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Bajo El Mismo Veredicto

Bajo El Mismo Veredicto

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Arrogante / Ligador / Completas
Popularitas:7.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Deiver Gutierrez

Aurora West ha dedicado su vida a construir un futuro brillante en el mundo del derecho. Cuando consigue una codiciada oportunidad de prácticas en el bufete más prestigioso de la ciudad, cree que está un paso más cerca de alcanzar sus sueños. Sin embargo, lo que no esperaba era que su jefe, Rafael Novoa, fuera un hombre tan implacable como fascinante.

Frío, reservado y con una reputación impecable, Novoa es un abogado brillante, pero detrás de su carácter severo esconde un conflicto interno que no está dispuesto a admitir: una atracción innegable hacia Aurora. Aunque intenta resistirse, su presencia desafía cada una de sus reglas, cada uno de sus principios.

Entre juicios, miradas furtivas y una tensión imposible de ignorar, Aurora deberá descubrir si es capaz de derribar las barreras de Rafael y demostrarle que algunas batallas no se ganan con argumentos, sino con el corazón.

¿Podrá él aceptar lo que siente o dictará su propio veredicto antes de permitirse amar?

NovelToon tiene autorización de Deiver Gutierrez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 22

POV Aurora

Regresamos de Portland un par de días después, fueron días mágicos que pasamos en familia los cinco, que estuviera Sebastian con nosotros lo hizo aún más especial, lo llegaba a apreciar como a un hermano y sentía su lado protector y su cariño hacia conmigo, mis padres me hicieron saber cuan felices estaban de que encontrase personas buenas con quien compartir, apreciaban a Sebastian y adoraban con locura a Rafael, notaban lo feliz que me hacía y como solo él podía sacar esa chispa de alegría en mí que ni yo sabía que tenía, ese hombre era mi completa felicidad.

En este momento me encontraba en la empresa, estaba a escazas semanas de que terminaran mis prácticas profesionales y de mi titulación, eso me tenía algo nostálgica pero muy emocionada, no sabía que sería de mi futuro honestamente, pero me encantaría continuar trabajando aquí, no solo por estar cerca de Rafael, sino porque es una empresa de muy alto prestigio donde sé que puedo dar lo máximo de mí y podré ayudar a las personas que es mi principal objetivo.

Por el mismo motivo de que se acercaba mi graduación, Rafael me había designado casos a mí sola para poder estar preparada, él desde antes de que fuésemos pareja me había dicho que quería que trabajara en el New Age, así que si aún mantiene su oferta, yo estaré más que encantada. Por ahora estaba trabajando justamente en un caso que me asignaron hace un par de días, era temprano en la mañana y ya iba bastante avanzada en la resolución del mismo; me levanté de mi asiento y salí de mi oficina con unas carpetas en la mano caminando en dirección a la oficina de Rafael.

-Adelante...- Escuché su voz después de que toqué la puerta, entré y lo vi concentrado detrás de su escritorio, levantó la vista y se dibujó una sonrisa en su rostro cuando me vio.

-Hola de nuevo- Dije divertida acercándome a él dejando un beso en su mejilla.

-Hola cielo, sabes que no es necesario que toques, puedes pasar cuando tú lo desees- Respondió levantándose y abrazándome por la cintura.

-Lo tendré en cuenta la próxima vez- Susurré sonriente dejando un corto beso en su cuello -¿Estás muy ocupado?- Pregunté retomando el rumbo de mi misión inicial.

-Para ti nunca, princesa. ¿Ocurre algo?- Responde volviendo un poco a su postura más profesional que me fascinaba.

-Solo quería pedirte que leyeras estos informes para solicitar más tarde una investigación con David del caso que estoy llevando, por favor...- Pedí amablemente extendiéndole una carpeta con los datos que necesitaba, él los tomó y lo leyó un par de segundos.

-Perfecto cielo, lo revisaré más tarde y le pediré a Allen que te apoye con lo que necesites- Respondió con una cálida sonrisa acariciando mi mejilla –Y en otros temas... ¿Quieres ir a comer conmigo en nuestra hora libre?-

-Claro, me encantaría- Comenté más que contenta.

