Capítulo 4

Capítulo 4

Abro la puerta de mi habitación y caigo rendido en mi cama. Fue un día cansado, me dejaron tarea a montón y tuve que regresar a casa caminando porque Jean le surgió algo y tuvo que devolverse antes. Suspiro y me quito la mochila para que se delisce hacia el suelo.

Tengo hambre.

Maldición, cuando estoy en una posición cómoda me dan ganas de comer ¡Gracias mundo! Hoy parece que estuviste de mi lado. No me levantaré, dormiré un rato y después me pondré a hacer tarea; cierro los ojos dispuesto a hacerlo pero suena mi celular dando a entender que me llego un mensaje, lo agarro para ver quien es.

Mama: Blake Müller si no comes te juro que duermes en el patio mañana en la noche.

Pongo una cara de horror ¿Como sabe que no e comido? ¿Instito de madre? ¿Práctica brujería? Creo que me voy por la segunda opción. Lentamente me levanto y salgo para ir a la cocina, en todo el transcurso arrastró mis pies como un zombie. Abro la nevera y sacó la bandeja que contiene papas y pollo frito, la meto en el microondas poniendo un minuto, mientras da vueltas me siento en una butaca y me recuesto en el mesón.

Neivel.

Ah nononono.

Ya pensé en ella todo el día lo que quiero ahora es comer, por obligación de mi mamá, hacer mi tarea, que no se como la terminaré, y dormir, si es que no me distraigo con algo.

El sonido del microondas hace que me levante de golpe y la saque inconscientemente lo que ocasiona que me queme la mano y rápidamente la suelte, dejandola en el meson, voy al grifo y lo abro para que se calme el ardor.

—Estoy cansado, quiero dormir — Murmuró. cierro y me seco la mano con mi pantalón.

Procedo a buscar la salsa de tomate y la mayonesa para ponerle a mi cena.

Neivel.

—¡Oh Fuck! ¡Quiero cenar en paz! ¡Dios! — Irritado le pongo las salsas y me siento a comer.

1 hora más tarde.

Bostezo y pongo la última oración para terminar mi tarea ¡Al fin! Creí que nunca lo haría; Cierro mi cuaderno y lo guardo con mis bolígrafos. Quiero hacer algo, pero no sé qué es, tuerzo mis labios ¿Porque no empiezo con....?

Me acomodo en mi escritorio y abro mi computadora, cuando ya estoy en gloogle, se me viene una pregunta a la cabeza.

—¿Por dónde empiezo? Se supone que investigaria sobre una linda chica en el bosque y ahora... — Me recargo en silla frustrado.

Me pongo recto y empiezo a buscar las desapariciones de cada año, no encuentro ningún parecido. Algo que en ella destacaba....

¡Su capa roja!

"Chica de capa roja desaparecida"

Los únicos resultados que me salen es sobre la película "La chica de la capa roja" sigo bajando y por accidente entro a una página, intento salirme pero ya esta cargando ahora me toca esperar, cuando ya esta completa observó el título "Caperucita roja" ¿Que tiene que ver eso con lo que busco? Por curiosidad empiezo a leer.

Es algo raro, hay cosas que coinciden de la historia en todo esto, tienen una capa roja, el lobo quería comer a la niña y ella comió a un animal. Niego con la cabeza, ahora falta que el lobo es Neivel y que en realidad se comió a su familia ¡Es completamente ridículo! Caperucita Roja es una historia infantil que tiene como moraleja en no confiar a los desconocidos, así que me salgo de la página y busco una película para distraerme, fue mucho por esta noche.

Varias horas más tarde.

—Blake, Blake despierta, Blake hijo — abro un poco los ojos y reconozco a mi mamá.

—¿No dijiste que no ibas a venir? — Murmuró para voltear mi cabeza a otro lado.

—Si Blake, dije que no iba llegar temprano.

—Y ¿Que haces aquí?

—Blake son las 7 de la mañana — Abro los ojos rápidamente y me levanto.

En el momento en que lo hago de mi boca sale un quejido de dolor por mi espalda y cuello.

—Mierda...

—¡Blake!

—¡Oh vamos madre! ¡Tu también fuiste joven! — Expresó y me ganó un buen manotazo — ¡Au!

— Era joven pero con una boca limpia y ademas — Me mira de arriba a abajo — Era hermosa y elegante, pobre, pero elegante.

Sale de mi habitación con una caminata de modelo, aveces pienso que mi mamá en su vida pasada era un total diva. Limpio mi baba y me levanto con cuidado de la silla quitandome mis lentes, para agarrar una toalla y salir al baño. Hoy no podré ir donde Neivel, quería ver de nuevo esa cara inocente pero apagada.

Esos lindos ojos no los saco de mi cabeza en ningún momento.

Suspiro ya rendido al entrar al baño, miro mi reflejo y ¡Maldición! Estoy destruido, la Universidad es un verdadero infierno; frunzo mis labios y me quito la ropa rápido para darme una ducha fugaz.

