«No entiendo nada, ¿cómo puede ser posible que haya olvidado todo y además que haya estado inconsciente por 3 meses?» «¿Qué paso para que haya terminado aquí?» «Ahora entiendo por qué apenas puedo mover mis piernas…» «Quizás ese chico pueda decirme más sobre lo que paso y porque no recuerdo nada…»
Quien quiera que fuera yo, me sentía sola. Me observaba en el reflejo de la ventana, tan extraño ver mi rostro como si fuera la primera vez.
Pasillo, piso 2
Llegamos a la oficina del doctor que estaba a cargo de mi hermana, era el mejor amigo de mi madre y de la familia. Esperamos afuera hasta que ellos terminaran.
—¿Crees que tu hermana pueda recuperar la memoria? —me preguntó Logan.
—No lo sé, no preguntes esas cosas, no quiero pensar negativamente —respondí fría.
—Lo siento, no quise poner tensa la situación —rodeó sus brazos en mi cintura.
—Está bien…
Descansé brevemente en su hombro, tanta persecución logro derrumbar mi fuerza. Agradecía tener a Logan a mi lado.
¡Clac! ¡Clac!
Mi madre dejó la oficina del doctor con un rostro pálido.
—¡Mamá!
—Mia, ¿Cómo está tu hermana? ¿Ella ya despertó?… ¿Te dijo algo? —me cuestionó exaltada.
—Ella ya despertó, la encontré en el piso. Estaba intentando levantarse, pero ella… ¡No recuerda mamá! ¡Ella no sabe quién es y tampoco sabe quién soy yo!
Quería gritar de la impotencia. Mi hermana por fin había despertado, todo lo que pedí durante estos tres meses, pero regreso sin memoria alguna de su vida hasta ahora.
—Tiene amnesia debido a la pérdida de sangre ese día —derramó algunas lágrimas, aunque intentó retenerlas.
—¿Podrá recordar? —tomé las manos de mi madre, esperando una buena noticia.
—Él opina que no hay seguridad que pueda recuperar la memoria, con la pérdida de sangre en la cabeza se convirtió en un daño difícil de tratar. No debemos forzarla, lo mejor será que pueda continuar con su vida y comenzar de nuevo.
—¿De verdad va a estar bien?… ¡Nos olvidó por completo! ¡¿No habrá una forma de ayudarla a recordar?! —me negué a aceptar tal respuesta.
—Lo mejor que podemos hacer ahora es estar fuertes para ella, tu hermana despertó y si los recuerdos que perdió es algo con lo que tenemos que vivir, entonces vamos a hacerlo, somos una familia que va a apoyarla. Vamos a crear nuevos recuerdos para ella, todo estará bien siempre y cuando ella ya no vuelva a sufrir —mi madre tomó mi rostro.
Ella me abrazo esperando calmar mi corazón, y darme fuerza para este nuevo reto.
—No sé si tengas razón, pero de alguna manera es como si Izi hubiera muerto, ya que no volverá a ser la misma de antes. Todo lo que compartimos ya fue borrado en su cabeza —hablé con un nudo en la garganta.
—Pese a que sea muy triste ese hecho, me basta con que mi hija este viva. Me da fuerzas para comenzar nuevamente y esta vez no permitiré que nada la vuelva a lastimar.
Ella tenía la seguridad en sus palabras.
—Tu mamá tiene razón, toda la familia debe adaptarse a este nuevo reto —Logan expresó su opinión frente a las palabras de mi madre, de alguna forma tenía sentido, pero no estaba de acuerdo del todo.
—Logan, gracias por traer a mi hija y por estar aquí —mi madre abrazó a Logan.
—No se preocupe, señora. Amo a su hija, le tengo respeto y afecto a su familia.
Logan estuvo apoyándome todos estos meses, su presencia me daba fuerza.
—Ve a casa, cuéntale todo esto a tus hermanos y que por el momento no pueden venir, solo abrumaran a Izi. Necesita rehabilitación para caminar, estaré con ella —explicó mi madre.
