Capítulo dos

...🥀 𝐸𝑅𝐼𝑍 𝑊𝐼𝐿𝐿𝐼𝐴𝑀𝑆 🥀...

¡Odiaba estas horas del día!.

Las horas en las que debía ir a la escuela.

Sentía que por más que me esforzará y que quisiera buenas notas, jamás podría gustarme de verdad mi estancia en este lugar. Y menos, con esta asignatura en específico.

Odiaba lenguas, la odiaba más que a mi propia caca.

A mi lado, un Jacobo estaba más que concentrado. Y no era para menos, ya le habían amenazado la asignatura y no podía darse el lujo de perder otro semestre... Pero al carajo, ya habíamos visto este tema y... Estaba segura de que luego podría explicarle lo visto ahora.

Todos miraban al pizarrón, atentos a cualquier simple palabra que, la mujer frente a nosotros dijera y pudiese ser importante en el próximo exámen, sin dudas era la 𝘁𝗿𝗼𝗻𝗰𝗵𝗮𝘁𝗼𝗿𝗼𝘀 de la institución.

Bufé bajito y ate mi cabello en una coleta, sentí la mirada fija de Jacobo unos segundos y luego volvió a lo suyo. Sonriendo, ¿Que era lo que le hacia gracia? Al diablo.

Y organizando mis cosas, 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 tiré uno de mis bolígrafos, nadie se volteó a mi, pero en cuanto me heche al piso, la mirada de Jacobo me topo.

—¿Que pasa? —Susurro bajito. Yo negué.

—Se me a caído un bolígrafo, no es nada. —Él asistió y me sonrió, para luego dejarme ser y él continuar con lo suyo.

Baje completamente de mi silla y me hice frente a sus piernas, sin tocarlo y a una distancia más o menos prudente. Tenía suerte de que el pupitre estuviera cubierto con lata por los lados y no se viesen nuestros pies. Sonreí.

Pude ver su pierna derecha moverse insistentemente, estaba ansioso y aburrido, lo sé. ¿Y quien no?, Esta clase era todo un asco.

Con cuidado tome sus dos rodillas y lo sentí tensarce, luego nuevamente su mirada me traspasaba.

—¿Que haces? —Me dijo con la cara llena de confusión.

—Solo quiero ayudar a papi con su aburrimiento. —Le susurré, lo vi casi ahogarse con su propia saliva y negar rápidamente, aunque sabía que también estaba divertido por mi tontería.

—No hace falta. — dijo, pero no le preste atención. Me puse entre sus piernas y toque sus muslos con cuidado. —Eriz no.

Continúe tocándole aún escuchando su negación. Primero los muslos, en sus partes externas y luego entre ellas, de arriba hacía abajo y luego directamente en su miembro.

Su mano esta vez sí me detuvo y con la voz entrecortada susurro:

—Cariño no.

Mi cuerpo tembló. Su voz era tan profunda y ronca que logra calar desde mi punto sensible, por toda la columna vertebral y hasta mi cabeza.

—Quiero ser buena, papi, por favor. —Me safe suavemente de su agarre y nuevamente le toqué. Acariciándole todo, sobandolo y luego apretando. Viendo cómo su estómago se movía más rápido, su respiración era acelerada. —Tranquilo papi, seré muy buena.

Lo escuché soltar una risita y luego vi como él mismo se desabrochaba el pantalón para bajarlo junto con su bóxer, hasta la media nalga.

—Se muy buena entonces bebé.

Sonreí y tome su pene entre mis manos, quise verle a los ojos pero, su cabeza ahora estaba mirando al frente, con uno de sus labios entre los dientes, se veía delicioso.

Baje mi miraba y comencé a mover mi mano de arriba hacia abajo, y con la otra toque el glande, era rosado, uno de un tono muy oscuro, era algo grande, en el largor, no demasiado, pero si lo suficientemente grueso como para hacerme ver las estrellas.

Sonreí ante mi pensamiento y mi boca se hizo agua inmediatamente. Mi mano se hizo más ligera y mis movimientos más rápidos.

Ahora una de sus manos tomo mi mandíbula y uno de sus dedos acariciaba mis labios. Moría por tenerlo en mi boca, pero primero quería que estuviera lo suficientemente excitado para ello.

—Bebé...

Su voz ronca hacía que mi cuerpo temblara y yo era muy bobosa allí abajo gracias a sus pequeños, y para nada sobrepasados toques. Tal vez era el momento o lo que yo hacía, pero estaba tan excitada que cualquier movimiento suyo me resultaba realmente excitante.

Me solté de su agarre en mi cara y me aproxime a su pene, brillante por el pre-semen que salía de el hasta ahora y lamí la punta.

Su gemido reprimido me asusto de sobremanera. Luego, un ruidito de garganta se hizo presente y todo siguo normal. Tenía ganas de reír. Él era tan caliente que no podía evitar gustarme.

Mi boca casi luego de unos segundos luego del susto comenzó a comerlo, fondo. Mi lengua se enrrollo en su longitud y gemi bajito por sentirlo.

—Que buena niña, si... Justo así bebé. —Sonreí. Lo saqué de mi boca y esta vez lamí sus testículos, sentí sus manos en mis hombros y luego una de ellas colarse entre mi blusa, apretando uno de sus senos. —Eres muy buena bebé.

Seguí con mi trabajo, esta vez apretando más, hasta el fondo, podía sentir como poco a poco se estremecía y se retorcía, se hacía más y cada vez más tenso, por lo que apresure más mi labor, con mis manos le acariciaba los muslos y los testículos, mientras que mi boca se encargaba de su tronco.

Pronto su mano me tomo por el cuello, en la parte trasera e hizo que mi boca se fuera profundo, colándose entre mi garganta y él llenándola de su semen calientito.

Delicioso.

—que buena bebé. —Me separé de él aún lamiendo mis labios y este se recostó en su silla para verme a los ojos.

—que buen papi. —Dije yo igual de bajo que él, este era un secreto, nuestro secreto.

...𝑳𝒊𝒍𝒊𝒂𝒏𝒂 𝑪𝒉𝒂𝒑𝒂𝒓𝒓𝒐...

...💗𝙺𝚒𝚖𝚒𝚗🌳мαєοи💫cհօíղց🌼...

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Comments

Graciela Peralta

Graciela Peralta

sé van a quemar los dos

2023-07-17

0

Carolina Acosta

Carolina Acosta

empezaron a jugar con fuego, a ver cuál se quema

2022-06-01

3

Maria Del Carmen Mendez Estefan

Maria Del Carmen Mendez Estefan

excelente😊

2022-04-11

3

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