Lola
Durante las dos semanas que estuve aquí, cuando él se encontraba en la casa bajaba y desayunaba mientras yo hacía mi trabajo, a veces incluso desayunábamos juntos, hablábamos como si fuéramos conocidos, claro que yo evitaba a toda costa hablar de mi pasado, nadie puede enterarse de mi hermana y mi padre, además, lo seguía tratando con respeto, como si fuera mi superior, no iba a tratarlo como un amigo, porque me dejó muy claro que yo era su esclava, no su amiga. En cambio Ivana, ella me trataba como una amiga, hablábamos mucho, pero al igual que su hermano trataba de dejar a parte mi vida pasada.
Me agradaba mucho la mansión Morelli, era mucho mejor que la Petrov, todos me trataban muy bien, bueno casi todos, porque Nicoletta, una de las empleadas, me trataba con desprecio, no entendía porque no le agradaba, sólo que no le caía bien y no intentaba ocultarlo, según sabía llevaba aquí unos meses y había intentado de todo para conquistar a al amo, pero él no le había mostrado interés, aunque ella es realmente hermosa.
Estaba haciendo mi trabajo, como todos los días, cuando se me acercó Nicoletta.
-Oye tú, no entiendo que te hace tan especial
-Qué? No entiendo, no soy especial
-Eso ni que se diga, eres muy fea y gorda, no entiendo porqué no haces nada más que cocinar, eso ni siquiera es un gran trabajo, yo tengo que hacer mil cosas a la vez y tú no haces nada el resto del día.
-Eso no es cierto, siempre que la señora Gabriela me necesita la ayudo
-Bueno, ¿Ya terminaste de cocinar?
-Sí, sólo la dejo en reposo hasta que sea la hora de servir
-Entonces ve y arregla los cuartos de abajo, por lo menos los dos que me faltaron a mí, tengo que hacer cosas
-Está bien- suspiré, no quería problemas
En cuanto terminé de organizar los cuartos, lo que me tomó unos minutos, volví a la cocina, el señor Morelli bajaba las escaleras en ese momento, un plato de comida estaba ya en la mesa, ¿Lo habrá hecho Nicoletta?
Christopher
Bajé las escaleras y ví a Lola yendo a la cocina, al parecer venía de uno de los cuartos, llegué y me senté, como siempre Ivana dormía hasta tarde, durante estas semanas cuando estaba en casa, me sentaba a desayunar mientras la veía hacer sus cosas, incluso me gustaba que comiéramos juntos, me encantaba su compañía, ella es simpática, dulce y muy inteligente, pero me dí cuenta que si intentaba tocar el tema de su pasado, ella cambiaba el tema, no tenía idea de porqué.
-Buenos días amo- me dijo sonriente
Amaba la forma en que me sonreía y me saludaba, cuando decía amo parecía decirlo como si fuera algo entre nosotros, un apodo cariñoso tal vez?
-Buenos días Lola, ¿Qué tenemos hoy para el desayuno?
-Bueno, preparé avena, está bien? Héctor me dijo que le gustaba
-Héctor?- qué es eso que sentía en el pecho?- has hablado mucho con él estos días, no?
-Eh bueno, sí, lo normal, él desayuna antes que usted, así que hablamos un poco
-Uhm ya veo
Me pasó el plato pero antes de que llevará la cuchara a mi boca, la estruendosa voz de mi hermana hizo que me sobresaltara y echara la cuchara con la avena al suelo.
-Buenos días hermanito, buenos días Lola!
-Buenos días Ivana- saludó ella
-Buenos días mocosa, me asustaste y me hiciste tirar mi desayuno
-Lo siento
Goldi corrió hasta la comida en el suelo, la olió y luego la comió.
-Goldi muy buen trabajo- mi hermana lo acarició
-Si, si, me das una cuchara Lola?
-Claro amo- ella buscó la cuchara y me la dió
Levanté la cuchara hacía mi boca, pero mi hermana de nuevo me interrumpió.
-Espera a que me sirva a mí también, es de mala educación comer solo
-Está bien- Lola le sirvió
En el momento que nos disponíamos a comer, Goldi se acercó a nosotros, olfateó mi pie y luego se acostó a un lado.
-Qué te pasa mi bebé?
-Sólo está cansado- pero en ese momento él comenzó a convulsionar- que carajos?- espuma salía por su boca
Lola estiró su cabeza desde atrás de la barra de la cocina y con una voz robótica sólo dijo.
-Veneno
La miré y la ira se apoderó de mí, comprendí lo que estaba diciendo, había veneno en la avena, claro, el perro se comió eso y luego murió, porque eso era lo que había hecho, se murió, Ivana lloraba encima del perro y Lola solo tapaba su boca con las manos.
-Fuiste tú, maldita hija de perra!- grité
Me abalancé hacia ella y la empujé contra el refrigerador, coloqué mi antebrazo en su torso,encima de sus pechos y apreté con fuerza, había aprendido que esto causaba el mismo efecto que si apretara su cuello, pero era mucho más doloroso.
-Por qué carajos quisiste envenenarme? Petrov te lo ordenó o fue alguien más?
