Capítulo 5
Clases.
Amada por unos y odiada por muchos; si me lo preguntan a mi, en general soy un termino medio ya que, si tengo una buena mañana presto atención a toda la clase pero si sucede algo estaré distraído en cada minuto que pase.
En este preciso momento una mosca se me hace más interesante.
Si no hubiera sido por Zoey estuviera a la perfección. Con tan sólo recordarla hace que una punzada en mi pecho se presente y mis manos comiencen a sudar.
"Escucha se que no terminamos en los mejores terminos pero podemos intentar ser amigos"
Amigos...
Lo menos que quiero es estar cerca de ella, todo el daño que me hizo no se reparan con palabras y sonrisas vacías. Hay veces en las que me pregunto ¿Cuanto daño puede hacer el ser humano? ¿Acaso la maldad tiene límites? Lamentablemente la gente en esta generación se preocupa más de lo que tienes en la cartera que lo que tienes en el corazón.
Bostezo y hago mover un poco mi cuello.
Duele.
No vuelvo a dormir en mi escritorio es sumamente incómodo y además desperté con la cara toda babeada. Escucho que el profesor deja la tarea y poco a poco se va desocupando el aula.
Y ¿si...?
No.
Blake Müller, solo has saltado las clases por estar enfermo no por estar aburrido.
Aunque...
¡No!
Pero si me salto las clases ¿Que haré? El único amigo que tengo es Jean y conocidas son muy pocos. Una chica pasa al lado mio y se le cae un bolígrafo por accidente.
—Oye se te cayó — Lo recojo y le tocó el hombro—Toma.
–Muchas gracias, es el tercero en esta semana - Ella me mira y noto su cabello castaño.
Cabello castaño...
Neivel.
Sonrió y me regreso para guardar mis cosas y salir de la universidad lo más rápido que puedo.
A perderme en el bosque ahí voy.
15 minutos más tarde. Efectivamente se perdió de nuevo.
Y ¡¿El río?!
¡Ese era mi punto de referencia! ¡Maldita sea!
Lo único que puedo ver son árboles con una ligera capa de nieve, mis pies se hunden en la misma y doy zancadas para poder avanzar. Neivel se un ángel y aparece ahora.
Como si el mundo estuviera de mi lado hoy, siento como algo golpea mi espalda haciendome doler, volteo mi cuerpo, alerta por si es un animal.
–Por aquí — Mis ojos conectan con los suyos —Hola Blake.
Que aun se sepa mi nombre hace que mi pecho se llene de alegría.
—Hola Neivel – Sale completamente ya que estaba detrás de un árbol.
—Creí que no volverías — La melancolía en su voz es notoria.
—Solo pasó un día — Suelto una risita pequeña.
—¿Solo un día? — Arruga sus cejas — Vaya, lo sentí más pero bueno ¿para que volviste?
—Pará ver las flores Neivel — Ruedo los ojos.
—Pero ¿Como las verás si hay...?
–Olvidalo — La interrumpo — La razón es que queria verte.
—¿Qué? — Parpadea sorprendida.
—Aja, como lo escuchas, quiero saber mas de ti, de donde vienes, porque estás aquí etc.
—Mmm bueno... — Juega con la cinta de su capa –Yo... También e tenido curiosidad sobre... – Alzó una ceja — Los hombres — Sonrió.
—¡Perfecto! Entonces saciemos nuestra curiosidad en un lugar cálido y cómodo.
—Y ¿Dónde sería ese lugar?
—Podría ser en mi casa, te daré una manta y una taza de chocolate.
—¿Cho... Chocolate? — En sus ojos puedo ver esa chispa que tanto quería ver. Asiento — Pero para eso tendría que salir del bosque.
–Eso es correcto — Su rostro ahora demuestra desconfianza — Vamos confía en mí, no te dejaré sola.
—¿Lo prometes? – Extiende su dedo meñique.
—Lo prometo — Entrelazo mi dedo con el de ella en signo de promesa.
Su mirada nunca se despega de la mía, solo somos Neivel y yo, haciendo una promesa en medio del bosque. En sus ojos puedo ver la alegría de una niña pequeña, es demasiado tierna.
—¿Nos vamos? — Asiente y agarrando su mano completo.
Sus dedos están por completo fríos. Nesecitamos llegar a casa rápido.
8 minutos después.
–Blake ¿Estas seguro por donde estamos yendo?
