Christopher
Me encontraba en la oficina de uno de mis casinos, el principal, tengo varios en toda Italia y en otros países, además, también soy propietario de varios clubes nocturnos y hoteles, negocios lícitos que sirven como fachada para los ilícitos. En fin, estaba en mi escritorio mientras una de mis chicas me estaba haciendo un oral, aunque mi cabeza no se concentraba en ella, pero no importaba, eso servía para descargar.
-Maldición!- grité, la chica continuó pensando que lo decía por placer, pero era por frustración
La tomé de los hombres y la levanté, haciendo que se sobresaltara, la giré y coloqué sobre mi escritorio subí su falda, no tenía ropa interior eso lo hizo más fácil, entré en ella de una sola estocada, haciéndola gritar de placer y dolor por lo impetuoso de mi embestida, sujeté su cabello y lo estiré, llevó su cabeza hacia atrás, mientras salía y entraba y, carajo! Mis pensamientos de nuevo no se concentraban en la maldita chica.
-Christopher haaa
-Cállate- rugí
Al final acabé dentro de ella, tomé unas servilletas de mi escritorio, me volteé y limpié, miré a la mujer que estaba recostada en mi escritorio mientras arreglaba su ropa.
-Cuándo lo repetimos guapo?
-¡Lárgate! Tengo una reunión importante en una hora
Ella sólo aceptó y se fué. ¡Maldita sea! Tres meses ya y aún sigo pensando en… la puerta se abrió.
-Hermano la reunión con el ruso Petrov es en una hora
-Si ya lo sé Héctor- me levanté y me serví un vaso de whisky
-Te sucede algo?
-Nada
-Mmm sabes? Llevas así tres meses, estás algo irascible, bueno más de lo habitual, desde el atentado en ese hotel
-Lo dices en serio? ¡Claro que estoy molesto! Alguien intentó asesinarme a mí y a otros miembros de la mafia, ¡ya van tres meses y aún no damos con el culpable!
-Bueno no ha sido una tarea fácil, él o los sujetos cubrieron bien sus huellas
-Maldita sea!- bebí de un sólo trago el licor
-Será mejor irnos, luego hablaremos de eso
-Sí, vamos
Salimos del casino y nos dirigimos hasta mi auto, Héctor conducía, un auto con cuatro hombres bien amados nos seguía detrás y otro adelante a cierta distancia, Petrov era mi socio, pero uno nunca sabe, a veces los negocios no terminan tan bien como uno esperaba.
Cuando llegamos a la mansión del ruso, ví a sus hombres completamente armados, posicionados en lugares estratégicos. Antes de salir del auto tomé mi arma y la coloqué en mi cintura, en el cinto del pantalón, ocultándola debajo del saco, en cuanto bajé fuí recibido por Petrov, quién se acercó de inmediato hacía mí.
-Christopher amigo, es un gusto verte
-Dimitry lo mismo digo
Nos saludamos de manos muy formales y entramos a la casa, decidí que Héctor se quedaría en el auto mientras yo entraba con dos de mis guardias. Llegamos hasta el comedor, en cuanto entré un olor inundó mis fosas nasales, algo olía delicioso.
-¿Qué es ese olor?
-Es la comida, tengo una cocinera que hace magia en la cocina
-Mmm sabe tan delicioso como huele?
-Ya lo verás, escucha, almorzamos y luego hablamos de negocios ¿qué te parece?
-Normalmente me negaría, pero sabes que me gusta la buena comida y eso huele delicioso, así que en esta ocasión acepto
-khorosho (bien)
Nos sentamos en la gran mesa y en un momento nos trajeron los platos con comida, confirmé que no sólo olía bien, sino que también se veía exquisito, con la primera cucharada sentí mi boca explotar con los sabores.
-Cómo se llama este plato?
-No lo sé, la muchacha no es de aquí, cocina platillos de su país, creo, aunque también conoce la comida italiana
-Mmm puedo conocerla?
-Claro, si eso quieres
Nos levantamos después de terminar la comida y nos dirigimos a la cocina, ví a varias empleadas allí, aunque soy considerado alguien "malvado" o "cruel" sin dudas mantengo mejor a mis sirvientes, una mujer algo gordita estaba agachada, viendo el horno.
