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Clara

¿Qué es un buen Padre?, ¿Qué es una figura materna?, siempre pensé que era una mujer y un hombre que te cuidaban, te daban de comer, y de alguna forma te obligarían luego a devolverle el favor, así sea de viejos o antes. Eso habían sido mis padres, unas personas que siempre estaban tratando de pedir la deuda para que les diera todo. 

Un infierno, el infierno más grande que había vivido en mi vida, la tormenta mental que tarde años en dejar de lado... Meses de terapia donde seguía el tic nervioso que no frenaba, como dejaba de comer, por sentirme mal al pensar que yo era la única que comía, las eternas noches donde no quería dormir por miedo que llegará otra vez. 

¿Tenía que huir como mi hermana?, ¿Era lo mejor para mi?, no podía hacerlo, ellos tenían el control sobre mi. 

Él llego a mi vida, de la forma más inesperada del mundo, lo veía en la tv cuando pasaba a trabajar en la cafetería, era más guapo en persona, no podía creer que se había vuelto mi esposo. 

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—¡Necesito más! —Mi padre me agarraba del cabello, mientras me llevaba a mi habitación —Para mañana me tienes que dar el triple de lo que me traes hoy —Me da un fuerte golpe en la mejilla, para luego jalarme de la muñeca y tirarme a la cama —O te va a ir peor —Se trata de subir sobre mi, pero me muevo incómoda, la puerta suena y mi padre se aleja para ir donde la recién llegada. 

Respiro pesado para ponerme en una esquina de la cama, la puerta no tenía cerradura, no puedo dormir, si duermo em hará algo, ¿cierto?... No voy a cerrarlo, necesito estar alerta. Un pensamiento que duro hasta la mañana, donde no pegue ni una siesta por unos segundos. 

Salí de la casa, para tener otro empleo... Más en la lista, era mesera, limpia platos, y ahora solo faltaba en la noche. ¿En la noche?, no lo mejor salir a esa hora, ¿Qué haría yo a esa hora?, en los libros decía que uno debe estudiar para seguir adelante, ¿no? 

Cuando termino los dos turnos del día, busco trabajo para la noche; llego a una calle llena de luces, que se veía bastante lujosa, ¿Tal vez aquí?, tenía muchas preguntas el día de hoy.

—Buenas —Salude a un señor bajito, que fumaba —¿Tiene algún trabajo disponible para mi? —El da una gran bocada a su cigarrillo y luego me mira de arriba abajo. 

—Ve a ese edificio —Señala el que tiene más luces —Diles que estás dispuesta a todo —Asiento, porque estaba dispuesta para no ser tocada por mi padre, lo había evitado durante años, luego de mi hermana huyó, hubo un gran desastre en la casa, donde la violencia paso a mi; muchas veces mi hermana era la que más pagaba esos golpes por mi culpa. 

Cuando llegué al gran edificio, hable con alguien, que mando con una de las chicas, que tenía muchos escotes y el vestido demasiado corto, con unos tacones muy altos. 

—Oh, linda, ¿Qué es ese golpe tan feo? —Cierro los ojos al sentir como lo toca —Aquí podrás ganar un poco más para salir de ese lugar, ¿Cuántos años tienes?

—15 años —Respondo bajito, la chica suspira. 

—Eres demasiado joven para este lugar —Murmura, cuando termina me da un vestido que no esta muy escotado pero si es muy corto —Es lo único de tu talla. 

Salgo de esa forma, no me sentía cómoda, no quería hacerlo. Sin embargo, lo primero es alguien parecido de alguna parte, ladeo mi cabeza tratando de recordar, la chica que me maquillo me lleva a sentarme al lado del amigo del que recordaba, el cual ponía su brazo en mi muslo; no era cómodo, mire a mi alrededor y observe como viejos, y jóvenes estaban con chicas, tocándolas, y ella solo se reían, o sonreían para seguir dándoles licor, ¿eso haría yo?

