"Oh, sí, sigue así... un poco más abajo, por favor no te detengas... oh, oh, oh aaaahhh" La alarma del despertador me ha sacado del éxtasis, ¡Dios mío fue tan real! Estoy sudada, siento mi cuerpo ardiendo, mi respiración sigue acelerada y mis uñas apretan fuertemente las sábanas. ¿Realmente fue un sueño? Miro a mi derecha solo para confirmar que el escándalo fue solo en mi cabeza y que Gonzalo aún duerme. Sin embargo él no está en la cama. Debe haber salido temprano al trabajo.
Me relajo un poco, tengo que volver a la calma. Por primera vez en años me despierta la alarma y no me encuentra contando segundos desperdiciados de sueño. En mi boca se dibuja una enorme sonrisa al sentir un pequeño espasmo de lo que fue el orgasmo más espectacular que jamás tuve. ¿Realmente fue un sueño?, vuelvo a preguntar incrédula no sabía que la imaginación se materializara tan bien, al detalle. Bajé mi mano hasta ni ropa interior solo para descubrir que estaba completamente mojada. El hombre misterioso realmente sabe cómo satisfacer por completo a una mujer. Lástima que solo exista en lo onírico.
¿Acaso me atrevería a dejar a Gonzalo si el hombre misterioso fuera real? Pfff, qué tonterías se cruzan por mi cabeza. Me río a carcajadas, como hacía años no reía.
Esta mañana me siento realmente feliz y alegre, aún cuando se me ha hecho tarde para salir y sé que no alcanzaré a tomar mi "nutritivo desayuno". Me ducho con cuidado, pasando la esponja por aquellos lugares donde imaginariamente estuvieron sus manos y su boca... Oh, su boca...
Al salir de la ducha, abro mi armario y solo veo ropa aburrida, "Pareciera que tengo 60 años", pienso con tristeza, sin embargo no voy a dejar que nada opaque mi alegría, no cuando llevo años sin experimentar algo tan fuerte.
Me decido por una blusa ligera, es color manteca, muy delicada, decido combinarla con una falda ajustada en tono baige oscuro. Esa ropa la tengo solo para ocasiones especiales. Pero hoy es una ocasión más que especial: me siento liberada. Recojo mi cabello largo en una cola de caballo dejando algunos pequeños mechones casuales. Me maquillo suavemente, un poco de rubor un brillo en los labios y máscara en mis pestañas, había olvidado lo largas y curvadas que son.
Miro satisfecha mi reflejo en el espejo y me sonrío. Me siento hermosa, poderosa, capaz de todo.
Cuando me subo al tren me siento tan radiante como el sol que atraviesa las ventanillas.
Sumergida en mis pensamientos no noto la mirada de un hombre que me observa con ojos voraces.
Me bajo en la estación correspondiente y comienzo a caminar sin prisa. Unos pasos me siguen de cerca pero no me doy cuenta.
De repente una niña pasa corriendo a toda velocidad a mi lado chocando con mi bolso que vuela por el aire y aterriza soltando algunos papeles. Me apresuro a agacharme para recogerlos cuando siento la mano de un hombre que me toca el hombro, al voltear y ver su rostro mi equilibrio se pierde por completo y caigo de lleno sobre mi trasero. Fue como si alguien me hubiese empujado, de hecho así fue: la sorpresa me empujó.
Aquel hombre arrodillado frente a mi, recogiendo mis cosas era exactamente igual al hombre misterioso de mis sueños ardientes. ¿Cómo era posible?
Al notar lo tonta que me veía desparramada por el piso como mis documentos, acepté su mano para incorporarme.
