Saber de ti

Zayden

Soy un idiota! Un total idiota! La dejé ir! Por qué deje que pasará esto? Camine molesto hacia el interior de club

Estando en la barra no podía dejar de pensar.Tengo que saber más de ella. Tiene que haber otra forma de tener la plaza del sur!

Me levanté y fui directo hacia donde se encuentra Linda me quedé observando un momento y ella estaba besando a una joven bastante menor que ella ya que parecía de unos 18.

Me miro de reojo y soltó a esa niña. Y me acerque con la mirada fría y con ganas de respuestas de quién era esa mujer.

— Te diviertes Linda? Pregunté tomando asiento sin quitar la mirada de ella.

— Lo normal pero creo que llegó la hora de irme.

Se levantó y me dió un beso en la mejilla.

De inmediato la tome de la muñeca y la obligué a sentarse de nuevo. .

— Ahora vas decirme que estás asiendo aquí? —Dije mirando a los ojos a esa mujer pelirroja y piel sumamente palida.

Linda me demostro miedo y ella sabe quién soy! No le va quedar más que decirme todo lo que sabe.

— Qué quieres saber? Pronuncio aclarando la voz con un noto nervioso.

— Dime quien era esa mujer y por qué mierda sabe usar un arma! —Mencioné apretando su mano.

Estaba muy nerviosa, y es algo que disfrutó ya que el miedo se apodera de ella.

— Es hija de un mafioso! Es todo lo que se!

Me irritan las mentiras!

— Y tu eres novia de uno de sus hijos? Pregunté irritado.

Ella guardo silencio y comenzó a reírse.

— No soy su esposa de uno de ellos, y de hecho es quien maneja todo en Colombia y demás.

— Bien Quiero saber sobre ella.

— Charlotte? Es una pobre marginada la cual está totalmente y literal mente loca.

— Pues lo que presencié hace un rato no es de una mujer desquiciada como la describes tú? Dije haciéndola dudar.

— Ho! Si sabe usar un armas y eso me exita más y más, pero ella tiene 20 años casi 21, estuvo medio año en un psiquiátrico, estudia en la universidad de los Ángeles, y como yo lo veo jamás ha tenido novio,

— Está bien! Solo una cosa mas quiero saber sus nombres?

— Qué ganaría? Con sus dedos hacia un círculo en la boquilla de la copa mirándome con total sensualidad que bien para mí no despertaba nada.

— Qué quieres? Dije con una sonrisa mientras sacaba un fajo de dólares del bolso de mi saco.

Me dió una risa juguetona y estaba dispuesto a darle 10 mil dólares pero ella tomó mi mano y la llevo hacia sus piernas descubiertas.

— Yo jamás dije que quería dinero o si?

— Pues yo si quiero dártelo. — Retire mi mano y con la otra le avente el dinero y me fui sin decir ni una palabra más.

Me boy a Los Ángeles, no pienso perder más el tiempo.

Las mujeres se mordian los labios, al tansolo verme pasar, y es algo que me gusta pero en este momento tengo otra prioridad encontrar la forma de que el sur sea mío.

Salí del club y Mi chófer seguia Esperándome menos que mal que le pago muy bien para estar a mi servicio cuando yo quiera.

— Buenas noches señor "O Brien.

— Llévame al aeropuerto por favor.

— Desde luego.

Me abrió la puerta de la camioneta y subí, a un seguía pensativo y no sabía por qué mi mente traía una y otra vez a esa niña mujer? que a su edad está muy bien. Con ese cabello totalmente negro un rostro palido que la hacía ver cómo una muñeca de porcelana sus labios rojos como una cereza, su complexión delgada pero muy atractiva con largas piernas y una diminuta cintura y sus pechos tienen buen tamaño su perfume a un lo tengo en mis fosas nasales con ese olor de frutas y florales y la nota que más me gustó es ese toque de Jasmin , pero insisto ella tiene algo que me pone pensar como jamás lo había hecho con una mujer.

Llegamos al aeropuerto y justamente mi jet estaba listo antes del llegar ví un Porsche blanco muy familiar y en el estaba recargado esa hermosa chica.

