CAPÍTULO 20

-Ven bebé, veamos alguna película en la TV o si prefieres hacer algo más aquí estoy disponible para ti, ya lo sabes-

Dice de manera sensual y lasciva haciendo que me ría de su manera descarada de decirme que quiere sex* otra vez, lo abrazo y nos acostamos en la cama a mirar la TV.

-¿No te cansas?

*Le pregunto entre risas. Me mira con malicia y me dice mientras le da play a una película de terror*

-Corderito, ¿quién se puede cansar de algo tan rico como las mujeres?, para mí ustedes son belleza y cada una tiene un empaque que la diferencia de las demás, por ejemplo, tú eres capaz de mirarme a los ojos sin sentir miedo de decirme lo que estas pensando y eso no todas son capaz de hacerlo-

*Me dice sosteniendome con fuerza entre sus brazos*

-¿Quieres saber por qué te digo Corderito desde la primera vez que hablamos?

*Me pregunta y yo lo miro de reojo y noto que esta mirando la TV mientras me esta hablando*

-Sí, es una duda que he tenido, pero no me he atrevido a preguntarte-

*Le digo con timidez él sostiene mi mano y la aprieta*

-Porque la primera vez que te vi irradiabas un aura de inocencia esa misma que me hizo pensar que parecía un lobo feroz detrás de un Corderito bebé-

*Puedo sentir como su corazón se acelera mientras habla*

-Bueno pero esa parte no es mentira-

*Digo de manera sarcástica y burlesca*

-Eres un lobo y yo me convertí en tu presa sin saberlo-

*Me levanta y me sube a su pecho al escuchar lo que digo*

-Tienes razón, eres mi presa y no podrás escapar de mí tan fácilmente-

Me besa suave, pero apasionado. Sus manos empiezan a subir y bajar por mi cuerpo, mientras su lengua juega en mi boca, ¿por qué es tan difícil tener una conversación con este hombre?, ¿acaso en lo único que piensa es en sex*?. Trato de alejarme estoy segura que mi entrepierna no aguantaría que este toro me vuelva a embestir. Rey me aprieta fuerte a su cuerpo sin darme la oportunidad de escapar.

-Relájate nena, después de lo que hicimos en la tarde debes estar un poco hinchada aquí-

*Me dice tocando mi entrepierna*

-No quiero que mañana te vayas a casa resentida conmigo porque te sobresforce y tú no querías, mejor veamos la película, quédate acostada en mi pecho por hoy, me conformo con sentirte-

Me abraza mientras siento como sus manos pasan por mi cuerpo. Veo el panda gigante que me regaló hace tres días atrás y automáticamente pienso en como llegar a casa de Dolores con algo tan notorio como ese peluche gigante, no existe una excusa creíble para algo como eso. Recuerdo también las flores y con mi mirada busco hasta donde mis ojos me lo permite, las veo en un gran florero en el comedor de la habitación, están igual de bonitas que el día que me las dio, si no las hubiera tenido en mis manos diría que son plásticas y no naturales.

-¿Rey?-

-¿Si, bebé?, ¿qué sucede?

-El peluche, ¿como podría llegar con el a mi casa?, Dolores me haría muchas preguntas y no sabría como contestarlas-

*Digo jugando con mis manos en su pecho*

-No te preocupes, mañana yo mismo te llevaré a tu casa, tamb-

*Me levanto de un salto interrumpiéndolo cuando lo escucho*

-¿Queeee?, ¡NO!, ¿como se te ocurre que voy a llegar contigo a mi casa?, Dolores se moriría de la impresión, aparte que le he estado mintiendo y entendería muchas cosas de los últimos dos meses. ¡No!, ¡No! Y ¡No!, me niego rotundamente-

Nos miramos a los ojos por unos instantes, veo su cara de asombro al escuchar mis palabras, creo que no esperaba que me negará tan rotundamente al hecho de ir juntos a ver a mi abuela Dolores.

-Corderito, ¿por qué no quieres?, pensé que sería lo mejor de igual forma tenemos un acuerdo o eso pensé. Yo te ayudo y tú me brindas compañía, entonces... ¿como lo hago, si ella no sabe de mí?.

*Me bajo de él y me recuesto en la cabecera de la cama*

-La verdad Rey... hasta el día que nos volvimos a ver estaba segura de que te odiaba y... solo quería estar lo mas lejos posible de ti-

Después de decir esas palabras, nos quedamos en silencio por unos segundos, no me mira, pero estoy segura que los dos estamos pensando en esa trágica primera vez. Yo Suspiro, ninguno de los dos esta viendo realmente la película, pero es la manera de evitar tener que mirarnos en los momentos incómodos como este.

