Sin Compromiso
mi nombre es Cora Azlambey Larco; hija de Armando Azlambey y Norma Larco, mi familia es de las poderosas, nunca me gusto la vida de la gran sociedad así que cuando ingresé a la universidad escondí mi apellido paterno y utilice el de mi madre; no quería que nadie se me acerque por mi posición; en la universidad conocí al que creí que iba a ser mi futuro esposo; el se llamaba Luis valverde Lion, un día antes de mi boda perdi todo...descubrí a mi prometido con una de mis mejores amigas Lucy Davalos, perdí a mi bebe... después de tres años conocí a un hombre que me cautivo, pasé la mejor noche de mi vida y aun la sigo pasando desde que estoy con el no quiero saber su nombre así que todo queda sin compromiso o eso pensamos ambos...
30 Días Con Un Mafioso
Te daré un millón de dólares por pasar 30 días con tu mujer- dijo con ese tono altanero que lo caracteriza desde el primer día que lo escuche hablar.
Debes estar loco- contesto mi esposo sin dudar un solo segundo.
Acepto- dije recibiendo las miradas de todos los presentes. Quizás nadie lo entendería pero era la única manera de salvarla y darle todo aquello que luego de la operación necesitaría.
TU ERES UN SUEÑO
amanda hardy, oculta un gran amor por el mejor amigo de su hermano, pero volverlo a ver, la haran perder la cabeza!!!
Mi jefe esta enamorado de mi
—¿Por qué siempre huyes cuando las cosas se ponen reales? —La voz de Caelan era baja, casi un susurro, pero cargada de frustración. Aysel retrocedió un paso, chocando con la pared detrás de ella. Él
1
1
Un Monstruo En Mi Cama (+18)
PARTE 1 Era la niña de sus ojos, eso decía. Un hombre enamorado de su creación. La mayor de sus flores quién tomaba forma a medida que crecía. Antonio puso sus ojos carnales en su pequeña. Con la ex
2
49
Un Monstruo en mi Cama (+18)
Parte 2 Ana Se levantó aterrorizada y vio al Ryan riendo como loco "¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¡Llamaré a la policía!" "Creerán que estas loca, solo tu puedes verme __ Ryan hizo una pausa acer
0
50
"Síndrome de Estocolmo, supongo"
Cuando me secuestraron, pensé en todas las maneras en que podría escapar. Grité, pataleé, incluso intenté sobornar a mi captor con mi tarjeta de crédito, hasta que él me miró, incrédulo. —Señorita,
2
14