Continuamos hablando un poco del trabajo y de cosas algo más triviales, de verdad que no había aburrimiento en nuestra relación, siempre habían temas para conversar o cosas por tratar, adoraba como manejábamos nuestra relación y como la supimos sobrellevar más allá de todo. Me causa gracia y hasta cierto punto algo de satisfacción recordar al Rafael de hace meses y su frase de "No mezclo diversión con el trabajo", al final del día logramos superar todos los obstáculos y ahora estamos aquí más felices que nunca...

POV Rafael

Después de la charla que tuve con mi chica por la mañana, me puse a revisar justamente el informe que me había traído, aun me asombraba tanto el saber que era una mujer tan, pero tan talentosa e inteligente, podría jurar que su cerebro trabajaba como una máquina y resolvía los casos y buscaba soluciones en cuestión de minutos, era una cosa admirable y no me podía enorgullecer más de ella.

No faltaba mucho para nuestra hora de comida, aun me encontraba sumergido leyendo los informes y el papeleo correspondiente, estaba bastante ajeno a lo que sucedía a mi alrededor, y no presté atención hasta que escuché la puerta de mi oficina cerrarse y una aguda voz femenina posterior a eso.

-¿Rafael?- Levanté el rostro para ver a la dueña de aquella voz que dijo mi nombre encontrándome con una MUY desagradable sorpresa.

¡¿QUÉ CARAJO?!

-¡¿Nora?! ¿Qué mierda estás haciendo aquí? ¡¿Cómo carajo entraste?!- Pregunté al instante sintiéndome molesto y levantándome de mi asiento.

¡¿Qué rayos?! ¡Ni siquiera me acordaba de ella!

-Aquí las preguntas las debería hacer yo- Respondió con soberbia y superioridad, ¿Y esta qué carajo se cree? -¿Por qué no me has llamado? ¡Te he buscado como loca!- Soltó con intensidad acercándose a mí, yo me alejé de ella de inmediato.

Esto podía ser una situación y un escenario peligroso, esta tipa está en mi oficina reclamándome como si yo le debiera explicaciones de algo o como si fuésemos algo cuando claramente no es ni una cosa, ni la otra, y lo menos que necesitaba en este momento es que mi chica pensara algo que no era, así que necesitaba que esta mujer se fuera de mi edificio en este instante.

-¿No se te ocurrió que simplemente no quería saber de ti?- Solté con frialdad dejando las cosas claras.

-¿Por qué pensaría eso? Dijiste que me buscarías y...- Comenzó a decir en un tono de reclamo hasta que la corté tajante.

-¡No! Te dije que si quería saber de ti te buscaría, y como podrás notar, no lo he hecho. Deduce tú misma el por qué... Ya dime a qué carajo viniste o llamaré a seguridad- Advertí sintiendo enojo cruzando mis brazos y manteniéndome firme.

-Quiero hablar contigo, Rafael- Comentó bajando sus niveles de intensidad –He sido muy paciente al esperar que te dignes en llamar, pero realmente me estoy cansando, ¿Cuándo volveremos con lo nuestro, querido? Te extraño- Dijo en tono "lastimoso" acercándose aún más a mí, yo la tomé de los hombros sin lastimarla y la alejé.

-¡Ya basta! ¿A qué te refieres con "lo nuestro", Nora? ¡¿De qué mierda hablas?! Nunca hubo un "lo nuestro"- Tenía que frenar esto de una vez por todas para que desapareciera de mi vida de una maldita vez –Yo fui muy claro contigo desde un principio, lo que teníamos, si acaso se le podía llamar de alguna forma, era únicamente físico, solo sexo y ya. Tú estuviste de acuerdo y no es mi problema que te engancharas con algo que solo estaba en tu imaginación...- Hablaba sin ningún filtro hasta que me interrumpió.

-No lo creo Rafael, sé lo que siento y sé que no lo imaginé, tú estás enamorado de mí, solo que no quieres entenderlo- ¡¿QUÉ MIERDA LE SUCEDE?! -¡Danos una oportunidad!- Continuó suplicando casi a gritos hasta que la interrumpí ya más que enfadado.