—Vaya que la abrumarían, voy a explicarles todo y entenderán. Vendré por la tarde a traer lo que necesitas mamá.
Habitación 307
Inspeccioné cada parte de mi cuerpo esperando tener algo que me haga recordar, encontré una cicatriz en mi rodilla y un tatuaje de manzana en mi tobillo.
¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!
«De nuevo alguien toca»
—Adelante —contesté a quien esperaba fuera.
Era la mujer que tomo mi mano cuando desperté.
—Hola… ¿Cómo te sientes? —preguntó angustiada.
—... Bien —dije cortante.
—Eso es bueno.
En su rostro solo notaba tristeza y agobio. Parecía haber sufrido mucho por mí, podía deducir quien era esa mujer, pero me llenaba de lástima no recordarla.
—Te vi cuando abrí los ojos, estabas llorando mucho.
—Sí, supongo que … Tienes muchas preguntas —sonrió levemente, aunque solo inspiro tristeza.
Podía notar su pesar en sus ojos. Intenté ser lo más directa posible.
—Quiero saber mi nombre, edad, quien es usted y porque me encuentro aquí.
—Tu nombre es Isabella Abigail Thomas Allen, pero te llamamos Izi de cariño. Tienes 19 años y tu cumpleaños es el 1 de agosto. Yo soy tu madre, me llamo Katy —brillante eran sus ojos al declarar ser mi madre.
«Qué bueno que mi mamá esté cerca de mí, debo haberla preocupado mucho en todo este tiempo»
—¿Por qué no recuerdo nada? ¿Por qué estoy aquí?
Sus labios se curvaron levemente, y parecía dudar un poco debido al tiempo que se quedó en silencio. Me miró directamente a los ojos y respondió.
—Tuviste un accidente automovilístico y te golpeaste muy fuerte la cabeza. No parecía serio, sin embargo, pasaba cada hora y día, y no recuperabas la conciencia. Por un momento llegamos a creer que no despertarías…
«Así que fue por eso, esta mujer sufrió mucho, parece retener las ganas de llorar con esa pequeña explicación…» «Debió ser muy difícil»
Mi madre estaba frente a mí, intentando guardar las lágrimas de todo el dolor que le cause. ¿Cómo podía compensarla por ella? ¿Cómo he de sentir cariño por mi madre?
—Entiendo… Gracias por cuidarme, señora. Debió ser duro para usted —respondí intentando ser atenta.
—Pensé que preguntarías más cosas.
—Estoy en el hospital y llevo tres meses en coma, no se me ocurre que más preguntarle, vino una chica hace un rato…
—Sí, ella es tu hermana. Tienes 3 hermanos en total —dijo contenta.
Parecía tener una gran familia. Ella se acercó a mí, se sentó a mi lado y me tomó las manos nuevamente. Se sentía cálido.
—Soy tu mamá, aunque me has visto dos veces, te tuve en mis brazos cuando bebe y te amo… Soy una desconocida ahora, pero poco a poco vas a poder verme como lo que soy, somos una familia, estaremos apoyándote en todo momento porque te amamos.
—Para mí es muy … —de pronto comenzó a llorar colocando su frente en mis manos.
«¿Ahora qué hago?… La hice llorar»
Ella me abrazo y decía te amo. Mi cuerpo se puso rígido, no estaba cómoda con su acercamiento, era cierto que era una persona desconocida para mí, no podría llamarla mamá.
«Me acaba de declarar que es mi madre y lo mucho que me ama, me conoce de toda mi vida, no obstante, a mi parecer no llevamos ni una hora de cruzar palabra»
Me aparté levente y retiré mis manos de las suyas.
—Sé que usted está triste ahora, para mí aún sigue siendo una desconocida. Solo sé que es mi madre; aun así, esa palabra no la convierte en una para mí. Por favor, puede darme mi espacio, al menos hasta que pueda adaptarme a esta situación, se lo pido.
Ella recobró la postura y secó sus lágrimas con prontitud.
—Yo… Lo lamento —tomó su distancia— Todo esto debe ser muy difícil para ti y ya dejaré de llorar, me basta con que estés despierta, es suficiente para que pueda ser feliz.
