c u a t r o

...Emilio....

Las horas pasan, las actividades que tenia pendientes fueron terminadas por lo que simplemente me tocaba recoger mis cosas y marcharme, pero antes que pudiera mover un dedo la puerta se abre dejándome ver a Graciela, mi secretaria.

-Disculpe la molestia jefe pero tiene una llamada y me pidieron que sea usted quien responda, parece importante -habla la cuarentona de ojos negros frente a mi- ¿que hago?

-Pasame la línea y tráeme un café -esta asiente y se retira, segundos después escucho el pitido de el teléfono junto a mi- Emilio Ransom, ¿con quien hablo?

-Emilio, habla con Alexia Hollowey de SoftHolloway un placer -responden del otro lado de la linea-

-Alexia, un placer poder al fin hablar contigo -sonrió echando mi espalda sobre el respaldó del asiento- me supongo que has recibido mis ofertas y por eso la llamada.

-De hecho si, mis compañeros me han informado y he recibido su carta.

-¿y que piensas? es un buen negocio del que estamos hablando.

-Lo es y por eso mismo me gustaría pactar una cita, no arreglo tratos por cartas ni mucho menos vía teléfono, me han comentado que estas aquí en Madrid por lo que podría pasar por tu oficina cuando estés libre -su voz sonada segura y decidida por lo cual no tuve que adivinar que pactar cosas con aquella mujer sería trabajo facil- ¿sigue en la línea? -volvió a hablar-

-Si lo siento, revisaba la agenda -miento- esta semana estoy libre luego de las siete, podemos ir por un trago y charlamos allí.

-No me parece correcto el lugar pero si no tiene un momento libre durante el día podría aceptar aquella invitación, tiene mi número, solo envíeme los datos y pactamos.

-Perfecto, que tenga buena noche señorita Holloway -respondo con superioridad pero no recibo más que el pitido de la llamada finalizada-

Graciela entra por la puerta con mi café en manos y lo deja sobre el escritorio, le hago una seña de que puede retirarse y eso hace. Al terminar de beberlo y juntar mis cosas salgo de la oficina, no saludo a nadie por lo que simplemente me centro en colocar el móvil en mi oreja esperando a ser atendido nuevamente pero nada de eso ocurre, subo a mi RS7 y conduzco hasta mi apartamento el cual no está a más de veinte minutos de mi empresa, al llegar y encender las luces lo primero que recibo son las enormes patas de mi hermoso doberman que lanza ladridos de bienvenida al verme.

-Al piso Hércules -obedece a mi mandato y me deja terminar de entrar al edificio- ¿hay alguien en casa? -hablo fuerte para ser escuchado-

-¡En la cocina Emi! -oigo la voz de mi nana y me dirijo hasta ella- ¿que tal estas cariño? -se acerca a besar mis mejillas cuando me ve- te prepare la cena, estas muy flacucho, tienes que alimentarte bien -posa sus escuálidas y frías manos en mi mejilla-

-Y tu estas muy anciana, así que deja de hacer cosas que sabes que no debes hacer -la regaño pero a esta parece no importarle- no diré nada solo porque muero de hambre pero sabes que no debes estar moviéndote mucho...

-Son ordenes del medico -termina por mi entregandome el plato- iré a recostarme para que dejes de molestar, come todo -besa mi mejilla y se va de la sala dejándome solo con Hércules a mis pies-

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