"Secretos De Oficina"
'Ethan'
La vida junto a una mujer que no amas no es nada fácil y menos aun cuando por culpa de los principios inculcados no puedes renunciar a ello.
Mi nombre es Ethan Rodriguez y llevo una vida miserable junto a Paula Rodriguez, mi esposa, de quien años atrás me hubiera divorciado si no me hubiera venido con el cuento de que iba a ser padre.
No me arrepiento de ello, pues tengo una hermosa hija de 2 años a quien amo y por quien daría la vida, mi pequeña Dixy.
Soy el CEO de una gran empresa que se dedica a la fabricación de Joyas, la cual me fue heredada por mi abuelo, quien se hizo responsable de mi luego de que mis padres decidieran tomar otro rumbo.
Lamentablemente para mi hacia un par de días que me toco despedirlo hasta que la hora de mi partida también llegue y pueda reunirme junto a él.
- Paula, la pequeña está llorando.- dije mientras restregaba mis ojos ante el cansancio de un agotador día.
- Ve a verla tu, eres quien le da las mañas y en parte también eres el responsable de que este aquí con nosotros.- otra ves la misma historia.
Bufe molesto para luego tomar mi almohada, arrebatarle la sabana de seda tan costosa que YO he comprado y mirarla con todo el desprecio que se merecía.
- Siempre volverás a lo mismo ¿No es así? te pasaras la vida culpandome por pedirte que no asesinaras a mi hija. - contesté viéndola sentarse en la cama con molestia.
- No se trataba de asesinarla, simplemente era no tenerla y era mi opción, tu te involucraste en esto y debes asumir las consecuencias.- respondió mientras se ponía de pie molesta y caminaba a mi.- *Ahora vete a cuidar a esa mocosa y devuélveme mi sabana.
- En primera, mi hija no es una mocosa como tu dices, vale muchísimo más de lo que puedas imaginar y me duele ver que pese a los años aún no puedas quererla ni un poco*.- Respondí con mi seño fruncido.- *En segunda, estas sábanas las he comprado con mi dinero y por lo tanto no tienes el maldito derecho de decir que te pertenece y para ya concluir este fastidioso tema.. tu y yo comenzaremos a dormir en habitaciones separadas, a menos claro de que prefieras firmar el maldito divorcio y te marches de una maldita ves.
- Ja ¿Y dejarte la vida resuelta*? - preguntó con una arrogante sonrisa.- *No te creas, si quieres que me marche deberás de darme la mitad de tus acciones de esa maldita empresa que tienes o de lo contrario.. seguiré aquí, haciendo presencia de mi persona.
- Mañana mismo sabrás el porqué jamás me he fiado de ti*.- Respondí tomándola con fuerzas de su mentón.- Pese a que pudiste engañar a mi abuelo con la escena de la encantadora y fina mujer, siempre supe que esperabas sacar provecho de todo esto y como sabrás, no soy tan imbecil como crees.- Añadí para luego girarme.- Iré a dedicarle de mi tiempo a quien si se lo merece.- Camine rumbo a la puerta dispuesto a salir de allí y poder dejar de verla de una maldita ves.
- ¿Estas seguro de que no merezco de tu tiempo? - respondió detrás de mi y giré a verla notando como dejaba caer su bata de dormir y se mostraba frente a mi con un conjunto de lencería bastante provocativo.- Porque puedo asegurarte que la pasarías muy bien debajo de mi cuerpo.- Añadió mientras jugaba con el tirante de su brasier.
Deje la almohada y la sabana sobre uno de los sillones que había en la habitación para luego caminar a ella y tomar su mano con brusquedad dirigiendola a mi entrepierna.
- Como verás, tu ya no me provocas ni causas ningún efecto en mi.- Respondí sonriendo para luego soltar su mano y alejarme nuevamente de ella.- Ni siquiera he disfrutado de una sola ves en la cual me he revolcado contigo, por ello mismo es que dude de tu embarazo hasta que las pruebas dieron positivo, pero siendo claros.- Sonreí una ves más.- *Ni siquiera me he venido una sola ves, solo aquella en la cual te embarace y solo bajo los efectos del alcohol.
- ¡MALDITO CRETINO*!- Gritó para luego tomar un jarrón.
Me marche de allí oyendo como el jarrón daba contra la puerta y sus muchas maldiciones.
Entré a la habitación de mi pequeña Dixy y sonreí al verla sentada en su cunita jugando con dos pequeños ositos mientras hipeaba.