-¡¡¡Nora, BASTA!!! Entiende esto de una vez porque no pienso volver a repetírtelo. Lo que teníamos, ¡Se acabó!, para siempre, no quiero que me vuelvas a buscar jamás. No tengo ningún interés en ti, ni en estar contigo, ni en follar contigo, no lo tengo, ni lo tendré nunca más- Solté finalmente esperando que por fin lo entendiera, sé que podría estar siendo cruel, pero solo quería dejar todo mi pasado atrás, además, fui claro desde un principio y no debo tomar responsabilidades que no me corresponden.

-¿Por qué dices eso, Rafael? ¡Explícame porque no te comprendo!- Agregó ofendida muy molesta, ¡Dios, dame paciencia!

Me harté...

-No necesito explicarte nada, no te debo explicaciones, tú y yo no somos absolutamente nada. Ahora, vete por favor o te juro que llamo a seguridad- Dije tajante volviendo detrás de mi escritorio y levantando el teléfono.

Ella iba a decir algo pero la puerta de la oficina se abrió dejando ver a mi preciosa Aurora quien entró confiada sin saber la situación que ocurría dentro, mierda... Bien, tranquilo Rafael, no estás haciendo nada malo, no des pie a malos entendidos.

-Rafael, te traje los reportes de...- Habló hasta que levantó la vista y vio a Nora frente a mi escritorio deteniendo su andar abruptamente –Oh, lo siento, no sabía que estabas ocupado, volveré más tarde...- Añadió con algo de confusión dando pasos hacia atrás pero yo la frené, ella no tenía por qué irse, sino Nora.

-Descuida amor, no estoy ocupado, la señorita ya se iba, pasa- La invité con confianza haciéndole saber que nada ocurría, ella continuó su camino un poco más confiada pasando por el lado de Nora y llegando hasta donde yo estaba.

-¿Amor? ¿Cómo que "amor"? ¡¿Quién es ella Rafael?!- Preguntó la rubia loca muy molesta, ¡Genial! Ahora me hará una escenita frente a mi novia dejándome en una muy mala posición, Aurora veía el panorama con el entrecejo fruncido.

-Ya te dije que no tengo que darte explicaciones y te dije que te fueras, ¿Por qué me obligas a repetírtelo?- Pregunté a punto de estallar.

-¡¿¿Quién es ella??!- Volvió a cuestionarme furiosa, yo tensé mi mandíbula y la vi furioso.

-Te lo diré solo porque ya no quiero estarte viendo la maldita cara, Aurora es mi mujer, ¡¿Te quedó claro?! Así que ten la decencia de retirarte de una jodida vez por las buenas si no quieres que seguridad te saque por las malas...-

-¡No! No puede ser tu mujer, ¡¿Cómo te atreves?!- Devolvió la pregunta aún más enojada que antes, yo ya no estaba soportando esta situación –Después de que te rogué durante tanto por una relación, ¿Me sales con esto? Siempre salías con tus malditas excusas de que no querías nada serio y ahora ¡¿¿Sales con esto??! No lo voy a tolerar-

-Me tiene muy sin cuidado lo que toleres o no, Nora, siempre fui claro contigo y si te dije que no quería una relación contigo, fue porque no me interesabas, punto- Aclaré buscando la mano de mi chica para entrelazarla con la mía, sabía que le debía explicaciones pero necesitaba sentir su tacto para controlarme y no estallar en contra de esta mujer –Ahora, es la última vez que lo diré, vete ahora o llamaré a seguridad, es tu última advertencia...-

Nora me vio desafiante durante unos segundos hasta que suspiró y volvió a hablar.

-Descuida, no es necesario...- Dijo con lentitud, bajó su vista a nuestras manos juntas y volteó a ver a mi novia –Por lo que veo, aparentan ser la parejita perfecta, ¿Verdad? Aquella sin secretos con una gran cortina de humo para aparentar en la sociedad- Comenzó a decir con burla y una sonrisa peligrosa.

Dio un paso y recargó sus manos en mi escritorio sin despegar la vista de Aurora quien tomó con más fuerza mi mano y se acercó instintivamente a mí.