-Oye tú!- gritó Dimitry
Ella se enderezó y entonces observé su rostro, esos ojos verdes, esos labios, me sorprendió encontrarla, creí que había muerto. Vestía unos harapos y su hermoso cabello negro estaba cubierto por una especie de pañuelo, pero sabía que era de ese color porque la recordaba desde aquél día.
Tres meses atrás.....
-No lo sé Héctor, no me siento cómodo saliendo de Italia y menos yendo a un lugar que no conozco, por qué no se eligió uno de mis hoteles para esa reunión?
-Los jefes querían un lugar neutro Chris, así que eligieron este
-Ehm
Bajé del auto y me dirigí hasta el hotel, cuándo entré sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, soy muy desconfiado, sé muy bien que cualquier paso en falso me haría caer.
-Todo estará bien- Héctor trataba de tranquilizarme, mientras subíamos al ascensor con dos guardias más
-Eso espero
Cuando estábamos en el ascensor, ella, esa mujer se acercó caminando hasta allí, tenía un celular en la mano, colgó y dirigió su mirada hacía nosotros, nuestros ojos se conectaron por un segundo y pude verla mojarse los labios con la lengua. Subió sin decir nada, estaba a un lado de mí y por algún motivo no podía dejar de mirarla como un idiota, no sé si era por sus hermosos ojos verdes, su largo y perfumado cabello tan negro como la noche igual que el mío, o por su cuerpo que, a pesar de no ser el que suelo.... disfrutar, me había hecho tener una gran erección, sus grandes pechos, daban ganas de verlos sin esa camisa blanca, sus muslos y trasero enormes, la falda que llevaba puesta la favorecía y de qué manera, ya me la estaba imaginando desnuda cuando me volteó a ver, no me dí cuenta que la estaba observando desde hace un rato, ella me sonrió y yo giré la cabeza, Dios mío qué hermosa es cuando sonríe, qué carajos estoy diciendo?. Cuando llegamos a su piso ella se bajó y caminó por el pasillo dándome una espectacular vista, verla caminar era cómo ver una obra de arte de Picasso o da Vinci, la seguí con la vista hasta que el ascensor cerró sus puertas.
-¿Estás bien?- preguntó Héctor al entrar a nuestra habitación.
-Si
-¿Crees que no ví como miraste a esa mujer en el ascensor?
-No sé de qué hablas
-Claro, ¿quieres que la busque?
-Vinimos aquí a trabajar no a divertirnos, además, no es mi tipo
-Bueno me pareció que si es el tipo de tu amiguito por qué al si que le gustó- comenzó a reír
-Cierra tu boca!
-Yo....
Un estruendo sordo se oyó en ese momento, las paredes comenzaron a temblar, trozos de pared y techo comenzaron a desprenderse cayendo al suelo.
-¿Qué carajos pasa?
-No sé, vamos te sacaré de aquí jefe
Héctor y mis guardaespaldas me llevaron hasta las escaleras de incendios, bajamos y fuimos hasta el estacionamiento, pude ver el auto de Petrov alejarse delante de nosotros, subimos a nuestro vehículos y nos alejamos a toda prisa, pues no era conveniente que nos encontraran, harían preguntas y nos retendrán, podrían darse cuenta de quienes somos, en poco tiempo ya estábamos en el aeropuerto y unas horas después en Italia. Durante el vuelo me enteré que habían puesto una bomba en las bases del edificio, ordené que averiguaran de inmediato que quién fué y cuando pude tranquilizarme mis pensamientos viajaron hasta esa mujer, seguí las noticias de ese país y me enteré que había muerto junto con algunas otras personas, entre ellos, algunos de mis socios.
Presente....
Charla en italiano...
-Cuánto quieres por ella?
Pregunté después de unos segundos en silencio en que nuestras miradas se conectaron nuevamente, se acordará de mí? ¿Por qué carajos me importa eso? Rompió el contacto conmigo, para volver a su trabajo y yo fijé mi vista en el ruso.
-¿Qué dices? ¿La quieres comprar?
-Si así es, cuánto quieres por ella?
-Mmm no lo sé, su comida es muy buena, siempre halagan eso
-Sí, pero te pagaré cuánto pidas
-Qué tal 30.000?