- Hola mi princesa.- Dije llamando su atención para luego oírla decirme una ves más papá y estirar sus bracitos a mi. - Ven, de ahora en más compartirás la cama con papá y reiremos juntos hasta quedarnos dormidos. - Añadí mientras besaba su cabecita y luego tomaba aquellos dos ositos con los cuales siempre dormía y ya por fin dirigirnos a nuestra nueva habitación.
...💕Todo estará bien mi pequeña Dixy, ambos lograremos ser felices en un futuro no muy lejanos o al menos eso quiero creer. 💕...
^^^💫2 años despues💫^^^
'Emily'
Mi nombre es Emily Cruz y soy la secretaria de él CEO más famoso de el estado de New York. Si bien eso fue lo que me contaron mis compañeras, aún no he tenido la posibilidad de conocerlo por el simple hecho de que no ha estado durante 3 meses, mismos en los cuales he empezado a trabajar aquí.
Solo podía oír su vos en las llamadas cuando solicitaba algo o ordenaba una junta pero sin dejarme si quiera presentarme, supongo que fue informado de que su ex secretaria Lisa ya no trabaja para él, solo por el hecho de que al llamar ni siquiera dice un nombre, solo empieza a mandonear y bien, tengo que guardar silencio y acatar a todo lo que él diga.
Mi vida anterior se basa solo en desechables recuerdos de los cuales no quisiera hablar pero siendo franca..me han metido los cachos un par de veces y por ello he puesto la firma en que todos y cada uno de los hombres que habitan en el planeta tierra.. jama se conformarán con una sola mujer.
Suspiró mientras camino muy calmada con mi recien obtenido café y me dirijo a mi oficina, aunque soy interceptada por Bell, la encargada de él departamento de Joyas, al cual nadie tiene permitido entrar.
- ¿Bell? - pregunté al verla correr por mi lado.
- Luego hablamos Emi, algo urgente paso y debo de ..- ya no pude oírla más, cada paso que daba dejaba una pequeña duda ante sus palabras.
Solo reste importancia y seguí caminando hasta que un pequeño llanto proveniente de uno de los armarios en los cuales guardábamos nuestras pertenencias, llamó mi atención.
Me dirijo a él lugar para luego abrir la puerta y ver a una pequeña y dulce niña allí, inclinada mientras tomaba sus rodillas y lloraba como si alguien la hubiese lastimado.
Juntando todo ese valor con el cual siempre sostuve a mi pequeño hermano Dylan, me incline a su altura y acaricie su cabello.
- Hola cariño, ¿Porque estas aquí encerrada? - pregunté con una sonrisa ganandome su mirada.- ¿Alguien te ha hecho daño? - ella negó.- ¿Entonces? - no dijo nada, solo levanto sus hombros.- Ya veo.. entonces no me hablaras.- Añadí para luego pensar en algo que la hiciera hablar.- *Mi nombre es Emily y estoy muy encantada de conocerte, ¿Cual es tu nombre?
- Dixy*.- respondió con dulzura y asentí.
- *Tienes un nombre muy bonito.
- También me gusta tu nombre*. - respondió con ternura y me fue inevitable no decir el típico "oww" de ternura que damos las mujeres cuando algo nos parece muy tierno.
- Dime algo Dixy, ¿Te gustaría ser mi amiga? - pregunté y ella asintió.- *Bien, entonces ¿Que te parece si me acompañas a mi oficina y jugamos un momento? mi jefe no está y tu compañía me haría bien.
- ¡SI! ¡Quiero jugar contigo*! - contestó para luego lanzarse a mis brazos.
No dude ni un momento, la carge en mis brazos y camine junto con ella a mi oficina mientras hablábamos de el porque estaba allí escondida o el de donde se podrían encontrar sus padres.
Mi sorpresa fue inevitable al saber que tiene solo 4 años y que se ha escapado de su papá al verlo hablar con una mujer que no le agradaba. *Ese sujeto debe de ser un maldito desconsiderado.* Según lo que Dixy me contó.. Él y su madre estaban casados pero no había si quiera una pequeña muestra de cariño entre ellos, ambos vivían en la misma casa pero dormían en habitaciones separadas, todo un gran misterio.
- ¡QUIERO QUE LA ENCUENTREN! ¡DE SER LO CONTRARIO TODOS ESTÁN DESPEDIDOS! - escuché gritar a alguien para luego oír un golpe en la puerta de mi oficina.
