Capítulo cuatro

...🥀 𝐸𝑅𝐼𝑍 𝑊𝐼𝐿𝐿𝐼𝐴𝑀𝑆 🥀...

—pequeña Williams me alegro mucho que estés hoy aquí. Últimamente Jacobo esta muy comunicativo con respecto a ti. —Me sonrió casi burlona, vaya que quería avergonzar a su hijo. Sonreí.

—Muchas gracias por la invitación. —Pensaba en burlarme por lo segundo que dijo, pero, ya estaba sentenciada y no quiera saber qué tan pesada era la mano de mi papi.

La cena pasó con normalidad, Jacobo estaba frente a mi, sentía su mirada sobre todo mi ser y a la vez el descuido de no tratar de comunicarse conmigo.

Me sentía algo enojada, no se suponía que fuera así. Pero luego de analizarlo con más calma mientras cortaba mi filete, solté una pequeña risa por mi estupidez.

¿Que acaso quería que el hiciera?.

Estábamos en familia. Era claro que mantendríamos distancia... Ni que fuéramos...

—Mamá, iré a enseñarle a Eriz la nueva sala de música. —Mi mirada casi le traspasa y estaba segura que si pudiera estaría sonriendo brillitos.

—Vayan, seguro le encantará ese lugar. —Él asintió y en poco tiempo nos encontrábamos de camino a la sala de música.

—¿Emocionada?. —Dijo él a mi lado y yo asentí rápidamente.

—Sabes que amo la música.

—Lo se bebé. —Abrió la puerta frente a mi y me invitó a pasar. —Lastima que está vez no tocaré el piano para ti.

Me gire para protestar, amaba que el tocará el piano, la guitarra, el violín o la trompeta para mí. De verdad que era un espectáculo increíble.

Pero su manos en mi cadera y que me estampara algo fuerte contra el sofá del lugar me hizo tragarme mis palabras. Se acercó peligrosamente a mi y por fin...

Me besó.

Lo sentía robarme el aliento con cada movimiento, era rudo y me encantaba. Mordía mi labio inferior y con su lengua delineaba el superior. Haciendo mi cuerpo estremecerse. Me chupaba y yo a él. Era uno de los mejores besos que había experimentado.

Sus manos no se quedaron quietas y pronto estaba sacando mi suéter y levantado mi falda. Me tocaba demasiado y apretaba en los lugares exactos. Estaba demasiado excitada. Él me excitaba.

—P-papi... —Logré pronunciar cuando beso mis pechos aún sobre el sostén. Saco cada uno de ellos de la copa y mordió lentamente mi parte sensible en ellos. Gemí. Esto si que era bueno.

Bajo sus manos y acarició mis muslos, de arriba hacia abajo y luego apretandolos. Rozando vagamente mi punto de placer. ¿Acaso estaba torturandome?

—por favor papi. —Dije apenas aún sobre sus labios. Estaba desesperada. Ansiosa, mucho. Lo deseaba a él entre mis piernas.

Sus besos pararon y me miró fijamente mientras lo sentía sacarme la braga.

—Me encantas bebé. —Sonreí.

Quería decirle que lo sabía y que también me encantaba, pero mi respiración hecha un lío me lo impidió. Aún así me acerque para besarlo.

Esta vez tratando de dominar. No podía evitarlo, y él parecía no molesto con ello. Puse mis manos sobre su cuello y encajando mis dientes sobre sus labios, lo empujé hasta atrás, este quedó de un sentón en el sofá junto a mi. Me puse sobre sus piernas y continúe besándolo, probando su boca y deleitandome con sus caricias y gemidos.

Su centro vigoroso se pegaba con el mío de manera descarada y me exitaba de sobremanera. Moví mis caderas suavemente y apenas creando fricción.

—Cariño... —Apenas si hablo mientras se separaba de mi y soltó un pequeño gruñido. —Bebé... —Repitió.

Lo acalle mientras mis labios lo volvían a devorar y mis manos tocaban su pecho de un lado a otro. Vaya que tenía un buen cuerpo, me gustaba mucho su cuerpo.

—Me encantas papi. —Dije esta vez yo y lo sentí sonreír.

En apenas un segundo me giró y luego me acomodo sobre el sofá. Sus manos acariciaron nuevamente mis muslos pero esta vez una de ellas fue más allá y acarició mi parte íntima.

Primero toda la extensión y luego solo dedicándose en un lugar, el punto de placer. Me retorcí... Sus dos dedos mayores comenzaron a estimular habilidosamente mientras el pulgar se perdió entre mis pliegues.

Quería gritar, pero mi mente me repetía una y más veces que no era el lugar ni el momento para tal espectáculo de sonido.

Me dediqué a tapar mi boca y temblar justo cuando otro de sus dedos, con el que antes acariciaba, se perdió entre mis carnes. Esto se sentía muy bien.

—Papi... —Suspiré

—¿Que pasa bebé? —Abrí mis ojos y lo vi sonreírme, uno de sus labios se encontraba entre sus dientes y su frente lucia brillosa, por el sudor, supuse. Su cuerpo entre mis piernas y su cabello hecho un lío.

—Esto me encanta, papi. —Dije hipnotizada por su imagen... Gemí y lleve mi manos hasta mis pechos, aparentandolos para doblegar el placer que sentía.

—Carajo si... Aprieta tus lindos pechos para papi... —Sonreí coqueta y saque una de mis manos para llevarla a su hermosa cabellera azabache.

—Papi... —Le volví a ver, mientras añadía un dedo más a lo más profundo de mi. —follame.

...𝑳𝒊𝒍𝒊𝒂𝒏𝒂 𝑪𝒉𝒂𝒑𝒂𝒓𝒓𝒐...

...💗𝙺𝚒𝚖𝚒𝚗🌳мαєοи💫cհօíղց🌼...

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Comments

Graciela Peralta

Graciela Peralta

que pasara ahora con ella y el

2023-07-17

0

Carolina Acosta

Carolina Acosta

estos 2 son bien arriesgados, digame si alguno de los padres entra al cuarto de estudio, que lio se armaria

2022-06-01

3

Lorena Larios

Lorena Larios

wow

2022-03-12

1

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