Reencarne como la ultima hija de un rey
—La operación fue un éxito, su familiar ahora está... — En ese momento todo se volvió negro, sentía mi respiración pesada la cirugía no había sido tan larga pero me estaba desmayando y era consciente de eso; lo último que alcanzo a escuchar es como una enfermera grita mi nombre y me desplomó en el piso.
No sé cuanto ha pasado exactamente podrían ser horas, o solo minutos y en ese tiempo tan efímero siento como si estuviera flotando en la oscuridad, aquella a la cual le temo me abraza de manera cálida, no siento nada no puedo hablar no sé si estoy respirando.
– ¡Princesa! ¡Princesa, por favor despierte! – Aquella cálida voz, se escuchaba tan llena de dolor por ver a su querida princesa a punto de morir en sus brazos por el veneno anteriormente consumido, la criada lloraba impotente por no poder hacer nada para ayudar a la persona que la ayudo en el pasado.
Una mano delicada y temblorosa se alza para acariciar la mejilla de la pequeña sirvienta, la única que le fue fiel y le sirvió sin juzgarla; sonríe de manera que se podría sentir incluso del dolor de su alma –No llores más Shin Her, solamente tengo sueño ayúdame a llegar a la cama y sal de la habitación, yo despertare mañana– Shin Her renuente a hacer lo que dice la princesa se aferra más a su cuerpo abrazándola como una madre que protege a su hija de los peligros del mundo, sin embargo, se rinde cuando su princesa tose sangre de nuevo y simplemente acata su antigua orden, la cambia y la acuesta esperando que solo sea una pesadilla, aunque el golpe de realidad la azota al piso cuando el cuerpo se encuentra frío y con sus labios comienza a perder su característico color rojo sangre a un morado pálido.
En el eterno vacío negro aquella cirujana pudo abrir los ojos, cuando por fin se adaptó vio un espejo frente a ella que emana una luz cegadora y luego se detiene viendo el reflejo que nones de ella si no de la princesa que acaba de fallecer con un parecido aterrador a la primera, debido a eso no puede articular ninguna palabra a lo que la princesa lo hace primero.
–¡Por favor, ayúdame a tomar venganza!– Grito con una voz horrenda, llena de veneno que calaria hasta los huesos y eso pasó, la otra simplemente sintió escalofríos pero se digno a hablar.
–¿Por qué lo haría?, no tengo intención alguna de ayudar a alguien que no conozco– contestó con voz serena o al menos lo aparenta perfectamente.
—Porque ahora estás en el limbo como yo–
—No me interesa estar en este lugar, pero quiero salir de este— El miedo la estaba comenzando a invadir, ella sin duda odiaba la oscuridad, por fuera parecía tranquila con su bata blanca y ojos miel con una tranquilidad pareciendo estar bien, pero por dentro empezaba a entrará en pánico.
—Si me ayudas en mi venganza podrás salir—
—¿Qué me garantiza eso?—
—¡Te lo suplico, ellos tienen que pagar por todo, tienen que sufrir!— Su voz comenzaba a quebrarse —Yo solo quería ser feliz, y reconocida por ellos, por favor— ahora estaba llorando con la esperanza de que eso sirva.
La doctora era débil ante las personas que lloran y más si son menores que ella, eso por sus hermanos. —¡ha!—suspiro resignada —Esta bien te ayudaré, pero ¿Que pasara con mi alma una vez que complete tu venganza?—
—Se quedará en mi cuerpo, desde este momento tu eres su dueña—
—¿Cómo sabré a quienes tengo que dañar?— se rehusó a utilizar la palabra "venganza", ella odiaba esa palabra aunque en su vida pasada le hicieron daño nunca cobro venganza, decía que no tenía tiempo para estupideces, pero ahora lo hará para alguien que nunca más volverá a ver, lo cual parecía comenzar a ser irónico.
—Te pasaré mis recuerdos—
Cuando dijo eso, el espejo volvió a brilla como al inicio tan cegadora mente que parecía el mismo sol.