-Dime, mocosa, ¿Te ha contado tu príncipe encantador las incontables veces que me buscó para saciar nuestro deseo? ¿Las incontables veces que me tuvo en una cama entre sus brazos haciéndome suya? No lo creo... Abre los ojos niña, solo eres una más, una estúpida puritana que desea consumir hasta que se harte de ti y busque una nueva mujer...-

¡¡MALDITA BRUJA!! Esa desgraciada no podía estar más equivocada, no sabe absolutamente nada de lo que pasa entre nosotros, y no tiene una jodida idea de lo puro que es nuestro amor. Estaba a punto de gritarle y exigirle que cerrara la boca de una buena vez y dejara de decir cosas de Aurora pero ella misma habló frenando mis palabras.

-Bien, si eso sucede, será mi problema. Lo que pase entre Rafael y yo no es asunto tuyo, y agradecería que te fueras en este momento- Pidió de forma tranquila y respetuosa, como toda una dama.

Admiraba demasiado cómo podía ser capaz de conservar la calma en situaciones como estas. Nora pareció titubear viendo que no lograba sacar de sus casillas a mi chica.

-Seguramente cuando discutan él no dudará en venir corriendo conmigo, y yo estaré esperándolo gustosa- Dijo haciéndome enfurecer.

-Okey, se acabó este show...- Solté tomando el teléfono y pidiendo a seguridad con urgencia.

-Tendrás que vivir con el pensamiento de que cuando esté lejos de ti seguro estará metido en mi cama a mi lado teniendo sexo como solíamos hacer todo el tiempo- Los de seguridad entraron y les di la orden de que la sacaran de ahí -¡Solo es cuestión de tiempo chiquilla! ¡NO SIGNIFICAS NADA!...- Fue lo último que dijo antes de que yo cerrara la puerta con fuerza y me dirigiera con velocidad a mi mujer que se encontraba sin hacer un solo movimiento viendo a la nada con el rostro muy serio.

-Aurora, mi amor... Puedo explicarte todo lo que acaba de pasar...- Me apresuré a decir pasando una mano por su cintura y tomando su rostro con la otra, me angustiaba que malinterpretara las cosas, y me angustiaba que ella llegase a creer toda la mierda que esa mujer dijo.

-Yo... Solo necesito algo de aire... Iré a comer con Darcy...- Dijo con la mirada algo perdida, sin verme a los ojos y separándose de mí caminando a la salida.

Yo no podía con el sentimiento de opresión en mi pecho y caminé detrás de ella abrazándola por detrás frenando su paso.

-Aurora, escúchame mi vida, por favor... Quiero explicarte todo... yo...- Intentaba decir hasta que ella se volteó y puso su mano sobre mi boca.

-Rafael, solo necesito tomar aire, ¿Podemos hablar más tarde? Necesito estar sola un momento, te prometo que volveré, solo no hagamos esto ahora, ¿Sí?- Preguntó aun con la mirada dispersa con una seriedad que me estaba matando.

Necesitaba explicarle las cosas, la angustia y preocupación estaba acabando conmigo, pero tenía que darle lo que me pedía, si ella me pedía espacio y tiempo para pensar, es lo que le daría aunque sintiera que me clavaban un cuchillo en el pecho. Dejé un beso en su frente y rocé mi nariz con la suya.

-Solo, vuelve, por favor... ¿Lo harás?- Susurré a modo de súplica mirando directamente sus ojos.

-Lo prometo...- Respondió dejando una suave caricia a mi mejilla.

-Llévate mi auto, y cuídate mucho... Cualquier cosa que necesites, llámame- Pedí extendiéndole las llaves de mi auto, ella asintió con lentitud tomando las llaves entre su mano para después salir de ahí dejándome con una sensación horrible en el pecho.

¡Maldita Nora! Maldigo el jodido día en que te cruzaste en mi camino...

POV Aurora

¡¿QUÉ MIERDA ACABABA DE PASAR?! ¡Esa mujer está loca! No puedo creer todas las estupideces que salieron de su boca. Si bien ciertamente lo que dijo fue algo hiriente, no estaba enojada con Rafael. Lo conocía lo suficiente como para saber que nada de lo que dijo ella era cierto. Era solo que, toda esa situación me abrumó demasiado, tantos insultos, plantar tantos escenarios ficticios en mi cabeza, fue demasiado para mí.