Note que ella discutía por celular le di la orden a mi chófer de parar y obviamente tuvo que hacerlo.

Baje de la camioneta y camine hacia ella.

— No padre no puedes hacerme esto!........ Boy a regresar a los Ángeles Haci sea lo último que hagas.

Acomode mi saco y con mi dedo índice le di un pequeño toque en su espalda. Ella se sobre salto y al verme con sus ojos azules claro que no había notado, me quedé paralizado. Recuperé la noción y ella seguia mirando con confucion.

— Ho! eres tú!

— Si soy yo!

— Quieres que te salve la vida de nuevo? Saco su arma y le apunto a mi chófer.

¿Qué? ¿Cómo? Esta es una maldita broma! No quiero imaginar lo que le hubiera ocurrido a Barden y Jamie. Bien esto me causa gracia y si soy muy bueno en disimularlo.

Tome el arma que ella se aferraba tomándola con más fuerza.

— Tranquila el es mi chofer y creo que no te di las gracias! Pero ya es tarde para eso.

Le quite su pistola algo extravagante! Ya que está era de un tono rosado salmón y con diamantes en los costados. La guarde en la zona de mi cadera y la cubrí con mi saco.

Ella me miró y se notaba el enojo que tenía sus ojos azules me lo decían.

— Puedes devolverla a su dueña que soy yo?

— Me imagino que solo la usas para intimidar a las personas? No es así? Charlotte!

— No las íntimido les disparó como a esos dos hombres que por un segundo terminan con tu existencia y que es algo de familia.

— Siento que te conozco?

Ella solo dió la vuelta y tal vez por ese momento pensé que se iría pero no es así! Se fue en encima mío pero lo hizo como una profesional me tomo de brazo y torció de el.

— Eso me da cosquillas das ternura!

Que bien que no vinieron mis hombres soy intocable cuando ellos me siguen por todas partes.

Quiso darme un puñetazo en el rostro pero si admito que sí era la forma correcta de hacerlo. Y valla que las clases le han servido.

—Es mi turno Charlotte Nickell.

La tomé de la cintura y la embestí con poca de fuerza a su auto.

Mi rostro quedó muy cerca del suyo hacíendo que yo me perdiera en sus ojos y ella en los míos.

Soy un hombre calculador, frío y soberbio frívolo sin sentimientos pero ella me hacía sentir que los tenía, esa hermosa criatura me hacía quitar los pies de la tierra.

— Ahora vas decirme quién eres? Eres la primera mujer que noto hacer tales cosas.

Aclaro la voz y con unos cuantos tartamudeos pudo terminar su oración.

— Mi padre y mis hermanos! Ellos son quieres me forjaron para defenderme.

— Defenderte de que? De las personas que caminan en las calles? Valla a mi jamás me han hecho nada en su mayoría.

—No me refiero a eso! Dijo con una voz cansada.

— Bien yo te diré quién soy! Soy abogado y dueño.de varios clubes restaurantes y de más.

— Inversionista y abogado valla que pensé que eras un mafioso.

Bien eso me hizo dudar.

— Tienes alguna razón para decirme que lo soy?

— Si! Y es muy linda por cierto.

Ella sacó mi arma y la puso frente mío, eso me causo gracia pero bueno está plática se está alargando.

— Dame eso! Y ahora es tu turno dime quién eres?

— Como se que no me llevarás a prisión?

— Colma mi paciencia!

— Bien! Mi padre es complicado y mis dos hermanos tambien lo son!

— Y por esa razón sabes pelear y disparar?

— Si! Ahora solo quiero salir de aquí!

— Escuché que irías a los angeles?

— Si pero mi padre ha dado la orden de no dejarme salir de Nueva York, el asegura que uno de sus enemigos puede hacerme daño.

Mierda! Frederick ya sabia de mi plan pero esto salió mejor de lo que pensaba.

— Quieres venir conmigo yo también voy de regreso a los Ángeles?

— No no viajaré con un desconocido!

