Elena...
Han pasado 20 años, mis hijos han crecido con el tiempo, sobretodo Leornad, se parece físicamente a mí, pero tiene el carácter de su padre. Podrá emitir miedo, pero yo doy mucho más que él, soy su madre y también una mujer loba. Gisela es más centrada, se dedica mucho a leer, pero cuando se enfada es como yo, una fiera, ella es muy parecida a su padre, tiene sus ojos y esa sonrisa. Mi bello esposo Sebastián siempre ha sido tan cariñoso conmigo y muy temerario con nuestros enemigos. En el pareciera que el tiempo lo hiciera ver más atractivo que cuando era joven, sus cabellos antes castaños ahora son grises y largos, pero ese detalle lo hace ver simplemente único, su cuerpo se ve más musculoso que antes. Este hombre me trae loca.
Génesis, Erik y sus hijos Erika, junto con el pequeño Andres son nuestra familia y siempre nos apoyamos en todo y en cada momento. No he dejado de entrenar con la manada. Mis hijos se toman un tiempo para sus entrenamientos, su padre los guía, ellos tienen que estar preparados ante el peligro. Erika también viene a nuestro entrenamientos, es una joven muy bella, heredó la nobleza de su madre y la gentileza que solo en ellas es muy notorio, tiene los ojos de su padre a igual que su cabello, negro, muy largo y ondulado. Andrés es más parecido físicamente a su madre de cabellos amarillo y ojos azules, pero en el carácter se parece a Erik.
En todo este tiempo no hemos sabido nada de mi prima, no tenemos ninguna pista, lo único que teníamos fue aquella carta, pensamos que se cambió de nombre. Todavía vivo con esa angustia, Sebastián me dice que tal vez falleció, no creo que haya muerto, se que esta por ahí, tratando de lastimarnos, estaré pendiente a su regreso, la esperare.
- Si no aprendes a concentrarte en tu objetivo, jamás lograrás derribarlo - le digo a Gisela, mientras entrenabamos en la parte trasera de mi mansión.
- Madre esto es muy difícil, no puedo hacer que mis instintos me guíen - dice mi hija.
- Tranquila, pronto sabrás como hacerlo.
- Debes de tener paciencia prima, yo pude prender mis instintos cuando tenía 17 años - dice Erika, apuntado con una flecha y dándole al blanco.
- Lo sé, pero mi madre pudo hacerlo desde los 13.
- Yo tuve una vida muy difícil cielo, todo a su tiempo - le digo y retiró los arcos - es todo por hoy, será mejor ir a darnos un baño.
En ese momento llegan Sebastián y Leornad en sus caballos. Sebastián me recibe con una gran sonrisa y baja de inmediato para ir a abrazarme y besarme.
- No aquí en frente de los chicos - le digo muy feliz.
- Ya son adolescentes y nos ven haciendo esto todo los días - dice Sebastián tomándome de la cintura y acercándo su frente a la mía.
- Papá creo que yo también me merezco un abrazo - comenta Gisela.
Sebastián se acerca y la abraza levantandola del suelo.
- Claro que sí mi pequeña.
- Buenas tardes tío Sebastián - lo saluda Erika.
- Hola Erika - le responde Sebastián y también la abraza.
- Hola mamá - saluda Leornad
- Hola hijo - lo saludo y lo abrazó - ¿Cómo les ha ido?
- Bien, el reino vecino aceptó nuestra alianza - dice mi hijo.
- Hermano y ¿para mi no hay abrazo?
Leornad sonríe ante el comentario de Gisela y le dice.
- Solo si le atinas a aquel árbol del frente - Gisela lo mira muy enfadada, Leornad esta al pendiente de que Gisela tiene muy mala puntería - es broma, ven para acá hermanita.
- Hola Leornad - saluda Erika
- Hola Erika - la saluda y también la abraza.
- Nosotras nos retiramos, iremos a darnos un baño - dice Gisela, tomando la mano de Erika.
- Con su permiso - responde Erika mientras es llevada por Gisela.
Ambas se retiraron dejándonos solo a los 3.
- Ha sido un viaje muy largo, deberían pasar a bañarse y comer algo ¿Dónde está el resto de la manada? - les pregunto.
- Unos se quedaron a beber en el estanque y otros fueron de caza - responde Sebastián.
Pasamos a la mansión, nos bañamos y fuimos a preparar la comida. En mi mansión no hay sirvientes, y todos nos encargamos de hacer los quehaceres y nuestros alimentos.
Sebastián....
Fue un viaje largo y agotador en caballo, casi diez horas. Elena insistió en que llevará a la manada, no me puedo negar ante ella, se que se preocupa por nosotros y si eso la tranquiliza lo haré. El viaje fue tranquilo en todo el camino, también fueron mis hombres. La alianza se hizo con el reino vecino. Me enorgullece que mi hijo siga mis pasos para formarse como el próximo Conde.
