–¡¿Fueron amantes?¡ –pregunta sorprendido y asqueado el chico nuevo.
Me rio tan fuerte que tengo que sostener mi estómago.
–¿Estás loco? El señor Cooper podría haber sido mi abuelo.
–Eso no impide a las mujeres meterse con hombres adinerados. Lo he visto.
Pongo los ojos en blanco.
–Pobrecillo –digo golpeando suavemente su mejilla. Se inclina hacia atrás, como si mi mano tuviese corriente o algo–. Has conocido a las mujeres incorrectas, guapo.
–No me digas guapo –sisea. Vuelvo a golpear suavemente su mejilla, parece un niño cuando se enoja–. Podrías no tocarme –suelta.
Me encojo de hombros y lo suelto. Que sensible y amargado es el chico nuevo. Encajará muy bien en este lugar.
Me pongo de pie y camino por el borde, mirando hacia abajo, disfrutando de la adrenalina que siento al imaginar que pueda tropezar y volar.
–¿Podrías no hacer eso? –pide molesto–. Entonces, ¿tú y el señor Cooper…?
–Para todos los efectos fue el abuelo que nunca tuve. Siempre me hablaba de su amada Torie y sus hijos y nietos.
El nuevo suspira, aliviado.
–¿Por qué entraste a trabajar aquí? –pregunto curiosa.
Masculla algo, pero no alcanzo a oírlo con todo el ruido de la ciudad.
–¿Qué dijiste?
–Toda mi vida he soñado con trabajar en este lugar.
Me rio de su chiste.
–No estoy bromeando –advierte.
Quisiera reírme, pero hacerlo en compañía de alguien que no le encuentra gracia a nada, no es divertido.
Sigo caminando por el borde, mirando hacia el cielo esta vez, mirando a las pocas aves que se ven en la urbe, deseando poder volar como lo hacen ellas, e irme muy lejos de aquí.
Suspiro.
–Siéntate –ordena.
–No te obedeceré, chico nuevo.
–¡Siéntate!
Sonrío. –Guapo, no te ofendas, no está en mi ADN obedecer, menos a gente como tú.
–¿Qué quieres decir con gente como yo?
Sigo paseándome estirando mis brazos hacia los lados, como una avioneta a punto de despegar.
–Gente que no sabe disfrutar la vida. Debes tener cuánto, ¿25, 28 años?
–29 –responde.
–Sí, pues parece que tuvieras setenta y no en el buen sentido. El señor Cooper sabía disfrutar más que tú.
Sus ojos se vuelven más fríos si eso es posible.
–No me conoces. No hables de mí como si lo hicieras.
–Tú preguntaste, guapo.
Se pone de pie, furioso. –¡Te dije que no me llames así!
Me giro hacia él cuando un sonido muy fuerte me sobresalta, y pierdo el equilibrio en el borde del abismo. Escucho al nuevo soltar una maldición, y luego siento un tirón.
Pasa unos segundos, y luego, cuando me atrevo a abrir los ojos, me encuentro en el suelo del balcón, sobre el chico nuevo.
Sonrío.
–Si querías besarme, sólo tenías que pedirlo –digo guiñando un ojo.
…..
Miro de hurtadilla al nuevo quién no ha cambiado su expresión molesta desde el incidente en el balcón. Ni siquiera me dejó agradecerle. Pobre chico, debe ser horrible vivir así, con ese genio.
La hora en la pantalla del computador me dice que es hora de volar de aquí.
Tomo mis cosas y apago el computador.
–¿Se puede saber a dónde vas tan temprano?
Sonrío. –Veo que alguien decidió volver a hablarme. Me largo de aquí, guapo.
–Faltan 6 minutos aún. Además, ¿has escuchado hablar de horas extras?
Suelto una risotada, que hace que su ceño perpetuo se pronuncie más aún.
–Creo que alguna vez lo escuché –digo soltando un suspiro cansado. Si este chico supiera que tengo otros dos trabajos y debo correr para llegar a uno de ellos, se caería de espaldas–.Nos vemos hasta el lunes, nuevo.
–¿No trabajas los sábados?
–Nop –digo acomodando mis auriculares. Cuando paso por su lado le doy un golpe suave en la cima de su cabeza–. Lo hiciste bien hoy, nuevo. Sigue así.
Corro hacia la salida antes de que me obligue a quedarme los 6 minutos que me faltan. Necesito esos seis minutos para llegar al autobús.
Choco mi puño con el señor Benito, el guardia del edificio.
–En cinco minutos más registro tu salida, Becky.
–¡Gracias! –grito al salir por las puertas dobles.
Corro a la parada cuando veo el autobús doblar la esquina. Por suerte el chofer se detiene cuando me ve correr y agitar los brazos.
Subo jadeando.
–Pensé que esta vez no lo lograrías –me dice el chofer con una sonrisa–. Corres rápido, pequeña.
Sonrío mientras pago. –Gracias.
Camino hacia el final del autobús y subo la música de mis auriculares. He perdido el autobús una docena de veces y he tenido que esperar 40 minutos por el otro, y esas veces no pude ducharme ni comer antes de entrar en mi siguiente trabajo.
Cuando llego al departamento que arriendo, me saco la ropa dejándola tirada por todos lados. Quiero una ducha urgentemente, el calor aquí es sofocante. La calefacción está mala desde hace tres meses y el
dueño todas las semanas me dice que ya enviará a alguien. La parte positiva es que tengo sesiones de sauna gratis.
Un golpeteo en la ventana me hace sonreír.
Busco bajo el lavaplatos una lata de atún y la abro. Me acerco a la ventana y al abrirla me recibe Botines, un gato callejero completamente negro, a excepción por sus 4 patas, que las tiene blancas.
–Aquí está señor Botines, disculpe la demora.
Acaricio su cabeza y cierro la ventana para correr a la ducha. Una vez que termino busco mi uniforme. Los lunes, miércoles y viernes trabajo de mesera en un restaurante italiano que queda a unas ocho cuadras de aquí. La dueña es una anciana encantadora y las propinas son excelentes.
Ignoro los arañazos de Botines y me coloco los zapatos saltando en un pie y luego saltando con el otro. Voy tarde.
–No, amigo, ya lo hablamos. No estaré acá mucho tiempo, no tienes que encariñarte conmigo. Ve a molestar a otros. –Acaricio su cabeza a la vez que quito la lata vacía de atún–. Nos vemos, mañana.
Afuera del edificio boto la lata en el basurero gigante que hay antes de doblar la esquina. No quiero que el departamento huela a comida de gato.
Corro lo más rápido que puedo, y sólo me detengo antes de entrar al restaurante para recuperar el aliento.
–Hola, querida. Vania ya se va, hay seis mesas a la espera.
–Sí, señora Conti, de inmediato.
Sonrío para hacerle frente a 6 horas más de trabajo.
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Updated 34 Episodes
Comments
Nelly Nonsoque
😵😵😵
2024-04-21
1
ana maria talbott
Muy esforzada Beck
2024-03-06
1
Francisca Alcantara
Esa chica no le da mentes a los problemas
2024-02-17
3