Capítulo IV

Al llegar al hospital todos estaban muy preocupados en la sala de espera, el papá de Carolina no estaba nada bien, su condición había empeorado y los médicos no tenían mucho que hacer.

-Mamá, tía, cómo sigue papá- dice Carolina entrando a toda prisa.

-No nos han dicho nada hija, tu dónde estabas, estuve marcando a tu celular pero no contestabas-

-Lo siento mamá, yo…-

-Ella estaba conmigo- dice Manuel- fuimos a caminar un poco para tomar aire, lo siento nunca pensé que la salud de don Rodrigo estuviera tan delicada, lo siento mucho-

-No te disculpes Manuel, por eso fue que no pudo bajar a acompañarnos a la cena, no se sentía muy bien desde la mañana, pero no pensamos que fuese tan delicado-

Todos se quedaron en la sala de espera, Carolina no entendía porque Manuel no le había dicho la verdad a su mamá de lo que ella había intentado hacer, pasaron varias horas y los médicos no daban noticias de la salud de Rodrigo.

-Creo que deberíamos averiguar cómo está mi padre, ya han pasado muchas horas y no nos han informado nada- dice Carolina

-Tenemos que ser pacientes mi niña, le responde su tía Ana.

Manuel se levanta de la silla mira a su padre y le dice:

-Yo creo que ya nos debemos ir papá, estar acá no es bueno para tu salud-

-Está bien hijo vamos, nos vemos pronto estaremos pendientes de la salud de Rodrigo si necesitan algo no duden en llamarnos-

-Muchas gracias a ambos por todo lo que han hecho por nosotros- dice Lucrecia.

-Espera Manuel, creo que tenemos que hablar- dice Carolina.

-Lo sé, pero es mejor hacerlo en otra oportunidad, esperemos a que tu padre mejore, hasta pronto señoras, no duden en llamar si necesitan algo- dijo Manuel observando a Lucrecia y a Ana.

Minutos después que Manuel y su padre salieran del hospital el médico sale a dar noticias del estado de salud de Rodrigo.

-Señora Lucrecia, no le tengo muy buenas noticias, intentamos reanimar al paciente en varias ocasiones pero su corazón no soporto el último infarto, lo siento mucho-

-No mi esposo no, no puede ser, no me digas esto por favor él no- dice llorando -

-Papá no mi papá no, él no,yo lo necesito, perdóname papá, perdóname por ser tan mala hija- dice Carolina abrazada a su tía Ana.

Ese momento fue muy triste para la familia San Clemente, nadie se imaginó que el tratamiento no estuviese dando resultados, Lucrecia no sabía qué hacer, sin su esposo en casa y en la empresa no sabía cómo sacar a sus hijos adelante.

Carolina no paraba de llorar, perder a su padre fue el golpe más duro que había recibido en la vida, además se sentía muy mal por intentar escapar, por pensar solo en su felicidad, ahora estaba muy consciente de que el futuro de su familia estaba en sus manos.

Carolina…

Ahora sí lo perdí todo, mi padre, mi novio, hasta mi prometido, aunque siendo sincera este último es el que me ha ayudado en estos momentos que más lo necesito, apenas lo conocí pero siento que es una buena persona, la verdad no merezco que me ayude, mi familia no merece un hombre como él.

En casa de Manuel…

Después de salir del hospital llegaron a casa muy agotados, Antonio se sienta en la sala y le pregunta a su hijo:

-Qué impresión te dio tu futura esposa hijo-

-Papá no me voy a casar con ella, es muy hermosa pero está enamorada de otro hombre-

-Como sabes eso hijo- pregunto muy asombrado.

-Cuando estábamos en la cena, note que estaba muy rara y distraída, un rato después dijo que saldría al jardín a tomar un poco de aire y la seguí, se fue para una estación de trenes antigua y allí la esperaba un joven, estaban apunto de escapar, cuando llamaste a avisar que Rodrígo estaba mal, fue ahí donde la detuve y ella aceptó ir al hospital-

-Es muy grave todo lo que me cuentas Manuel, por qué no le dijiste la verdad a Lucrecia-

-Por prudencia papá, no quería agregar un problema más a esa familia, por eso te pido que ayudes a tu amigo pero por favor no me pidas que me case con ella, yo no quiero estar con una mujer que tenga en su corazón a otra persona, hasta mañana papá, si tienes cualquier noticia de Rodrigo me la

comunicas, buenas noches-

Manuel subió a su habitación, se puso su pijama y acostado en su cama empezó a pensar.

Ver a Carolina en la estación de tren besando a ese hombre fue muy difícil para mí, no entiendo muy bien porqué pero cuando la vi entrar a su casa imaginé en mi mente un futuro con ella, una familia, pero no eso es imposible, pensé que con el pasar de los meses y la convivencia tendríamos un buen matrimonio pero en el corazón no se manda y yo llegué tarde.

Un rato después se quedó dormido pero minutos después el celular comenzó a sonar…

📱

-Manuel, disculpa que llame a estas horas pero…- empieza a llorar-

-Que pasa Carolina, cómo sigue tu padre-

-Papá murió, y no se qué hacer por eso me atrevo a llamarte-

-Lo siento mucho, no te preocupes por nada yo me encargo de preparar todo, ve a casa con tu madre y tu tía yo les aviso cuando todo esté listo-

-Muchas gracias por todo Manuel, nos vemos pronto-

Manuel salió inmediatamente de su cama, se cambió de ropa y le avisó a su padre de la muerte de su amigo, luego se fue al hospital a hacerse cargo de llamar a los servicios funerarios.

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