Leandro~
-No. yo... mira aquí está tu regalo...
Anastasia extendió la mano y tomó la bolsa, sacó el pequeño regalo y ve una caja de madera hermosamente diseñada. El olor a madera de cedro brota de ella e invade buena parte el salón comedor, al abrir la pequeña caja ve ambos anillos, Anastasia levanta la cabeza y ve un chico guapo, vestido elegantemente, no se había dado cuenta de cuánto había cuidado su apariencia ese día. Su camisa le quedaba un poco ajustada así que se podían ver sus músculos perfectamente marcados, no era ni muy grande ni muy delgado, su cabello rubio tenía destellos por los rayos del sol que entraban por la ventana, sus ojos verdes brillaban de la ilusión y por los rayos del sol que le daban de frente al rostro, estaba al lado de ella, con una rodilla en el piso, pidiéndo su mano en matrimonio, nerviosos ambos...
Leandro~
- Anastasia, te casarías conmigo?
Anastasia quedó en shock por un momento hasta que recobró su consiencia...
Anastasia~
-Si, claro que sí!!! (sin poder decir más nada debido al nerviosismo)
La Duquesa los mira desde lejos, su hijo tiene la actitud de su padre, valiente y decidido con un toque nervioso, pero actúa igual aunque esté por desmayarse de tanto nerviosismo con ansiedad que tenía. Los encantos de su madre son naturales, vienen de herencia.
Leandro se levanta y la sostiene firme contra él desde la cintura, con ambos brazos. Eufóricos los dos por su nuevo compromiso. Le coloca el anillo en el dedo anular de la mano izquierda y ella hace lo mismo.
Un camarero aparentemente nuevo con una cicatriz característica en la ceja izquierda, les lleva un vaso con bebidas frías para celebrar. Tanto la duquesa como Leandro, no lo reconocen, pero con la euforia, los nervios y la alegría del momento, lo dejaron pasar, sobretodo él. La duquesa estaba más al tanto pero fue a saludarlos y felicitarlos primero.
Luego de haber bebido y haber bajado su nerviosismo. Hablaron de todo por lo que él había pasado mientras no se vieron, lo que hizo Alicia en la joyería, fue un escándalo pero Ana se reía de los intentos de Alicia por estar con él. Anastasia empieza a sentirse mal a las pocas horas de haber tomado el trago.
Leandro la ve sonrojada, está sudando, no sabe que pasa pero no es normal, a él parece que no le pasara nada, no hay efectos en su cuerpo. Su nueva pequeña villa, que compró con ingresos propios de sus negocios y trabajo con sus padres, queda a la vuelta del restaurante por lo que la lleva allí y llama un médico.
En el restaurante la duquesa busca el nuevo empleado desconocido, pero no está, volviendo al salón, se da cuenta de que un hombre dudoso con la misma cicatriz estaba mirándolos irse y hacia qué dirección van. Sin saber quién es ni de dónde viene, la duquesa decide hablarle
-No sé porqué los mira tanto pero si tiene algo que decirles puede hablar conmigo o comuníquese con el palacio si es un tema con ella y su asunto es urgente.
-Gracias señora... me marcho.
El hombre se encuentra con Alicia a pocas cuadras. Ella lo reprende y se enoja mucho, ya que lograron darle la sustancia pero no secuestrarla.
En la casa, Leandro no puede más con el peso de Anastasia, no solo se recarga en él sino que ella no puede valerse sola debido al calor y una especie de debilidad en las piernas que no la deja caminar bien, su corazón latía demasiado fuerte y solo veía a Leandro como una solución. Su piel estaba fría y el calor le estaba haciendo pasar un mal rato, ella lo incita varias veces para tener relaciones, le ruega que se decida, el médico llamó para decir que tardará unas horas debido a una emergencia en el hospital.
Leandro, que no la puede ver más en ese estado, ya que ella le dijo que se decidiera a tenerla sumado a que está encima de él besándolo, decide por fin tocarla y hacer lo que le pide. Ella lo acepta ya en el borde del desmayo y le es muy visible lo desesperada que estaba porque sentía que debía hacerlo en ese momento o perdería la conciencia. Agarrándolo fuertemente de las solapas de la camisa a medio desprender, lo atrae hacia ella y ambos caen sobre la cama, ella lo besa con tanta pasión que él no pudo serle indiferente, su cuerpo reaccionó rápido cuando él tocó su piel tersa y lisa de su espalda, era como un terciopelo. Ella abre las piernas, las enlaza detrás de él y lo atre, instintivamente él empieza a rozarla mientras se besan.
