5= Recuerdos...-2.

...AMELIA...

La cabeza me simbra del dolor como si me hubiese caído...aunque por donde estoy creo que eso fué lo que sucedió.

Donato y Jane están en una esquina de la habitación y solo los miro desde la cama de la clínica.

— ¿Fué mi impresión o se desmayó al verme?— No me miran y se dedican a conversar entre murmuros muy claros.

— No sé aunque se puso muy rara al verte, creo que no le caíste bien.

— Cómo no le voy a caer bien si recién nos conocimos.

— Se lo preguntaré luego— Enzo abre la puerta— Tío, te estábamos esperando.

— ¿Cómo te sientes Amelia?

Cruzo miradas con Donato que me mira con el seño fruncido y las manos en sus bolsillos.

— Ey, Amelia te estoy hablando— Pestañeo dos veces seguidas y miro a Enzo— ¿Qué tienes?

— Nada.

— ¿Nada? Jane me dijo que te desmayaste.

— No me pasa nada— Miro a Donato— Solo estoy cansada.

— Entonces será mejor que descanses, creo que el viaje brusco no te hizo bien y tampoco a Jaky.

Rashel...¿Quién es Rashel esa niña de 4 años y por qué fuí la protagonista de sus recuerdos? ¿Por qué al ver al hermano de Jane sucedieron cosas extrañas en mí? ¿Por qué en mi cabeza tengo escenas que jamás había visto...vivido?

— ¿Te sientes mejor?— Termino de vestir a Sophie asintiendo a la pregunta de Enzo— ¿Te puedo ayudar en algo?

Ahora sí lo miro.

— ¿Usted...conoce a una tal Rashel?

Demora en analizar mi pregunta.

— No...aunque creo que sí he escuchado ese nombre antes pero no recuerdo. ¿Por qué?

— Lo que pasa es que...— No digas estupideces que no te creerán Amelia— Olvídelo.

— Saldré unos días del país, estás encargada de cuidar a las niñas.

— Ese es mi trabajo. ¿Puedo saber donde irá?

— A Europa, no te preguntaré si haz viajado porque por tu condición económica puede que no.

Años antes...

— ¡Bienvenidos a París! Como se los prometí, llegamos.

Con mi cabeza recostada en el hombro de papá bajamos del avión que acaba de aterrizar.

— ¿Cuánto tiempo nos quedaremos aquí, papá?— Le pregunto.

Sé muy bien que tanto él como mamá han estado reuniendo para poder cumplir nuestro sueño de visitar París.

— El tiempo necesario para verte sonreír, mi amor— Me pone en el suelo y tomo la mano de Donato— Vámonos, por ahora nos quedaremos en un hotel.

Presente...

— Otra vez estás rara, Amelia.

— Discúlpeme, soy tan tonta y como una completa tonta pienso tonterías. Que tenga un buen viaje señor.

— Enzo; tendré un excelente viaje si te escucho llamarme por mi nombre, si me hablas de tú. Anda, dilo.

— Que tengas un buen viaje Enzo.

Pasa sus dedos por mi mejilla sonriendome.

— ¿Ves la diferencia?— Ríe haciéndome de la mano al salir.

«Por lo menos te libraras por unos días de él, Amelia» Lo necesitaba porque aparte de ser mi jefe, me gana por casi 20 años y entre nosotros jamás puede ver nada.

Toco un par de veces la puerta que no está del todo cerrada— ¿Puedo pasar?

Jaky me asiente deteniendo su mano para no seguir pintando.

— Vine para tomar tu temperatura y saber si seguías teniendo fiebre. ¿Te sigue doliendo la cabeza, princesa?— Acaricio su frente; su sonrisa es tan inocente, tierna.

— Gracias por quedarte conmigo.

— No tienes que agradecer, aparte de ser mi trabajo eh sabido tratarte y aunque no te caiga bien tú si a mí. Buenas noches— Me detiene agarrando el borde de la manga de mi vestido.

— Te quiero Amelia— Sus cálidos brazos me rodean el cuerpo. Hace bastante tiempo no me abrazan de esta manera.

— La niña se quedó dormida.

Jane se levanta del sofá junto con Edmon.

— ¿Entonces ya estás lista para irnos?

— ¿Donde?

— A una noche de chicas.

— ¿No manches, y yo qué?— Edmon.

— Bueno, entonces a una noche de amigos.

— No puedo, el patrón regresa mañana.

— No te preocupes por eso, ya le pedí permiso— ¿Por qué será que no le creo?— aparte las niñas están dormidas, nada pasará, anda. Nos divertiremos Amelia. Mujeres como tú merecen divertirse, ¿no es así Edmon?

— Yo no quiero opinar, no creo que a Enzo le guste...— Lo fulmina con la mirada— Claro, vámonos, tenemos que divertirnos.

— Así se habla, vé a tu habitación, yo te espero aquí para ir a la discoteca.

Un momento, ¿cómo que discoteca?

— ¿Qué te parece este lugar, Amelia? Le pertenece a mi tío por lo que podemos hacer lo que querramos— Me jala caminando ambas hacia una rubia que conversa con su hermano— Vayola, llegamos.

La hermosa mujer gira, su apariencia es tan dulce.

— Ella es Amelia, la mujer de la que te hablé. Amelia ella es Vayola, mi hermana menor.