«Sus acciones y palabras son muy amables…»
La habitación se tornó en un silencio incómodo, no sabía qué decirle o cómo actuar frente a ella. Intenté pensar mis respuestas hasta que recordé aquel tatuaje en mi cuerpo.
—Tengo una manzana en el tobillo, ¿Por qué una manzana?
—Te gustan las manzanas, solo eso —respondió feliz.
—Creí que tenía otro significado… «Con esto ya se calmó un poco, juzgué que la manzana tenía un significado más, pero veo que no… Al igual que esta mujer habrá personas que dirán que también me aman, dirán que soy alguien en sus vidas y yo en la de ellas… me pregunto si me aceptaran, me pregunto cómo era la Isabella que ella conocía»
—¿Puedes contarme más sobre mi…?... Bueno, de cómo era antes.
—Tú eras muy amable, optimista y muy sonriente. Siempre eras atenta con los demás.
Ella continuó contándome de historias de como mis travesuras les daban muchos líos. Al parecer era una niña de rosa, atenta y educada con las personas que conocía. Tras dos meses de rehabilitación ya podía caminar con menos dificultad, y ella se quedó a mi lado siempre. Me costaba decir mamá como si la palabra se me quedara en la garganta.
«Quizás más adelante pueda ser natural para mí»
¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!
—Adelante —se me adelantó mi madre.
—Hola, ¿Cómo te encuentras Izi? —preguntó el doctor Salas.
El doctor venía a menudo a preguntar mi estado, supe por mi mamá que eran amigos en la universidad, por eso cuido muy bien de mí.
—Ya puedo caminar mucho mejor y ya me agrada la comida del hospital —dije algo burlona.
—¿De verdad? Puedo considerar enviarte un poco para tu partida, en dos días puedes regresar a casa. Sé que tu familia está esperando ansiosa tu llegada después de tantos meses.
—¿De verdad? —no podía esperar a salir de este hospital, era un espacio muy reducido al mundo que quería ver.
El doctor me regaló una sonrisa gratificante mientras afirmaba mi pregunta y se dirigía a mi madre.
—Katy, tienes que llenar unos papeles. Ve a administración para que pueda fírmalos —indicó a mi madre.
—Sí, voy enseguida —ella salió de la habitación, dejándome con el doctor.
«En todo este tiempo, mi madre ha estado conmigo, pero no he podido hablar directamente con el doctor que me dio un diagnóstico tan nefasto»
—Doctor quería hacerle unas preguntas antes de irme —aproveché la oportunidad.
—Dime —respondió él.
—Usted mencionó que tenía amnesia debido a mi accidente, y causo un daño en mi cerebro, investigué y leí que podía recuperar mi memoria con tratamientos con pastillas o hipnosis, ¿es posible llevarla a cabo? —pregunté ansiosa por la esperanza de recuperar mis recuerdos.
—No creo posible una recuperación de tu memoria. El golpe y la pérdida de sangre hizo un daño irreparable y no puedo asegurarte una recuperación, como tu médico te aconsejo no trates de recuperar lo que ya perdiste porque no podrás vivir tu presente.
Su tono era serio y directo, me sentí frustrada con su afirmación a mi estado. Tenía la esperanza de tomar un tratamiento y recuperar mínimamente mi memoria. No quería salir al mundo sin como una hoja en blanco, vivir una vida sin conocer absolutamente nada.
—Escucha Izi, he visto casos así y en un 87% las personas solo recuperan la mitad de sus vidas, prácticamente solo pequeñas partes de su niñez —explicó al ver mi rostro decepcionado.
—Entonces no es posible para mí… «¿De verdad fue tan severo?...» Quería intentarlo, al menos. La verdad se siente un tanto raro ser una hoja en blanco, sobre todo cuando de muchas personas me dirán que era y que debe ser de este modo —dije con tristeza y desaliento.
—Tranquila, conozco a tu mamá y a tu familia de años. Sé que podrás salir adelante si te propones darle una oportunidad a esta vida. «Perdóname Izi…» Ahora tengo que observar a otro paciente, tu mamá vendrá dentro de poco.
