Tus Ojos En La Luna
Me despierto con un fuerte y perturbador dolor de cabeza, es aquel que te hace querer devolver el contenido del estómago.
Un característico olor invade con fuerza mi nariz «Es tierra mojada» pienso, pero sé que algo más percibo
Abro los ojos con lentitud, los siento tan pesados que pareciera que los párpados están atados entre sí con un fuerte material.
Gradualmente abro los ojos, puedo observar lo que me rodea, estoy dentro de una oscura habitación, lo único que me hace compañía es un punto se luz lunar que se filtra por el muro derecho.
Por ello puedo apreciar un poco las cosas que me rodean
»¿Dónde me encuentro?« pienso tratando de esforzarme por recordar algo que aporte algún indicio, pero es inútil ya que el dolor de cabeza me impide realizar cualquier acción.
Hasta respirar es complicado.
Observo con detenimiento el punto de luz, el cual me hace remontar años atrás
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—El profesor Bouchain se ve más guapo el día de hoy.—
—¡No solo hoy, siempre;es un "Adonis", conseguiría a cualquier chica que quisiera sin esforzarse.— dijo una chica colocando sus entrelazadas manos de lado izquierdo de su rostro—El viernes por la tarde caminaba de regreso al aula, ví que Bouchain venía en mi dirección a lo que rápidamente reaccione. Sin pensarlo fingí caerme cuando estaba a escasos dos metros. Cómo todo un caballero me ayudó a incorporarme y en el acto yo puse mis manos sobre hombros, ¡Por Dios, es un papasote; sus músculos fueron tallados por los mismísimos Dioses!.
Tenía planeado agradecerle con un beso en la mejilla, claro con la intensión de rozar sus labios carnosos. Ridículamente pensé que con esto el notaría que quiero ser más que su alumna, sin embargo fue inútil. Ágilmente me dejó estática y me dijo " señorita tenga más cuidado" y se alejo alisando la parte inferior de su traje azul—
La conversación me incomodaba, no logro comprender como un hombre puede alborotar las hormonas de cientos de chicas. Claramente no soy ciega, de antemano puedo apreciar que el profesor Bouchain es un hombre agraciado, pero ante mis ojos no deja de ser eso, un hombre.
— Chicas muy amena su plática, pero podrían conversar más tarde.... a algunas personas sí nos interesa la clase— respondí malhumorada
Las chicas aceptaron a regañadientes, no sin antes escrutarme con la mirada
El profesor era un líder nato, no titubeaba en absoluto, a sus 33 años había logrado varias maestrías además de obtener las bragas de cada chica que el se proponía. Su complexión fuerte y atlética quedaba a la perfección con su varonil rostro; media aproximadamente 1.80 metros, y el tono de su piel era color canela, además de que su rubia cabellera resaltaba sus hermosos ojos verde esmeralda, que aportaban a la perfección con sonrisa totalmente alineada.
—Todos alguna vez en nuestra vida hemos probado sangre. ¿Alguien puede decirme por qué tiene el característico sabor metálico?, ¿Nadie?.— Bouchain hizo una pausa y recorrió el aula con la mirada en busca de la respuesta, al no obtenerla prosiguió — La sangre contiene Hemoglobina, es una proteína que se encarga de transportar el oxígeno al cuerpo. En su estructura la hemoglobina tiene hierro el cual le aporta el característico sabor— finalizó el profesor cruzando su mirada con la mía.
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Aquel recuerdo rondaba en mi cabeza, y no fue la mirada del profesor...
...”La sangre contienen hemoglobina, es una proteína que se encarga de transportar el oxígeno al cuerpo”...
Salgo del trance sobresaltada, abriendo los ojos de par en par.
Con dificultad logro recobrar el control de mi cuerpo, apoyo las manos sobre el suelo, el cual tenía una consistencia viscosa y con todas mis fuerzas logro apoyar la espalda sobre el muro que esta detrás.
Todo mi cuerpo esta adolorido, de pies a cabeza. Instintivamente se reviso el rostro donde encuentro que el pómulo derecho se adornaba con una reciente cicatriz de aproximadamente unos tres centímetros, bajo la nariz encuentro sangre coágulada, por ende siento el olor tan fresco, además de que en el labio izquierdo inferior tengo una abertura donde aún brota un poco de sangre.
Sin importarle el dolor me esfuerzo en incorporarme, a medias lo logro, el mayor esfuerzo que realice fue poner mis pies rectos pero la espalda jorobada, además que las piernas temblaban con fuerza. Cerré fuertemente los ojos esperando el golpe contra el suelo, me aferre al muro con toda la fuerza que aún quedaba en mi delgado cuerpo.
Frías gotas de sudor recorrían mi cuerpo, el cause era la frente, por sus ojos pude ver caer las gotas. El dolor era tan intenso que incluso sentía mi cabeza palpitar por el esfuerzo.
Mi respiración era agitada, por lo que inhalé y exhale hasta lograr estabilizarla. A trastabilladas me dirijo al muro donde se filtra el punto de luz.
Mi rostro fue adornado por una débil sonrisa de triunfo, pero está duro apenas segundos. A escaso metro de distancia algo detuvo mi andar, al voltear a ver el obstáculo me percató que sobre la muñeca izquierda traigo colocada una gruesa pulcera de metal, la cual, a su vez se adhieren una cadena, uniendome al muro del que venía
»Me amarraron y abandonaron como a un perro« pienso con los ojos llenos de lágrimas a punto de descender. Inútilmente jalo la cadena pensando que así me liberaré de aquel espantoso artefacto, pero lo único que conseguí fue recurrir a la desesperación la cual se apoderó de mis pulmones complicándole el paso al oxígeno, además de generar más cansancio
–A-ayu..— Quise articular palabra, pero no pude ya que un dolor cegador se expandió desde el cuello al cuerpo entero.
Lentamente el pavor se fue apoderando de mi cuerpo,haciendo que las piernas dejaran de responder y me diera un fuerte golpe contra el suelo.
Yacía sobre el, enterrando mis dedos en el fango con fuerza, aguantar la respiración es algo difícil, ahora tener que soportarlo por qué tú cuerpo te impide realizar una acción tan simple es un martirio.
Requería la intervención de un médico inmediatamente o de lo contrario mi vida correría riesgo. Estaba conciente de que era una urgencia, pero no puedo hacer nada, soy tan débil como una hormiga...
Dos lágrimas salieron de mis ojos, la temperatura de ellas era cálida y reconfortante
—Cuando no recuerdes lo que es el verdadero amor... regresa a mi. Te espero aquí...— La persona que más amaba en el mundo se planto frente a mi. logré estirar la mano, podía verla temblar, pero no quise perder la oportunidad para tocar su rostro
Una intensa luz impidió que tocará a aquella persona que aluciné.
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Comments
Lúcia Feliciano
Vaya,se ya empezó así, que nos esperan más adelante 🤔🤔🤔?
2022-06-20
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