Capitulo 03.

—¡Oigan! ¿Lo escucharon? .

—¡¡¿Que cosa?!!.

—Hehe! Lo de nuestro señor Veríal. Parece que hace unos días le entregó una carta a un ángel para invitarla a salir y aun no le ha respondido.

—¡¡¿Ehh?!! ¿Una mujer rechazo a nuestro gran señor demonio?

—Si! ¿Puedes creerlo?.

—Hmm..pues de hecho tiene muchas razones para rechazarlo. Es decir, nuestro rey no es exactamente un Ángel.

—Ahora que lo dices tienes razón. Es un tipo arrogante, salvaje, impulsivo, que se enoja con mucha facilidad y no se pone a pensar en las consecuencias de sus acciones.

—Hum! Hum! ¡Tienes razón! —Todos asintieron, estando de acuerdo.

—Ademas, no se olviden los problemas que tiene con las mujeres. Siempre tiene una o varias de distintas razas cada noche y nunca elije a la misma después de disfrutarla.

—Oh! Muy cierto. Las pobres chicas vuelven al otro día por un poco más de diversión pero el, sin siquiera atenderlas personalmente las rechaza.

—Que horrible!!

—¡Lo peor!

—¡De verdad que es un demonio!

—Si fuera una mujer que quisiera comenzar una relación seria con un hombre, me asegurariá de rechazar inmediatamente a ese tipo de basuras.

—¡¡¡Muy cierto!!! ¡¡¡Muy cierto!!! —Todos asintieron.

—Esa chica tomó una excelente decisión para su futuro. Ese tipo de hombres no valen la pena, es mejor que se busque un hombre más reservado y amable.

—¡¡¡Muy cierto!!! ¡¡¡Muy cierto!!!.

—Ademas! Esa chica es sumamente hermosa y si nuestro señor no fue rechazado por su terrible reputación. Seguramente fue porque ya tiene una relación amorosa con alguien y no puede permitirse engañarlo por alguien que no sabe si va a desecharla como prenda usada después de utilizarla.

—¡¡¡Muy cierto!!! ¡¡¡Muy cierto!!!.

—¡MALDICION! ¡¡¡YA CIERREN LA BOCA!!!! .

(¡¡¡BOOOOOOMB!!!).

—Waaaaah!! ¡¡¡Lo sentimos!!!!

Los diablillos bastardos se disculpaban burlonamente mientras eran despedidos por mi explosión de energía.

Podía tolerar muchas de sus insoburdinaciones, pero burlarse de mi cuando sabían que estaba frente a ellos y en la misma habitación, era algo que no podia tolerar.

—He! he! he! Admiro su valentía para atreverse a faltarme el respeto! Como recompensa les daré una muerte indolora. Así que díganme..¿Tienen unas últimas palabras antes de morir?.

Liberando un aura asesina que envolvió todo el castillo, me despedí de los bastardos y los apunte con miles de espadas sangrientas listas para borrarlos de este mundo.

—¡Va..vamos señor! ¡Por favor calmese!. Solo fue una broma! ¡Una Broma!. —Al oír mis palabras, los diablillos se levantaron al instante y comenzaron a persuadirme.

—¡Solo queríamos animarlo! Estuvo pegado a su asiento desde que envió la carta. Estábamos muy preocupados. Intentamos llamar su atención varias veces. Con halagos, obsequios, incluso prometimos dejar de molestarlo por una semana, pero como eso no funcionó, decidimos utilizar lo contrario a eso. —Mientras seguían entre la espada y la pared, lentamente se arrodillaron ante mi y con nobleza dijeron. —¡De verdad lamentamos lo que dijimos!. Ninguna de nuestras palabras eran sinceras, fueron simples calumnias inventadas y no demostraba lo que realmente sentimos por usted. Nosotros sabemos más que nadie que usted es el Rey más asombro y magnánimo que nosotros y que todo el infierno podría tener.

—¡¡¡Us-te-deees!!!

Mis queridos subordinados intentaban calmar mi ira y excusarse de sus terribles acciones, pero aún así, yo seguía extremadamente enojado.

—¡¡¿Como pueden decirme que no fueron sinceros, cuando todo lo que dijeron es completamente cierto?!! —Al expresar mi exasperación me cubrí la cara con mis manos y volví a sentarme cabizbajo en completa depresión.

Por supuesto no era con ellos, estaba increíblemente enojado conmigo mismo. Jamás me había dado cuenta, pero era cierto que tenía una terrible personalidad.

Con mi desequilibrio mental, mis poderes se salieron de control, provocando que todo el infierno se sacudiera en un gran temblor y pequeños agujeros negros aparececian y desaparecían como un pestañeo a mi alrededor.

Además mi tremendo e imponente castillo comenzó a levitar hacia arriba mientras se desprendía en grandes piezas y desaparecía como polvo en la nada.

—Waaaaah!! ¡¡Señor Veríal!!. —Mis subordinados gritaban llenos de pavor y medio sorprendidos por mi actual condición.

No sólo ellos, prácticamente todas las razas infernales sufrían el pánico sin saber lo que estaba ocurriendo.

Pero no podía evitarlo, mi mente estaba fuera de si en este momento. Lo único en lo que pensaba era en lo que habían dicho, provocando que el remordimiento me invada.

Todo lo que los diablillos vociferaron era verdad. Soy un hombre extremadamente salvaje, no conozco la palabra comprensión, ni piedad y golpeó antes de razonar con palabras. Además que ser humilde no parece ser algo con lo que nací, aunque realmente no me importa, tengo los requisitos para ser todo lo arrogante y altanero que quiera. Después de todo, soy el Rey demonio.

