La reunion (parte 1)

Esta historia contara con capítulos contados desde una perspectiva omnisciente para darle contexto y sea más entendible (estarán marcados con asterisco para que los identifiquen)

Mientras tanto casi llegando a los límites de la ciudadela, se llevaba a cabo una reunión en donde se encontraban los mas altos mandos de la academia, entre ellos se encontraba el padre de Joseph el señor Astor Belaur que era el encargado de la protección de la ciudadela, Astor Belaur siempre se caracterizó por ser un hombre imponente su cabello ondulado y de un color oscuro lo hacían ver más joven de lo que en realidad era, siempre tenía una expresión seria como si estuviera enojado o esperando una mala noticia y hoy no era la excepción no tenía idea del porque estaba ahí, debía ser algo importante ya que no era común una reunión sin previo aviso para hacer los preparativos necesarios a Astor le molesta demasiado que las cosas se tomaran tan a la ligera como fue tomada aquella reunión, eran un blanco fácil si quisieran atacarlos y en la misma situación se encontraban los demás asistentes de aquel grupo no se sentían cómodos sin los protección necesaria para llevar a cabo esa reunión

El edificio de seguridad se encontraba en las afueras de la ciudadela a unos pocos metros de la única entrada para la gran ciudad, este era un edificio no muy grande solo 20 pisos, solamente se usa para adiestramiento y planeamiento de la seguridad o como en este caso para juntas importantes, aunque estaba bien resguardada por Miles de soldados eso no evitaría ataques enemigos y todo mundo sabía eso. La reunión se llevaba a cabo en el último piso de edificio, este era un salón muy grande protegido con muros blindados, en el centro de la habitación se encontraba solamente una mesa rectangular con 20 asientos alrededor de ella, además de eso contaba con un gran ventanal que daba una gran vista fuera de la gran ciudadela, no había nada mas en aquella habitación, solo la mesa iluminada desde arriba con un enorme candelabro. En aquella fina mesa de madera se encontraban sentados, la directora de la academia Margaret Douglas, el jefe al mando de la división protectora de la ciudadela el general Baako, al otro extremo separado de todos se encontraba el agente especial Marlon de la división de inteligencia y espionaje además de ello a lado del señor Astor se encontraba Julius Solis él se encargaba del armamento que le daba protección a la ciudadela

---Alguien sabe porque fuimos convocados a esta reunión—la impaciencia de Belaur era bien conocida por todos y se aumentaba mas cuando ignoraba para que había sido solicitado

Pensé que tu deberías saber, que no se supone que tú eres el encargado de la ciudadela, se supone que de los presentes tu eres el de mayor rango o ya no es así—exclamó con gran vigor la directora de la academia, Margaret Douglas o mejor conocida como la directora Douglas, era reconocida mundialmente por su trabajo en la unión de las grandes naciones y por su gran aportación como institutriz en la academia, aquella mujer delgaducha, impetuosa, y con ronca voz se había ganado el respeto y la admiración de muchos por su trabajo, su vejez no era algo que se pudiera ocultar prueba de ello eran sus múltiples marcas y manchas en el rostro no en balde ya casi tenía mas de 10 décadas de vida

--Aunque lo crea imposible no se me informo de nada directora Douglas, al igual que ustedes supongo, recibí el mensaje del Olimpo para esta junta hace apenas dos horas—dijo el señor Belaur con un rostro que demostraba enojo, el jamás tuvo una buena relación con la directora, constantemente se la pasaban discutiendo.

A la señora Douglas no le gustaba la forma en que Belaur dirigía la ciudadela, a su vez señor Belaur se sentía un poco impotente ya que la directora gozaba de un gran respeto dentro y fuera de la academia inclusive entre los altos mandos su voz era escuchada y en más de una ocasión está le había trabado varios proyectos

--Se debe tratar de algo importante para que nos llamara a estas horas de la madrugada lo mejor será esperar y tranquilizarnos—menciono el general Baako tratando de amenizar el ambiente y anticipándose a futuras discusiones que se veían venir.

El general Baako, un hombre regordete, de baja estatura pero no obstante gozaba de una complexión formidable, fue elegido general después de su participación en la batalla del bosque de las sombras, se dice que él solo logro vencer a más de cien soldados, y proclamar la torre lo que prácticamente les dio la victoria a las naciones unidas, suele usar lentes porque su vista ya no es tan buena, posee una pequeña barba que le tupe gran parte del rostro y una pequeña cicatriz en el ojo izquierdo, su brazo igualmente izquierdo es un brazo robótico que le fue construido después de perderlo en la batalla de las sombras posterior a esto fue condecorado y retirado de las misiones de campo para dedicarse al trabajo que actualmente ejerce.

--Que hay de ti Julios no sabes nada del porque fuimos convocados—pregunta Belaur, volteando su rostro para mirar a su compañero a lado de él

--A decir verdad, solo se me informo que una nave correspondiente del Olimpo atravesó la barrera, con permiso claro, pero no se quiénes son sus integrantes señor—respondio Solis con una vehemencia hacia Astor

Es bien conocido que Astor y Solís son compinches desde hace mucho tiempo, se rumorea que fue el señor Belaur quien abogo por Solís ante la junta directiva para que este tomara el puesto que ahora posee y a cambio de esto Solís le tiene una total lealtad a Astor.

Pasaron 20 minutos mas y aun no llegaban los causantes de aquella reunión, el señor Belaur estuvo a punto de retirarse cuando de un momento a otro se abrieron las puertas de la sala dejando pasar a dos hombres con los uniformes de los reclutas, uno era más alto que otro, en realidad eso era lo único que los diferenciaba, en todo lo demás eran idénticos o al menos se veían idénticos porque los cubrían dichos uniformes, estos avanzaron con total plenitud hasta el ventanal observaron un momento a través de ella, para después regresar y pararse al frente de aquella mesa, uno de ellos solo asintió hacia el otro, dando a entender un sí, posteriormente se quitaron los cascos dejando al descubierto su identidad.

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