Capítulo II

En el parque…

-Amor no sabes la alegría que me da verte- se acerca a Carolina y la besa-

Carolina se aferra a Camilo y empieza a llorar.

-Que pasa mi vida, por qué lloras, por qué estás así mi amor-

-Camilo, perdoname mi amor pero ya no podemos seguir siendo novios-

-Que dices, pero por qué, acaso no me amas Carolina, estás enamorada de otro hombre-

-No es eso- le dice llorando- me tengo que casar con un hombre para salvar a mi familia-

-Estoy tiene que ser una broma, tu no me puedes hacer esto, como que otro hombre, de que tienes que salvar a tu familia-

-Mi padre está muy enfermó, su tratamiento es muy costoso y la empresa no está bien, hemos perdido muchos clientes y nos quedamos sin dinero, yo no puedo permitir que mi familia pase necesidades-

-Y nosotros que, nuestro amor que, nuestros sueños de estar juntos y tener una familia que, ya no te importa-

-Solo lo hago por mi padre, entiéndeme por favor, yo te amo pero ya no podemos estar juntos-

Camilo se acerca a ella y le acaricia el rostro.

-Por favor mi vida, no te alejes de mi, yo sin ti me muero, no nos hagas esto por favor, escápate conmigo, vámonos lejos, no pienses en ellos piensa en tu felicidad-

-Y mi padre, si me voy el se va a morir de tristeza-

-No pienses en eso, piensa en nuestra felicidad, está noche te espero en la estación de trenes antigua a las 9:00 pm, amor empecemos una vida juntos alejados de todos-

-Esta bien, es hora de pensar en mí, está noche nos vamos a empezar nuestra vida juntos-

Carolina se acerca y lo besa, y ambos se quedan un rato caminando por el parque.

En casa de Manuel...

-Papá yo creo que es muy exagerado eso de que tengo que casar para que ayudes a tu mejor amigo, hazlo sin ese compromiso de por medio, solo ayúdale-

-No Manuel, ya eres un hombre grande y tienes que sentar cabeza, a mi no me queda mucho tiempo en este mundo y quiero verte formar una familia, sé que con ella serás feliz, Carolina es una buena niña,muy decente y con un buen apellido-

-Papá como crees que me voy a casar con alguien que ni siquiera conozco, todo esto es una completa locura-

-No tienes opción, prepárate que está noche iremos a que conozcas a tu prometida-

Esto no está bien, no entiendo porque mi padre hace todo esto, ahora voy a tener que casarme con alguien que ni siquiera conozco, nunca he creído en el matrimonio, mi padre se ha casado dos veces desde que murió mamá y ambos matrimonios fueron un completo fracaso.

Ahora voy rumbo a casa de una completa desconocida que va a ser mi esposa, todo por complacer a mi padre.

En casa de Carolina…

- Manuel, Antonio, bienvenidos es un placer recibirlos en nuestra casa, pasen por favor-

-Muchas gracias Lucrecia- responde Antonio con una sonrisa- 

-Y tu Manuel realmente eres un hombre muy guapo que afortunada es mi hija al casarse contigo-

-Señora muchas gracias por su invitación, es un placer conocerla-

-El placer es todo nuestro, les presento a mi cuñada Ana y a mi hijo Andrés-

-Mucho gusto, bienvenidos- respondió Ana con una sonrisa-

-Tu eres el novio de Caro- dice Andrés acercándose a Manuel-

-Si campeón te gusta la idea- responde Manuel.

-Me gusta la idea, pareces un superhéroe, creo que vienes a salvar está familia- dice Andrés con una sonrisa-

-Creo que tú y yo vamos a ser grandes amigos- dice Manuel tocando la cabeza del niño.

Todos sonreían al ver la tierna escena de Manuel y el pequeño Andrés, en ese momento Carolina entra a la casa y todos se quedan observándola.

-Buenas noches a todos-

-Buenas noches- responden a coro.

-Hija que bueno que llegaste,mira te presento ellos son Antonio Altamirano y Manuel tu futuro esposo-

Carolina mira sonriente al señor Antonio, y le da la bienvenida, luego pasa a saludar a Manuel, le estira la mano y le dice:

-Es un placer conocerle señor Manuel-

Las manos de ambos se juntan y en ese momento sienten como una corriente eléctrica les llega a ambos.

-Es un placer conocerle Carolina, es usted una mujer muy hermosa- le responde Manuel sosteniendo su mano-

-Pero no se traten con tanta cortesía, ambos son jóvenes- dice Lucrecia- Ana acompaña a Carolina a cambiarse de ropa, pronto vamos a cenar-

-Esta bien Lucrecia, les pido un permiso, vamos mi niña- dice Ana tomando la mano de Carolina

Manuel…

Realmente es una mujer muy hermosa, tiene una sonrisa encantadora, esos ojos negros y su cabello castaño y ondulado, nunca en mi vida había visto una mujer tan hermosa, ahora creo que cumplir con la voluntad de mi padre no va a ser tan malo después de todo.

Lucrecia y los invitados pasaron a la sala de estar a esperar a Carolina para pasar al comedor.

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