Baile

Samanta.....

Hoy será mi primer encuentro con la familia Palacio. Tengo que lucir impecable, robar su atención sí quiero estar dentro del juego. Pedí que hicieran mi baño, no demoró mucho así que entré ni bien se me fue avisado.

Me relajé en la tina llena de agua, cerré mis ojos y vinó en mí el recuerdo de aquel joven. Mi primer beso fue con él, tengo mucha curiosidad de saber quién es, ni siquiera se su nombre. Salí de la tina y me dirigí a cambiarme, las sirvientas ya estaban listas con el vestuario para hoy. Elegí un vestido azul marino apegado al cuerpo y tiene una apertura entre mi perna, era largo, me llegaba a los tobillos, usaría plataformas negras, un maquillaje sencillo y el cabello suelto pero muy bien cepillado.

Cuando las sirvientas terminaron de arreglarme, me miré al espejo, mis atributos como mujer siempre fueron notables, pero en esta ocasión se notaban más. Quedé maravillada con los resultados, tanto que no me reconocía, era la primera vez que asistiría a un baile. Antes no lo había echo porque me encontraba ocupada entrenado o estaba castigada. Ahora luciría y sería el centro de atención.

Leornad....

Bajé hasta donde se encontraba mi padre. Él esperaba a mi madre y yo esperaría a mi hermana para irnos juntos al baile.

- Como demoran estas mujeres - dije.

- Se paciente hijo, las mujeres les encanta estar bellas en los bailes y para eso se toman un buen tiempo. La paciencia es sinónimo de virtud. - Dijo mi padre.

Mi hermana y mi madre bajaron muy elegantes.

Mi madre utilizaba un vestido rojo, el cabello recogido, unas plataformas negras y uno que otros accesorios. Su maquillaje siempre ha sido natural, su belleza resalta y mucho. Mi hermana tenía un vestido color pastel, sus cabellos estaban sueltos pero tenía una trenza a delante. Ella a igual que mi madre no son de mucho maquillaje, la belleza que ambas tienen es natural.

- Hoy luces más hermosa que de costumbre - le dice mi padre a mi madre.

- Lo sé cariño, tu también luces apuesto - le responde y se acerca a olerlo - me encanta tu aroma varonil.

- Por favor vámonos antes que se demuestren su amor - dice mi hermana, quien estaba ansiosa por irse. A ella siempre le a gustado estos tipos de eventos.

- Hermana, tu también luces hermosa esta noche, por si no te lo han dicho.

- Claro que me lo han dicho.

- ¿Quién? - pregunto de inmediato mi padre, observándola con intriga y muy serio.

- Mamá me lo dijo cuando me vio salir de la habitación - mi padre dio un largo suspiro de alivio.

- Vamos, los carruajes nos esperan. En el baile nos esperan sus tíos y abuelos - dice mi madre, tomando el brazo de mi padre. Yo salí con mi hermana.

Al llegar, todo el pueblo había asistido, más los reinos que fueron invitados. Mi prima, el pequeño Andrés a igual que mis tíos y abuelos nos esperarían a dentro. Bajamos del coche, mi padre extiende su brazo para dárselo a mi madre, yo hago lo mismo con mi hermana, ella siempre ha sido mi acompañante de gala y no tengo pensado cambiarla. Entramos todos juntos al gran baile.

Samanta.....

Cuando llegué al palacio del pueblo decidí dar un pequeño paseo. Luego de un tiempo hicieron mención de la familia Palacio, rápidamente regresé a observar contra quienes me iba a enfrentar.

Mi sorpresa fue cuando lo vi entrar a él, era aquel muchacho con quien me había enfrentado esta tarde, era el mismo, el conde, era mi enemigo. Entraba tomado de la mano de su hermana, Gisela Palacios la menor de todos.