__ Lo siento mucho, no quise asustarla.__ Esa voz profunda me erizó la piel.
__ E...e... está bien, solo me tomó por sorpresa.__ Dije como una colegiala.__ Esa niña pasó como el viento.
__ Sí, pude ver que venía a toda velocidad. También noté que usted estaba distraída.
__ Oh, sí, puede ser__ Dije mientras acomodaba mi falda.
No puedo creer que sea idéntico. ¡Dios mio! Su voz, su rostro, no pude evitar recorrerlo inconcientemente con la mirada. ¿Será idéntico en todo? Me sonrojé de inmediato por mis pensamientos pecaminosos. "¿Que diablos te pasa Ana? Estás casada, no puedes coquetear como una niña con otros hombres".
__ Permítame presentarme. Mi nombre es Gabriel Prado.__ Extendió su mano mientras hablaba.
__ Yo soy Ana D'angel. Muchas gracias por su ayuda. __ al tomar su mano todo mi cuerpo tembló, una energía extraña me recorrió de la cabeza a los pies e inmediatamente mi boca se secó.
Gabriel sostuvo firmemente mi mano por unos segundos y sus ojos negros me miraron fijamente.
Sentí cosquillas por todo el cuerpo.
__ No fue nada. __ Respondió con misterio en la mirada. __ ¿Me permite acompañarla?
Miré mi reloj de pulsera e inmediatamente me apresuré a decir mientras me alejaba:
__ Ha sido muy amable en ayudarme Gabriel, de verdad le agradezco... Llego tarde a trabajar. __ Volví la vista al frente y caminé lo más rápido que pude sin parecer desesperada y correr... ¡Llevaba 15 minutos de retraso!
Como siempre en la entrada de la empresa estaba el odioso Pablo. Al verme venir con prisa chequeó la hora en su reloj y me miró con desaprobación.
__ Llega usted 15 minutos tarde, señora D'angel. Hoy deberá quedarse horas extras para reponer el tiempo perdido.
__ Lo siento, señor. Yo... yo tuve un contratiempo, no volverá a pasar. ¿Horas extras por 15 minutos de retraso? Creo que entendí mal.__ El muy patán disfrutaba castigándome. 'Horas' por 15 minutos.
__ Entendió perfectamente bien, D'angel. Usted sabe que en esta empresa es inaceptable la impuntualidad y eso se paga__ En su rostro se dibujó una sonrisa burlona. __ Hoy devolverá una hora por su tardanza.
__ Señor pero... Disculpe, jamás he llegado tarde me parece exe...
Pablo giró sobre sus talones y se pegó a mi rostro con el ceño fruncido.
__ ¿Desea que sean dos horas? ¿O tres?
__ Está bien señor. Haré lo que me pide. Permiso, voy a mi puesto de trabajo.
La furia me inundaba. ¡Mal nacido! 6 años trabajando para ellos con una conducta intachable y por una maldita vez que me retraso me castiga. Sabe perfectamente que el último tren pasa a las 18 y si no lo alcanzo deberé dormir en el andén. ¡Desgraciado!
Masticando mi rabia tiré el bolso sobre el escritorio y los papeles se desparramaron. Volví a maldecir, tan bien que había comenzado el día, era evidente que no tenía derecho a un poco de genuina felicidad... ¿Qué es esto? Una tarjeta negra asomó entre los papeles "Gabriel Prado. Servicio de Seguridad Privada", también podía leerse un email y un número de teléfono.
Otra vez volvió la alegría, recordé la sensación cuando Gabriel tomó mi mano y también recordé que era idéntico a mi hombre misterioso. ¿Será posible que alguien genere esto en mí a mi edad? Una voz interna me respondió "¿A tu edad? ¡Por Dios Santo acabas de cumplir 30! No eres una anciana"
Dejé escapar una risita y me decidí a sacar esos pensamientos de mi cabeza.
Era hora de cumplir con el deber o el bastardo de mi jefe me hará quedar toda la noche.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 72 Episodes
Comments
Osorio Elizabet
Jajaja no vas a estar así si estas livianita con ese revolcon q te hicieron en el sueño golosa
2025-05-01
0
Yise
Waooo /Grin//Grin//Grin//Grin/al fin mujer al fin /Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
2025-01-13
2