- Ese es mi papi.- Dijo Dixy mientras bajaba su cabeza y lloraba.- *El va a regañarme.
- No cariño, no permitiré que eso suceda, tu quédate aquí y yo iré a hablar con él ¿De acuerdo*? - propuse y la vi asentir.
Me puse de pie y muy decidida camine a la puerta, si este imbecil vendría con intenciones de lastimar a la pequeña.. me importaría muy poco quien sea, se enfrentará a la furia de mi puño.
- ¿Si diga? - pregunté al abrir la puerta quedando tan paralizada como él lo estaba.
- Luego hablamos. - Añadió de forma fría para luego verme de pies a cabeza.- ¿Quién es usted?
- ¿Que es lo que desea señor? estoy ocupada.- contesté, ¿porque daría explicaciones a alguien que ni siquiera conozco?-
- ¿Ocupada? - preguntó cruzando sus brazos y levantando una ceja.
- Así es, mi jefe está al teléfono y no puedo hacerlo esperar. - Respondí. - O me dice que quiere o se va por donde vino.
- Pero mira tu a esta engreída.
- ¿Como me llamaste cabron?- pregunté con mi seño fruncido y las claras intenciones de hacerle escupir las palabras.
- ¡Señor! no la hemos encontrado por ninguna parte.- escuché decir a Bell y abrí mis ojos a más no poder para volver mi mirada a él hombre frente a mi.
- ¿U-usted.. usted es el señor Rodriguez? - pregunté y veo dibujarsele una mueca de molestia.
- Señorita Bell, quiero a esta muchacha fuera de mi empresa, no consideraré tal falta de respeto por parte de mis empleados.- respondió para luego voltear a verme. - En cuanto a usted.. dígame, ¿vio a una niña por aquí?
- ¿Y que si la vi? - Respondí cruzando mis brazos.- Estoy despedida y no tengo porque darle explicaciones, si me permite iré por mis cosas.- - gire para entrar pero él luego de bufar pasa por mi lado.
- Dixy..- Dijo al ver la niña, quien rápidamente me ve de manera asustada y por simple instinto me coloco enfrente de ella.- ¿que hace?
- ¡Si usted se atreve a lastimar a esta pequeña por una pequeña travesura como la que hizo.. Me iré de aquí pero con las manos llenas de sangre por darle su merecido! - Dije mientras cubría a la pequeña.
- ¿Que?
- Lo que oyó, atrévase a lastimarla y se las verá conmigo.
- ¡Es mi hija!
- Puede ser hija del presidente si quiere, pero no permitiré que ni usted ni nadie le ponga un dedo encima.- Respondí con mi seño fruncido obteniendo su cara de sorpresa al verme abrazar a la pequeña.
- ¿Y se puede saber quien le dijo que yo iba a lastimarla? - preguntó y mire el piso pensativa, a decir verdad.. nadie me dijo eso pero la pequeña Dixy se notaba asustada ante la presencia de mi ex jefe.
- No hay necesidad de que alguien me diga algo, la pequeña no quiso escaparse solo.. no le agrado esa mujer y ya.- traté de excusarla consiguiendo que mi ex jefe me viera para luego dirigir su mirada a la pequeña.
- ¿Es eso cierto princesa? - le preguntó y la pequeña en mis brazos asintió.
Él se inclinó para luego abrirle sus brazos dándole una razón para que ella se acercara. La pequeña se soltó con un poco de dificultad de mi y camino en su dirección, al llegar junto a su padre él la recibe muy cariñosa mente para luego besar su cabeza.
- No vuelvas a irte de esa manera, me he llevado un gran susto.- dijo tiernamente y suspire aliviada para luego girarme a recoger mis cosas. - Usted..- Habló y me gire a verlo notando como cargaba a la pequeña en sus brazos.- *La quiero en mi oficina en 5 minutos.
- Ya no soy su empleada, señor.
- Si aun quiere el trabajo deje de contradecirme y haga lo que le pido*.- Añadió y sin más salió de allí dejándome ver la sonrisa de la pequeña Dixy.
¿En que carajos me he metido?
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Comments
Khristta LM
y dónde dejó el café?
2024-05-29
4
Khristta LM
que no tiene un buen abogado o que?
2024-05-29
1
Nohelis Cortez
muy buena me encanta este comienzo 😍 te felicito
2024-01-06
5