Todos ellos eran realmente bellos. Elena Palacio se mantenía joven y rara vez sonreía, iba agarrada del brazo de Sebastián Palacios, él lucia intimidante pero apuesto, con su traje negro, Gisela era la más dulce de todos ellos, siempre con una gran sonrisa en su rostro. Y por último Leornad Palacio, lucia muy apuesto, pero era serio y cuando sonreía lo hacía con sarcasmo e ironía y a igual que su padre tenía un traje negro, noté que las mujeres se derretían por los hombres Palacios. Ellos se sentaron junto a la nobleza.

Era mi turno de hacer mi entrada, di mis nombres e hice una entrada fabulosa.

- Samanta Taylor princesa del Reino de Carcasona - dijo el hombre encargado de presentar a los invitados.

Todos regresaron a verme e incluso las miradas de los condes se centraron en mí, más la mirada de Leornad, pude notar su expresión de sorpresa con horror, me reí internamente. Tomé mi lugar en la mesa de invitados. La mirada de Leornad me seguía, decidí volverlo a mirar sin despegarme de sus ojos, él solo río con gran placer a igual que yo, la única diferencia fue que yo lo hice con malicia.

La presentaciones terminaron y comenzó el baile. De repente escuché un agudo susurro en mi oído de una voz muy varonil y familiar.

- ¿Bailamos? - preguntó Leornad.

- Claro - le dije sonriendo y le di mi mano. Mi madre me había enseñado ha bailar y ha comportarme en eventos importantes como este, así que bailar es una de mis pasiones.

Nos acercamos al centro de la pista, el tomó mi cintura y yo pasé mi mano sobre su hombro, nos comenzamos a mover al ritmo de la música, no hablamos, nuestros cuerpo lo hicieron. Al acabar el baile Leornad me dijo.

- Tal vez nuestro primer encuentro no fue el mejor. Quisiera conocerte ¿saber que haces aquí y por qué jamás había escuchado de tu reino? ¿Te gustaría ir a tomar el té mañana?

- Por supuesto conde, así nos conoceremos mejor, yo también quisiera conocerlo.

Hicimos una reverencia y fuimos a nuestros lugares. En todo el evento Leornad no me despegó su mirada. Di en el clavo, ahora ganaré su confianza y los destruiré.

Leornad....

El evento fue como siempre, aburrido, pero esta vez hubo una diferencia, de todas las mujeres del reino jamás pensé toparme con la salvajita en ese lugar. Samanta Taylor, así se llama y además es princesa ¿Qué hará en nuestro reino? mañana lo averiguaría y si tengo suerte disfrutaría de una noche con ella, es lo que necesito.

No voy a negar que quede muy sorprendido cuando la vi, lucia muy bella, tiene un gran cuerpo. Ese vestido resaltaba su piel a igual que su belleza. En todo el evento no le quitaba la mirada de encima.

Nos retiramos del evento, sin antes despedirnos de mis abuelos y mis tíos. Erika es una muchacha muy bella y heredó eso de mi tía Génesis. La mayor parte de su tiempo se la pasa con mi hermana y mi madre entrenado.

- ¿Te vas muy pronto Leornad? - preguntó Erika

- Así es, me he aburrido ¿Tú te irás?

- Todavía no, me quedaré un poco más. Ves aquel chico, me ha invitado a bailar y desde hace mucho tiempo atrás estoy enamorada de él y se que el de mí.

- Espero que no salgas lastimada, sino él se la verá conmigo, sabes que te quiero como una hermana.

- Lo sé, no va a pasar nada, él no es así, tú lo conoces muy bien. Pobre de Gisela, su hermano es muy protector jajaja. Me retiro, hasta luego Leornad.

Nos despedimos con un abrazo y me fui para el coche, donde estaba mi familia esperando. Conozco aquel tipo que señaló Erika, es mi amigo Edwards y se que no le hará nada, él sabe que yo la quiero como si fuera mi hermana y si le hace algo se enfrentará conmigo. Hemos crecido juntos desde pequeños y el cariño que le tengo es de un hermano mayor y protector hacia ella.

Los coches avanzaron y nos dirigimos a la mansión.

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