—Oh, ¿eres nueva? —Habla el hombre que esta agarrando mi muslo, asiento —Eres linda, ojos castaños... Un poco comunes, pero agradables... Tu cabello, si es más claro que tus ojos, bueno... No eres gran cosa, mejor levántate para ver que tal es tu cuerpo —Creo que la expresión que doy es algo de terror. 7

—Déjala, Dick —Dice el hombre que trate de reconocer. 

—Oh, vamos —Le da una palmada en el hombro, sin embargo este se gira para darle una mirada que el chico rápidamente quita, me acerco más al otro desconocido. 

No sé como surgió, pero empezamos hablar; en un momento llegué a contarle porque estaba aquí, a pesar de ser menor de edad, y que no era mi clase de trabajo. 

—Levántate —Le hago caso, me agarra de la mano para empezar a caminar fuera de la tienda, en un lugar con "Matrimonios las 24 horas" me hace entrar —Firma, ¿Qué es un matrimonio?, algunos libros decía que podía ser un convenio de dos personas, ¿eso sería? —No pregunto mucho, si es un convenio espero me resulte algo bueno.

Reí ante el recuerdo de no saber que era un matrimonio, no sabía en que me metía, aunque fue una gran decisión, demasiado buena para ser verdad, ¿Cómo me había salvado de una violada fija?, por durante tres años... Leonardo nunca me tocó, no me levanto la mano, era un amigo de alguna manera; pero esa forma de tratarme me hizo caer más, esas sonrisas que me daba. 

Me volví una fan de él, compraba camisas de él, compraba lo relacionado con él. Me había dejado estudiar, y cuando le pedí permiso para trabajar me dijo que era libre de no hacerlo, que el me ayudaba, pero quería comprar de forma honrada lo que era parte de su campaña. 

¿Yo?, yo era feliz en este momento. Era tan egoísta que no pensaba en mi hermana, no pensaba en como estaría ella, en la estaría pasando, si tal vez tuvo que hacer lo que yo... Yo tuve suerte, tuve a mi Leo; el hombre que ayudo cuando estuve deprimida, cuando no dormía en las noches, el que vino a vivir conmigo para presionarme a comer y dormir como debía, ¿Qué era Leo para mí?, lo era todo de alguna manera. 

Observaba como llamaban tóxico decirle a alguien todo, pero... No sabían la mierda que había pasado, no sabían todo lo que había pasado para tener un poco de paz, no conocían ni la mitad de la historia de la otra persona para ponerse hablar. Somos seres ignorantes que se ponen a juzgar desde su posición privilegiada, que pocos tenemos. 

Porque yo tengo suerte, ahora entraré a la universidad, y seré capaz de todo, seré profesional para ser digna de estar con Leonardo, porque ese día me voy a confesar, cuando tenga mi título. O eso era el plan. 

—Maldita mierda —Suelto cuando me veo desnuda, y con el castaño a mi lado igualmente como Dios lo trajo al mundo. Todos los recuerdos llegan a mi mente, que me hacen sonrojar, era virgen hace menos de 12 horas, mi cumpleaños lo comencé como se supone que debía finalizar. 

¡Oh Dios mío!, ¿Qué hice?, ¿Estoy loca?, ¿Yo por qué hice esto?, ¿Acaso estoy malditamente loca?, cierro mis ojos para recordar las palabras que me dijo, ¿Estaba enamorado de mi?, ¿cierto?, ¡Ambos lo estamos!

—Deja de matarte la cabeza, monita —Habla el castaño sin abrir los ojos, abro mis ojos asustada —Te conozco, piensas mucho —Esta vez sus ojos mieles me miran directamente —Sí, te lo confirmo de una vez, me gustas... Estoy enamorado ti, ¿Qué significa eso?, que daría mi vida por ti si es necesario —Cubro mi boca mientras trato de razonar un poco la situación, para no ponerme a gritar como una perra loca. 

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