CAPÍTULO III

Todos en la sala se estaban viendo en un silencio profundo hasta que el padre de Wú Xiao Mei habló.

—Él es tu prometido el príncipe Zhong HunLu y estará aquí un mes— El padre habló con una sonrisa en su rostro y dulce voz que a la contraria causándole escalofríos.

—Hola principe Lu, es un gusto por fin verlo— entonces sonrió dulcemente y ahora con una voz suave dijo —Espero que mi padre ya les haya comentado sobre que el matrimonio se pospondra seis meses—

Los hombres dentro de la sala sala estaban en shock, uno no esperaba la reacción de la princesa, el príncipe no espera aquella oración salida como un veneno de la boca de su prometida y el padre se notaba que estaba molesto pues inconscientemente solto su aura hacendo tener cierto escalofrío a Xiao Mei.

—Parece que su querida hija no que quiere casar con el príncipe— Por primera vez habló el hombre canoso sentado a lado del padre de la chica manteniendo una mirada recta en nuestra protagonista.

—Simplemente fue una pequeña charla que tuve con mi padre hoy en la mañana— contestó suavemente —Quiero que todo esté bien para el día de la boda, y hacerla dentro de un mes es muy apresurado; suelo ser alguien que le gusta que todo salga bien—

—Si es eso— Hablo el rey Wú, padre de la princesa de manera nerviosa —A nuestra Xiao Mei le gusta que las cosas sean bien hechas por eso me pidió ese favor en la mañana y se lo consedi—

—Si es así no hay problema alguno ¿Cierto hijo?–

—Asi es padre, también me gustaría que mi boda estuviera bien hecha y veo que la princesa opina lo mismo que yo— Dijo por primera vez el joven que se encontraba a un costado del rey de Igarashia.

«El es el príncipe, no es feo pero no es mi tipo aparte no me gustaría estar con alguien que se mete con mi supuesta hermana se lo que valgo» Pensó Xiáo Mei mientras dirigía de nuevo su mirada a los presentes:

—Tiene razón príncipe, me gustaría que todo estuviera en su lugar el día de la boda—

—Ya es tarde, creo que deberían ir a descansar y mañana afinar bien lo detalles Xiáo Mei acompaña al príncipe Lu a sus aposentos— Dijo su padre el cual se escuchaba levemente nervioso.

«¡haa! » Suspiro mentalmente la princesa.

–Sería un honor, principe por favor acompañeme lo guiare; que pasen una excelente noche ambos reyes— Se volvio a inclinar para salir finalmente de la habitación seguida de su supuesto prometido.

Mientras eso pasaba por otra parte Shin Her estaba en una habitación que parecía de los barrios rojos con lo que le pidió su señorita abrazándolo como si fuese lo más preciso del universo y pensando en cómo llegó a ese lugar.

—Está es la chica que dijo que trajeramos señor–

Por fin alguien había entrado a la habitación y parecía acompañado de otro hombro de mediana edad con un traje algo caro color verde con gris mientras el otro solamente vestía ropas en escalas azules claros que lo hacían ver como sirviente.

—Si, dejame solo y ve que nadie nos moleste—Dada esa orden el otro se alejo dejando al hombre de verde y gris con Shin Her. —Sabes pequeña, nos divertiremos juntos mucho hoy–

Dicho eso y se abalanzó hacia la joven que empezaba a captar lo que estaba pasando, rápidamente se tiro a un lado de la cama aunque no funcionó del todo porque el hombre tenía más fuerza que ella, y así comenzó su tortura, la tomó tanto como pudo hasta dejarla casi muerta.

«Señorita por favor, ayúdeme» Pensó nuestra niña con ojos llorosos y siendo tomada por aquel hombre.

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—No se que estas haciendo pero para de una vez— Dijo el príncipe Lu una vez que estuvieron a una distancia prudente de la sala anterior.

—No estoy haciendo nada que le pueda hacer quedar mal, al contrario lo beneficiara— Contestó Xiáo Mei sin mucho interés.

—Sabes que esto no me beneficiará de ninguna manera, es mas casarme contigo que eres una marginada el solo hecho de pensarlo hace que me duela la cabeza—

—¡Valla! Usted es capaz de pensar hasta que le duela la cabeza, eso es nuevo para mi— Dijo en tono burlón, recordando que así le decía a su compañero de trabajo antes de entrar al quirofano después reaccionó y se dio cuenta que ese lugar ya no era el hospital y ese mundo no era el suyo.

—Que insinúas— Dijo aquel príncipe en todo irritado —¡haa! Olvidalo, hablar contigo nunca ha servido de nada y está vez tampoco lo hará–

—Pues pensamos igual príncipe, hablar con usted es una pérdida de tiempo completo—

Dijo desinteresada —Y si ya terminó de hablar me retiro tengo cosas que hacer, usted puede llegar solo a sus apocentos—

—¡Hermana!— una voz aguda se escuchó haciendo eco en pasillos donde la pareja caminaba —Perdón por interrumpir veo que estás con tu prometido—

«Se puede notar que tu encuentro es planeado incluso a un kilómetro de distancia» Pensó nuestra protagonista que parecía ya cansada de la situación y estresada ya que quería ir buscar a Shin Her puesto que tenía un mal presentimiento.

—No te preocupes justo tenía que hacer algo importante no sabía que hacer, ya que tenía que guiarlo a su habitación, ya que has aparecido tú, hermana puedes hacerme el favor de llevarlo— Contestó ya algo irritada por la situación.

—Pero hermana yo no.. —

—No te preocupes, así mi querida hermana y prometido pueden conocerse mejor me gustaría que las personas importantes para mí se pudieran llevar bien—

—Si es así entonces por mi no hay problema pero el príncipe está de acuerdo—

—No hay problema por mi— Dijo el príncipe que había cambiado su semblante al máximo al ver a la hermana mayor de su prometida.

«Hasta acá huelo que quieren hacer juntos, en fin será su problema ahora tengo que ir a buscar a Shin Her» —Gracias hermana, nos vemos pronto—

Una vez dicho eso Wú Xiáo Mei salió casi corriendo del lugar dejando a los otros solo llegando a su cuarto, busco dinero, y una caja que era de su difunta madre en esa había un anillo espacial se lo puso y se dispuso a irse. El anillo aún no le funcionaba debido a que no había cultivado pero sentía que lo iba a necesitar.

Salió del palacio con ropa sencilla y fue a una tienda de ropa, con el poco dinero que tenía compró ropa de hombre en tonalidades azules y una máscara que le cubría la mitad de la cara y se cambia, después a una armería y consiguió una daga de tamaño considerable.

Ella sabía defensa personal y manejo de cuchillos por qué era doctora en un militar y saber manejar lo anterior era básico, una vez adquirió eso fue hacia el mercado negro a ver si encontraba a Shin Her rezando al universo que este equivocada, bien las personas de ese mundo no las conoce y no podría importarle menos lo que le pase, sin embargo, los horribles sentimientos de la verdadera princesa se encarnan en su ser como balas carcomiendo lo más profundo de su conciencia.

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