-Muy bien
-¿Ella habla italiano?
-No, sólo español, sabes que mi madre era española y por eso hablo más fluido el español y el ruso, que es mi lengua natal
-Si lo sé, mi madre es latina así que nosotros nos comunicamos en ese idioma, ella no tendrá problema para adaptarse
Español
-Vamos a hablar de los negocios ahora?
-Si claro, vamos hasta mi oficina
Caminamos hasta allí, entramos y ambos tomamos asientos, después de que ofreciera un vaso de whisky que recibí con gusto.
-Bien, entonces las 10 toneladas llegaron al puerto en Moscú ayer, así que aquí está lo prometido- colocó un maletín en la mesa y lo abrió, estaba lleno de fajos de billetes- lo otro está allí- señaló las otras 5 maletas que se encontraban en el suelo- si quieres te dejo a solas para que puedas contarlo
-No es necesario, confío en ti- verdad a medias
-Está bien
-Sabes? Me parece curioso el hecho de que desde que tu sobrino no está aquí, los cargamentos llegan completos y en buen estado
-Sabes que eso se debió a una confusión Christopher, no tienes de qué preocuparte, no volverá a ocurrir, cuando él vuelva, te aseguro que estará más centrado en los negocios
-Mmm eso espero Dimitry, no quisiera tener que encargarme de él
-No, no, eso no tiene porqué pasar
-Toma- saqué 3 fajos de billetes y se los entregué- me la llevo ahora
-Te refieres a la mujer?- asentí- está bien, como quieras
Después de indicarles a mis hombres que llevarán las maletas al auto, fuí con Petrov hasta la cocina, ella seguía ahí, colocando algo en el refrigerador.
-Escucha te irás con el señor Morelli entendiste?- señalando hacia mí
No respondió sólo asintió y luego bajó su cabeza, al parecer era muy sumisa, supongo que Dimitry la habrá "entrenado" como a sus demás empleadas.
-Vamos
Caminé y ella iba detrás de mí en completo silencio, cuando llegamos a dónde estaba el auto, Héctor estaba recostado sobre el capó, su cara de sorpresa al verla fué innegable, le hice un gesto para que se subiera al auto y él obedeció, abrí la puerta del pasajero.
-Adelante- le dije, ella se quedó unos segundos observando algo confundida
Después de subirse hice lo mismo quedándome a su lado, intentó alejarse lo más posible de mí, se recostó por la puerta y miró por la ventana todo el viaje, de vez en cuando Héctor miraba por el retrovisor y ambos compartimos miradas, él con una gran sonrisa y yo con la cara más seria posible, todo el camino intenté no observarla, pero me era imposible, había momentos en que sin darme cuenta me encontraba mirándola de nuevo.
Cuando llegamos a la mansión bajé del auto y fuí hasta el otro lado del vehículo, le abrí la puerta, le dí mi mano, ella la observó un segundo y luego la tomó, sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo haciendo que los vellos de mi nuca se erizaran, cuando se bajó, aún teníamos las manos unidas, ellas las miró y retiró su mano rápidamente como si le ardiera, eso me molestó y no tengo idea de porqué.
-Bien, está es mi mansión- ella observó asombrada y sin decir nada- escucha, sólo te diré algo, aquí hay reglas que seguir, tú eres mi esclava y no dudaré en castigarte si te lo mereces
Sonrió irónicamente, levantó su cabeza para mirarme directamente a los ojos, ya que es mucho más baja que yo y en un tono burlón dijo.
-Claro que si amo
Ni bien dijo la última palabra su expresión cambió a una de miedo, al parecer lo dijo sin pensarlo, porque mierda me exito tanto su rebeldía? Aún así con la cara más seria que pude dije.
-Amo? Me gusta, desde ahora me llamarás así "amo"
Bajó la cabeza y en una voz serena y queriendo parecer sumisa habló.
-Sí amo
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Comments
Leidism Sivila
jajajaja excelente amo me encantó 😃 jajaja amo si que siiiiii 🔥
2024-06-13
0
cupid@💘
estos celos que me matan pir dentro
2023-08-06
1
cupid@💘
🥲
2023-08-06
1