— Ya te dije a qué me dedico te llevo y podemos seguir conociendonos.

Ella lo dudo por unos segúndos pero no sé veia del todo convencida, había algo en ella que me prohibía hacerle daño y no era miedo por qué su padre me asesinara tal vez por qué me gustaba su forma tan peculiar de ser.

— Está bien! Iré contigo.

Bloqueo su auto y se paró frente mío.

— Vamos después de ti.

Caminamos hacia el jet y ella se veía insegura, y tiene razón al sentirse así soy el enemigo de su padre y tengo a su hija siempre me salgo con la mía.

— Buenas noches señor O Brien.

— Hey Nathan.

El se quedó perplejo al ver a esa joven subir, el Jamás ha visto que yo invité a alguien pero valdrá la pena.

Ella tomó asiento frente mío y tenia la mira bien puesta en la ventana. Decidí preguntar algo que me tiene con un inquietud.

Aclare mi voz y le hize tal pregunta.

— Y dime por qué tienes una muy buena relación con Linda?

Su mirada cambio a una más triste y noto que estaba siendo sarcástico.

— No creo que quieras saberlo y tampoco yo quiero decírtelo.

¿Por qué mierda sentía compasión por ella?

— Piensas que voy a juzgarte?

— No me creerías como el resto! Desde ese día ya no soy la misma, mi vida cambio por completo.

— Dime qué fue lo que pasó con Linda? Exigí irritado.

Charlotte suspiró y con una mirada me hizo saber que me lo diría todo.

— Hace unos años atacaron la mansión de mis padres y lo más extraño de todo fue el mismo día que conocí a Linda,yo subi a mi habitación horas antes de que todo ocurriera, estaba terminando mi tarea cuando escuché disparos de armas de alto calibre, mi hermano gritaba que los hombres de un enemigo con apodo un poco extraño era sospechoso de haber mandado a asesinarnos.

— Quieres decir que tu familia tiene que ver con negocios turbios como el narcotráfico?

— Solo mi padre y mis hermanos.

— Después tome un arma que mi padre me obsequio en mi cumpleaños y de inmediato me acerque hacia la ventana y quise saltar. Pero al querer hacerlo Linda me tomo del brazo y me impidió hacerlo, Le pedí que se alejara de mi, e intenté de nuevo saltar puso un pañuelo sobre mi nariz lo apretó demaciado fuerte me resistía a inhalar tal sustancia y hubo un momento en que ya no soporte más y me fui desvaneciendo lentamente lo único que recuerdo es a Linda encima mío besando mis labios asta mi cuello y con una de sus manos en mi entre pierna.

Me quedé atónito Linda? Se que era lesbiana y por ésa razón no me sorprendió notarla besando a esa adolescente pero algo que si me sorprendió fue que se casó con el hijo de Frederick.

— Linda no es mi amiga como tal es una conocida ella era una empleada de mi padre por esa razón conozco de ella.

— Me destruyó la vida! Cuando desperté mis padres dijieron que había sido un hombre quien me violó, asegure y les jure que fue ella quien me tocó! Ella convenció a mi hermano y el a mis padres de ser internada en un Psiquiátrico por meses sin resivir ninguna visita. — Pronunció llorando y con una leve desesperación su ojos no tenían el mismo color y vida de hace un rato en ellos solo había tristeza y dolor.

— Te digo algo? Lo más jodido de la gente de mierda es que pueden venir disfrazados de buena persona.

Su reflejo cambio a uno de confucion el cual me hace ver qué no la acabo de conocer, la reconocí. Y tal vez estoy completamente loco pero siento que estado esperando o tal vez soñando algo como esto.

— Tu si que sabes escuchar tu esposa debe estar muy feliz de tener alguien como tú..

Esposa? Yo? Claro que tengo que escuchar ya que sin eso no puedo ayudar y defender a mis clientes, y es que no me interesa lo que las demás personas sufran o no! Para mí las mujeres son una diversión Distracción o para coger y dar placer pero no soy el hombre que tal vez alguien quiera como amigo, novio, esposo o padre esa vida no es para mí.

