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Kahil

Un rey, ese hombre frente a mi ara alguien importante, sonreí un poco al ver como el niño que estaba saltando anteriormente en la cama se hizo al lado de su papá.

—¿de Asia? —preguntó. 

—Sí, es el uno de los primeros reyes que consiguió su poder más rápido que todos —La mayoría de los reyes llegaban hacer rey a la edad de 30 o 35 años, eran muy pocos que lo conseguían más jóvenes, al tener un promedio de vida tan largo, y que ahora se aparente menos edad, fue algo que mejoró a la hora de gobernar.

—Oh, eso debe ser una ventaja, supongo —Sonrió mientras siento que el bebé en mis brazos se mueve animado. 

—Papá es el mejor del mundo —El pequeño niño muestra solo su rostro detrás de las piernas de su padre, me inclino con cuidado sin dejar de sonreír. 

—Estoy muy segura de eso, cariño —me vuelvo a poner derecha, para mirar a mi madre que no ha quitado su sonrisa —Supongo que es normal que el Rey de Asia este aquí, pero... si trae a los niños, es porque algo más importante va a suceder, ¿no? —Habló, y mi madre mira a papá el cual suelta una risita. 

—Eres demasiado intuitiva —Cuando un rey con su familia viene, significa dos cosas, tienen problema en su país y van a pedir asilo solamente a su familia para volver, o desean hacer negocios con la familia real, y la familia hará parte de esos negocios. 

—Supongo —respondo mirando al bebé que empezó hacer puchero, mientras sus ojos se llenaron de lágrimas —¿Ya tomó leche? —preguntó a la mucama. 

—Hace algunas horas... 

—Entonces tráeme su biberón, le daré su leche. 

Faltaban algunas horas para que comenzará en la realidad la fiesta, me habían organizado antes por las fotos que me tomarían, sin embargo, no quería estar en los planos del periódico. Había mentido en mi instituto para que no aparezca mi nombre real, y fuera alguien más; estuve oculta durante 18 años del ojo del público por esa misma razón me negaba que de un momento a otro, los compañeros que habían sido malos conmigo, y les tuve que dar un golpe por abusones, ahora sabrían porque no tuve tanto problemas y mis padres jamás estaban en las reuniones. 

Durante casi 16 años había sido una niña ejemplar y recta, cuando había terminado el instituto, mis hermanos habían manipulado todo para que decidiera seguir con la realeza porque de esa forma no tendrían ellos que quitar su vida, aunque yo jamás había estado rodeada de eso, ahora lo iba a empezar, y sería un maldito infierno. 

Ser de realeza implica muchas cosas, por ejemplo, tengo que ser perfecta ante una cámara, ante el pueblo, todas mis hermanas eran populares en el instituto, ayudaban a los demás, los hombres siempre detrás de ellos, Antholy pasó por accidente que la hizo negar volver amar a alguien más, y la familia lo oculto para que no sufriera más. No somos perfectos, ninguno de mis hermanos lo era, uno casi embaraza a una de sus novias, y mi padre casi lo asesina por esa idiotez, aunque yo era la menor por mucho; sabía cada una de las historias, los mayordomos y las mucamas hablaban de todas esas cosas. 

Incluso luego de años, el mundo no comprendía muchas cosas de su entorno, incluso yo seguía sin hacerlo. 

—Hija, se que no quieres que te tomen fotos, por esa razón, te puedes quedar aquí mientras esperas el biberón, y puedes charlar con el rey, tu padre tiene que solucionar algunas cosas, y yo tengo que ver que todo quede perfecto —asiento ante lo que dice mi mamá, y me siento en el sofá que estaba al frente de la cama, mientras meso poco a poco al bebé en mis brazos para que tuviera un poco de paciencia, sin embargo, creo que se estaba cansado porque empezó a llorar fuertemente. 