—¿Desconfias de mi ingeniosa memoria? — Pregunto algo ofendido.
—No, pero ya vi esa roca... 1....2....— Cuenta con sus dedos sin soltar mi mano – 3 veces — Me muestra.
Suspiro rendido.
—Puede ser que estemos algo perdidos pero no olvides que dije algo.
—Ok, dejame arreglar este problema — Se acerca a mi y empieza a olfatear mi pecho.
¿Mi corazón? Mi corazón late como loco dentro de mi pecho.
–¿Tienes problemas en tu pum pum? – Frunzo el seño — Aquí — Su mano toca mi pecho donde esta mi corazón.
Creo que el punto de "Quedar avergonzado frente a una chica" hay que tacharlo.
—Es... Es... Es por el frío —¡Gran excusa Blake!
—Oh entonces solo hay que calentarlo — Sonríe con inocencia. Sigue olfateando — Listo.
—Listo ¿Que? — No responde mi pregunta solo empieza a avanzar como si nada — Neivel...
—Tranquilo, lo tengo todo controlado, confía en mi.
—Si tu lo dices... — ¿Que estará tramando? Solo me olfateo y ya.
Miro nuestras manos entrelazadas y sonrió, su mano es tan pequeña y delicada que si doy un apretón se quebraria. Subo mi mirada y me encuentro con su larga capa roja que es tapada por su cabello algo ondulado y con puntas abiertas.
—Blake creo que hay un problema –Sacudo mi cabeza dejandola de analizar.
—¿Que pasa?
–Una cosa grande y algo alta nos detiene — Dijo mi mirada al frente y me sorprendo al ver la cerca.
—En general no, es la salida.
—¿Enserio? — Asiento.
—Bueno, entonces ¿Que esperamos? — Me adelanto pero ella no avanza — ¿Neivel?
—Y ¿Si no encajo? — Su pregunta me deja desconcertado pero me acerco para agarrar su barbilla.
—Hey, te prometí que estaría contigo pase lo que pase y si no encajas... Son ellos los equivocados — En su rostro puedo ver el visible sonrojo que tiene. Abre su boca para decir algo pero me adelanto — Vamos, ya aceptaste ahora no hay vuelta atrás.
Salto la cerca y ella con algo de inseguridad lo hace, vuelvo a agarrar su mano y la guió hacia mí casa. Es increíble que con tan solo olerme ya supiera el camino, es como si fuera un sabueso. Por el rabillo de mi ojo noto que Neivel esta inquieta mirando a todos lados.
—Bien, llegamos a mi humilde hogar, ahora entremos — La jalo hacia la entrada y abro la puerta.
—Wuau, que grande — Dice mirando a todos lados.
—Si, nos la dio mi abuelo como herencia, al menos — Me giro quedando frente a frente — Bien tu te puedes sentar allá — Señaló los sofás — Mientras que yo puedo ir buscando la manta y haciendo el chocolate.
—Esta bien.
Ella hace caso a lo que digo y yo subo a mi habitación para dejar mi mochila y agarrar mi cobija, al bajar Neivel esta sumamente quieta y algo tensa; sin decir nada le dejo mi cobija alrededor de sus hombros, ella se asusta pero al mirarme se relaja.
—Se siente cómoda — Inconscientemente ella se acuesta en el sofá y se acurruca pero en un movimiento rápido se sienta de nuevo — ¡Lo siento! Me dijiste que me sentara y me acosté, lo siento mucho — Me mira con preocupación.
—Hey, tranquila, te puedes acostar o sentar como tu te sientas cómoda — La empujó suavemente para que se acueste.
Sonrió y me dirijo a la cocina para poner a calentar la leche a llama baja. Cuando ya hago eso le pongo el chocolate en polvo y un poco de azúcar, dejo que se caliente un poco más mientras lo revuelvo con una cuchara y ya esta. Vierto el liquido en dos tazas y regresó a la sala.
—Tomalo con cuidado que está caliente — Se lo entrego y rápidamente le da un sorbo pero al hacerlo se quema y saca la lengua — Te dije que estaba caliente necia.
—Quema.... Quema... — Habla con la lengua entre sus labios.
Niego con la cabeza. Me acerco a ella y le empiezo a soplar la boca para que le baje el calor.
—Y ya esta, ¿Ya no te arde? — Niega — Perfecto, entonces... — Paro de hablar cuando veo que estamos a escasos centímetros.
