Episode 5

-¿No tienes frio Shuran? Tú no llevas nada puesto.

-Estoy bien, estoy acostumbrado no tengo frio.

Dijo el hombre mientras abrazaba a Cloe “Heh no me puedo quejar por esto…seria hipócrita si dijera que me disgusta la situación” pensó Cloe mientras sentía los fuertes brazos del hombre envolverla para que esta se protegiera del viento frio que corría fuera la cueva. A la mañana siguiente Cloe fue despertada por Shuran quien apagaba el fuego para partir.

-Mujer vamos levántate.

-¿?... ¿No te había dicho que no me llamaras así? ¿Y a dónde vamos?

Pregunto Cloe sin entender porque la prisa.

-Vamos a la aldea, está cerca así que vamos, toma come esto mientras para que tengas energías.

-Eh…gracias.

Respondió Cloe tomando las bayas que este le estaba extendiendo en sus manos, luego lo miro por última vez y comenzó a comer, este parecía ansioso por irse y ella no sabía el motivo “dijo que hay una aldea por aquí cerca, eso es bueno poder ver más personas tal vez alguien puede ayudarme a salir de aquí aunque…por alguna razón siento que me será imposible” pensó Cloe mientras levantaba su mochila para seguir el viaje.

-¿Es necesario llevar eso?

-Si.

Dijo Cloe acomodándose la mochila y siguiendo a Shuren, fue después de alrededor de una hora caminando que llegaron a su destino, Cloe pudo ver en su mayoría hombres, la gran parte  de ellos cargando piedras y maderas, mientras que otros caminaban con grandes fuentes con pescados, la mayor parte de estos estaban semidesnudos y se detuvieron de inmediato al ver llegar a Shuren con Cloe.

-Una mujer…

-¡Si Shuran has traído una mujer a la aldea!

-Tendremos que trabajar para que se quede en un lugar cómodo.

-Es una mujer hermosa.

Cloe observo a su alrededor viendo que todos los hombres se acercaban rápidamente a ella lo que la obligo a retroceder, y sin darse cuenta tomo el brazo de Shuran escondiéndose detrás de él, “¿Quiénes son todos estos hombres? ¿Por qué actúan así?” se preguntó Cloe asustada hasta que de pronto dos voces se escucharon a lo lejos.

-¡¿Qué creen que están haciendo?!

-Oh no, jefa.

Dijeron todos los hombres al ver llegar a una anciana con cinco hombres a su alrededor y dos mujeres jóvenes poco agraciadas.

-¿Qué creen que hacían al abalanzarse así sobre una mujer apenas ha entrado en nuestra aldea? ¿Es que no saben mostrar hospitalidad antes?

-Oh, sí, si jefa, eso haremos.

Dijo la mujer mientras se acercaba a Cloe y tomaba las manos de esta para saludarla, mientras la miraba fijamente inspeccionándola.

-Bueno bienvenida joven señorita, veo que no es de aquí deje que los hombres se encarguen de servirla.

-¿Qué? No, no necesito que nadie me atienda estoy bien así, solo le agradecería si aleja a esos hombres de mi por favor.

-Bien, ¡Todos ya escucharon aléjense de la nueva mujer!

Ordeno la anciana, mientras todos los hombres bajaban el rostro preocupados “¿Qué les pasa?” se preguntó esta hasta que de pronto un hombre de cabello verdoso miro a Cloe molesto y luego volteo, “¿pero a ese que le pasa?”.

-Oye…Shuran ¿puedes explicarme porque todos están tan tristes y angustiados?

-Bueno es obvio, acabas de rechazarlos, es normal que el hombre trabaje y de obsequios a la mujer para ganarse su favor y poder reproducirse con ella, hoy a la noche abra una fogata, todos los hombres le bailaran a la mujer que quieren cortejar y esta puede elegir al que más la cautive para tomarlo como pareja.

Dijo Shuran mientras esta se sorprendía por sus palabras “son como animales, dando tributos a la hembra para reproducirse, ¿cómo pueden ser así?”.

-Y ¿Cuántos hombres participan en eso?

-La mayoría, ya que no hay muchas mujeres desde hace más ciento cinco años cuando unos Dhuos mayores eliminaron a casi todas las mujeres de las aldeas cercanas incluyendo esta, en ese tiempo solo quedaron hombres y quedo una mujer para cinco aldeas donde todos eran hombres y no había ninguna mujer ni niña viva aparte de aquella sobreviviente, la jefa fue la segunda hija de aquella mujer que sobrevivió a los ataques, por lo que solo eran dos mujeres quienes tomaron a ocho parejas cada una para poder reproducirse y conservar la especie, la hermana de la jefa tuvo cuatro hijas y catorce hijos, y la jefa tuvo diecinueve hijos y tres hijas, en las otras aldeas en este momento solo hay un total de catorce mujeres y unos noventaisiete hombres, y en esta aldea en este momento tenemos ciento treinta y un hombres y dieciocho mujeres, creo que ahora puedes entender por qué todos los hombres participan activamente para conquistar a la mujer.

-Eh… si supongo, pero es imposible que solo queden tan pocas mujer, de donde yo vengo es muy por el contrario hay dos mujeres para cada hombre según se ha dicho en estadísticas.

Dijo Cloe tratando de entender y analizar las palabras que Shuren le había dicho, aquella historia era completamente ilógica pero en realidad ella ya había sido testigo de lo más ilógico que podría haber visto, aquel ciempiés de más de quince metros de altura a quien llamaban Dhuo era algo que no debería existir pero en ese lugar parecían ser normales, fue por eso que trato de abrir su mente para comprender mejor la situación.

-¿De dónde vienes exactamente mujer?

-Cloe, me llamo Cloe…Hah sabes ya olvídalo, bueno vengo de Minnesota, estaba en Minnesota antes de aparecer aquí, la verdad no se ni como llegue.

-¿Minnesota? ¿Qué es eso?

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