-No...- hablaba en forma agónica- nadie... yo no.... fui... amo
-Maldita mentirosa, dime la verdad!
-Amo.... no puedo.... respirar...
-Crees que me importa una mierda? No me importa si te mueres
La tiré hacia un costado, pero en el momento que iba hacia ella Ivana se interpuso.
-Christopher para, yo me encargo
La miré y me recosté por la nevera cruzándome de brazos, mientras observaba molesto hacia ella.
-Ven Lola levántate
Ivana se acercó a ella, quien se encontraba aún en el piso tratando de recuperar el aliento, cuando se levantaron, mi hermana la sentó en la silla de la cocina.
-Escucha Lola aquí hay tres opciones
1- fuiste tú, lo admites y mueres rápido
2- fuiste tú, lo niegas y mueres en agonía
3- no fuiste tú, puedes probarlo y atrapamos al verdadero responsable
Te doy unos minutos para que lo pienses
Ella lo dudó, parecía como si estuviera tratando de encontrar la solución en su cabeza.
-No fuí yo, no tengo pruebas, pero sí una sospecha
-Te escucho
-Cuando estaba cocinando Nicoletta se acercó a mí y me pidió que hiciera algo, ella quedó sola con la comida por un rato, no sé si fué ella, pero no se me ocurre nada más, porque no fuí yo
Sonaba tan decidida, pero yo estaba muy molesto, de verdad me dolía, no sé porque me dolía tanto pensar que ella podría traicionarme.
-Bien, vete a tu cuarto y espera allí, resolveremos esto y después iremos a hablar contigo
Obedeció, pero antes de irse me miró a los ojos con algo que parecía decepción ¿Ella está decepcionada de mí? Y yo qué Maldita sea?!
-Bien, dónde está esa mucamita?
-Ivana...
-Ivana las pelotas, esa mujer nunca me cayó bien, confío más en Lola que en ella
-Y si te equivocas? Y si Lola fué la culpable?
-La mataré con mis propias manos
-Bien
-Qué sucede aquí?- Héctor entró y nos vió alterados
-Alguien envenenó a Goldi
-Qué? Lo siento Ivana, quién fué?
-Ahora mismo lo averiguaremos
Ivana caminó buscando a Nicoletta por todas partes mientras nosotros la seguíamos atrás, al fin la encontró en el jardín, la tomó de los cabellos y la llevó a la bodega cerca de casa, la sentó, la ató a la silla y comenzó con el interrogatorio.
-Bien niña, podemos hacer esto de la forma buena o de la mala- la muchacha me observaba sorprendida- bien, quieres de la mala entonces
Ivana tomó un cuchillo y se acercó lentamente a la chica, puso la hoja bien afilada en su frente y la bajó por su lado derecho hasta llegar al mentón, dejando un hilo de sangre a su paso y haciendo que la mujer gritara y se retorciera en la silla.
-Fué García!- dijo entre llantos, no aguantó mucho
-El colombiano? ¡Maldita sea, sigue hablando!- grité
-No lo sé muy bien, algo de unos hombres desaparecidos y bombas, por favor, por favor no me mate
-Ay querida, lo siento pero mataste a mi bebé, ahora yo haré lo mismo contigo perra maldita- se colocó detrás y le cortó el cuello
-Maldito colombiano, cómo puede ser posible que no haya novedad de ese idiota? Héctor intensifica la búsqueda!
Estaba tan molesto, cómo podía haber sido tan estúpido de no averiguar primero? Ahora, muy seguramente ella me temía, o peor, me odiaba.
-Le gustan las novelas hermanito- Ivana colocó su mano que acababa de limpiar en mi hombro
-¿De qué hablas?
-A Lola le gustan los libros, en especial las novelas, tal vez si le regalas algunos te perdone
-Yo no necesito que ella me perdone, no me importa lo que piense de mí, ella sólo es una esclava
-Ajá clara, yo sólo te lo comento
-También le gusta mucho nadar- interrumpió Héctor
Giré lentamente y lo miré serio, me ponía furioso que supiera cosas de ella que yo no sé.
-Tú cómo lo sabes?
-Ella me lo contó en una conversación
-Claro, me enteré que han estado hablando mucho
-Ya hermanito, deja tus celos, yo que tú iría a arreglar las cosas con tu Lolita
-Yo no tengo que arreglar nada, pero iré porque no me gusta cometer una injusticia
-Si, si claro hermanito
Esos dos idiotas empezaron a reír, pero la cara de Ivana enseguida demostró dolor, supongo que por Goldi, Héctor la abrazó mientras me alejaba, ya habíamos mandado a sacar al perro de la casa para enterrarlo en el jardín, tal como mi hermana pidió y en cuanto a la muchacha, sabía que Héctor se encargaría de ella, caminé de vuelta a la casa.
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Comments
Ana Castillo
que casualidad mira que para lastimar de los pechos querías sentirlos aprovechado
2024-11-11
1
cupid@💘
hay que dolor,extraño a mi perro😭😭
2023-08-06
3
cupid@💘
andadores y haré quevte creo
2023-08-06
1