Capitulo V

Me despierta el sonido del timbre del teléfono y escucho a lo lejos una voz, no puede haber amanecido todavía.

Escucho a Williams contestar que pronto estarían en camino.

Me enrollé en la sábana y busque mi ropa cuando estaba por vestirme entro Williams al cuarto y me dice que ya su familia nos espera, le digo que no se preocupe que yo no voy a ir y él me responde ya eso lo aclaramos anoche tu eres hoy mi acompañante.

Cuando salieron de la casa de Williams rumbo a la casa de Melisa iban más que retrasado, pero mayor fue la cara de sorpresa de Williams de ver la zona donde ella estaba residenciada era una zona bastante pobre.

Por un momento quería estar dentro de él para conocer sus pensamientos.

Le dije que podía estacionar en frente de la pequeña casa donde vivía por su cara me daba cuenta que no le gustaba la zona, pero bueno no todos somos de la familia Velcro que se pueden dar todo los lujos que la vida les pueda conseder.

Le digo que me esperé en el carro pero él dice que no qué va a pasar

Williams - voy contigo.

Melisa - es solo un momento.

Williams - no importa voy contigo. Sabes que no soy fácil de convencerme.

Veía como Williams observaba mi diminuta casa, hasta que me preguntó:

- Está casa es tuya ?

Le respondí: es alquilada con todo y muebles.

- Te pago tan poco que no puedes alquilar algo mejor.

- Me pagas muy bien pero tengo muchos gastos.

- No entiendo es que tienes algún vicio.

- Si vamos a discutir mi vida mejor se retira de mi casa.

- Tranquila mejor cámbiate de ropa ya vamos bastante tarde.

Lo dejo en la pequeña Salita de mi casa mientras los pensamientos me vuela.

La familia de Williams era muy educada y amable con ella en especial su hermano, pero el padre de él lo acaparó con otros socios me hacían sentír fuera de lugar.

Le digo al señor Jhon que me duele mucho la cabeza que si me puede llamar un taxi, este me ayuda, antes de darme cuenta ya estoy camino de vuelta a mi casa.

Cuando voy en la vía recuerdo que debo pasar por una farmacia buscando la píldora del día después, no puedo darme el lujo de salir embarazada no antes de saber si puedo traer un bebé sano y para eso tenía que hacerme muchos chequeos médicos pero en estos momentos no me los puedo costear no mientras tenga los gastos de Luisa bajo su cargo.

Cuando me voy a tomar la píldora toca la puerta insistentemente me dirijo a la puerta y me encuentro con Williams molesto.

- Te marchaste sin despedirte,

mientras entraba y le tocaba la frente

- ¿Como sigues?

- ¿estoy bien.

qué haces aquí?

- vine por ti

- No, no, no puede ser, no compliquemos las cosas, no le demos más importancia a lo que no tiene, es más el lunes yo vuelvo hacer su secretaria.

- Y si no quiero eso.

- pues eso es lo que tenemos, usted es mi jefe, yo su secretaria y nada de eso va a cambiar.

En eso suena mi teléfono, mi corazón me da un vuelco solo recibo llamadas del hospital donde está Luisa, antes de tomar la llamada le digo: que por favor se marche que cada uno retome su vida que no se preocupe porque no van haber consecuencias ya compré la píldora del día después y que en cuanto el salga por esa puerta ella se la tomará.

Lo veo salir de mi casa pero las cosas se llaman por su nombre y yo no tengo cabida en su mundo, el tiene una expectativa de vida y yo solo tengo Miles de dudas en mi cabeza.

Tomo mi teléfono y veo de quien es la llamada, en efecto es del hospital devuelvo la llamada, me informa que Luisa tiene una crisis y la está llamando insistentemente.

Me desespero y salgo corriendo al hospital, cuando llego la veo sobre esa camilla adormecida por los calmantes, el médico habla conmigo y me dice que ya su cuerpo está muy deteriorado que entró en una nueva crisis, ya el final está cerca.

Cuando pasa las horas Luisa se despierta y me dice que no la abandone que no quiere morir sóla. Le digo que tranquila que yo no me voy a separar de ella.

El lunes llame a Recursos humanos para solicitar mis vacaciones vencidas las cuales no las he tomado parque necesitaba el dinero para cubrir los gastos del hospital para Luisa pero en estos momentos no me quiero separar de ella pido unos días y me los concede.

No quiero dejar a Luisa ella es mi única familia no será de sangre pero si de la vida y mientras me necesite allí estaré para ella, hasta su último suspiro.

Gracias por sus comentarios.

Es la primera vez que estoy escribiendo y sus opiniones son importantes.

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