Capitulo 1

Flashback

¿Se puede estar más feliz? Era tanta la felicidad que no me cabe en el cuerpo. Hoy después de 2 años de noviazgo por fin nos casaríamos y claro seguro se preguntarán quien es esta loca que parlotea tanto, mi nombre es Romina Salvatore tengo 22 años soy la hija de Gianna Fusco y Lorenzo Salvatore. Claro soy muy joven para casarme pero amo perdidamente a Fabio desde que lo ví me enamore por completo, estábamos hecho el uno para el otro, ambos estudiábamos finanzas y nuestro sueño era ser los CEO más importantes de Italia.

_¡Romina!_ llamo mi madre_¿Estás lista?_ pregunto entrando a la habitación.

_¡Lista y feliz!

_¡Estas hermosa!_ susurro con lágrimas en sus verdes ojos.

_No llores mamá_ dije abrazandola con ternura.

_¡Dios te bendiga y que seas muy feliz!

Fin del flashback

Y con esas palabras me había quedado, claro que he sido feliz me case con el hombre que amo, trabaje y me gane una beca, culmine mis estudios y me gradué con honores, también obtuve buenas recomendaciones para empresas prestigiosas pero, claro que siempre debe existir un pero, mi esposo estaba decidido a irse a Estados Unidos para tener mayor oportunidad de construir nuestra propia empresa.

_¡Romina!_ me llamo Fabio_ ¿Me estás escuchando?_ pregunto con cierto enfado.

_Si, Fabio_ conteste_ Aún con lo capullo que eres en este momento_ resolpe.

_Romina es un sacrificio que debemos hacer_ comento acercándose a mi.

_Fabio no veo necesario irte lejos, aquí también podemos construir todas esas cosas.

_Es necesario_ bufo molesto_ Aquí no obtendremos nada.

_¿Cuánto tiempo te irás?_ cuestione enojada.

_Solo serán 2 años.

_¿Que? _ inquiri furiosa_ ¡Dos años! Acaso te volviste loco.

_¡Romina por favor!

_Fabio es una locura_ comenté_. Es demasiado tiempo.

_Solo lo suficiente_ murmuro serio.

_No estoy de acuerdo_ comenté agarrando mis llaves y mi abrigo_ Y que lo sepas no apoyo en absoluto está locura_ dije antes de salir de la casa, inspire profundo y camine hacia mi auto, sabía que aunque no estuviera de acuerdo Fabio haría su voluntad y se iría, no estaba segura del motivo de su decisión, pero no me sentía tranquila.

Llegué al trabajo y suspiré, hoy tenía varias reuniones y compromisos de cumplir.

_¡Buenos días Romina!_ me saludo clara la recepcionista.

_Buenos días clarita_ conteste dándole una sonrisa_ ¿Que tal hoy?

_Todo excelente_ dije devolviendome la sonrisa_ Don Octavio espera por ti.

_Gracias ya mismo paso por allá.

Me dirigí a los ancensores, hundí el botón y enseguida comenzó a bajar, al abrirse las puertas quedé frente a Don Octavio.

_¡Buen día Romina! _ saludo haciendo espacio para que entrara al ascensor.

_¡Buenos días Don Octavio!_ conteste_ Me dijo clara que necesitaba verme.

_¡Oh sí!_ exclamo_ Iremos a Milán, hay algunos asuntos que debemos atender pero solo serán dos días.

_Arreglare todo, no se preocupe_ comenté dándole una sonrisa cálida, Don Octavio era mi jefe desde hace un año, era un hombre de unos 50 años con el cabello canoso, piel blanca, ojos azules, alto y con un excelente sentido del humor, al llegar aquí jamás pensé que me convertiría en su mano derecha y prácticamente sucesora porque me encargaba del manejo completo de esta constructora, tenía dos hijos pero casi nunca hablaba de ellos y por lo visto ninguno quiso seguir el camino de su padre.

