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Akim

Para poder solucionar todo en el mundo, teníamos que unirnos varios para hacerlo, la idea principal era casarme con una de las duquesas de América Latina, que había sido mi mejor amiga al entrar en el internado, desde el principio se había sabido que seria el futuro heredero a la corona, mi padre deseaba que lo fuera, porque me habia preparado desde muy pequeño para eso, sentí la presión de ser alguien cuando ni siquiera había nacido. 

Mi madre había sido una de las múltiples concubinas que mi padre había tenido, sin embargo, mi madre era la que más había sufrido abusos de él, aunque muchas cosas habían cambiado respecto a los abusos, y al maltrato; había lugares que se hacía, y no se podía dar cárcel a todo quien lo cometía. Mi madre con una trágica historia se enamoro de unos de los guardaespaldas que siempre la cuidaban, mi padre celoso por eso... Cuando decidieron por fin escapar conmigo de bebé, mi padre se hizo cargo de ello. 

Poniéndome que aunque fuera un hijo bastardo por mi madre, sería su heredero, poco a poco fue bebiendo más, y más, hasta un punto de inconsciencia, que lo hizo enfermarse y ver que no estaba capacitado para reinar, e intervino todas las organizaciones para que las ciudades no pudieran sufrir las perdidas, en ese momento cuando lo destituyeron, quien iba hacer rey, iba hacer mi hermano mayor, el hijo de la verdadera reina oficial, sin embargo, este no quería tener contacto con nada de la corona, y mi padre diciendo con pruebas que el mejor para reinar era yo, yo había sido entrenado para ser rey, con esto me sacaron de mi entrenamiento militar, porque me negaba rotundamente hacer parte de ese mundo, pero no funciono.

Volví un mundo, donde era el foco de atención, mi mejor amiga que se habia vuelto mi esposa, se enamoró de mi hermano, y mi hermano de ella, yo me negué a casarme con ella, podía casarme con otra persona, pero mi padre se negaba hacerlo, porque no solamente me casaría con la siguiente duquesa de América Latino, tendría que tener otras esposas que fueran de África, Oceanía, Europa y América del Norte, porque la idea de mi padre era poder dominar todo el mundo. Sin embargo, yo me negué al tener la corona, no iba aceptar el poliamor, para proteger a mi hermano, mi mejor amiga se caso conmigo, teniendo dos niños... aunque teníamos otro secreto más. 

—Entonces, ¿nos vamos a casar? —me habló la princesa oculta. 

—Supongo que sí. 

—¿supones?, o sea, vienes aquí con tus hijos, ¿y supones?

—La idea es que lo hagas, tienes influencia con una de las princesas de Europa, y yo tengo conexiones con otros, los más fuertes de lidiar serán lo de América del Norte, si conseguimos alianza con ellos, todo saldrá excelente. 

—¿Quieres decir que tenemos que hacer un plan?

—Mi mejor amiga fue asesinada, dejó a sus dos hijos, ¿Cómo voy a perdonar eso? —La miro unos segundos de forma seria —La amaba, tal vez no como muchos creían, pero la amaba. 

—¿Qué quieres decir con eso?, ¿no era tu esposa?

—Lo era, por mi padre —ella me mira sin comprender, y yo solo suspiro —Ya es hora de tu entrada, prepárate. 

Cada uno de los invitados habían llegado, los medios estaban en primera fila esperando por fin el rostro de la princesa, sabía cuanto había sido de difícil ocultar todo de ella, muchas veces se filtraron fotos de otras personas diciendo que eran de ella, pudo llevar una vida mejor que cualquiera que es descendiente de la corona. 

Desde el principio tuvo razón con ser la próxima reina, y no sería nada fácil, porque si nos casamos automáticamente ante los ojos del pueblo seriamos reyes de ambos reinos, doble trabajo, viajar más seguidos, ¿Cómo llevaríamos esa carga?

—Siguiente, ¡La princesa Kahil Thiwt Rosett Mort —Era la entrada de la niña. 

—Animo, tu puedes —murmuro en su oído, veo como se sonroja mientras muestra una pequeña sonrisa, sin embargo, cuando exhala su rostro se vuelve serio y neutro. 

Sus padres tenían razón, esta niña cambiaría el mundo, tenía todo para ser una reina, y una de las más importantes. 

Mucho ruido se escuchó alrededor, demasiado, muchas exclamaciones de sorpresa. 

—¡Su futuro esposo el Rey de Asia Akim Hiro Kuznetsov Tanaka! —organicé mi traje para salir ante los ojos de los demás, mi traje había sido diseñado para que luciera con el de ella, era negro con blanco, los botones de al lado, al igual que las pequeñas tiras que daban del hombro al pecho, tenía nervios, pero tenía que estar sereno, y eso hice cuando pase la gran cortina para dar a toda la audiencia. 