— Hola— Estrechamos nuestras manos— Encantada de conocerte Amelia.

¿Vayola...?

Años atrás...

— ¡Quiero verla, quiero verla!— Logro pasar entre Donato y Carlo para ver a la otra niña de la familia, mi hermana.

Mamá se sienta en la cama y yo no tardo en seguirla poniéndome detrás de ella para ver mejor a la bebé que está en sus brazos.

— ¿Ves Rashel? Ya no serás la única consentida de la familia— Le saco la lengua a Donato y le sonrío a mi hermana.

— ¿Cómo se llama?— Alzo mi mirada para observar a papá.

— Su nombre es Vayola.

Presente...

— Tierra llamando a Amelia.

Alejo mi mano de la rubia mirando a todos que me miran rarito.

— ¿Qué pasa linda? Venimos para divertirnos y alejarnos de los problemas así que Edmon pídeme dos cócteles.

— ¿Eres tonta? La persona que se encarga de eso está atrás de tí.

No sé cuál presencia me pone a mil, si la de Vayola o Donato que me miran con una leve sonrisa curiosa, como si me están analizando.

La persona que me dijo que se quedaría la noche conmigo acaba de irse al baño con su hermana dejándome en medio de 100 personas bailando medio raro. Edmon y Donato conversan en una esquina. Ahora que hago, de lo nerviosa estoy que me hago pis.

«Respira y exhala Amelia, actúa normal»

Con mi copa en mano camino no sé hacia donde, pero el ritmo de mi corazón acelera cuando de nuevo mi mirada se conecta con la de Donato.

— ¡Pedazo de estúpida!— Y...por distraída le regué el vino en el blanco vestido de una mujer.

— Lo siento, fué sin querer.

— Es una lástima que hoy en día haya personas tan estúpidas como tú— Me mira de pies a cabeza— Este vestido fué hecho especialmente para mí en Francia, me lo tendrás que pagar.

— Puedo ser la mujer más estúpida de este mundo, pero si hay una diferencia entre usted y yo muy aparte del dinero es que es una insolente arrogante que por lo que veo está acostumbrada a humillar a los demás. No pienso pagarle el vestido, esa mancha tan solo se quita con un buen lavado.

Jamás me había sentido tan vista por todos los del lugar que tienen la mirada sobre nosotras.

— ¿Quién te creés para hablarme de ese modo, estúpida?

Riego en su vestido el resto de vino que quedaba en mi copa.

— Soy una simple niñera, mucho gusto, Amelia Mendoza.

Antes de que golpeé mi rostro levanto mi mano cacheteandola.

— Pero está estúpida niñera sabe defenderse.

— ¡Uhhhh!— Todos al unísono riendo.

— Estás en serios problemas, maldita marginal— Saca una pistola de no sé donde para apuntar a mi cabeza— Retractate de esas palabras y pídeme perdón de rodillas.

— Te equivocas si piensas que hará lo que una zorra como tú le dices— Vayola pone su arma en su cabeza.

— ¿Creando problemas de nuevo, Carolina?— Jane está detrás de mí.

— No se metan en este asunto.

— Me meto porque Amelia es mi amiga y no permitiré que le toques ni un solo pelo.

— No hace falta que me defiendas, Jane— Hago caer mi abrigo dejando la copa sobre una mesa— Eh tratado a perras con mucha más rabia.

Giro su muñeca golpeando su estómago con mi rodilla. Suelta la pistola por fin y la deslizo lejos a los pies de Edmon. Me pongo sobre su cuerpo dándole cachetada trás cachetada y la mujercita no se queda atrás.

...DONATO...

— Dios, cómo me encanta ver este tipo de peleas entre mujeres— Río sin dejar de escuchar a Edmon.

Sacamos un billete al mismo tiempo.

— ¿Por quién apuestas?

— Por Amelia— Respondo.

— Yo por Carolina, la conozco y sé que sabe pelear...— A causa de un golpe en su nariz Amelia provoca que le salga sangre— Bueno, le voy a Amelia— Reímos.

— ¡¿Y ustedes qué hacen ahí par de idiotas, no las van a separar?!— Un loca Jane.

— No, aquí estamos bien disfrutando del show, no Donato?

...ENZO...

— Gracias por acompañarme Luigi. ¿No irás a ver a la loca de tu esposa?

— No le dije que me quedaría aquí contigo.

Juntos entramos a la discoteca, no me hará mal disfrutar antes de regresar a casa.

Todos hacen barras sabré yo porqué, todos están reunidos obersavando a unas mujeres golpeándose en el suelo.

— ¿Amelia?

— ¡Apuesto por la desconocida!— Ríe Luigi a mi lado mirando a Edmon y a Amelia.

— ¡¿Me pueden decir qué está sucediendo aquí?!

Carolina y Amelia se detiene, pero la que está en peor estado es Caro.

— Vayola, Jane, Edmon, denme una explicación ahora.

Más populares

Comments

Mili

Mili

que locas y nadie se.mete

2024-04-02

0

Añiiz ❣️😻

Añiiz ❣️😻

Exacto Layla y Luigi se llevan excelente y también él le saca 20 años. ❤️

2023-09-27

2

Añiiz ❣️😻

Añiiz ❣️😻

Si Amelia tenía 4 años cuando la secuestraron, cuantos años tenía Enzo en ese entonces ??

2023-09-27

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play