Pero aquella tranquilidad fue interrumpida por Vicent, su rostro mostraba preocupación.
—Señor, el alcalde va a La Gran Casa.
Albert lo miró extrañado, antes de venir a la cabaña estaba completamente seguro que tenía el fin de semana libre, el agarre de Florence se acentuó más. Ella no quería que se fuera y el tampoco pensaba en irse, pero el alcalde era raro que lo visitara. Incluso podría decirse que sólo iba cuando el problema se le salía de las manos.
La anticipación un problema, hizo que los músculos se tensaran y no fue ignorado por la chica, sabia que había problemas y el que ella se comportara infantil no era propio de ella.
Ella podía arreglar las cosas, sola.
—Adelante, vez quizá sea importante.
El sin dudarlo asintio y camino hacia la puerta, le dio una última mirada antes de cerrar la puerta tras de él.
—Dime los informes completos— Dijo sin dudarlo.
Cuando el rostro de su Secretario cambió supo que no era un simple problema como lo expuso enfrente de las chicas. Era un gran problema, uno que representaba que el Alcalde llegara a su casa.
—Alguien está haciendo peticiones en línea para que pierda su puesto de Primer Ministro. Es una publicidad mala y el Alcalde no está feliz.
Cuando el auto rugió a la vida, Albert subió pensando en alguna forma de que pudiera salir del problema más pronto que tarde. Miro la casa de nuevo para luego suspirar pesadamente.
—¿Te haz comunicado con Karla?
—Sí, señor. Ella está trabajando en ello. Pero se pregunta dónde se encuentra ya que tenía el día libre, señor. ¿Le puedo mencionar...?
—No, nadie en La Gran Casa, excepto tú, deben de saber de la existencia de esta casa. Quien sabe que locura se le ocurrirá a esa mujer para salir de esta.
Vicent solo asintio y manejo en silencio hasta la Gran Casa.
Pero mientras llegaba al problema, Albert decidió calmarse. Su sueño se había hecho un desastre desde que decidió casarse con Florence sin amor y aunque lo tenía bien merecido, al final el caos que quisieron arreglar con una boda se hizo mucho más grande que simplemente negar dos palabras. Pero el estaba agradecido, había conocido una hermosa mujer y se estaba dando la última oportunidad que la vida le estaba dando.
Y agradecía que aquella mujer que él amaba, lo amara también y no iba a esperar a que el fuers completamente suya en cuerpo, mente y en apellido...
Pero quería esperar.
Quería evitar el error que había cometido desde el principio, quería tener citas con ella, conocer todo, incluso los detalles que no le agradaban de él.
Quería que Florence fuera su todo y estaba dispuesto a abandonar todo con tal de estar en su lado para siempre.
Excepto sus hijos.
—¿Donde están los gemelos?— Dijo Karla sin esperar a que el coche se detuviera.
Ella estaba deseosa de ver al Primer Ministro, pero lo que encontró no fue lo que esperaba. Vio la vestimenta del chico y supo que aquel traje no era de una cita de negocios en pleno Jueves. Entonces sospecho que la chica no quería salir de su vida.
Pero ahí estaba ella.
—Los niños querían ir a un lugar, se quedaron—Dijo quitándole importancia— Espero que ya hayas buscado una solución Karla.
Ella asintió cuando vio bajar al Primer Ministro del auto.
—Creo tenerlo, pero nesesito la opinión usted y del Alcalde.
—Quiero evitar esa parte, Karla. Por eso ahora dime lo que haz pensado y le diremos a él— Señalo con la cabeza hacia la casa— la mejor solución.
—Creo que debemos culpar a Florence sobre el incidente —El odio en su voz era palpable, no fue ajeno a Vicent, pero Albert solo pensaba en como salir de esa sin afectar a la chica — Así el pueblo pueda juzgar a la chica sin que nos afecte...
—Tienes cinco minutos para buscar otra solución. No molestaremos a Florence, ella suficiente aguanto nuestros tratos como para agregarla a más.
Karla se quedó en blanco. Esa era su mejor idea y se negaba a pensar en otra cosa para "No afectsrla" ese era su objetivo y no iba a permitir cambiar de opción.
—Es la única solución, Albert.
—No, no lo es. Eres inteligente y puedes pensar. Porque te recuerdo. Tu nos metiste en esto hace menos de un año, tu loca idea solo trajo estas consecuencias para mi y lo peor para Florence así que haz algo. ¡Ahora!
La mirada herida de Karla lo calmo un poco, quizás estaba siendo demasiado con ella.
—¡Nadie la obligó! además, ella fue la estupida infiel que no supo apreciar.
Entonces, Karla sintió el miedo cuando vio al primer ministro enojarse. El siempre había sido considerado con ella, incluso cuando metía la pata a propósito, ella quería su atención y el se la daba. Antes de Florence ella era la única mujer en la vida de él y si había pedido que ella entrara en su vida era para que abriera los ojos del primer ministro y demostrara que el amor que le tenía.
Pero sus planes salieron mal, ambos se habían enamorado.
Pero ella estaba dispuesta a hacer todo lo posible porque el estuviera en su vida a como de lugar. Y lo demostró cuando obligó al primer ministro a divorciarse, Karla tenía los brazos abiertos para consolarlo.
Sin embargo, después de dos meses de tramites ese momento jamás había llegado.
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Comments
Lilian Rodríguez Tórrez
ojalá meleni y forece si descubran todo lo que esa Karla ha hecho y la desenmascaren por completo
2023-06-20
1
Lilian Rodríguez Tórrez
ojalá ya descubran a esa vivora y todo lo que ha hecho ojalá forest la delate y diga que ella fue quien mató a la madre de los gemelos 🙏🙏
2023-06-20
0
Luz
Que arpía resultó Karla
2022-12-11
0