SCARLETT DEMON

PRINCIPIOS  DEL SIGLO  XX

La fortaleza de Erik siempre fue siniestra y oscura, jamás estuvo iluminada ya que era precisamente en las sombras donde él más disfrutaba al torturar a sus víctimas. Había conseguido todo cuanto se había propuesto y nadie fue lo suficientemente poderoso como para derrotarlo. Ni siquiera el famoso Scarlet Demon a quien todos temían. El vampiro sonrió con crueldad al pensar aquello, su súbdito más terrorífico tenía un preciado secreto que lo ataba a su persona.

Se dirigió a los aposentos de Scarlet Demon  con esa siniestra sonrisa dibujada en su rostro; debía cerciorarse de la lealtad 

de aquel súbdito tan útil. Abrió la puerta y entró en la oscura habitación, su sonrisa se esfumó ya que le gustaba tomar una expresión seria ante él. Sintió un placer intenso al verlo allí encerrado contemplando las estrellas tras los barrotes rojo y negro.

- Ethan tengo un  nuevo trabajo para ti  -  dijo mientras sujetaba la túnica roja para luego arrojarla a la cama acercándosela a él  - Debes transformarte nuevamente en Scarlet Demon   -  el aludido desvió la mirada de las estrellas para centrarla en él con furia  -  tienes que matar a más enemigos míos 

- Maldito  -  susurró Ethan mirándolo  -  No pienso seguir dañando a nadie más ¿oíste? ¡No voy  a destruir más vidas inocentes!  -  quiso atacarlo con su poder pero Erik consiguió paralizarlo empleando el terrorífico poder de su mente  -  ¡No…no...no me hagas esto!

- ¿Aún sigues resistiéndote Ethan?  -  decía Erik  - ¿No comprendiste nada en todos estos siglos? ¡Es imposible escapar de mi control! ¡Jamás lograrás huir de mi! ¡Deberías saberlo ya! Volverás a ser el Scarlet Demon, asumirás esa siniestra personalidad y seguirás mis órdenes.  Matarás a más enemigos míos ¿entendiste?

- No  -  Ethan forcejeaba para romper aquel control infernal pero le resultaba imposible conseguirlo. Erik seguía siendo alguien muy poderoso para él solo - No

Erik consiguió que Ethan se arrodillara ante él y una vez más le jure lealtad absoluta. Luego lo forzó a colocarse  la túnica roja, una vez más la oscura niebla lo envolvió. Aquello era parte del poder del vampiro energético para fortalecer el control sobre su víctima y evitar que pueda huir.

Cuando hubo acabado sonrió con placer mientras contemplaba a su mejor obra maestra:

- Me perteneces Ethan, fuiste entregado por tus parientes a mi hace siglos. Nunca lo olvides. 

Además Ethan era Lastey, pertenecía a una raza de inmortales que estaba en peligro de extinción y muy valiosa. Los Lastey podían destruir a cualquier inmortal incluyendo los mismos vampiros energéticos  -  Nunca dejaré escapar a alguien tan valioso como tú  -  Ethan, convertido en Scarlet Demon, salió del castillo una vez más rumbo a los desconocido para él.

La niebla y el cochero eran los únicos que sabían el destino. En aquellos momentos Ethan solo podía contemplar lo que ese monstruo hacía con su persona. Erik sabía cómo mantener a un Lastey encerrado, conocía el arma que los mataba y sus debilidades. De hecho haberlo recibido tan fácilmente fue un verdadero giro del destino que se puso a su favor. Jamás habría podido llegar a ser quien era en esos momentos ni a ser tan temido y poderoso de no haber contado con la colaboración de Ethan, Scarlet Demon.

Se dirigió a la biblioteca donde tenía las historias de las razas de inmortales , allí ocultaba además un poderoso secreto; un tesoro que llegó a sus manos un siglo atrás. Cuando haya completado el rompecabeza que ese tesoro forma podría obtener un poder superior que lo pondría sobre todas las razas inmortales.

Al menos eso decía la leyenda y él jamás creyó en tales superticiones aunque ese tesoro si que era algo extraño ya que era real, existía. Era conciente de que nunca podría obtener su poder ya que no le pertenecía “aún” pero sería capaz de manipularlo hasta  hacerlo suyo, de eso si que sería capaz.

Extrajo un libro de la biblioteca y la puerta secreta se abrió, volvió a colocarlo en su lugar y la puerta se cerró no sin antes pasar él rumbo al subsuelo. A medida que iba descendiendo por las escaleras, el vampiro repetía las palabras que escuchó cuando encontró el tesoro en alta voz.

Una joya de oro y rubí descansa en el interior de un diamante hecho cofre ocultando un gran poder en su interior.  

Al llegar al lugar indicado la luz sobrenatural que emanaba del interior de la joya en cuestión iluminaba el recinto  completo  -  - Precioso  -  susurró Erik contemplando el objeto  -  Aunque desconosco muchas cosas sobre tí  - extendió su brazo derecho y sintió cómo emanaba una pequeña parte del poder que encerraba ese cofre de diamante consiguiendo aplacar su sed de energía vital característica de su raza.

