mínimo, me di una fuerte palmada en la frente.
Reto para que el atractivo y poderoso rey demonio sea más humilde y dócil hacia el prójimo: [FALLIDO].
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Comments
Katy Giamate
me encantan.... ♡♡
2022-07-21
1
Paula Pérez Barrón
está fabuloso. me encanta
2022-07-13
2
Martha Divas
jajaja ja ja ja ja ja pobre el amor lo tiene así así pero de locura jajaja ja ja
2022-07-07
2