— No tengo novia y mucho menos esposa mi vida no se gira al rededor de una persona en mi caso es mi persona la cual me interesa.

— Entonces no entendiste ni una palabra de lo que acabo de decir?

— Si te he escuchado y créeme que lo siento! Pero tienes que dejar toda esa mierda atrás es lo que yo hago, un error no será nunca un buen recuerdo, pero algo si puedo asegurarte que si lo transformas en maestro, será un gran crecimiento.

El asesinar y torturar una persona se me ha hecho fácil de superar el conocer a una mujer común y corriente también y A Charlotte tal vez no la olvidé por un tiempo su padre es mi enemigo y lo tendré muy consiente.

— El estar en un psiquiatra por meses sin ver a tu familia por qué todos ellos estában más preocupados por la boda de mi hermano que por mi salud sentimental creo que no es algo que tomo a la ligera. — Cruzo los brazos y siguió mirando hacia la ventana.

No quise decir nada más! de verdad yo también sentí un poco de enojo hacia Linda.

Hay algo que me hace tener curiosidad sobre lo mencionado mi padre jamás estuvo de acuerdo que yo me asociará con mi ahora enemigo ahí unas cosas que tengo que aclarar con mi viejo del algo servirá ir a los Ángeles.

Charlotte

El es un extraño jamás había visto a un hombre tan apuesto pero demaciado engreído admito que me sentí más aliviada al decir por lo que pase y callé durante este tiempo y si tal vez tengo que dejar todo esto atrás pero no me rindo tan fácil.

Deje mi precioso Porsche en cual no me había subido en meses en el aeropuerto mi padre pondrá a todos sus hombres a buscarme y ponerme en esa jaula de cuatro finas paredes.

Las oscuridad del cielo me hace pensar que estoy en casa sin papa sin una mamá y mucho menos hermanos, ellos me hicieron sentir que no valía nada, y hubo momentos en que lo creí y me convencí que el problema estaba en mi...

Tal vez yo soy ese cuánto de pocos dónde las princesas se salvan solas.

Mañana tengo clases en la universidad mi título de médica cirujana ya lo casi lo tengo. Mis compañeros de proyecto deben estar furiosos conmigo.

Zayden leía un libro de literatura "La señora Dalloway" De Virginia Woolf. A un que no lo crean tuve una magnífica educación.

—Por que es una lástima muy grande no decir nunca lo que uno siente... —Dije con un tono tranquilo y disfrutando cada palabra de esa frase de Dalloway.

El bajo el libro lentamente, sus ojos azules grisaseos se posaron en mi mientras dejaba de el en la mesa que nos separaba.

— Veo que lees?

— En mis tiempos libres es lo que me saca de mis malos momentos.

— Nada hay tan raro cuando se está enamorada como la total indiferencia de los demás. — Pronunció si dejar ver algún sentimiento.

— Ahora veo por qué eres abogado.

— Lo dices por mi gusto en la lectura?

— No por tu frialdad sabes disimular muy bien tus sentimientos.

Se quedó viéndome por unos segundos el me diría algo pero se quedó mudo al escuchar a su piloto avisar que habíamos llegado a los Ángeles cómo es que tiempo se paso tan rápido?

— Fue un gusto conocerla señorita Charlotte Nickell.

— Para mí también señor Zayden O Brien.

Al terminar de aterrizar, tome mi bolso y espere que se abriera la compuerta.

— La mento no poder llevarte a casa pero tengo que ir a un lugar sumamente importante.

— Gracias por traerme de vuelta y escuchar mi loca historia que para muchos lo es.

— Nos vemos señorita Nickell.

El camino hacia una camioneta roja lujosa y se marchó sin voltear atrás.

Tal vez me equivoqué en decir que no hay gente buena en este mundo, pero veo que el es una. No trato de hacerme una falta de respeto fue muy caballeroso ¿Por qué estás personas no pueden quedarse? y como llegan se van.

Camine hacia la salida del aeropuerto tome un taxi y en el camino pensaba, si el destino quiere volveremos a vernos.

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