No obstante, a pesar que yo no tengo problemas con como soy, para otros debe ser muy molesto escuchar siempre lo fabuloso y extremadamente sexy que soy. Así que, desde ahora, deberé bajarle dos rayitas a mi egolatra personalidad.

.…………

Pasaron 10 minutos y gracias a los diablillos, estaba más deprimido que antes. Lo único que quedaba de mi hermoso castillo era el salón donde estábamos reunidos, por suerte los sirvientes sorpresivamente ensayaron varios simulacros para este momento y de manera ordenada y calmada salieron volando a la primera turbulencia de mi energía.

¡¡Pero eso no era importante ahora!!. Si Celestia escuchó sobre estos rumores, entonces se acabo y ya no tenía ningúna posibilidad de conquistarla.

……………

Se que me carcomia en mi propia míseria pero aún así tenía el tiempo para objetar una cosa.

Eran ciertas las cosas que dijeron y no tenía palabras para defenderme, pero sobre el trato cruel que tenía con las mujeres, eso no era mi culpa. No es que no quisiera volver a verlas, es que no podía. Si a una le daba un trato preferencial, tenía que hacerlo con todas. Sino, se pondrían extremadamente celosas y atacarían cruelmente y sin razón a las más populares.

Digo esto porque ya lo sufrí. No quería tener "otra" sangrienta guerra para poseer mi cuerpo. Así que tuve que borrar la memoria de todos y jurarme a mi mismo no hacerlo jamás con la misma mujer, sin importa quien sea.

Creí que había hecho lo correcto, pero como nadie recuerda nada, mi reputación cayó en picada y todos me ven como el peor hombre del mundo.

Hmm..Es extraño, pensé que después de eso, no sería tan popular como antes. Pero a pesar de los rumores, las mujeres seguían viniendo cada noche.

Supongo que soy tan bueno complaciendolas, que no importa cuanto crezca mi mala reputación, siempre querrán un poco más.

Pero basta de hablar de mi y de lo sensacional que soy en la cama. Si Celestia se enteró de esto, se acabo para mi. La gran aventura de conquistar mi primer amor, se terminó antes de siquiera comenzar.

……………

Sintiéndome peor que la mierda, parecía que no había nada que pudiera levantarme el ánimo. Pero por suerte los diablillos tenían algo preparado.

Sabían que su plan para llamar mi atención terminaría de esta terrible forma, así que ya tenían preparado un plan "B".

Nombre clave :"Darle un chupete al rey bebito llorón" 

Esto solo es una suposición mía. No creo que hallan puesto un título a tal predicamento, pero en este momento así es como me sentía. "Como un tonto y adorable bebé llorón".

………………

—Por favor señor, calmese! Bueno, es verdad que varias de las cosas que dijimos eran medianamente ciertas. Pero su gran amabilidad supera con creces su maldad interior. Es decir, solo "mirenos". Después de muchas, quiero decir, muchísimas de muestras travesuras, nosotros seguimos vivitos y coleando y todo gracias a su gran misericordia. ¡¿Acaso eso no es suficiente prueba del perfecto hombre que es usted?!.

—Sniff, De... ¿De verdad lo creen?.

Mis subordinados de verdad que son unos tremendo lamebotas, saben perfectamente cuales son las palabras indicadas para hacerme sentir mejor.

Con solo escuchar algunas frases halagadoras mi cabeza lentamente se levantaba y un brillo de entusiasmo poco a poco volvía a resurgir desde mis ojos. Pero ahí no se detuvieron.

—¡Por supuesto que lo creemos! Usted es un hombre maravilloso y no hay mujer que no se le pueda resistir. Si esa chica del cielo sigue sin responder, es porque seguramente tuvo alguna clase de.....inconveniente.

Tales palabras lograron hacerme recapacitar. En consecuencia mi energía se estabilizó, el terremoto se detuvo, los sirvientes regresaron y mi gran castillo regresó a la normalidad como si jamás se hubiera destruido.

—Ahh! ¡Ahora que lo dicen! —Por suerte, al haberme tranquilizado comprendí algo. Con lo que dijeron, me levante de un salto, como si un rayo hubiera caído en mi cabeza.

Logre recordar que Celestia tenía un hermano mayor muy sobre protector que la vigilaba las 24 horas del día. Si mis sentimientos no le llegaron, tal vez sea porque el desgraciado robo la carta.

—¡Maldita sea! ¡Debo saberlo! —No sabía si mi deducción era la correcta o si Celestia simplemente me estaba ignorado. Así que tenía que ir personalmente al cielo y comprobarlo por mi mismo.

—¿Señor Veríal, a donde se dirige? —Preguntaban los diablillos sorprendidos por mi emoción.

—¡Voy al cielo! No me tardare mucho, así que cuiden la casa mientras no estoy.

—Espere señor, vamos con ust...Ah!

—Hmm?! ¿Dijeron algo?. —Me detuve por un segundo. Los diablillos parecían querer acompañarme, pero cuando les pregunte, repentinamente se quedaron mudos y con sonrisas juguetonas respondieron.

—Haha! No señor, no pasa nada. Espero que le valla bien!.

—O...Okey! —Al final me di la vuelta y salí volando algo intranquilo. Sabía que los diablillos ocultaban algo, pero ahora no tenía el tiempo de preocuparme por sus tonterías. Tenía que saber lo que mi amada Celestia sentía por mi.

—¡Preparate mi Ángel, muy pronto tu rey demonio ira a visitarte!.

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