capitulo 3

Su mirada estaba clavada en la mía, como si quisiera leer lo que por mi mente pasaba, pero ni el azul frío de sus ojos me intimidaba.

_Se que aún me amas_ murmuro_ Se que sigue siendo nuestro sueño.

_Te equivocas ya no te amo y te repito este no era mi sueño.

_¿Por qué viniste?_ pregunto y se acercó a mi.

_Viene a ver cómo mi marido me era infiel_ respondí con una sonrisa_ Vine para no tener la más mínima duda de lo miserable que eres.

_Romina déjame explicarte todo_ trato de agarrar mi mano, cosa que no permiti_ Se que lo entenderás, seremos dueños de muchas cosas_ culminó agarrándome por la cintura y pegándome a el.

_No quiero compartir nada de esto contigo_ su agarre se hizo más fuerte_ No sé quién eres, porque obviamente no eres el Fabio que se casó conmigo y tampoco quiero conocer esta nueva versión de ti_ trate de alejarme pero su agarre se hizo más fuerte.

_Te extrañe tanto_ dijo respirando en mi cuello_ Te amo Romina, no hay nadie como tú.

_Mi abogado te visitara_ dije sin remordimiento y este me soltó de inmediato.

_¿En serio? _ pregunto serio_ Te digo que te amo y mandaras a tu abogado_ soltó furioso caminando de un lado a otro.

_Tu no sabes amar, si lo supieras no me hubieras lastimado y tampoco utilizarás a las personas como si fueran fichas de ajedrez.

_No te daré el divorcio_ su firmeza me hizo reír_ No estoy jugando.

_ Tengo pruebas de tu infidelidad, no estás en posición de negarme nada_ su cara era de todos los colores posible estaba furioso_ Te recuerdo que estás a semanas de contraer nuevas nupcias y no creo que te gusten los escándalos ¿O si?

Unos toques en la puerta llamaron nuestra atención y con un grotesco "pase" asomó la cabeza la rubia de la noche anterior, la cara de Fabio estaba contraída y su gesto era hostil y frío.

_ Lamento interrumpir_ se adentro a la oficina y con una sonrisa cálida se acercó a el_ Me dijo tu secretaria que estabas con tu prima_ me da una mirada curiosa y yo solo sonrió.

_ Romina_ me apresure a decir y está con una radiante sonrisa me estrecho la mano.

_Andrea_ comento la rubia.

_ Debo irme primo, pero por favor recuerda nuestra conversación_ su gesto no cambiaba_ Ha Sido un placer Andrea_ sin darles tiempo a responder me salí de esa oficina, necesitaba aire sentía que me estaba ahogando.

...Días después...

Después de ese encuentro recongi maletas y regrese a mi casa, tenía que hacer muchos arreglos, primero me mudaria y pondría la casa en venta, necesitaba cambiar de aires, segundo saque todas las cosas de Fabio y todo lo que tuviera que ver con el lo queme, hice una gran hoguera, me deshicie de fotos, recuerdos, ropa guardada quite todo lo que me recordara a el, de ahora en adelante sería otra Romina una a la que nadie volvería a lastimar.

Mis padres al saber la noticia de mi divorcio se quedaron perplejos pero decidí no decir nada más. Mis conocidos también se quedaron sorprendidos pero tampoco les di explicación alguna, no mentire al decir que no ha dolido, pero ya no duele tanto, después de tanto oponerse al final vendimos la casa el quiso negarse a resibir su parte del dinero pero al final se los di a sus padres, desde aquel día no había vuelto a verlo y no quería verlo, de todos los trámites que tuviera que ver con el se lo había dejado a mi abogado, no iba a desperdiciar mi vida tratando de arreglar un matrimonio que no funcionaría más.

...Algunos meses después...

Durante todo este tiempo habia cambiado por completo mi vida, estaba más que enfocada en mi trabajo, había conocido nuevos amigos y me gustaba mi nuevo estilo de vida.

_¡Romina!_ me llamo Ernesto, entrando a mi oficina_ Vengo a llevarte y no te puedes negar.

_¿A dónde me llevarás?_ Ernesto había Sido un excelente apoyo tanto en la empresa como en lo que fue mi proceso de divorcio y todo ese desastre.