La conmoción fue demasiado grande ante los ojos de no solo América Latino, si no el mundo, porque estaban trasmitiendo lo que tanto habían esperado por años, y llegar no solo con la cara de la princesa, si no comprometida. 

Donde quiera que te encuentres, espero estés viendo que haré todo para mejorar todo, no dejaré que todo caiga. 

Al día siguiente me levanté en una cama que no era la mía, cuando vi todo a mi alrededor pude ver que a mi lado estaban los niños, mis dos hijos, reí al ver como Andrei estaba al final de la cama como una estrella, al levantarme lo organicé en la cama y puse seguro a Alek nuevamente. 

Cuando me bañe y me organicé, me asomé por la ventana, estaba Kahil con dos hombres, los cuales estaban sin camisa riendo mientras estaba en posición de batalla dando una y otra vez a un muñeco que parecía humano de la cintura para arriba, pero recordaba algunas cosas. El ambiente de ella se veía distinto, con su cabello recogido en una coleta, mientras le daba una y otra vez patadas a ese muñeco, mientras sus hermanos reían porque quien sabe que. 

Me encontré con el rey por casualidad. 

—Hey —saludó, le sonreí —Espero hayas dormido bien, necesito molestarte un poco —asentí —La situación se esta saliendo de control en el reino, necesito que te la lleves un tiempo a Asia, también tendría su oportunidad de conocer algo más, jamás ha viajado por ser tan estrictos con ellos, quiero que conozca un poco, antes que solo lo haga por trabajo —el señor me sonrió mientras se rascaba la parte trasera de su cabello. 

—¿Tomaron tan mal quién era?

—Thiwt jamás fue a un instituto de ricos, siempre fue uno promedio, que no pagábamos demasiado, si la poníamos a uno demasiado alto se daría cuenta de quien era, algunos duques ponían a sus hijos en ese lugar para que fueran más humildes, sin embargo, era mucho peor. Supongo que ya sabes más o menos como es la personalidad de mi hija, e incontables veces se en frente a cada uno de ellos por la forma en que abusaban de los demás, creyendo que tenían más sobre todos ellos —el hombre frente a mi, toco su frente mientras suspiraba cansado —No sabes como ha sido protegerla, no sabe como amo a mi hija, traté de ocultarla para que no pasará por cada cosa que ha pasado mis otros hijos, tal vez... Debí dejar que ella decidiera mientras fuera creciendo, sin sobre protegerla demasiado. 

—Creo que hizo bien en educar a su hija así, tal vez nosotros nos negamos mucho por como nos educan, pero al fin y al cabo, toda esa crianza nos deja como pensar y como ser, también es la esencia de uno mismo, pero, Kahil es fuerte, lo sé, y se nota, la veo como alguien muy fuerte. 

Agarré mi celular por primera vez desde mi instancia aquí, pude ver los mensajes del secretario y un montón de noticias sobre mi llegada aquí, con lo de la princesa. 

"La hija menor de los reyes Rosett Morot, por fin salió a la luz. 

Es una jovencita promedio, tiene buenos atributos, aunque todos en la realeza tienen una belleza inigualable, aunque yo todos somos ligeramente guapos, ¿no creen? 

Falta mucho, porque puede ser muy hermosa por dentro, no sabe si es inteligente, o tiene buen corazón, y es que incluso a nosotros nos falta algo, ¿no creen?

La presentadora se rio dos veces al terminar sus frases, tenía razón que ahora todos eran guapos, hermosos, sin embargo, la mayoría llegaban a tener una personalidad tan asquerosa que era sorprendente como como lograban hacer las cosas. Y eso aplicaba incluso para la presentadora. 

"¿Princesa quiere escalar rapidamente? ¡Comprometida!"

"Nuestra princesa ya será mamá"

"El rey de Asia solo se va a sobrepasar con la princesa"

Más, y más títulos inutiles sobre ella y sobre mí, la mayoría sobre ella, donde la atacaban un poco verbal, por creerse mucho y guardar que era de la realeza. 

Dejé el celular al lado de la mesa, para seguir desayunando en la mesa. 

—Oh, ya estas despierto —Kahil me sonríe. 

—Sí. 

—¿Dormiste bien? —asentí comiendo de manera seria —Si nos casamos, ¿siempre estarás serio? —levante un poco mi mirada para ver a la jovencita que esta al frente mío —Ya investigué un poco sobre ti, tienes 27 años, tomaste la corona con tal solo 20 años, y te hicieron casar a los 21 años, sin embargo... Eso se pospuso demasiado, aunque no aparece por que —Y jamás lo estaría, no lo vas a encontrar. 

—Todos tenemos secretos, Printsessa —Ella se remueve un poco sobre su asiento, mientras me mira. 

—¿uhm? —sonrío un poco mientras veo el efecto que hizo en ella. 

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