Salió sin expresar nada más, dejándome decepcionada con sus palabras… Vivir esta vida era la única opción que tenía.
«Isabella perdóname, de alguna forma siento que soy alguien que está ocupando tu lugar, como si hubieras muerto y yo esté en tu cuerpo, además no merecías acabar borrada por completo. Si estás en alguna parte no te des por vencida, sigue luchando y termina de vivir tu vida porque yo no sé qué debería hacer con ella…»
Abracé la almohada con mucha impotencia.
¡TOC! ¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!…
El sonido fuerte de la puerta me sacó de mis pensamientos.
—«¿Quién toca así en un hospital?»… ¡Adelante!
La puerta se abrió de golpe y un chico apareció.
—Me dijeron que estabas en el hospital, no podía creerlo hasta que le pregunte tu nombre a la enfermera. Vaya que sabes dar sustos grandes… Hola Izi, ha pasado mucho tiempo.
Dijo con una sonrisa simpática y unos ojos llenos de confianza. Acomodó sus brazos y apoyó su cuerpo en el piecero de la cama donde yo aún abrazaba la almohada entretenida con su persona.
—«Vaya, es muy guapo… Su cara es muy fina, parece hidratada y suave, además, su cabello parece sedoso… Dan ganas de despeinarlo»…
—Estás sin palabras por lo guapo que me he vuelto, ¿verdad?, o quizás estás molesta porque perdí el contacto contigo hace cuatro años… No te enojes conmigo, ¿sí? Perdóname Izi…, verás por accidente, dejé mi celular en un bus y perdí todos mis contactos…
—«Aunque parece ser algo narcisista»…
—¿Vas a hacer la ley del hielo conmigo? —preguntó levantando una ceja y mirándome sospechosamente.
En mi mente repasaba las palabras correctas para decir que no soy la persona que él conoce.
«Puedo empezar por decirte que la persona que está frente a él ya no es Isabella, sino alguien más… No para nada, suena tonto… Mejor le digo que tengo amnesia permanente y que nunca lo he conocido en los dos meses de mi vida… Mmm»
—Bien, si sigues así no me das otra opción más que hacer… —dijo él mientras yo divagaba en mi cabeza.
—… «¿Por qué tengo que pasar por esto?» «Espera, ¡¿por qué se está acercando?!» «¡¿Qué rayos va a hacer?!»
Colocó su cara tan cerca de mí, que podía sentir su respiración caliente. Me percate de que sus ojos eran bastante atractivos, nos quedamos de esa forma unos segundos, como si esperara que hiciera algo, cuando acorto más la distancia y…
—«Es un maldito ¡Pervertido!» ¡No te creas tanto maldito idiota!
Procedí a envolver mi gancho derecho directo a su atractivo ojo.
¡BAM!
—¡Ahh!… ¡Mi ojo! ¡Ahh!…
Él comenzó a retorcerse de dolor por el gran golpe que le propiné, no debió acercarse tanto a mí. Sin duda, es un pervertido.
—¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?!… ¡SOLO ESTABA JUGANDO CONTIGO COMO CUANDO ÉRAMOS NIÑOS! ¡Ahhhhh! —presionó sus dientes mientras intentaba levantarse del suelo.
—¡¿Cómo juegas de esa manera?! ¡Pensé que me ibas a hacer algo!… —oprimí mi almohada al recordar su mirada en mí— ¡Pareces un pervertido si sonríes así! —grité.
—¡¿Por qué parezco un pervertido?! ¡Por si no lo notaste soy muy hermoso si sonriere! —gruñó enfurecido con una mano en su ojo.
*No iba a hacerlo, pero solo quería *ver su desesperación al saber que...
—¡Tsk! Sabes, el morado de tu ojo combina con tu sonrisa ¡Pervertido! —mentí.
—¿¡Me hiciste un moretón!?… «¿Qué rayos le pasa? Nunca me había golpeado» ¡Ahora vuelvo! ¡Esto no se va a quedar de esta forma Isabella Thomas! —salió corriendo como el viento y dando un gran azote a la puerta.