15 minutos más tarde.

—¡Adiós Ma! ¡Comeré algo en el camino! — Antes de que me diga algo al respecto cierro la puerta.

Pongo mis manos en mis bolsillos y camino con cuidado para no resbalarme con la nieve. Entro a la camioneta de Jean y nos saludamos mientras el arranca.

—Oye ¿puedes parar en una cafetería? Es que no desayune — Escucho que suspira.

—Esta bien, cuando cambie el semaforo daré la vuelta a la esquina para que te compres algo.

—¿No me vas a invitar? — Pregunto, juntando mis manos y cerrando y abriendo mis ojos rápidamente.

—No — Dice serio sin mirarme.

—Aveces deberías ser más cariñoso — Entrecierro mis ojos.

—Entonces ¿Que te debería decir? "Oh mi querido Blake, no tengo dinero ahora para poderte comprar ese café que tanto quieres" — Lo dice con una voz algo chillona — No ¿Verdad? Así que calla y bajate para que te compres lo tuyo — Y ahí va, ese frío corazón de piedra.

—Como diga general — Salgo del auto pero antes de cerrar digo — Además, no me iba a comprar un café, pedazo de hielo — Me mira mal y eso ya es una advertencia de que me vaya.

Entro a la cafetería y siento el calefactor calentandome poco a poco, mientras hago la fila limpio mis lentes con mi pañuelo y me los vuelvo a poner.

—Siga — Escucho que hablan y avanzó — Bienvenido a nuestra cafetería ¿Que quiere ordenar?

—Buenos días, me da un sandwich de pollo y una chocolatada caliente, por favor.

—Enseguida, solo deme un minuto para ir calentando la chocolatada ¿vale? — Asiento.

Desaparece y yo me quedo observando el lugar, no hay mucha gente, solo hay algunas personas hablando entre ellas, viendo su celular, el periódico o simplemente disfrutando la cafeína. Me doy un pequeño masaje en mi cuello, de verdad me duele.

—¿Blake? — Levantó la mirada — Pensé que no volvería a verte.

Cuando encuentro a la persona proveniente de la voz quedó perplejo.

—¿Zoey?

—En cuerpo y alma querido — Dice sonriente.

Trago saliva y siento que me empieza a sudar las manos.

—¿Có... Como estas? — Me siento incomodo al preguntar.

—Pues siempre e estado bien ¿Y tu?

—Emm....Bueno.... Yo... Yo — Carajo, no puedo formular una oración.

Zoey nota mi nerviosismo así que intenta tomar el control de la situación.

—Escucha se que no terminamos en los mejores terminos pero podemos intentar ser amigos.

—Creo... Que aún no me siento mentalmente preparado para eso — Trato de no mirarla tanto ya que sino me pondré sensible.

—Vamos ya a pasado mucho tiempo desde que paso lo que pasó — Intenta acercarse pero yo retrocedo.

—Dije que no — Aprieta lo labios.

—Entiendo — Ella vuelve a su lugar — Y ¿seguiste en la Universidad?

—Si, en la carrera que justamente me dijiste que era una pérdida de tiempo — Cada palabra la digo con mucha amargura.

—Vaya, que bien por ti — Esta incomoda — ¿Quieres salir a algún...?

—Aqui esta su pedido, serían tres dólares con cincuenta centavos — La chica de la registradora regresa y yo agarro mi comida rápido y dejó un billete de cinco dolares.

—Quédese con el cambio — Salgo lo más rápido que puedo sin mirar a nadie.

Vuelvo a montarme en el auto de Jean.

—Conduce.

—En primera no soy tu... — Lo interrumpo.

—¡Conduce por favor! — Alzó un poco la voz.

Carraspea su garganta.

—Esta bien — Enciende el motor.

No la quiero en mi vida nunca más y menos con lo que me hizo sentir. Jean parece entender que sucedió algo delicado y no dice ni una palabra, mientras que yo solo me como mi comida. El parquea su auto y suspira.

—Escucha, no se que pasó ahí pero... — Hace un ruido con su garganta como si le costará decirlo — Me tienes a mi para hablar y desahogarte — Me rio un poco.

—Vaya, vaya, malévolo cucarachon se nos puso sentimental.

—Callate y desahogate de una vez si no quieres ganarte un buen...

—Zoey regreso — Se queda callado — Si, lose, sin palabras.

—¿Que fue lo que te dijo?

—Queria ser mi amiga y que nos volviéramos cercanos — Trago mi saliva y remojo mis labios.

De su garganta sale una risa irónica.

—Que se vaya bien al infierno — Y sin más sale del auto.

—¡La idea era que me desahogue! ¡No que te vayas a las primeras 10 palabras! — Le grito desde el asiento pero el me ignora — En definitiva nesecito buscarme amigos normales — Niego lentamente con la cabeza y salgo del auto — ¡Oye! ¡Esperame!

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...Continuara...

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