Rafael no tenía mucho que explicarme, no hacía falta ser muy listo para entender la situación, ella era una de las mujeres con las que Rafael en algún momento se involucró sexualmente y ella quería mucho más que solo algo físico, fácil de entender. Lo que no lograba entender, era porque esa obsesión casi psicópata y esa necesidad de intentar causar daño, estaba verdaderamente loca.

Tal como le dije a Rafael, salí con Darcy a comer, necesitaba desahogarme con alguien de cómo me sentía, y ella era mi mejor amiga, así que tenía la confianza de decirle lo que acababa de pasar. Le conté todo lo que sucedió después de que yo entré a la oficina, ella estaba con la boca abierta escuchando la historia.

-Quiero decir... Conozco todo el pasado de Rafael, él siempre ha sido muy transparente con el tema, pero, no lo sé... Ver a esa mujer en ese lugar y escuchar todas las cosas que me dijo... Realmente me hirvió la sangre de furia, tenía una necesidad inhumana de salir corriendo de ahí- Terminé por decirle mirando mis manos sobre la mesa.

-Es totalmente compresible linda, yo no sé qué hubiera hecho en tu lugar, esa mujer está desquiciada. Lamento todo lo que te dijo, espero que estés convencida de que no es así, ¿Verdad? Todos podemos ver que el señor Novoa te adora con su vida...-

-Oh, claro, por eso no tengas duda, confío ciegamente en que Rafael me ama y no se atrevería a hacerme daño, solo necesitaba algo de aire y espacio para soltar el coraje que sentía... Gracias por escucharme siempre, Darcy...- Le dije a mi amiga con gratitud tomando su mano, ella sonrió de inmediato apretando el agarre.

-No tienes que agradecer nada amiga, siempre estaré para ti- Respondió con amabilidad.

Continuamos hablando sin preocuparnos mucho del tiempo, cuando vi la hora me di cuenta que mi hora de comida había terminado hace más de 40 minutos, al instante me puse de pie, pagué la cuenta y salí corriendo junto con Darcy. Arranqué el auto y conduje lo más rápido que pude a la empresa, obviamente teniendo cuidado de respetar límites de velocidad y a las personas, seguramente Rafael estará angustiado, y para terminar, mi teléfono estaba en silencio y no escuché las múltiples llamadas y mensajes que envió.

Llegamos a la empresa de forma muy rápida, dejé el auto de Rafael en el estacionamiento privado y literalmente corrímos al ascensor donde marcamos primero el piso 18 donde estaba la oficina de Darcy, y después el último piso para volver a mi oficina. Me despedí de mi amiga y continué con mi camino, al llegar a mi piso correspondiente salí del ascensor y mientras caminaba en dirección a mi área de trabajo pude ver a David parado preparándose un café, por lo que aproveché para pedirle su ayuda en la investigación de mi caso.

-Hola Dave- Saludé tocando su hombro suavemente para llamar su atención, él voltea a verme y sonríe de inmediato.

-¡Aurora! ¿Cómo estás, preciosa? ¿Todo bien?- Preguntó recargándose en la mesa de atrás bebiendo de su café.

-Claro, todo muy bien, ¿Y tú?-

-También, todo perfecto, gracias... ¿Te puedo ayudar en algo, linda?- Devolvió la pregunta con amabilidad.

-De hecho sí, quería pedirte ayuda para una investigación del caso que estoy llevando actualmente, ¿No estás muy ocupado?- Comenté apenada sin querer darle mucha molestia a mi amigo.

-Claro que no, pídeme lo que necesites y lo tendré antes de lo que pienses...- Agregó dejando un suave apretón en mi brazo.

-Muchas gracias, Dave. Eres muy amable- Solté con honestidad dedicándole una débil sonrisa.

-Oye Aurora, ¿Segura que estás bien? Escuché unos gritos en la oficina de Novoa hace unas horas y vi que sacaban a una mujer de ahí, me quedé preocupado por ti- Agregó con angustia en su rostro, yo suspiré y bajé la mirada un segundo.

-Todo está bien, solo un malentendido con la chica esa, no te preocupes- Informé tratando de decir lo menos posible.

Él se acercó un paso hacia mí y tomó mi brazo con su mano libre.

