Un líquido viscoso se sentía por toda su cara y manos era caliente y espeso, sus ojos se abrían lentamente, su cuerpo le dolía demasiado; al levantarse poco a poco escucho distintas voces por todos lados sin embargo no volteo buscando nada pues lo único que tenía que ver estaba frente a ella, una pila de cadáveres Por doquier y la sangre de muchos de ellos estaban cubriendo su desnudo cuerpo, no había explicación alguna no podía imaginar que es lo que había sucedido, pero estaba demasiado asustada aún que eso no le impidió alegrarse de que la boda que ella tanto deseaba cancelar había llegado su fin no había nada que la atara pero tras ello sentía un gran pesar, no por su familia ni Marcelo si no por ella misma.
Un guardia real grito "hay una sobreviviente", todos sorprendidos corrieron a un la escena para presenciar un acto de crueldad pura, el cuerpo de Leila estaba lleno de heridos en sus piernas, abdomen, brazos y espalda, mientras veían la escena una hombre se acerca para darle un mantel para que se cubriera y sin pensarlo mucho la arrestaron por ser sospechosa de complicidad de tal masacre, mas de quince familias nobles murieron en el acto entre ellos condes, duques, marqueses, vizcondes y sus respectivas familia; nadie podía creer lo que estaban viendo una sola persona quedó viva y todos se preguntaban por qué, si había Sido para destruir a ambas familias por qué solo ella quedó viva. Un guardia entro por las puertas del salón muy agitado e informo:
— Todos en la mansión Walker están muertos incluyendo al duque.
— No se supone que el duque esté en está mansión, se supone que fue la fiesta de compromiso de su hija.
— Eso no es todo señor todo el oro ha desaparecido, el de el ala principal y el del sótano, incluyendo las joyas de la mansión.
— Todo fue robado, no hay nada.
— No, ni un solo gramo de plata o cobre
— Es demasiado sospechoso que todo haya desaparecido y la única viva se la hija de los Walker, soldado vaya a revisar el oro de la familia Harper y ustedes arresten a la chica y denle algo mejor para taparse.
Absolutamente todos corrieron a tomar las órdenes del capitán, mientras ellos platicaba Leila recorrió con su mirada todo el salón el acto había sido espantoso, su madre estaba tirada junto a la mesa de postres que estaba demasiado lejos de la pista de baile, Marcelo estaba junta a ella, el marqués Harper y su esposa es estaban juntos y a un sosteniedo sus manos, al ver eso se preguntaba por qué ella era la única que estaba viva, pero si lo pensaba detenidamente ya estaba destinado a pasar, la plática que había tenido en el estudio de su papá, las lágrimas de su madre, todo tenía sentido si lo veía desde esa perspectiva; lo que no estaba destinado a un pasar seguramente caería en desgracia prueba de eso era la situación en un la que se encontraba; el guardia regresó para informar:
— Todo el tesoro de la familia Harper está intacto no falta nada.
— Como sabes que no falta nada acaso eres un Harper.
— No señor pero encontramos a otro sobreviene en la mansión parece ser la el padre del tesorero y reconoció todo lo que había en la mansión según el no falta nada.
— Tráiganme a ese señor ahora mismo.
— Ya lo traen señor es el que viene entrando.
Llevaron al señor que era demasiado anciano, su vejez apenas le permitía moverse pero incluso así lo hicieron caminar tan rápido como ellos, sin medir sus palabras y culpando a ambos el oficial pregunto:
— ¿ Que fue lo que pasó acaso ambos conspiraron para matarlos a todos.
— Señor de que habla es solo un anciano y yo solo una mujer acaso cree que ambos con nuestra fuerza limitada podríamos haber matado a todos en la mansión sabiendo que Marcelo y su padre eran veteranos de guerra.
— Acaso te pedí que hablaras eres demasiado insolente para ser una noble, tus padres jamás te enseñaron a no meterte en conversaciones ajenas o es que acaso ellos también se metían en n dónde no los llamaban.
— Mis padres fueron grandes señores y no permitiré que lastime su memoria lnsultandolos de esa manera no tiene respeto por los muertos o es que acaso sus padres no le enseñaron a tener respeto por sus superiores.
— Podrán ser mi si superiores pero ahora están muertos lo único lo que queda de ellos es su frío y muerto cuerpo. dijo lo mientras sostenía con fuerza e la brazo de Leila.
— Suelte mi brazo sabe que perderá la mano por tocar el cuerpo de una mujer noble.
— ¿Una mujer noble?. Dijo mientras reía. Lo único que yo veo es una sucia asesina y serás juzgada ante el rey.
— No tiene pruebas de que ambos hayamos matado a todos por lo tanto es una acusación sin fundamento.
— Debería llevarlos a los dos para un juicio.
— Me niego a ir a ese juicio tengo derechos, mi padre era amigo del rey, era su consejero.
— Tu misma lo has dicho tu padre lo era, ya no tienes poder sin el...... soldado llévate a esta zorra y al anciano de mi vista y asegúrate de que el capitán la lleve ante el rey.
Tomaron a Leila con brusquedad y la sacaron salvajemente del salón mientras ella luchaba para que el mantel no se callera y descubriera su cuerpo. Al ser acusada de asesinato era probable que la matarán enseguida por eso los guardias no se tomaron la molestia de tratarla con suavidad apresar de su origen, incluso hicieron que caminara descalza por al fango y excremento atada de manos siendo jalada por un hombre a caballo, el caso del anciano era peor aún lo llevaban tan rápido como podían y cuando caía lo arrastraban como un animal los actos de aquellos hombres fueron presenciados por toda la ciudad pero nadie se atrevía a ayudarles incluso había algunos que se reían de Leila, pues si vida de lujos había acabado ya no tenía ni padre, ni madre, solo tenía a su hermano pero que podría hacer el si estaba demasiado a lejos para el rey y lo que quedaba de familias nobles era la oportunidad perfecta para robar todo lo que tenían, su dinero, su prestigió, mansión, incluso el apellido, el destino de Leila era morir o eso es lo que ella pensaba, no sabía que el castigo que le esperaba era incluso peor que la muerte.
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