_¡Gracias Romina! _ dijo besando mi frente para luego salir del ascensor en dirección a su despacho, las puertas volvieron se cerraron y medio minuto más tarde se abrieron dejándome frente a mi despacho.

_¡Buenos días Luisa!_ saludé a mi alegre secretaria.

_¡Buenos días Romina!_ se levantó de su asiento y se colocó justo a mi lado_ Hoy estamos con la agenda repleta.

_Es mejor comenzar cuánto antes_ le dije_ Por favor arregla todo para dos días en Milán, envía las carpetas con los puntos a descutir y las que tienen los contratos de los terrenos que están a discusión.

_Ya organizo todo.

Entre en mi despacho y sin perder más tiempo me adentre de lleno en el trabajo, tenía que organizar todo para no dejar cabos sueltos, estaba más que segura que el viaje a Milán sería un verdadero dolor de cabeza. Para la hora de almuerzo Luisa me trajo una ensalada, dejo mi pedido y se llevó las carpetas ya revisadas y las sustituyó con otras más, atendí varios videoconferencias todas demasiado aburridas y ya para las 9 de la noche estaba terminando con el último lote de carpetas, cuando Luisa entro con una carpeta naranja en las manos.

_¿Que es esto?_ pregunté y ella se removió nerviosa.

_Te lo han dejado_ se dió media vuelta y salió corriendo de mi oficina, cerré la carpeta que ya estaba lista y tome la nueva, en su portada tenía mi nombre escrito y por la caligrafía sabía que era de Fabio, la abrí y conseguí una nota.

"Quiero que sepas que te amo y que este sacrificio es por ambos, se que no lo entiendes pero aquí no lograremos nuestros sueños, te pido 2 años ese será mi plazo para volver por ti y retomar nuestras vida juntos, espérame amor mío, que yo te esperaré siempre tuyo Fabio"

Mire el papel con amargura y dolor se había marchado como un cobarde con una sutil excusa de que a los 2 años volvería para retomar todo y aunque sabía que el podía hacer esto no dejaba de dolorme su decisión. Guarde el papel en la carpeta y resguarde la carpeta en uno de los cajones de mi escritorio, mire el reloj y ya eran las 11:20 pm no había notado que era tan tarde, seguramente Luisa ya se había ido tome mi abrigo y mis cosas y me encamine a la salida, estaba más que consciente que no podía detener mi vida por la huida de Fabio.

...2 años más tarde...

Estaba sentada en mi balcón pensando que iba a hacer con mi vida, ya habían pasado los 2 años que Fabio había puesto como plazo para volver pero en sus mensajes y llamadas no mencionaba en absoluto la palabra volver, tampoco preguntaba nada quería esperar a que el lo dijera sin sentir que lo estaba presionando pero sentía que no había nada que lo hiciera pronunciar esas palabras, suspiré abatida y tome un sorbo de mi café y como si lo hubiera invocado entro una llamada de el.

...llamada...

_¡Hola!_ escuché al contestar el teléfono.

_! Hola! ¿Que tal todo?

_Todo en orden_ hubo un silencio incomodo_ Te llamé anoche

_ Estaba dormida, llegué muy tarde de la empresa.

_Deja ese trabajo puedo mantenerte, puedo enviarte dinero mensual para tus gastos_ otra vez con esto_ Romina estoy hablando en serio.

_Fabio no dejaré mi trabajo y eso no está a discusión_ bufé molesta_ ¿Dime cuándo piensas volver? _ la pregunta quedó en el aire y hubo un silencio incomodo_ De nuevo te has quedado sin respuesta, hasta despues.

...fin de la llamada...

Colgué la llamada más que molesta, siempre era lo mismo hablaba de mantenerme y todas esas pendejadas pero no de regresar, algo en mi interior me decía que el Fabio que yo amaba ya no existía y que este era su nueva versión pero otra parte de mi lo esperaba, esperaba su regreso pero como dicen por ahí "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma" Iría a New York para buscar a Fabio.

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