—«Salió corriendo como rayo después de decirle una pequeña mentira» «No me dijo su nombre así que supongo que lo llamaré Mr. pervertido»... ¡No te tengo miedo! —grité esperando me escuchara en el pasillo.
Baño para hombres, piso 3...
—¡Ufff!… No hay moretón… —dije mirando cada detalle de mi rostro— Tan solo me dijo una mentira, ¡esa boba!, ¿Cómo pudo golpearme?… La última vez que nos vimos no pudo ni mirarme a los ojos. Parecía tener una mirada diferente, por eso me acerqué tanto. No debió ser tan violenta conmigo… ¿Será cierto, que mi sonrisa es la de un pervertido?
Probé sonreír naturalmente frente al espejo del baño sin darme cuenta de que alguien me estaba observando.
—Pues si sonríes así das mucho miedo, joven —un conserje se burló de mí.
—¡No se lo pregunte a usted! ¡No se meta en una conversación ajena! —expliqué avergonzado.
—¿Usted y quien más? —interrogó incrédulo con un rostro serio, lo que lo hacía más incómodo y penoso.
—Yo y… ¡Mi amigo que está en el escusado! ¡Pero ahora quiere privacidad, así que me voy, adiós…!
Salí corriendo con tanta vergüenza, en mi cabeza maldecía a la chica que provoco todo esto. Iba a matarla cuando volviera a entrar a esa habitación.
De nuevo en la habitación 307..
«Quizás fui muy ruda con él. Dijo que estaba bromeando conmigo y de todas formas se iba a detener; sin embargo, pese a su dolor fue muy gracioso, sus lloriqueos de niña adolorida… No debería, pero…»
—¡¡Ja Ja Ja…!! Es un tipo bastante entretenido… ¡Ja Ja Ja…! Debí haber golpeado su labio en lugar de su pobre ojo encantador ¡¡¡Ja Ja Ja!!!… ¡Al menos estamos en un hospital…!
Afuera de la puerta...
«No puedo creer que se atreva a burlarse en mi ausencia» «¡Rayos!» «¡Me las va a pagar!»
Abrí esa puerta con lujo de violencia y sed de sangre contra esa chica.
—¡Cómo te atreves a burlarte después de lo que me hiciste! —presioné las rejillas de la cama mirándola con mucha verguenza y enojo.
—¡Oh!… Ya volviste. Qué rápido sano tu ojo mora… —continuó burlándose.
—¡Sí! ¡Y pude escucharte claramente desde afuera, de hecho, tus burlas se oyen en todo el pasillo!
Estaba muy enojado con ella, nunca se atrevió a levantarme la mano, aunque tampoco era necesario. Estaba actuando como un tonto frente a ella, debía relajarme un poco después de todo ha estado alrededor de cinco meses en el hospital.
Relajé mi postura y serené mi actitud para no volverla a dormir por otros tres meses.
—Bien… No debí golpearte así, lo siento mucho Mr. pervertido, pero me asusté mucho —se excusó.
—«¿Por qué sigue actuando así?» Tu disculpa iba bien hasta que dijiste Mr. Pervertido.
—Entonces, ¿cómo debo llamarte si no me mencionaste tu nombre? —preguntó sinceramente.
—¡De verdad te gusta hacerme enojar!
No entendía por qué seguía actuando de esa manera, ¿qué le pasaba?
—Empecemos de nuevo, ¿te parece? —dijo con un rostro desconocido.
—¿A qué te refieres? Ya deja de bromear, ¿de verdad no te alegra verme?
—Esta es la primera vez que te veo —expresó con firmeza.
—«¿Ahora qué rayos está diciendo?»... Acaso ¿te golpeaste la cabeza?
—Sí, me golpeé la cabeza y ahora no recuerdo nada. No sé quién eres.
—…
—La Isabella que tú conocías… Ya no existe.
¿Qué significa esto?
_______________________________________CharlottexNini
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 52 Episodes
Comments