Al llegar a casa, lo primero que vi, fue a mi esposa junto a mi hija y Erika. Ver a mi esposa me hace sentir muy dichoso. El tiempo le ha echo un favor, cada vez se ve mucho más hermosa, diría más que antes. Ella se muestra muy cariñosa conmigo pero ante los demás sigue siendo la misma mujer salvaje de hace veinte años atrás. Nos hemos dedicado a proteger y entrenar a nuestros hijos, no estaremos toda la vida con ellos y deberán enfrentar el mundo solos, luego tienen que seguir con sus hijos, ayudarlos, hacer fuertes e inteligentes. Mi bella Gisela es muy rebelde cuando se lo propone, me recuerda a su madre, salvaje e indomable, poco a poco tendrá que controlar sus emociones, es punto clave para nuestra familia.
Erik, sigue siendo mi asistente, como el no hay nadie, es un gran amigo y padre a la vez. Él junto con Génesis han cuidado y protegido a Erika y al pequeño Andrés. Nos pidieron entrenamiento para toda su familia, cosa que no nos negamos, vamos de caza todos y debes en cuando subimos a las montañas, donde esta ubicada la aldea de la Mayor. Con el pasar del tiempo, La Mayor sigue con nosotros, una mujer muy sabia y a ayudado a nuestros hijos a concentrarse en los entrenamientos a igual que saber manejar sus instintos. Estos son claves para tener éxito en las batalla, a igual que saber prender los sentidos, es esencial sentir, oler, escuchar, saborear y observar el panorama.
Durante estos veinte años he aprendido que la familia es lo primero, ahora entiendo a mi padre porque quería tanto estar unidos, y cada vez que nos separabamos el se preocupaba, aunque no lo demostraba, siempre fue de carácter fuerte. Mi bella madre fue la más débil en sentimientos pero no en fuerza. Nos visitan a menudo, ahora viven en otro pueblo. Mi padre decidió darse una vacaciones, dejándome a mi en el poder. Mi hermana se casó, tuvo una hermosa bebe y ahora vive con su familia. Quien la desposó es un gran muchacho, de buena familia, no me refiero a los títulos, sino a su nobleza, a demostrado ser digno para ella.
Mi familia a crecido y temo que esto sea un blanco fácil para nosotros, me volvería loco si algo les pasará. La manda nos custodia, baja a la mansión cada noche, los guardias nos vigilan a cada momento, eso me hace estar más tranquilo. Es necesario estar a salvo, le dije a Elena que su prima tal vez este muerta para que dejará de preocuparse, yo estoy tras su rastro para terminar con esta maldita angustia de una vez por todas. Lo único que se de ella es que se casó, no se, si eso es bueno o malo para nuestra familia, solo se que tengo que encontrarla.
Entramos a la mansión y decidí darme un baño, Elena entró conmigo, sus caricias suaves exploran todo mi cuerpo mientras nos besamos apasionadamente y el agua cae sobre nuestra piel.
Su escultural cuerpo y delicada piel me vuelve loco he invita que la haga mía una y otra vez, su aroma me envuelve como si fueran sábanas, en ella se puede oler el fuego, el sabor de sus labios es una combinación dulce y ardiente a la vez, como chocolate amargo con fresas.
- ¿Tratas de seducirme mi pequeña salvaje? - pregunté con mucha lujuria.
- Por supuesto que no, Conde Sebastián - dice ella dejando ver su amplia sonrisa y sus ojos llenos de pasión.
La observé detenidamente, continuamos así por un momento, hasta que decido subirla a mi cadera mientras beso su delicado cuello. La miró a los ojos y ella me sonríe muy lujuriosa y yo le devuelvo la misma sonrisa. Empiezo a embestirla poco a poco. Después de 21 años ella sigue estando estrecha y eso es algo que me excita aun más, arquea su espalda y empieza a gemir de extasis, decidí llevar sus manos a sus labios para tapar sus gemidos, retiró sus manos y la beso, ahora sus gemidos están dentro mío. Comienzo a acelerar mi ritmo cada vez rápido, ella se sujeta de mi hundiendo sus manos en mi espalda a punto de venirse, siento sus paredes vaginales contraerse y esto hace que mi cuerpo decida venirse dentro de ella haciendo una mezcla de ambos líquidos. Deposita su cabeza en mi hombro y la bajo con mucho cuidado.
- Te amo Sebastián - dice Elena muy feliz.
Abrazó a mi hermosa Elena y le digo.
- Por ti daría hasta mi vida, te amo.
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Updated 61 Episodes
Comments
LectoraPR
... e invita
2023-07-21
1
Norelcy Mena
será una novela fogosa, necesita de una michelada bien fría.....jajajajaja
2022-07-23
1
Norelcy Mena
algo caliente, pensé que era más zanahoria...
2022-07-23
1