-Estrella, entre cielo y tierra no exista nada oculto-

*Me mira con una cara muy seria y el ceño fruncido al decir sus palabras*

-¿Crees que nadie te ha visto conmigo? o que ¿nadie te vio bajando del carro en la esquina de tu casa hace dos meses atrás?

*Pasa su mano por mi mejilla al hacerme las preguntas*

-Eres muy inocente bebé, enserio que me refresca estar contigo-

*Se ríe tiernamente mientras habla*

-Si no decirle a tu abuela te hace sentir mejor entonces que así sea... pero ten en cuenta que no soy un niño, no me veré contigo a escondidas como adolescentes de escuela-

Besa mis piernas y mientras él habla yo pienso en que mi vida va de enredo en enredo, no sé que hacer, me aterra tener que decirle la verdad a Dolores, es una mujer con enfermedades como diabetes y hemostasia (coágulos de sangre) y aun que odie admitirlo, Rey tiene razón y todo tiene sentido ahora, por eso medio la sensación de que Dolores ya sabía que no estaba con Amelia cuando hablamos ayer, por eso su voz de preocupación junto a su cambio de actitud de un momento a otro.

Todo encajó en mi mente como un rompecabezas después de escuchar la lógica en sus palabras. Me siento tan pequeñita, entendí lo inocente que soy delante de este hombre. Nos separan muchas cosas aparte de la edad, me siento abrumada por no saber que hacer, lo escucho hablar y más me doy cuenta que no sé nada de la vida. Estuve todo este tiempo convencida de que nadie aparte de mis amigas sabia sobre Rey y yo, pero resulta que lo mas probable es que todo el barrio ya lo sepa además en este momento yo seguramente soy el chisme tendencia entre las mujeres de ese lugar. Todos saben cuando Rey llega a la "guarida" como le dice él y hace dos noches atrás me cargo hasta su carro a unas cuadras de mi casa es obvio que mas de una persona nos vio así como lo vieron esperando a que yo saliera. ¿Qué sentido tiene esconderlo de Dolores? solo haré que se preocupe más sí se lo sigo ocultando.

-Tienes razón Rey, es mejor decirle a Dolores y que ella este al tanto de todo pero... por favor, déjame que hablemos primero a solas después te llamaré y podrás llegar si así ella lo quiere-

*Le digo preocupada, pero él me mira con una sonrisa de satisfacción que no disimula*

-Está bien bebé, como tú desees, pero te aseguro que ella va a querer verme-

*Se sienta a mi lado y me abraza*

-Ella es tu mamá y querrá hablar con el hombre malo que pretende robarle a su pequeño tesoro-

*Me levanta para cargarme en sus piernas y me acurruca en su pecho*

-No te preocupes, todo estará bien. Ahora bebé, quiero que hablemos sobre algunas cosas-

*Su tono se vuelve serio en este momento*

-Esta bien-

*Contesto por inercia*

-Bueno, serán cambios que necesito hacer por tú bien, ¿lo entenderás, verdad?-

*Me pregunta indeciso*

-... Quiera o no tendré que hacerlo así que solo dilo Rey-

*Le respondo y se queda en silencio unos segundos*

-En parte esa manera de hablarme me encanta de ti-

*Levanta mi barbilla al decir sus palabras*

-No muchas mujeres tienen los ovarios para hablarme e ignorarme como tú lo haz hecho en estas últimas semanas, ni siquiera cuando me he portado peor con ellas-

*Me dice sonriéndome con cierta maldad y pasa su lengua por mi boca y nariz*

-Eres completamente deliciosa bombón-

*Vuelve a mirar el TV y yo limpio mi cara, es tan loco. Pienso*

-Bien, lo primero es que a partir de mañana Car será tu guardaespaldas personal, la camioneta blindada en la que él se transporta será tuya a partir de ahora, no podrás salir sola y cada cosa que vayas a hacer fuera de casa debes decirnos a uno de los dos con unas horas de anticipación, nada de planes improvistos-

-¿Todo eso es necesario? supongo que en realidad estás metido en cosas turbias y por parecerme a alguien de tú pasado podría terminar en la mira de alguien peligroso, bueno aun que estar enredada contigo ya es un riesgo-

Él se queda en silencio unos segundos y yo reflexiono sobre lo que acabo de decir creo que me pasé de la raya con mis palabras, siento como el miedo recorre mi cuerpo, lo miro de reojo y esta completamente serio, su ceño fruncido me da escalofrío. Es un hombre voluble y volátil por eso debo aprender a medir mis palabras.