Te amo

Carolina*

Termine con mi trabajo, pedí que me prepararan a Tormenta (yegua) para ir a ver a Ricardo, quedamos en ir a caballo donde me llevaría a un lugar muy especial. Tenía mucha curiosidad por saberlo. Llegue al lugar, Ricardo me guío hasta llegar a una cascada, era completamente maravillosa, estaba rodeada de varios arboles, flores y una cabaña que casi se podía ver. Entramos y estaba todo bien conservado, supongo que Rodrigo la hizo porque se veí una pequeña arquitectura que hacía una gran diferencia al lugar.

-¿Qué te parece?

-Esta muy bonito- sonrio

-Ven quiero mostrarte algo

Me llevo hacia un pequeño balcón donde veí y se respiraba la brisa de aquella cascada. Me tomo por la cintura, tome sus manos y cerramos los ojos para poder sentir ese momento tan maravilloso solo rodeados de naturaleza.

-Awwww es todo tan maravilloso

-Me alegro que te halla gustado

-Pero tengo un poco de hambre, podemos hacer algo

-Si, ven vamos

Me llevo a una pequeña cocina donde tenía una parrilla, salimos y decidimos hacer una parrillada.

-Hummm está deliciosa, ¿donde aprendiste hacerla?- aun esta comiendo

-Mi padre me enseñaba hacer cuando era niña

Ricardo comía como si no hubiera un mañana, en sus ojos se refleja solo felicidad y eso me alegraba mucho, en tan solo poco tiempo estabamos peliando porque casi a tropello a su caballo y ahora estamos aquí, disfrutando de las buenas cosas que ofrece la naturaleza. Terminamos de comer

-Oye, Sultan, es tu caballo favorito, ¿verdad?

-Si, lo cuide desde que era un potro,.se gano todo mi cariño..mmm-piensa- y la tuya supongo que es Tormenta

-La quiero mucho, cuando me fui a Roma, la extrañe mucho, mi padre dijo que me la cuidaría mucho- apunto hacia Tormenta- mira hizo un buen trabajo

-Tambien lo hizo contigo- me mira y sonrie

Sentía como se me calentaron mis mejillas por esa vergüenza que sentía al escuchar su comentario.

-Sabes, para mí que Sultan fue el culpable de que nosotros nos encontraramos

-¿Porque?- pienso

-Porque, tu me dijiste que se quedo quieto hasta que yó llegara y que lo acarisiaste

-Si, es verdad

Ricardo deja ver su hermosa sonrisa

-Pues Sultan, no se deja acarisiar por nadie que no sea yó- me mira muy fijo

-Encerio- sorprendida- bueno ya me gané el cariño de tu caballo y ahora falta el tuyo- lo miro

-Mi cariño- se acerca- lo tuviste desde el día en que te ví por primera vez, ese fue el día enque conocí a la mujer que me robaria el corazón- acarisia mis mejillas

-Digo los mismo- acarisio sus manos

-Sabes, nunca pensé decir esto a una mujer

-¿Qué cosa?

-Yo, yo te amo- me da un pequeño beso

Sus ojos brillaban, se veí que era tan felíz.

-Yo tambien te amo- le devuelvo el beso

El volvío a besar con mucha más pasión, me pego más a él, sentía sus manos acariciando mi es espalda hasta bajar a mi cintura, yo acariciaba su grande espalda, que a pesar de su edad se veí muy perfecta.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***