Y despertó de manera tan rápida, huperventilando, con cuerpo sudoroso y más pálida de lo que es su piel normalmente y entonces se dio cuenta de su realidad, ahora ya no era más una cirujana en la ciudad donde vivía, si no que una princesa que parecía ser de la antigua china y necesitaba cumplir su deber para tener una vida tranquila en el futuro o al menos que no todo el mundo la quiera matar.
Sintió un horrible dolor en la cabeza y entonces los antiguos recuerdo de su primera vida aparecían como película, pero después aquellos desapareció y entraron los de la princesa desde su niñez hasta el momento que tomó veneno, todo se sintió como si un balde de agua fría le cayera encima.
—¡ha! Parece que ahora tendré problemas y muchos dolores de cabeza— Dijo en voz alta para luego pensar —Quiero café—
Entonces la puerta es abierta de un azote, por ella entró la segunda princesa, una de sus tantos hermanos mayores.
—Empezamos con los problemas—pensó ya cansada y resignada esperando que acabe rápido, pero para su mala suerte apenas es el inicio de todo, vio a su sirvienta llorando como si el mundo se fuera a terminar —Shin Her, ven aquí— entonces vio cómo alzó su rostro y corriendo fue a los brazos de su princesa.
— ¡Princesa! ¡Princesa, esta viva!—ella seguía llorando tan fuerte que parecía como si la estuvieran torturando, aunque era todo lo contrario.
—Si Shin Her, te dije que solo tenía sueño y despertaría al día siguiente, lamento hacerte preocupar—
La escena era precencia por la segunda princesa, en su rostro tenía una expresión de horror y odio al mismo tiempo, se podía sentir su hostilidad a kilómetros hasta que se digno a hablar —Veo que estas bien después de todo Wú Xiao mei— Su voz sonaba tan hostil que daba asco según nuestra doctora.
—Si, gracias por preocuparte por mi hermana Wú Zíxuán—sonó tan tranquila que podría causar escalofríos aunque eso era lo que queria—me da gusta que mi segunda hermana esté preocupada por mi, aunque fuiste tu la que me dio esa botella—dijo con una sonrisa brillante y ojos calculadores.
ZíXuán se puso roja del coraje y vergüenza, aun así habló —Yo solo quería ayudar a mi octava hermana, estabas tan devastada cuando te enteraste sobre el arreglo de tu compromiso con un príncipe por ser tan inútil—
—¡¿Cómo te atreves a decir eso!?—Grito ahora Shin Her queriendo defenderla, aunque solamente vio como su señorita se levantaba de su cama y se dirigía hacia su hermana mayor.
—Tienes razón quería hermana, ayer estaba devastada pero me di cuenta que no sirve de nada hacer algo tan inútil para darte gusto— volvió a hablar Xiaó Mei —Sabes querida hermana, yo odio darle gusto a los demás— expresó tan frío como hielo mientras agarraba el hombro de su hermana y veía como la contraria abría los ojos con sorpresa, sabía que ella no era su hermana pero era prácticamente imposible poder comprobarlo al igual que sabía que no podrá volver meterse con ella nuevo, Zíxuán estaba renuente odiando nuevamente la realidad esperando a estar equivocada –Ahora querida hermana, tengo que cambiarme para el almuerzo con nuestro padre, así que vete de una vez, me quitas el tiempo—
Simplemente vio como su ahora hermana mayor se iba hecha una furia de su habitación y sonrrio triunfante ya que era la primera vez que hacía algo así.
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Comments
Gertrudis Abreu Robles
una nueva historia, una nueva aventura!!! bien por nuestra prota... enséñales quién manda!!! 👏👏👏😉
2023-10-01
4
Scarlett Del Angel
Empezando muy interesante el primer capítulo la seguiré leyendo a ver que tal 😬
2023-09-03
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Alizah Martínez 🌼ARMY 💜
super interesante!!! me está gustando 😉
2023-03-09
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