Siento su respiración choca contra la mía, sus ojos verdes teniendo esa conexión con los míos. Es como en el bosque, nada se escucha, nada se siente. Me acerco un poco más a ella, sus labios rosando los míos.
—Creo que mi lengua está mejor — Susurra.
Me remojo mis labios y su mirada va hacia ellos, noto como se estremece.
Besala.
Es el único pensamiento que tengo en la cabeza, acercó más a ella para hacer lo que tanto anhela mi cabeza.
—Uff estuvo la mañana dura, me duele el cuerpo — Escucho a mi mamá y me separó de Neivel.
Rápidamente me siento en el sofá lejos de ella. Mierda ¿Qué carajos iba a hacer? ¿Besarla? ¿Porque? Apenas nos hemos visto una vez ¡Una vez!
Suspiro.
De Guatemala a Guatepeor Blake.
—... Y encima...oh — Mi mamá se detiene me mira y luego a Neivel — Blake ¿Qué haces aquí? Y con una señorita, se supone que tienes que estar en la Universidad.
—Emm si.... Se cancelaron las clases — Ella sube una ceja — Después te cuento.
Mi mamá no es tonta sabe que algo pasa.
—Blake ¿Dónde quedaron tus modales? ¿Quién es esta linda señorita que trajiste a casa? — Neivel se voltea y la mira.
—¡Una de mi especie! ¡Y está vez tiene bolitas como yo! — Ella se queda confundida.
Antes de que yo diga algo, Neivel corre hacia dónde mi mamá y la abraza, está lo acepta extrañada.
—Wuau, es super hermosa — Ella agarra la cara de mi mamá entre sus manos.
—Gracias — Sonríe — Blake, cocina, charla, ahora.
Cómo un niño bueno hago lo que dice y me dirijo a la cocina, oigo como mi mamá le dice "Espera aquí linda ya regreso". Ella entra y alza una ceja esperando que le dé una explicación.
—Es algo difícil de explicar....
—Blake Müller tienes 5 minutos para explicar cómo encontraste a esa chica, porque la trajiste aquí y porque tiene una capa como la caperucita roja y estas desperdiciando tiempo.
—¿Te acuerdas que antes de ayer fui al bosque? — Asiente — Bueno cuando llegue la encontré, me dijo que no sabía que existían los hombres y que era yo el primero que veía lo cual me extraño mucho y por eso la traje a casa para buscar respuesta porque tu sabes que soy muy curioso y nunca me quiero quedar con la duda y... — Doy un respiro — Eso.
Dije todo lo mas rápido que pude, nose si me entendió pero lo que sí se es que omití un montón de cosas desde que la conseguí desnuda hasta que se comió un animal a carne viva.
—Blake, te dejo hacer con esa chica lo que sea pero lo que sí te pido es que tengas cuidado.
–¿Porqué lo dices?
–En el momento en que me abrazo... Su aura... La sentí extraña — Noto como su piel se eriza — Era pesada, como si estuviera ocultando algo muy grande.
Abro mi boca para decir algo al respecto pero mis palabras quedan a medias por el sonido de algo rompiéndose, miro alarmado a mi mamá y a paso rápido vamos a la sala, vemos un jarron roto y a Neivel asustada
—¡Fue un accidente! ¡Lo siento mucho! — Su respiración está agitada y las lágrimas están apunto de salirse.
—Neivel, tranquila fue un accidente — Me acerco lento a ella pero retrocede.
—¡No! ¡Por favor! ¡No quiero que me peguen! ¡Lo siento mucho! — Se agacha y se hace bola.
Iba a acercarme más pero la mano de mi mamá me detiene.
—Yo me encargo – Me susurra, con cuidado se dirige hacia ella y se pone a su altura — Hey, mi niña, tranquila.
—Por favor, no me peguen — Levanta su cabeza y deja sus lágrimas caer.
—No te vamos a pegar, ven aquí — La abraza — Fue un accidente como dijo Blake – Ella enreda sus brazo en mi mamá y se oculta en pecho — Todo estará bien, estoy aquí — Acaricia su espalda.
Mi mamá gira su cabeza para verme y me mira con la cara de "¿Ves? Te lo dije".
Neivel carga en sus hombros algo muy pesado.
...****************...
...Continuará ...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 32 Episodes
Comments