Lado más sexoso.

Hola amigxs

¿Alguna vez han sentido que no hacen las cosas satisfactoriamente?

Este fue mi caso, pienso que está novela tiene todo el potencial para adquirir diversos lectores... además de brindarles una buena historia.

Decidí darle una segunda oportunidad ya que el modo de redacción no era de mi completo agrado.

Ojalá ustedes también decidan darle una segunda oportunidad o quizá la primera...

Los primeros tres capítulos ha están disponibles, tienen nueva redacción y nuevos datos interesante.

Espero les guste mi nuevo trabajo.

Sin más... les dejo con el siguiente capítulo.

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Adjunto fotos de los personajes, para que le den rostro en su imaginación.

A los personajes que solo se les menciona una o dos veces denle rostro ustedes.

...Alessia...

...Nathaniell...

...*De**reck*...

...Rey...

...Alexander...

...Eder...

...Catalina...

...Rich...

...Don Paco...

...Maggie...

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¿Cómo se sentiría el tacto de mi lengua por sus clavículas, recorrer cada centímetro de su cuerpo con la palma de mano y colocar mi cabeza sobre su entrepierna?.

»¿Que demonios estás pensando«.

Tuve que controlar mis pensamientos al ver la dirección que estaban tomando.

Es algo nuevo para mi, tengo veinticuatro años en los cuales jamás me e enamorado y mucho menos fantasee con un hombre.

¡Pero es que si vieran al papucho que tengo de frente, ustedes también mostraría su lado más sexoso!.

Frente a mi se encuentra un chico guapo, de cabello chino y largo, tanto que me pregunto si en ocasiones no se le introducirá en los ojos.

Su piel es morena, apiñonada y parece estar tan tersa que deseo tocarla.

¡No piensen mal!, solo quiero asegurarme que tenga la textura que imagino.

Quizá se asemeje a tocar la piel suave y tersa de una muñeca de porcelana o quizá a la maravillosa textura que te brinda el precionar un malvavisco entre el pulgar y el índice.

Pienso que mide unos veinticinco centímetros más que yo, vendría siendo 1.95 metros.

Trae puesta una camisa de manga larga color roja que deja a la imaginación sin trabajo, se nota su increíble abdomen marcado y los músculos de sus brazos bien definidos.

Sus ojos color avellana son muy bonitos por qué tiene sus pestañas largas y tupidas, algo que me encanta en los hombres.... mejor dicho, en él.

El tamaño de su barba me indica que no se a afeitado en tres días y que es un hombre un poco descuidado, ya que de lo contrario se afeitaria diariamente. Sus pequeños bellos se empeñan en ocultarlo pero puedo notar que su barbilla está partida y que su sonrisa es increíblemente perfecta.

Ha estado de pie delante de mi por algunos segundos, yo ya e captado cada facción de su rostro. Incluso note que tiene una cicatriz en el pómulo derecho, lleva tiempo con ella, quizá se la hizo en la infancia.

—¿Te acuerdas de mí?— pregunto pasando su mano derecha por detrás de su nuca.

Yo negué con la cabeza ya que el habla no respondía

Él se apresuró a decir—Soy Nate... ¡Nathaniell Torres!—

Yo negué nuevamente con la cabeza.

—¿Recuerdas a la profesora Olarte? la profesora que nos sentaba en orden alfabético. Tú estabas entre Torres y Vélez. Obviamente yo soy Torres. Alexander es Vélez. ¿Te acuerdas de él?—

Negué nuevamente con la cabeza. Mentí, pero es que no quería que se afligiera con mi comportar.

¡Claro que recordaba a Alexander!. Rey nos crío a ambos mientras nuestras madres estaban laborando, claro que no lo podía olvidarlo. Además en la etapa de la pubertad él se convirtió en el popular de la escuela, por el simple hecho de que sus ojos se asemejaban a los de un gato, además de que era un niño de papy.

Recuerdo que por aquel entonces ya no podíamos dirigirnos la palabra, por qué el eligió poner los ojos en mi mejor amiga antes que en mi...

—¡Ya veo, no me recuerdas!. Regresaré con los chicos— Musitó Nathaniell un poco afligido.

»No puedes dejarle ir, ¡Haz algo!«

Con desesperación balbuceé —Te.. te recuerdo— no mentí, de hecho lo hice desde que menciono a la profesora Olarte. Por aquel entonces teníamos once años, la peor edad de una persona.

Nathaniell estaba lleno de granos en el rostro, tenía Brackets y era tan alto y delgado que le apodaron ”El polín".