—Señorita, ya llegué —Llegó con el biberón, probé que no estuviera tibio, cuando lo hice, se lo di, y rápidamente se pegó a él mientras yo por fin cedí un poco en le sofá, sin embargo, me acordé que estaba frente a un rey, y que estaba peinada y organizada y con todas las joyas que mis hermanas habían puesto en mí, y se hacia algo incorrecto me iban a cortar los ovarios. 

—Trae un pañal, pañitos y juguetes si tiene, para que este tranquilo —la mucama hace una pequeña reverencia al rey y se retira.

—Papá, ella sigue tocando a mi hermanito, ¿no sabe que somos de la realeza? —habló el niño cuando todos se fueron y quedamos nosotros. 

—También lo soy, simplemente que no utilizo mucho ese apellido —contestó concentrada en la energía que pone el pequeño en su biberón. 

—¿por qué? —escuchó por primera la voz del hombre, era ronca... profunda, y me causo un pequeño escalofrío por el acento. 

—Mis padres no deseaban que fuera el centro de atención de los medios, nunca he salido del país, y solo una vez de la ciudad —suspiro suavemente —Ellos vieron el gran impacto que tuvieron mis hermanos hacia el mundo, como eran acosados, el comportamiento, todo fue influenciado hacia ellos —lo miro unos segundos —Aunque también me estaban preparando para ocupar el trono, ¿no crees? —Ninguno de mis hermanos había cedido ante la corona, y ninguno deseaba ser el líder de la tortura mental que tuvieron durante años, por esa razón todo recaía sobre mí. 

—¿No quieres ser Reina?

—No, no deseo ser una reina, porque no soy este prototipo, soy severa, y digo las cosas directamente. No hemos cambiado demasiado, ¿no crees? —cuando el bebé termina su biberón se lo retiro, para empezar a darle pequeñas palmadas en su espalda para que eructe —He visto la sociedad sin ser título de reina, no sabes como es ese infierno, no sabes que toda la familia real esta en boca de todos, no tienes privacidad, no tienes vida, no tienes nada... Me negué a vivir en ese mundo, no quería estar en boca de tanta gente desconocida que no conocía mi ser —el pequeño eructa para luego reír lo acomodo en mis piernas sentado y el se pone a jugar con mis dedos —Lo único que me gustaría es la influencia para niños que no se pueden cuidar, que no desearon nacer, sin embargo... aquí están, sufriendo perdidas de sus padres. 

—Lo que tu quieres... Es ser una benefactora para los que no pueden, quieres ayudarlos. 

—Si fuera reina, no tendría casi tiempo para poder enseñar y darle el tiempo necesario. 

—¿estas en la universidad? —niego. 

—Mis padres me han dicho que si lo hago, luego tendría que salirme, porque ya se tenía planeado que la gente conociera mi cara "La princesa oculta", así me llaman los medios, todo el mundo lo conoce. 

—Ciertamente, eras la niña oculta de los reyes Rosett Mort —suelto una pequeña risita —Aunque te pintaban de otra forma, no pensé que fueras linda —el me empieza analizar de pies a cabeza. 

—¿Cómo se llaman tus hijos? —preguntó ignorando lo que acaba de decir y hacer. 

—Yo soy Andrei —salta el más grande —Tengo cinco años —muestra con sus manos la edad. 

—¿Ya sabe el idioma? 

—Fue el segundo que le enseñe, el primero es ruso, esta aprendiendo otros más —responde el rey. 

—¿No es demasiado pequeño? 

—No, desde pequeños es mejor, y habla tanto que prefiero que lo haga en varios idiomas —suelto una risa por lo que dice. 

—¿Y este pequeño?

—Es Alek, tiene 6 meses.

—Es pequeño, esperaron tiempo para tener el segundo —su mirada va hacia la ventana. 

—Es un poco complicado. 

—¿y su nombre? —preguntó sin aguantar más las ganas —Se su apellido, no su nombre. 

—Akim Hiro. 

Mi madre regresó luego de casi media hora. 

