Capítulo III

Carolina y Ana subieron a la habitación, aunque la idea de Carolina era escapar, ver a Manuel la había dejado un poco sorprendida.

-Que piensas mi niña- dice Ana mirando a Carolina-

-No sé tía, tú crees que está bien casarme con ese hombre-

-Pues hija, yo sé que las circunstancias no son las mejores, pero él está muy guapo, es de buena familia, joven y es todo un profesional-

-Estás intentando convencerme de algo tía-

-No mi amor, te estoy dando mi opinión acerca del joven, además, no puedes negar que guapo si está-

-No lo niego tía, pero yo estoy enamorada, y no es justo ni con él ni conmigo toda esta situación-

-Lo se mi niña, te voy a dejar un momento sola para que te organices, te esperamos en el comedor no tardes-

-Esta bien tía-

En ese momento Carolina aprovechó para guardar en una pequeña maleta algunos objetos personales y dinero que tenía ahorrado, eran las 8 de la noche y la hora para escapar estaba cerca, se puso un jean, una blusa blanca y unos tenis y bajó al comedor, escondiendo la maleta cerca a la entrada de la casa.

-Disculpen la demora - dice Carolina sentándose junto a su hermano-

-No te preocupes hija, disfruten de la cena- responde Lucrecia.

Todos empezaron a cenar, hablando de muchos temas, Manuel no podía apartar la vista de Carolina, quién estaba ida en sus pensamientos, así pasó el tiempo y había llegado el momento de escapar.

Carolina se levantó de la mesa con la excusa de ir al jardín a tomar un poco de aire, había llegado el momento de salir de su casa y encontrarse con el amor de su vida.

Al llegar a la puerta, buscó la maleta y miró su casa por última vez.

-Perdonenme por favor- dijo Carolina y salió llorando de la casa-

De lo que ella no se percató fue que Manuel se dio cuenta de su extraña actitud y decidió seguirla.

En la estación de trenes antigua…

Camilo ya esperaba a su amada en la estación de trenes, estaba desesperado porque ella no llegaba.

-Ya estoy aquí mi amor, es momento de irnos dice Carolina con una sonrisa-

-Creí que no vendrías, ya tenía miedo de perderte para siempre, le dice Camilo mientras la abraza y la besa, estás segura de que nadie te vió-

-Si amor, muy segura-

-Trajiste algo de dinero, yo no tengo nada-

-Si traje lo que tenía ahorrado, está en la maleta-

-Creo que ya nos podemos ir-

-Y a dónde vamos-

-Muy lejos donde tú familia no pueda encontrarnos-

-Esta bien amor, vamos-

Manuel observaba todo desde lejos, él no podía creer que su futura prometida estuviera dispuesta a escapar con otro hombre, eso lo decepcionó profundamente, estaba a punto de irse cuando el celular de Carolina empezó a sonar.

-Porque no botaste ese maldito teléfono- dice Camilo muy enojado-

-Lo siento, no me di cuenta que lo tenía en la maleta, ya lo voy a apagar-

Luego el celular de Manuel empezo a sonar, el lo contestó de inmediato para no ser descubierto..

-Qué pasa papá- está bien en un momento vamos para allá-

Manuel se acerca a la pareja que en esos momentos discutía y les dijo:

-Lamento arruinar sus planes pero creo que no te podrás ir esta noche Carolina-

Ella lo observaba sorprendida.

-Quien es este hombre Carolina, dijiste que nadie te había seguido-

-Yo soy Manuel Altamirano, el prometido de Carolina o ex prometido, un placer conocerle-

-Qué haces aquí Manuel Altamirano- dice Camilo muy enojado-

-Nada, solo observaba como escapaban, pero creo que eso no va a ser posible, Carolina tu padre se puso muy mal, acaban de llevarlo al hospital central, tienen que operarlo de emergencia, tu madre y tu tía preguntan por tí-

-No mi padre no, todo esto es mi culpa- dice Carolina llorando-

-Vamos al hospital tu familia te espera-

-Ella no va a ir a ningún lado contigo, entiendes- responde Camilo muy enojado-

-Eso es una decisión que ella tiene que tomar además si quieren después pueden escapar, que dices Carolina vamos-

Carolina no sabía qué hacer, dejar a Camilo era muy difícil para ella pero su padre era lo que ella más amaba en la.vida y no podía dejarlo solo en estos momentos.

-Si Manuel voy contigo al hospital, lo siento Camilo mi padre me necesita en estos momentos, perdoname por favor- le dice muy triste-

-Si te vas con ese tipo no me vuelves a ver Carolina te lo juro-

-Perdoname por favor, tengo que ir con mi papá-

-Esto me lo vas a pagar Carolina y tú también maldito, esto no se va a quedar así- gritó Camilo mientras observaba como Carolina y Manuel se alejaban-

El camino hacia el hospital fue muy incómodo, Carolina solo miraba por la ventana mientras Manuel conducía.

-No te preocupes por nada, mi padre y yo nos haremos cargo de los gastos del hospital de tu padre y les prestaremos el dinero que necesitan para salvar la empresa, no tienes que casarte conmigo, no puedo casarme con una mujer que está enamorada de otro-

-Lo siento mucho, la verdad no sé qué decir en estos momentos, mi padre está muy mal en el hospital y yo- no pudo seguir hablando y lloró desconsolada-

-No te preocupes por tu padre, él va a estar bien, yo me encargaré de que lo atiendan los mejores médicos del país, después debes enfrentar a tu familia, ellos merecen que les digas la verdad, y luego puedes irte con ese hombre-

-Porque haces todo esto, no entiendo, porque ayudas a mi familia si acabas de ver lo que iba a hacer-

-No lo sé, quizás por tu madre y tu hermano, además tu padre es el mejor amigo de mi padre, creo que esa es una razón suficiente-

-Muchas gracias Manuel, te pido que por el momento no le cuentes nada a mi mamá, yo misma lo haré-

-Como gustes-

El resto del camino al hospital transcurrió en completo silencio...

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