Pase un mechón de mi cabello detrás de la oreja mientras bajaba la mirada, ya me había pasado de la línea al estarle observando —¿Como olvidar al chico que dificultaba la vista a la pizarra?—

Mire mis manos, mi piel nuevamente jugaba en mi contra. Me sonroje

Nathaniell tomo mi barbilla estremeciendo cada fibra de mí ser, sonrió y dijo —¡¿Cómo olvidar lo linda que te vez al sonrojarte?!

¡Me derrito!.

Nathaniell soltó mi barbilla, lo que provoco un poco de tristeza en mi ser. —¿Puedo sentarme a tu lado?—

Inmediatamente me recorrí hacia la derecha de la larga banca. El calor de su cuerpo se transmitió instantáneamente al mío

—Creo que ya puedes soltar ese cuaderno, no planeo quitartelo— dijo riendo discretamente

Vi el cuaderno el cual estaba sobre mis muslos presionado entre mi mano con fuerza.

—¿Qué haces aquí?— dijo llamando mi atención, yo le ví por escasos dos segundos y regrese la vista al suelo

—¡Aquí, aquí!, platico contigo. Si te refieres a ¿Qué hago en la capital?. La respuesta es sencilla. —Señale la cofia — Soy enfermera, así es que cuido de un enfermo.

—Nunca imaginé que tú vocación sería esa. siempre fuiste tan... intelectual—

—¿Intelectual?, interesante— dije masticando sus palabras.

—No, no, no lo tomes a mal. Lo deduje por tu forma de comportarte— explico sacudiendo sus manos en forma horizontal.

Puse mis ojos en una fina línea e hice contacto visual con él, su rostro era tan varonil que me pareció tierno que él estuviera dándome explicaciones. Reí discretamente.

—¡No lo tomes a pecho!, creo que eso es verdad—

Tres chicos reían plenamente en a cinco bancas atrás, el ruido hizo que ambos voltearamos a verlos

—¿Te acuerdas de ellos?— pregunto Nathaniell cruzando su mirada con la mía, automáticamente negué con la cabeza y dirigí la vista al suelo. —¿Eres Doris?—

Doris... ¡Soy Alessia!.

Nathaniell grito fuertemente llamando a los chicos, estos tomaron sus pertenencias y caminaron en nuestra dirección.

—¡Soy Alessia, no Doris!— dije en un hilo de voz.

Nathaniell soltó una fuerte carcajada y explico —Doris es la pecesita de la película Buscando a Doris. Ella " Sufre de falta de memoria de corto plazo" lo que hace que olvide todo— hizo las comillas con sus dedos.

Yo asentí con el rostro y mire a los tres chicos.

Nathaniell se irguío y los recibió con un aplauso.Se aclaró la garganta y añadió en voz de locutor—Querida damisela... te presento a los tres futuros prospectos, podrás elegir a uno justo al final.

El sujeto número uno es Ethan Castillo. Su mayor atractivo es su físico. Cómo podrás ver se inyectó el suero del soldado del invierno, por ello tiene grandes y marcados músculos. Además de tener una carita tierna, de ”No rompo un plato", sin embargo rompe toda la vajilla—

Ethan hacia poses de fisicoculturismo, al escuchar el último comentario le arrojó una gorra a Nathaniell y tomo asiento con una gran sonrisa en el rostro

Nathaniell tomo al segundo chico y persiguió —El es Fernando Ramos, su mayor atractivo es su fuerte y varonil voz... además de sus ojos risueños.

Fer, saluda—

—¡Buen día señorita!— La voz de Fer sin dudar era fuerte y varonil, lo que no cuadraba con su físico tierno. El tomo asiento a lado de Ethan, justo delante de mi

Nathaniell tomo al último sujeto, el cual era bajito y muy moreno —Este sin duda, es tu peor opción ya que siendo mi primo conozco todos y cada uno de sus defectos. Pero sin duda con él la pasarás bomba, jamás te faltará una sonrisa en el rostro—

El chico le metió un codazo en las costillas a Nathaniell lo que provoco que se doblara. Se sentó a lado de Fer y saludo con la mano —Hola, soy Mattias—

Todos se reían, incluso yo.

Nathaniell se compuso y agrego —Ahora bella Damisela ¿Que sujeto elige?, ¿Al sujeto número uno... Al sujeto número dos... O al sujeto número tres?— con cada número señaló a sus amigos.

Yo me sonroje y baje la vista hacia mis pies riendo discretamente

»Al sujeto número cuatro« pensé

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