_Es una sopresa_ su sonrisa pícara me dió ganas de reír, Ernesto era un hombre muy atractivo cualquier feliz de tenerlo como pareja y amante pero sus gustos estaban muy lejos de las mujeres.

_Dame 15 minutos y estaré lista_ asintió encantado y se sentó frente a mi escritorio _ ¿Dónde está mi secretaria? _ le cuestione y este se encogió de hombros _ ¿Que es lo que traman?

_No hacemos nada malo.

_¡Listo!_ me levanté de mi silla tome mi bolsa, Ernesto imitó mi acción y se coloco a mi lado, salimos de la oficina en silencio y en los ascensores también fue en silencio, era extraño algo tramaba lo presentía.

_Yo conduzco _ dijo entrando al parking y sin esperar respuesta de mi parte abrió la puerta de su auto, me subí en silencio y el encendió el auto, durante todo el trayecto fue en silencio, era extraño Ernesto siempre andaba parloteando, al llegar al restaurant me abrió la puerta del auto como de costumbre y me tendió su brazo para que nos adentraramos al lugar.

_¡Buenas tardes!_ la chica recepcionista del lugar nos saludo.

_Ernesto Serrano_ la chica asintió y se giró para que la siguieramos, el lugar no estaba repleto como otras veces que habíamos venido al contrario parecía que estaba vacío, la chica nos dejó solos frente a unas puertas de madera color caoba.

_¿Que sucede?_ su respuesta fue una amplia sonrisa y se apresuro a abrir las puertas del restaurant, en la sala estaban parte del comité de la empresa, Luisa, Don Octavio, doña Flavia las hijas de ellos acompañadas de lo que supongo eran sus novios o esposos, a la reunión se sumaba un hombre bastante guapo alto de tez blanca, un cuerpo bien trabajado y con una mirada gris penetrante, los mire a todos confundida.

_Pasen y tomen asiento_ nos indico Don Octavio, Ernesto me abrío la silla y ambos tomamos asiento_ Se que estaran un poco confundidos _ todos nos miramos a la cara_ Los he reunido aquí porque quiero informarles que me retiro de los negocios, es tiempo que me quedé en casa a disfrutar con mi esposa_ miro a doña Flavia con ternura, sus hijas sonrieron como víboras_ Estuve pensando mucho para tomar está decisión, no encontraba a nadie calificado para manejar todo lo que he construido al final llegó a mi sin tanto buscarlo_ una de las hijas se removió nerviosa en su asiento_ Sr. Rossi _ el joven de mirada gris se acercó y tomo asiento.

_Buenas tardes me presento soy Luciano Rossi el abogado del Don Octavio Greco, estamos aquí para leer el testamento de don Octavio_ nuestras caras fueron de sorpresa, el miro a don Octavio y luego abrió la carpeta que tenía en sus manos.

"Estoy en pleno uso de mis facultades mentales, solo he decidió adelantar mi testamento para poder ver las reacciones de cada uno, he decidido retirarme y que quiero repartir una parte de mis acciones y dar algunas herencias, comenzaré por mi esposa Flavia a ella le dejo mis tres casas de campo, más una pensión de 80.000€ y una participación del 5% en la constructora Salvatierra&Greco, a mi hija mayor Anna y a su esposo les dejo la propiedad en Roma una pensión de 20.000€ y una participación del 5% en la constructora, a mi hija menor y su esposo por ser ambos arquitectos les dejo la propiedad de España, una pensión de 20.000€ y el 10% de participación en la constructora, para Ernesto he dejado el 5% de participación en la constructora cada uno obtendrá el 10% de las ganancias que genere la constructora"

La vista de todos estaba fija en el abogado, este levantó la cabeza y miro a don Octavio quien le dió un asentimiento de cabeza para que prosiguiera.

"El 50% de participación lo coloco a nombre de Romina Salvatore, quien de hoy en adelante será la nueva jefe de la constructora, ella es la nueva dueña de Salvatierra&Greco"

Ahora las miradas estaban fijas en mi, yo no sabía que decir y me encontraba confundida.

_¿Como puedes hacer esto?_ soltó Anna la hija mayor con evidente molestia.

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