—Todo esta totalmente perfecto, los medios están esperando que los invitados llegué para entrevistar, esto parece una maldita alfombra roja —maldice mi madre, había escuchado groserías de su boca, solamente cuando estaba muy enojada o estresada por algo —El príncipe de la ciudad de China también quiere conocer a Thiwt, al igual que el duque de la ciudad de Inglaterra —hablaba mi madre una y otra vez. 

Al cambiar la forma de ver las cosas, ahora el país era lo que antes se denominaba continentes, y los países ahora son ciudades, y lo que esta dentro de ellas se llaman subciudades. 

—Madre, tranquila —habló mirando como ella mueve sus manos mientras murmura. 

—Listo, antes de que los invitados lleguen, necesito tenerlos a ambos en la oficina del rey, entonces, deja al pequeño Alek en la cama que la mucama se hará cargo —hago puchero —si el rey lo permite, te avisaran cuando se duerme. 

—Y a que hora.

—Sisi, lo que quieras, pero anda —chille bajito satisfecha, mientras le decía las indicaciones a la mucama. 

—Dime a que hora se duerme, si no se duerme antes de media noche, me llamas, también ponle algo muy cómodo —Andrei se acercó a Akim y le dijo varios cosas en otro idioma que no era capaz de entenderme muy bien, hablaban bastante rápido, sin embargo, cuando terminaron de hablar, el niño sonreía triunfante, supongo que era algo bueno.

Al llegar a la oficina de mi padre, mi madre estaba en la silla mirándonos. 

—Haremos un matrimonio por convenio —Informa mi madre, miro al hombre que esta a mi lado, que no muestra mucha reacción.

—No quiero un poliamor —respondo con firmeza a la reina.

—No lo será —Escuche nuevamente, profunda y dura en toda la oficina de mi padre —Es un vacío tener tantas mujeres cuando no se necesitan —Sus ojos se cruzan con los míos unos segundos pero su mirada vuelve a la reina.

Era la primera vez que escuchaba eso de un hombre en estos tiempos, tal vez no era malo del todo.

—¡Que así sea! —mi madre alza sus brazos contenta al ver que de alguna u otra forma hemos aceptado esta alianza para al mundo. 

—¡Stop!, no dice que sí —le contestó a mi madre entre cerrando los ojos —Tiene dos hijos, debe tener esposa, ¿no?

—Mi esposa murió —lo miro unos segundos —La asesinaron. 

—¿Tos yo qué?, ¿voy a morir?

—Tus hermanos te han entrenado, no digas que no, que lo sabemos —me muerdo el labio, maldita sea, era un secreto —Y yo les pedí ese favor... Tenía que prepararte por si algo pasaba, antes estábamos mejor, sin embargo, el ser humano y su codicia no va a parar jamás, por esa razón tenía que tenerte oculta, para un momento crucial, no pensé que todo se iba a sincronizar con el rey Kuznetsov. 

—¿seré mamá de esos dos?

—Sí, no pensé que resultaría tan bien con el pequeño, pero fue que el más rápido se separó de su madre. 

—Y yo no tengo tiempo —lo miro enarcando una ceja. 

—¿No tiene tiempo?, debería sacarlo, y poner a sus hijos primero, su esposa murió, lo comprendo, pero le aseguro que donde ella quiere que este, espera que cuide de sus hijos, que los ame incondicionalmente, sin importar que —Abrí mis ojos sorprendida al ver una sonrisa en su rostro, giré mi rostro por lo sonrojada que puse por su sonrisa. 

—Entonces, hoy se anunciará todo —Mi padre interrumpe por fin todo —Desde hoy serás la princesa de América Latina comprometida con el Rey de Asia, y la futura reina de tu nación y de Asia.

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Comments

Eileen Henriquez

Eileen Henriquez

que triste por ella... joven, y tener que cargar con niños ajeno y quizá con el recuerdo de una mujer que este rey, amaba... nooo, que mal por ella!!

2021-12-18

1

mary

mary

hayyyy noooo

2021-08-13

1

Francy Eliana Castillo Gallon

Francy Eliana Castillo Gallon

esta historia esta empezando a guarame mas tiene mucha intriga muchos secretos q descubrir

2021-05-29

4

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