Buscando respuestas

Narra Nisa

Me levanté por la mañana con un dolor de cabeza horrible. La luz entraba por mi ventana y eso me hacía cerrar los ojos hasta que me hice a ella poco a poco.

Estaba sola en la habitación, empecé a recordar todo lo que había pasado el día anterior. Esto se estaba volviendo muy extraño. Nunca antes me habían atacado...

Me metí a la ducha y estuve ahí disfrutando del agua un rato mientras pensaba. Salí con la toalla envuelta en mí para coger un pijama corto de seda, ya empezaba hacer calor y quedaba poco para el verano. Daríamos una fiesta de fin de curso en 2 semanas.

Me dispongo en mi ordenador a buscar cosas relacionadas con el ataque, y con estas cosas que veo.

La verdad no encuentro mucho que me aclare porque ni tan siquiera sé que estoy buscando. Solamente entiendo que de pequeños todos podemos ver cosas que no son de este mundo, pero con el paso de los ellos esa capacidad la perdemos. Pero yo tengo 17 años y los veo igual. Una sensación que eriza mi piel se me clava en la nuca, me doy media vuelta en la silla y lo veo a el parado detrás de mí mirando la pantalla de mi ordenador.

Nisa- ¡¡Maldición!! ¡¡Vas a conseguir que me dé un ataque al corazón!! ¿Podrías entrar como todo el mundo tocando a la puerta, por favor?

Mikel- Buff eso no es divertido

Nisa- Esto tampoco - mi voz salió algo molesta por el susto.

Mikel- eso es porque no te has visto la cara - se ríe de mí el muy idiota.

Nisa- Bueno, ¿qué necesitas hoy?

Mikel- Nada me aburría ahí fuera ¿Qué estabas buscando? - Me pregunta curioso aunque lo ha visto, estoy segura.

Nisa- Nada, no buscaba nada.

Mikel- Aja, claro ¿Por qué no me preguntas a mí?

Lo miro extrañada.

Nise- ¿Qué te debería preguntar? ¿Por qué una masa negra o humo o lo que fuese esa cosa me atacó anoche? ¿Y por qué tú viniste a rescatarlo y tenías dos....?

Me quedé callada al momento que iba a decir alas, ¿Estoy segura de lo que vi?

La mirada de Mikel se fijó en la mía curioso y divertido.

Mikel- ¿Qué ibas a decir?

Nisa- Nada, nada. Solo que dudo que tú vayas a contarme la verdad de todo.

Mikel- Bueno, Como sea.

Me fui al salón dejándolo en la habitación y me cogí algo de comer. Tenía hambre ya era casi mediodía. Él apareció de repente a mi lado. No sé qué cosa extraña de velocidad infrahumana tiene, pero me pone nerviosa. Pege un grito esta vez.

Nisa- ¡¡No hagas eso por dios!! ¡¡Vas a matarme antes de hora!!

Mikel- Es que es divertido... Te ves tan adorable cuando te asustas - parecía que me miraba incluso con amabilidad y dulzura.

Bufé en respuesta, y me dispuse a sentarme y comer en la mesa. Mikel se sentó a mi lado.

Mikel- ¿Qué quieres saber?

Nisa- ¿Sobre qué?

Mikel- Sobre - hizo un gesto con la mano señalando nuestro alrededor - todo esto que está pasando.

Di un par de respiraciones para calmarme.

Nisa- ¿Qué son?

Mikel- Criaturas del inframundo. Algunas pueden coger forma humana que son las que has visto siempre.

Nisa- ¿Por qué ahora?

Mikel- La guerra entre el bien y el mal por el poder.

Nisa- ¿Qué tiene que ver eso conmigo?

Mikel- Bella tú eres la clave de todo

Me quedo pensativa un rato.

Nisa- ¿Por qué yo?

Mikel- Quieren tu poder, les dará la ventaja.

Nisa- Entonces, ¿Quieren matarme para obtener mi poder?

Mikel- Creo que es suficiente por hoy.

Narra Mikel

Es mejor no seguir con la conversación, no creo que esté preparada para la verdad. Ella pone cara de fastidio al saber que no obtendrá nada más de mí.

Mientras termina de comer la hago rabiar un poco más, me gusta cuando se enfada, saca ese genio suyo y aun sabiendo que no soy del mismo mundo que ella me planta cara. Eso la hace interesante.

La dejo que se vista y se vaya al centro comercial la verdad es que no tengo muchas ganas de ir a un sitio lleno de humanos.

Mikel- No te metas en problemas, me voy a ir unas horas a ver a un amigo.

