"El capitán con sentimientos"

-¿Dónde se ha metido? -pregunta enojado- éste robot tonto... Le dije que no saliera.-observa en la casilla de mensajes- Mmm hay un mensaje...

- ¡Debe de ser Orión!-afirma-.

- Hola chicos. Tengo cosas que hacer. Nos veremos cuando regresen de la excursión... Buena suerte y que se diviertan...-dijo presumiendo en el video-mensaje-.

- Bueno, solo espero que esté bien cuando volvamos...

- Vamos Pichón. ¡No podemos llegar tarde!

Ambos jóvenes viajaban en el tren, uno de ellos siente muy pesado el bolso, lo cual le parece raro porque un día antes no lo sentía así. Camino a la academia, comienza a subir gente en el vagón. Odín se sorprende al ver que quién subía era aquel joven apuesto que conoció en la cafetería. El muchacho le sonríe y se acerca a él.

- Hola Odín. ¿Cómo estás? -pregunta sonriendo y dándole un beso en la mejilla haciendo que se ponga rojo-. ¿Hola que tal? ¡Me llamo Eric, mucho gusto! -extiende su mano y Felipe lo queda mirando sin reaccionar al saludo-.

- Eric... El es mi amigo, Felipe. Vivimos juntos en casa...

- Ya veo... Bueno, por lo visto ambos se van a la excursión que me has comentado.

- Sí, y estamos retrasados -dice Felipe con un rostro de mal gusto-.

- ¿Y tú? ¿Hacia dónde te diriges?

- Tengo que ir a cumplir mi trabajo -dijo con una sonrisa-.

- Ya veo... -le devuelve la sonrisa y Felipe rueda la mirada-.

- Bien pequeño es hora de que bajemos... 

- Hasta luego. Un gusto haberte conocido Felipe. -este hace una seña con la mano- Hasta pronto bello -le besa su mano logrando que el chico se ponga rojo-.

- H-Hasta luego Eric -dijo apenado-.

Caminando hacia la escuela, el ambiente estaba algo tenso, ya que al mayor le disgustaba que Odín se hablara con ese desconocido. Llegando a la entrada se encuentra la presidenta estudiantil controlando todo, a su vez, anota en una hoja los presentes. El viernes de la semana anterior, les habían informado a todos los estudiantes que, el que no asistía a la excursión profesional debía recursar el año. De esta manera, todos eran obligados a asistir.

Entrando a la institución, Estefanía los esperaba en una esquina junto a Cristian y Rose, éstos hacían seña para que supieran dónde estaban. La multitud de estudiantes no les permitía verlos. En ese momento se encuentran con el grupo de Mat.

- ¡Oye niña! Fíjate por dónde caminas -Odín mira hacia un costado-.

- ¿Qué dices idiota? No jodas... -Mat se va a carcajadas- No te preocupes Pichón, todo saldrá bien...

- Lo siento Fel...

Encontrándose con sus amigos, el profesor comienza a organizar la excursión. Se armarán grupos para mantener un control. En ese momento llega la presidenta estudiantil, Menoli, quién se encarga de formar los grupos.

- Muy bien, el siguiente grupo es: Odín, Estefanía, Felipe, Mat, Cristian, Rosé y yo...

- Qué mal, estamos en grupo de Mat -baja su mirada-.

- Tranquilo pequeño, yo esté contigo... Todo saldrá bien -el menor hace un sonido con la garganta asintiendo-.

- Bien, cada grupo tendrá un líder. Escojan uno... Supongo que tu quieres ser nuestro líder Mat... -dijo con una sonrisa-.

- No, Menoli... Además no quiero hacerme cargo de nadie -hizo un gesto egoísta-.

- Yo creo que tú tienes mucha capacidad para eso -dijo Cristian-.

- ¡Sí!

- ¡Sí!

- Muy bien, si todos están de acuerdo... Seré su líder. -todos asienten-. ¡Vamos a abordar!

Felipe y Odín se encuentran en los casilleros de la nave, cada grupo tiene cuatro habitaciones para ocupar. La nave era inmensa, tiene una altura de un edificio de ocho pisos y cuatrocientos metros de longitud. 

Ambos jóvenes decidieron ocupar la misma habitación. Odín arreglaba su bolso, por cosas de la vida se le caen algunos productos de higiene. Los dos se agachan a recoger y quedan frente a frente.

- Pequeño se te calló el desodorante y un jabón -dijo con su mirada de colo miel y una sonrisa atractiva- ¿Qué sucede?

- ¡N-Nada! Solo que iba a tomarlos también... -se sonrojó-.

- Bien... -dijo con una sonrisa- sabes... Hoy te ves bien -le guiña el ojo-.

- Gracias... -se puso rojo y salió corriendo- Debo ir con Estefanía...

- Y a éste que le pasa -se pasó una mano por la nuca-.

Corriendo por el pasillo, Odín le manda un mensaje a su amiga avisándole que necesita hablar con ella antes del despegue.

- ¿Y te quedó mirándote? -dijo con un brillo en sus ojos-.

- Sí, soy un idiota no debería sentirme así.

- Deberías decirle cómo te sientes. De seguro no se molestará y te come la boca de un beso... -el chico se sonroja-.

- Nunca hará eso, él está con esa chica. -su mirada era triste-.

- ¿Cómo sabes eso? ¿Tienes pruebas? -colocó una mano sobre el hombro del chico-.

- Sí, hay una foto de ellos dos... Juntos. 

- Ya veo. Pero tranquilo, tal vez aparezca alguien.

