—¿Qué le pasa?—renegó Sussy aún sin poder creerlo. Era apuesto Connor, y lo aceptaba, pero su necesidad no era para compartirla con ella.
Pasó por la carretera vacía y pasó por aquel bosque que siempre le daba igual por el día, pero nunca le había tocado manejar en la noche, sino, hasta el amanecer.
En un alto casi al terminar, se quedó viendo a la nada del bosque y pensó en todo lo que le había pasado.
Su nada fue interrumpida por ver algo pasar rápidamente de árbol en árbol. Parecía humano, pero con extremidades bastantes largas y oscuras.
Sussy abrió los ojos alarmada y el sonido del claxon de un carro atrás suyo la hizo dar un brinco.
Aceleró al ver la luz verde y se convenció de eso que vio fue por el sueño que tenía e ideas suyas.
Sussy Evans
—Hola, pequeño—Sussy saludó a Conny, y éste cariñoso, se enredó en sus piernas. Había llegado a su hogar, sana y salva.
El calor de Conny la hizo sentir protegida con él.
Dejó sus cosas en la barra del departamento y se acostó en el sillón, destinada a dormir unas 20 horas.
Conny la siguió y estuvo con ella.
Sussy Evans
—¿Dónde estoy?—Sussy preguntó aterrada al ver que estaba en el bosque ya visto, pero no se lo creía.
Vio la figura larga, delgada y oscura que saltaba de árbol en árbol.
Retrocedió y choco con un árbol. Se aferró a el, pero al mirar arriba, gracias a los ruidos escuchados, vio a aquella criatura sin forma, con la cara distorsionada y sólo con una gran boca con colmillos afilados y con una sonrisa macabra. Sussy se quedó muda.
Gritó y salió corriendo. La piedra le hizo una mala jugada y la hizo caer hasta rodar colina abajo.
Sussy despertó de brinco y dándose cuenta que estaba en el piso de su hogar.
Sussy Evans
—Sólo fue un sueño—se aclaró así misma y se levantaba buscando a su fiel amigo. Rió al verlo en la canasta de ropa sucia dormido plácidamente. Revisó la hora en el reloj de pared y corrió de golpe a bañarse para irse a trabajar.
Sussy Evans
—Diablos—renegó al saber a quién vería.
Anteriormente había sentido algo por Connor, pero su ilusión la mató a la hora que le llegó la invitación de su boda. Era increíble que con 24 años se casara y 2 años después surgiera el divorcio.
Salió de la ducha y en el espejo del ropero de su cuarto se veía muy demacrada y con unas horribles ojeras que arruinaban el azul de sus ojos.
Se quitó la toalla y se puso su uniforme, desodorante y perfume.
Amarró su cabello oscuro y se hizo un chongo. Puso fijador y fue a la cocina por un pan tostado con mantequilla y un jugo de naranja recién sacado de la nevera. Consumió ambos y se limpió con una servilleta, después, fue al baño a cepillar sus dientes. Acto seguido, fue por sus zapatos y su maquillaje para ocultar esas terribles ojeras.
Sussy Evans
—Mírate—exclamó cansada Sussy. Le reclamaba a su reflejo y se criticaba por lo descuidada que estaba.
Negó y se dirigió a agarrar a Conny, despidiéndose, para volver a verlo hasta la madrugada.
Suspiró cansada, odiando su rutina y salió del pequeño departamento.
Horas después, en el trabajo:
Sussy jugueteó con su pluma. Estaba cansada y aburrida. No tenía más cosas por hacer, sólo esperar hasta que acabase su turno y poder irse, al fin.
Compañero
—¡Al quirófano, rápido!—escuchó a uno de sus compañeros ordenar y la curiosidad la hizo salir de la habitación a ver qué pasaba.
Quedó en shock al ver aquélla escena que parecía de un crimen.
Partes descuartizadas y mordeduras en todo el cuerpo, algunas marcas como de quemaduras y el pobre hombre estaba consciente de ello. Parecía agonizar y estar a sus últimos minutos de vida. ¿Por qué al quirófano? Sus piernas estaban arrancadas y el hombre estaba morado. Era horrible. Daba tristeza, lástima y asco.
Sussy se tapó la boca y no pudo alejar su mirada de la camilla empapada de aquel líquido rojo que la dejaba helada.
El hombre fue ingresado de emergencia y Sussy corrió huyendo de aquélla habitación.
Comments
—🌻La novia de los sueños
me encanta como redactas las historia
2022-01-30
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