-Cualquier cosa que necesites, aquí estoy para ti...- Dijo en voz baja, yo lo miré con agradecimiento y estaba a punto de responder cuando vi que mi teléfono que se encontraba en mi mano tenía una nueva notificación.

Acababa de recibir un mensaje de Rafael, "Aléjate de él en este instante o yo mismo iré por ti", era lo que decía su mensaje que alcancé a leer discretamente. Me confundí y voltee a todos lados buscándolo con la mirada, no lo encontré, así que voltee a ver a la cámara de seguridad con obviedad sabiendo que me estaba viendo desde ahí.

-Muchas gracias Dave, eres un gran amigo- Le respondí ignorando el mensaje devolviéndole la sonrisa a David.

Al instante recibí otro mensaje, bajé la mirada con discreción para leerlo, "Ven a mi oficina si no quieres que yo mismo vaya por ti y le deje bien en claro a Allen que eres solo mía". Rodee los ojos al leerlo, me causaban gracia sus celos, no lo admitiría en voz alta, pero me encantaba que lo hiciera, por último recibí un "Por favor". Bien, ya lo hice sufrir demasiado...

-Te llevaré los documentos por la mañana, muchas gracias de nuevo Dave- Terminé por decirle con gratitud.

-De nada preciosa- Respondió, yo asentí con una leve sonrisa, me despedí de él y caminé hacia la oficina de Rafael la cual abrí sin tocar, en cuanto cerré la puerta sentí los brazos de mi novio rodearme y apretarme contra su cuerpo.

-Dios, Aurora... Te extrañé tanto, creí que no volverías...- Susurró estrechándome en sus brazos con su pecho pegado en mi espalda, yo suspiré y recargué mi cabeza en su hombro.

-Te prometí que lo haría- Respondí de la misma forma dándome vuelta para verlo a los ojos, tomé su rostro entre mis manos y me acerqué él rozando nuestros labios –Entonces... ¿Me estabas espiando?- Pregunté en un murmuro conteniendo una sonrisa.

-Solo desde que entraste al edificio, lo juro- Susurró de vuelta antes de juntar sus labios con los míos en un beso apasionado y desenfrenado.

Lo correspondí de inmediato, tenía una necesidad en lo profundo de mi pecho de que me hiciera saber que él era solo mío. Rafael se separó jadeante a los segundos por falta de aire juntando su frente con la mía.

-Quiero explicarte todo, mi vida, te juro por lo que más quieras que esto no es lo que parece...- Pidió dejando cortos besos en mi rostro aun aferrándose a mi cuerpo, yo lo vi a los ojos acariciando su mejilla con suavidad.

-No es necesario, pero si lo quieres hacer, adelante...- Dije con honestidad.

Rafael comenzó a contarme cada una de las cosas que yo suponía, habló sobre quien era esa tal Nora, lo que solían tener y como ella desde mucho tiempo atrás buscaba algo más con él siendo rechazada desde el principio. Estaba sobre el regazo de Rafael sentados en la silla de su escritorio mientras aun conversábamos del tema.

-Jamás en la vida llegues a pensar que alguna de las estupideces que dijo esa mujer son ciertas, amor. Tú no eres, no fuiste, ni nunca serás una más en mi vida, eres la única con la que quiero compartir cada parte de mí, tú y solo tú, por siempre...- Terminó por decir de una forma tan dulce viéndome directamente a los ojos, yo lo miré enternecida.

¡Dios! ¿Cómo es que este hombre podía ser tan perfecto? No podía enojarme con él aunque lo quisiera.

-¿Cómo lo logras?- Pregunté simplemente.

-¿Qué cosa, cielo?-

-Esto... No puedo sentir ni una pizca de molestia o enojo hacia contigo- Admití viendo su sonrisa de satisfacción, se acercó de forma coqueta a mí y me apretó hacia su cuerpo.

-Eso es porque me amas demasiado y también sabes lo mucho que yo te amo a ti- Soltó dejando cortos besos en mi mandíbula y cuello, yo sonreí ampliamente conteniendo una carcajada.

-Dios, te odio Rafael- Dije riendo levemente echando mi cabeza para atrás.