Anastasia~
-Leandro, por favor apúrate, no lo aguanto... Solo hazlo... ya me está doliendo aquí... (le desprende el cinturón)
Él se levanta y Anastasia se saca la ropa que le quedaba dejando ver un escultural cuerpo bien cuidado. Ella siempre estaba lista para cuando ésto pasara.
Él le sigue el ritmo, se quita la ropa y ve como reacciona con diferentes estímulos como besos, caricias, o solamente respirando cerca de su cuello. Anastasia sentía el olor particular de un perfume que él usaba a diario, se sentía en él y en la habitación. Le daba no solo seguridad sino que recordaba las veces en que ellos se besaban y rozaban tan seductoramente entre ellos que les hacía perder la cabeza unos minutos, pero que no llegaban nunca por una cosa o por otra a lograr su anhelado sueño de cada noche desde aquel día en la estancia para amarse sin un límite.
Leandro~
-¿Qué sientes si te toco aquí?
Era muy habilidoso de las manos, Anastasia lo alcanzó en pocos minutos. Era todo nuevo, él no sabía si estaba bien, ella solo temblaba. En ese momento le dio curiosidad le levantó las piernas y entró para ver su reacción, se dio cuenta de que ella ahora era diferente que con las manos, también su reacción fue más profunda, no se contuvo en hacerle saber ésto ni en buscar más.
Después de incontables veces, besos, de verse entre ellos en distintos puntos de vista y varias horas después, ya sudados y exhaustos. Descansan abrazados y felices porque liberaron mucha tensión que había entre ellos desde hace tiempo. Leandro estaba más contento que de costumbre, debido a esto y el cansancio, se durmió fácilmente. Anastasia logró bajar el efecto de los afrodisíacos por lo que también pudo dormir bien.
Se despierta a las 2 hs con un terrible dolor de cabeza debido a la droga administrada, ve su ropa en el suelo, desconcertada y desorientada por estar desnuda, en una habitación distinta, ve unas manchitas de sangre y tiene un leve dolor no muy diferente de los de cada mes, pero de menos intensidad... Ve a Leandro a su lado descansando tranquilamente por lo que se calma por el momento, logra ver el porqué tantas chicas quieren estar con él y lo persiguen cuando van al instituto, quizá era algo que ella no veía, lo cree increíble que él solo tiene ojos para ella desde hace tanto tiempo, él se veía como un Dios griego con los músculos esculpidos lo justo para verse bien, con el pelo suelto un poco despeinado, era hermoso en todo sentido, personalidad, valores, físico y era solamente para ella, era difícil de creer.
Decide ducharse y esperarlo en la sala de estar, las sirvientes le preguntaron si deseaba comer y tomar algo, les pidió té verde, agua mineral, frutas picadas y unas tostadas. Una de las sirvientes le preguntó si necesitaría algún artículo de farmacia o higiene, la princesa sonriente, agradeció su preocupación, ella tomaba anticonceptivos y aunque por los días que ella contaba debería estar ovulando, no considera que pase nada, desde hace unos años las debe tomar para curar un par de enfermedades comunes, ella llevaba siempre consigo en su bolso, ropa interior de repuesto y artículos íntimos, esto le enseñó Alfonsina para que fuera precavida, nunca se sabe cuándo se puede tener un accidente o necesitar algo relacionado.
Una hora después, baja Leandro rápido por la escalera, estaba muy nervioso, pero a mitad del camino ve a Anastasia tomando algo muy tranquila, mirando por la ventana. La ama de llaves a cargo habló con él y se tranquilizó. Sube, se ducha, cambia su ropa y baja a conversar con su prometida.
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Updated 103 Episodes
Comments
Fanny mend
pero si pues está medio chusca la novela
2022-09-22
1
Ness Newton
Este pibe más estúpido no podía ser
2022-09-04
0