...ALEXIA...
El frío madrileño de febrero se hizo presente tan rápido que apenas me di cuenta que el otoño se había esfumado, dejó mis pies sobre el suelo haciendo que mi cuerpo estremecerse en segundos. Con toda la pereza acumulada en mi cuerpo me levante, este por insisto se dirigió al baño para comenzar y acabar con la rutina de mañana para poder despertar al fin, envuelta en la bata blanca salgo nuevamente a mi habitación y comienzo a vestirme como de costumbre, me dirigió a la mesa de noche y tomo mis cosas importantes para meterlas en la cartera y así salir de la habitación hacia la cocina.
-Buenos días -hable dirigiéndome a el ama de llaves-.
- Señorita Alex, su desayuno esta listo sobre la mesa -Esta sonríe con cortesía- han dejado un sobre en la entrada, me tome el atrevimiento de dejarlo sobre su despacho.
-Esta bien, gracias Sonia -giro sobre mis talones y me dirijo hacia el comedor-
Tomo el periódico en manos mientras dejo que el café caliente se pose en mis labios dándole una sensación de calidez a mi interior, las noticias no cesaron a pesar de que hayan pasado meses desde aquel suceso y no creo que lo hagan por un largo tiempo o al menos hasta que la prensa encuentre algo mejor de que hablar, aparto aquel trozo de papel de mi vista para evitar amargarme la mañana con sus escritos y con el café en mano me dirijo hacia el despacho y me siento detrás del asiento para poder tomar en manos aquel sobre que Sonia había dejado sobre mi ordenador.
Me sorprendió la escasa sencillez de este por lo que supuse que no era algo común, rasgó la parte superior de este y saco el papel que conserva dentro de este, leo con tranquilidad aquel archivo y me sorprendo cada vez que voy bajando hasta terminar, "Srta. Holloway, un gusto por fin tener la oportunidad de requerir de sus excelentes servicios y en este caso se precisa de su asistencia durante la construcción de Studios Ransom, no voy a indagar mucho sobre el asunto por una carta, por lo que si acepta me gustaría reunirme con usted el día viernes por la mañana, les dejo mis datos por lo bajo de este texto para que contacté a mi asistente y poder concurrir con el tema en discusión.
Saludos cordiales de parte de
Ransom, E."
Dejo el café caliente a un lado y me coloco el pequeño auricular en mi oreja para llamar a la única persona que es capaz de ayudarme a manejar una situación como esta, este pita tres veces hasta que por el otro lado de la línea escucho su adormilada voz.
-Espero sea importante el hecho de que me llames a las ocho y veinte de la mañana Alex -contesta con su áspera voz de recién despierta-
-Necesitó de tu ayuda Mara, quieren trabajar conmigo en la construcción de una empresa muy importante -respondo con desespero, escuchando por el otro lado de la línea a mi amiga suspirar- no hagas eso, me haces pensar que no es importante lo que te estoy diciendo.
-Es que no lo es amiga, tu sabes que tu trabajo y equipo es excelente, es más que obvio que quieren trabajar contigo.
-Pero han pasado meses desde la última vez que me propuse hacerlo.
-Alex, escúchame -la oigo incorporarse de quiero creer, su cama- han pasado diez meses de aquel suceso, no has tocado un lápiz para hacer un plano desde entonces, así que date la oportunidad de volver a lo que te hace feliz y deja de ponerte piedras en el camino, inténtalo y si vez que no funciona se lo dejas a otro, conoces mucha gente que aunque no se nivela contigo hace excelentes trabajos, no te agobies por nada linda.
-¿Y si no estoy preparada? reitero que han pasado diez meses Mara.
-Y si no estas preparada, levantas tus planos y te vas, es así de sencillo esto Alex. Llama a quien sea que te allá buscado y dales el maldito "si" de una buena vez.
-No es cualquier empresa Mara, es para los Ransom's.
-¡¡¿que?!! -grita desde el tiro lado de la línea aturdiendo mis tímpanos- ¿bromas?
-Me encantaría, pero no.
-¿y respondes con tanta calma? estamos hablando de Emilio Ransom, el empresario más exitoso y guapo de Madrid -exclama con un deje de desespero- mierda Alex, si no lo llamas apenas cortes conmigo iré a buscarte para patearte el enorme trasero que tienes.
-Lo pensaré, luego te informo de que tal va el asunto, ahora debo ir a trabajar y tu deberías hacer lo mismo -hablo levantándome de mi asiento y saliendo del despacho-
-Te llamare apenas termine tu turno y me contaras todo lo que hayan hablando, ¿vale?
-Lo pensaré, adiós -no dejo que responda y cuelgo aquella llamada-
Alexia Holloway.
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