- Ey Pichón, saliste corriendo -este abre los ojos como plato al ver a Sasha tomando el brazo de Felipe-.

- Ajam, nosotros nos iremos a caminar por ahí. Ustedes disfruten del viaje. ¡Vamos Estefanía!

- ¡S-Sí!

- ¿Qué le sucede? -sasha mira al joven y levanta los hombros-.

Caminando, Estefanía y Odín se detienen en el baño de hombres.

- Espérame aquí -ella asiente-.

- Apúrate... Ahí viene Cristian, te esperaré junto a él -el chico asiente-.

Odín estaba en el baño, no podía creer lo que había visto. Su corazón estaba destrozado, pero no tenía el valor de declararse a su amor no correspondido. Comienza a lavarse la cara y mojarse la nuca, hizo de todo para que esa pesadez se vaya. Estuvo cinco minutos solo. En ese instante se abre la puerta y el chico no podía creer al ver quién era.

- ¡Hola bello pequeño! -le da un beso en la mejilla-.

- H-Hola. ¿Qué haces aquí? -cuestiona asombrado- ¿Y esa ropa?

- Jajaja... Soy piloto de la nave -lo mira con una sonrisa- ¿Qué haces solo aquí?

- Nada, solo quería arreglarme -al piloto le brillan sus ojos, tanto que se acerca al chico- ¿Qué carajos?

- Déjame hacerlo -le da un beso apasionado- me gustas Odín -lo toma de la cintura-.

- Pero... Nunca he hecho esto -trata de separarse pero Eric es más fuerte-.

- Espero que disfrute del viaje Señor Hunk -le dijo con una sonrisa- Ahora si me permites debo ir higienizarme antes del despegue. ¡Pequeño, algún día serás mío! -el chico se sonroja cuando le da otro beso y sale corriendo-.

Odín sale corriendo y se encuentra con sus amigos.

- Por fin, creí que estabas descompuesto -pone sus manos en la cintura- ¿Por qué tardaste tanto? 

- Nada, solo que necesitaba mojarme la cara y la nuca -mira hacia el costado-.

- Sabes, acabo de ver entrar al baño un piloto. Pensé que te habías ido con el -pega una carcajada-.

- Ey Cristian tú no... -se pone rojo al ver como su amigo lo carga-.

- Mmm, si estaba muy bueno -pone cara de babosa-.

- Jajaja si muy lindo -mira hacia un costado sonriendo-.

- ¡Ahí sale! -el piloto mira al chico y le sonríe-.

- ¡Oh! Te sonrió ¿Lo conoces de algún lado? -lo mira con los ojos entre cerrados-. Larga lo que sabes...

-¡Sí! Vamos Odín, cuéntanos.

- Bien, lo conocí la semana anterior cuando mi mejor amiga me dejó plantado en el café -la mira de reojos-.

- Uuuy, pero te hice un favor amigo -Cristian pega una carcajada-.

- Veo que te salió bien estar solo. Te agarraste al piloto de ésta excursión -el chico estaba nervioso-.

- Bueno... Si... Yo...

- Ay cállate. Solo disfruta y si ese hermoso piloto te busca hazle caso -la chica lo toma del brazo y se van caminando-.

- Ajam, ella tiene razón. Además Felipe está con Sasha -Estefanía le pega una mirada fulminante a su amigo-.

- Sí, lo sé chicos -agacha su cabeza y sus ojos turquesa se les cristalizaron-.

Todos los pasajeros de la nave habían sido invitados a que tomen asiento, porque en unos minutos comenzaría el despegue hacia el espacio. Menoli era la encargada de llevar a su grupo hacia la sala donde se encontraban los asientos. Felipe estaba con su chica y Odín con sus amigos. 

Éste viaje iba a significar mucho para ambos, ya que hacía tres años que no salían hacia el espacio. Traía a sus recuerdos aquel mal momento que pasaron juntos, en el que por el cual, el mayor prometió a chico protegerlo.

En ese momento se escucha la voz de alguien.

- Soy el Capitán Eric Dimitrescu, encargado de esta espectacular expedición -Odín se sonroja al ver como sus amigos lo molestan- la misma finalizará al quinto día después de su despegue. Espero que disfruten del viaje. Especialmente el señor Hunk -Felipe lo mira al chico y su rostro muestra enojo- a quién le prometo una muy buena azaña. Odín... Espero poder verte, un beso.

- Ay... Te dedicó el viaje, es todo un caballero -le guiña un ojo y Cristian pega una carcajada-.

- Mira a tu otro chico -Odín observa a Felipe- está que se lo lleva el diablo. 

- Ay chicos no me molesten, miren cómo me miran todos por ese mensaje -todos observan con sonrisas y carcajadas al chico-.

Felipe se tomó unos segundos para dirigirse dónde se encontraba el chico.

- Así que sabías que él es capitán de ésta nave -se marchó a su asiento sin dar oportunidad a alguna explicación por parte del chico. En su rostro se notaba la decepción-.

Sobre los pensamientos que inundaban la mente de Odín se situaba la noción de que había perdido la confianza de su amado. Se imaginaba que jamás le podría confesar lo que sentía por éste.

- Señores pasajeros -se escucha a la computadora- los invitamos a que se coloquen los cinturones de seguridad y que no mantengan inclinados los asientos.

- ¡Mat, colócate el cinturón y no inclines el asiento!

- Blah Blah Blah...

- ¡Hazlo ya! ¡Es una orden!

- Okay Menoli... Tranquila, no te enojes.

- El despegue se realizará en diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡Comenzando!

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