Capitulo III

Williams sintió un deseo que hacía mucho tiempo no sentía, ella había despertado emociones que el había enterrado hace algún tiempo gracias a su ex mujer, era como si hubiera estado congelado pero está hermosa mujer lo estuviera derritiendo y volviendo a la vida.

Busque sus labios me sumergí primero en un beso suave que luego se fue profundizando, rodeo su cintura con mis brazos y la acercó más a mí, siento como nace entre ambos un deseo casi doloroso.

Le acarició la espalda, la voy llenando de besos, le digo:

- No te muevas. Le dijo con una voz ronca, la rodeo se colocó tras de ella, entre besos y caricias comenzó a bajar la tela del vestido desde los hombros.

Melisa observó cómo

bajo la tenue luz de la oficina su figura se reflejada en las ventanas tintadas y como iba cayendo poco a poco su vestido.

Ella deseaba por un momento pertenecer a Williams no para siempre pero si en ese instante, pero el dolor y el miedo de nunca haber pertenecido a alguien siempre estaba presente.

Suspiró cuando sintió que el terminaba de bajar la cremallera de su vestido y este fue cayendo a sus pies y la exitaba lo que estaba por vivir.

Williams tomo poco a poco consciencia de lo suave del cuerpo de esa bella mujer y de lo que había ocurrido apenas hacia unos pocos minutos en la superficie de su escritorio.

Un ruido fuera de la oficina los lleva a tomar conciencia de lo vivido entre ambos sin decir nada.

Melisa toma sus panty para ponérsela cuando Williams ve un mancho de sangre sobre sus muslos y toma su pañuelo para limpiar entre los muslos.

- Me parece que tienes tú periodo.

- No, no es la regla pero no preguntes más por favor.

- ¿Cómo dices tú?

- Le he dicho que es imposible que tenga la regla..

- ¿Quieres decir que... Eras virgen?

Melisa pasa por un lado de él para salir de la oficina antes de que el le pregunté algo más y no saber que responderle.

Se oye un ruido fuera de la oficina y con esa escusa salgo de la oficina de él.

Sabía que no era la mejor forma de salir de esta situación pero no se me ocurría algo mejor.

Estando en la puerta me despido siento que las piernas en cualquier momento me van a fallar y lo único que quiero es escapar de allí en este momento.

Casi corro hacia el ascensor y cuando las puertas están por cerrar veo un brazo que impide que las puertas se cierren.

Williams me dice:

- Así no te puedes marchar tu y yo tenemos que hablar.

Y le respondo

- Por favor necesito salir de aquí.

El me dice:

- No hemos usado protección y me imagino que tú no tienes ningún método anticonceptivo.

Es verdad nos dejamos llevar por el momento y ahora tenemos que resolver esta situación, no quiero ningún hijo mío por allí y además te debo una mejor noche después de haberte robado tu inocencia me tomo de la mano y me dijo salgamos de aquí.

Me recorrió un frío por la espalda no de miedo si no de deseo el solo pensar que lo podía tener para mí una noche era el mejor regalo que la vida me puede regalar, con esa promesa en sus labios salimos de la corporación Valcrom.

Mis estimados lectores si ven que está corto es porque está novela ya está concluida y por lo picante del capítulo lo bloqueo la aplicación, tocó borrar gran parte de este pero dejen que su imaginación vuele.

Agradecida con todos ustedes por seguir apoyando está novela.

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