Los vampiros eran una raza que existieron desde tiempo remotos y se dividieron en dos categorías:

Los sanguinarios que originalmente fueron humanos pero se transformaron en vampiros al beber la sangre de estos. Tenían que beber sangre humana o de otros inmortales y ocultarse del día porque su luz los quemaba.

Los energéticos que nacieron así, debian absorver energias vitales de personas vivas. Podian  andar bajo la luz del día sin problemas como asi también durante las noches. Algunos tenían el poder de controlar a otros inmortales. Se alimentaban también de lo mismo que los humanos. Eran criaturas bellas como ángeles pero mortales como demonios.

Sus largas y afiladas uñas crecían solo asi podrían absorver energía vital  a diferencia de los sanguinarios cuyos colmillos eran los afilados que crecían para beber sangre fresca. Solo un energético podía matar a otro ni siquera los sanguinarios podían hacerlo, o armas mágicas especiales. Hasta que aparecieron los Lastey, criaturas inmortales y tan hermosas como los anteriores cuyos poderes les facilitaba el exterminio de otro inmortal sea cual fuere la raza a la que pertenezcan. Estos eran bondadosos y simples en el diario vivir. Combatieron durante siglos la amenaza de los vampiros en sus dos fases pero lamentablemente fueron asecinados por estos hasta llegar al presente en el cual son una raza en extinción, habiendo muy pocos lastey vivos.

Los vampiros energéticos siempre estuvieron en guerra con los vampiros sanguinarios y sus batallas les costó la vida a muchos inocentes, de hecho pueblos enteros fueron masacrados por estas razas debido a las continuas peleas. Solo  cuando aparecieron los Lastey las batallas cesaron en su mayoría y los humanos pudieron vivir en paz. Fueron los Lastey quienes les enseñaron les enseñaron a los humanos a combatir a los vampiros sanguinarios y hasta  matarlos ya que estos tenían la gran debilidad de la luz diurna que eran letales para ellos ya que solían quemarse y convertirse en cenizas estando aun vivos.

La enemistad entre estos dos tipos de vampiros ocasionó ruina y desgracia a los humanos pero desde la  llegada de los Lastey varios vampiros de ambos tipos optaron por llevar una pasifica existencia. Erik no pertenecía a ellos menos aún al nacer con increíbles poderes mayores al resto de los de su raza entre los que  se destacaban el poder controlar y manipular a otros inmortales.

Pero su execiva confianza fue su gran error, tan confiado estaba en tener al Lastey bajo su control que descuidó importantes detalles que lo llevaron al fracaso perdiendo a su mejor arma: Scarlet Demon.

II

EPOCA  ACTUAL 

Ethan aprovechó esa tarde en que se encontraba solo en casa para recordar los últimos días vividos como Scarlet Demon y  poder sacárselo de la mente, pero resultaba una difícil tarea para él. Suspiró hondo y profundo mientras se servía un poco de café caliente ya que el invierno arrasaba con todo esa mañana.

Erik  lo había tenido bajo su control durante varios siglos y él se vió forzado a destruir vidas inocentes sin cesar, matar no solo cuerpos sino también almas sin poder hacer nada para evitarlo. ¿Algún día podría descansar al fin en paz? Lo ignoraba completamente.

Recostado en el sillón de su habitación contemplaba la nieve caer y estrellarse en el cristal de la ventana mientras su mente regresaba a esa época en la que aún estaba bajo el control de ese monstruoso vampiro.

- Haría cualquier cosa con tal de remediar mi error  - decía Ethan-  Perdón  -  cerró los ojos y dejó que el pasado vuelva a su mente una vez más transportándolo a ese tiempo en el que seguía siendo el temido Scarlet Demon.

III

Aquellos ojos perforaban a Ethan desde donde se encontraban con un odio total, esos ojos celestes solo transmitían desprecio y deseos de destrucción. La nieve no conseguía enfriar más aún su congelado corazón ni empalidecer más de lo que ya estaba su semblante carente de emociones más que de odio. La mujer que lo contemplaba tenía una larga cabellera negra que llegaba a su cintura, vestía unos pantalones  ajustados negros con botas y campera al tono. Las manos permanecían  en los bolsillos

- Maldito seas  -  susurró ella mientras lo contemplaba  -  ¿Cómo te atreves a permanecer tan tranquilo? Voy  a hacer que desesperes  -  sacó su  celular del bolsillo y tras marcar un número aguardó unos momentos. Luego dijo  -  Si, es él en verdad  -  la mujer no dejó de mirar  a Ethan desde su posición mientras hablaba por el teléfono  - Scarlet Demon  -

Luego colgó y guardó el celular  nuevamente en su bolsillo, dedicó unos cuántos minutos mas a contemplar al ser que odió durante todos esos años. Scarlett Demon.

- Disfruta de estos últimos instantes de paz porque muy pronto sentirás desesperación total  -  murmurando esto la mujer, que pertenecía a la raza de los vampiros energéticos se alejó del lugar. La tormenta de  nieve había empeorado.

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Comments

zury uchiha

zury uchiha

esta muy interesante

2021-03-06

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