Nisa- Vaya, el chico malo tiene amigos.

Me hace gracia su forma de hablarme, tan sarcástica la chica, en el infierno ante todo tenemos lealtad y si también podemos hacer amigos es toda una eternidad juntos.

Tan rápido como mi cuerpo puede me presento delante de mi amigo Beel.

Beel- ¿Qué tal por ahí arriba?

Mikel- Como siempre, aburrido

Beel- ¿Qué tal con tu nueva mascota humana?

Mikel- No la llames a si, se llama Nisa

Beel rodó los ojos al cielo.

Beel- ¿Qué más da? Acabará muerta igualmente.

Una ira subió por mi cuerpo.

Mikel- Lo sé, cállate. - Le dije lleno de furia.

Beel- ¿Es furia lo que noto en tu voz? ¿A qué se debe?

Intente calmarme, sabía que lo que decía era la verdad.

Mikel- No, no pasa nada. Está todo bien.

Seguimos charlando entre los dos durante unas cuantas horas.

Mikel- Debería irme, a seguir con mi trabajo.

Beel- Si, ese trabajo que tanto odias ¿cierto?

Mikel- Aja, si es.

Beel- Ya... Bueno, si tú lo dices -. Me decía mientras se reía.

Beel- Nos vemos amigo

Mikel- Adiós colega.

Narra Nisa

Llame a mi amiga Nery y nos fuimos a pasar la tarde al centro comercial.

No estuvo mal, nos compramos algunos conjuntos de ropa y otros de lacería. Nery es a si, al final me convenció para comprarlos, no se para que, si no los voy a utilizar

Como era sábado, fuimos a dejar nuestras bolsas a casa a cambiarnos y luego salimos un rato. No podía sentir a Mikel a sí que dudo que hubiese llegado de estar con su amigo. ¿Pero qué más me da a mí? Pensé.

Me puse un vestido azul cielo que me quedaba ajustado hasta las caderas y luego soltaba algo de vuelo. Me puse unos zapatos y ya estaba lista para salir. Llego Nery y cogimos un taxi hasta uno de los bares más frecuentados.

Estuvimos bebiendo y bailando casi toda la noche, al final decidimos irnos a casa porque al menos mis pies ya no podían más. Cogimos un taxi que primero dejó a Nery y luego me llevó a mí.

Cuando baje de este mis pies me estaban matando y con el alcohol que corría por mis venas ya me daba igual todo, me quite los zapatos y empecé a caminar descalza. Cuando me faltaban pocos metros para llegar a mi casa, Mikel apareció de repente.

Nisa- ¡¡JODER!! ¡¡JODER!!

Mikel- Tranquila bella - me dijo mientras se reía.

Empecé a golpearlo en el pecho mientras le decía lo idiota que era. Él solo se reía de mis actos y eso me enfurecía más.

Mikel- ¿Dónde has estado?

Nisa- Por ahí con mi amiga - lo dije segura, pero luchaba por mantenerme en pie sin caerme.

Mikel- ¿Has bebido demasiado?

Nisa- Nooo... - creo que arrastre él no más de lo deseado.

Mikel- Ya veo... ¿Por eso vas sin zapatos?

Me miré los pies y los zapatos a mi lado.

Nisa- Me dolían mucho - puse un puchero he hice un gemido de dolor - pero mira, aún llevo la ropa puesta - dije mientras me reía a carcajadas.

¿Cómo le podía haber dicho eso? Me reñía a mi misma mentalmente.

Mikel- Ya veo, te queda muy bien.

Nisa- ¿A qué si? - Le pregunté mientras daba vueltas a mi misma y me reía. Mientras mi vestido cogía el vuelo necesario.

Mikel- Realmente estás bonita.

Pare en seco al escuchar sus palabras ¿Cree que soy bonita? Pero no me hizo bien, el alcohol y las vueltas hizo que me marease y pronto perdí el equilibrio.

Antes de llegar a tocar el suelo unos brazos fuertes me cogieron de la cintura y me alzaron hacia el.

Mikel- Debería llevarte a casa

Nisa- ¿Me vas a llevar con tus alas grandes y suaves?

Mikel- ¿Son suaves? ¿Te gustan?

Nisa- Si era muy suaves y daban calorcito. Creo recordar que son las alas más bonitas que he visto nunca.

Mikel- ¿Has visto muchas? - Me dijo riéndose

Nisa- Mmm... Que yo sepa no- lo mire con cara pensativa... - No creo que no.

Luego no recuerdo nada más.

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