-No, no lo haces...- Susurró para después atraer mi nuca y besarme de una forma intensa y salvaje.

La situación se tornó necesitada y pasional a los segundos, Rafael se levantó de la silla conmigo en sus brazos y me recostó sobre su escritorio posicionándose entre mis piernas, sentía como restregaba su cuerpo contra el mío creando una fricción muy placentera haciéndome suspirar levemente.

-Rafael...- Susurré entre jadeos suaves.

-Solo existes tú, mi amor, solo tú...- Murmuró entre besos quitando mi blusa y desabrochando mi sostén con agilidad.

Yo logré desabotonar su camisa y de forma rápida, él levantó mi falda, retiró mi ropa interior y se desabrochó el pantalón listo para terminar con esta deliciosa tortura. Se introdujo en mí de una sola estocada, sus movimientos eran lentos pero profundos creando una sensación tan jodidamente placentera.

-Dios, Aurora... Eres mía, completamente mía...- Escuchaba a Rafael de forma casi inaudible entre gemidos.

Tomó mis muñecas con una sola mano y las puso sobre mi cabeza, su otra mano la mantenía en la parte trasera de mi muslo elevándolo un poco teniendo mayor acceso a mí. Yo mordía mi labio inferior tratando de no hacer ningún ruido demasiado audible, aunque era bastante complicado. Rafael volvió a atacar mis labios con fiereza una vez más callando nuestros gemidos, sentía que estábamos cerca, dio embestidas más rápidas y ambos llegamos al clímax quedando agitados sobre su escritorio y con la ropa a medio poner.

-Eres tan, tan perfecta mi vida...- Soltó mi hermoso novio tratando de normalizar su respiración viéndome a los ojos.

Yo acariciaba su cabello peinándolo un poco, sonreí como una adolescente enamorada sintiéndome en un sueño del cual no quería despertar jamás.

-Te amo Rafael- Admití de la forma más sincera que mi corazón pudo sentir, él sonrió instantáneamente y besó mis labios con dulzura.

-Yo también te amo Aurora Novoa...- Dijo entre besos, al momento de escucharlo me separé para verlo directamente.

-¿Novoa?- Pregunté divertida.

-Sí... Deberías irte acostumbrando a usar mi apellido, ya que en algún momento también será tuyo; Te convertirás en mi esposa, seré el padre de tus hijos y todo el mundo sabrá que eres completamente mía- Respondió Rafael sin titubeos viéndome fijamente a los ojos haciéndome saber que hablaba completamente enserio.

A muchas personas podría asustarles su intensidad, pero yo no podía sentir nada más que amor y felicidad al escuchar sus palabras, él quería casarse conmigo y formar una familia, y nada en el mundo podía hacerme más feliz, me hacía sentir de una forma indescriptible el imaginar tener una familia con Rafael. Yo solo sonreí ampliamente y negué con la cabeza riendo.

-Dios, estás loco- Añadí soltando una carcajada.

-Y así te encanto, mi amor- Respondió él besándome de nuevo, jamás me cansaría de sus besos, ni de él.

-Todo el mundo sabe que soy tuya, cariño- Susurré separándome unos centímetros de él.

-Lo sé, pero no puedo esperar a hacerlo completamente oficial- Contestó de igual forma haciéndome sentir la mujer más dichosa del mundo.

Así era nuestro amor, intenso, lleno de pasión, diversión, honestidad, respeto. Era el sentimiento más puro que había experimentado jamás, él era mi completa felicidad...

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Yuly Ponce
Hermosa historia felicidades ❤️
Deiver: gracias por leer
total 1 replies
America Lopez
la recomiendo
Deiver: gracias por leer
total 1 replies
America Lopez
hermosa historia
Tanny Farfan: Felicitaciones escritora, me gustó mucho esta historia, muy linda, bien cuidada, excelente ortografía,
total 1 replies
America Lopez
cobarde...
America Lopez
me gusta la fuerza de voluntad de Rafael
America Lopez
exquisita escritura, me fascina la interpretación de los personajes, felicito a la escritora. Sigamos con la lectura
Deiver: gracias que bueno que te guste la historia
total 1 replies
Rosa Rodelo
Foto, de los protagonistas
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