Simón

Cuando iba camino a la salida de la estación me encontré con Christopher.

- Simón, aún sigues aquí, creí que te habías ido a casa -

- Me quedé en la oficina revisando algunos de los casos que me voy a hacer cargó - le dije un tanto cansado.

- Ya que es tarde te invito un trago - me dijo Christopher

- Ok-respondí con muy poco entusiasmo - Te puedo hacer una pregunta -

-Claro Simón -

- Porque crees que las personas maten, en realidad no lo entiendo, ¿qué clase de problemas deben de tener en su cerebro para llegar a eso? - Dije un tanto confundido

-Llegamos - me dijo Christopher, nos fuimos hacia una mesa un tanto alejada, para ser francos no me gusta ningún sitio donde hay mucha gente.

- Toma asiento, bueno en respuesta a tu pregunta no creo que sea algún problema, simplemente se han de sentir como un Dios al elegir quien puede vivir y quien no - me respondió con un poco de satisfacción en sus palabras.

- Pero aún así es perturbador lo que la mente humana puede llegar a hacer - le respondí mientras me terminaba mi trago, me levante de mi silla - Lo siento amigo hoy no me siento bien, dejemos esto para otro día-salí del bar tome un taxi para ir a casa

CHRISTOPHER

Al ver como Simón iba saliendo del antro me quedé pensando en porqué quería que Luna fuera su asistente, realmente me molesta eso pero no tuve la oportunidad de preguntarle ya que se fue muy pronto, al menos puedo tomar una nueva víctima entre toda esta gente. Me quedé sentando por un rato mientras iba tomando algunos tragos y poder encontrar a la víctima perfecta, estar así me hizo sentir como un león cazando a presa, no tarde en encontrar a una, era un chico que ya estaba bastante ebrio y molestaba a los demás, vi cuando sus amigo se fastidiaron de él y lo dejaron sólo.

De un momento a otro se paro de su mesa y fue hacia la puerta y yo salí un poco después que él, realmente estaba ebrio no podía ni caminar bien, lo fui siguiendo por unas cuantas cuadras, pero me di cuenta que esta vez no iba preparado con guantes así que esta vez tenía que llevarme llevarme el arma, iba pensando en eso hasta que vi que se estaba metiendo hacia un área de remodelacion caminé más rápido para alcanzarlo y meterlo a uno de los edificios, no me dio mucho trabajo de que el terminará en el piso ya que no se podía ni mantener en pie, tomé una piedra pesada y se la dejé caer en la cabeza,e divertí mucho al ver como su sangre salpico y escuche su primer grito, me agache para tomar la piedra otra vez y se la dejé caer en el abdomen, fue tan relajante escuchar como se rompían algunas de sus costillas, volví a tomar la piedra mientras escuchaba sus suaves susurros, cuando se la iba a dejar caer otra vez alguien grito.

- Quien está ahí, esto es propiedad privada- al escuchar eso salí corriendo llevando conmigo la piedra, no la podía dejar ya que tenía mis huellas, seguí corriendo hasta que encontré cisternas llenas de agua, tomé la piedra y la dejé caer en una de ellas para correr más rápido.

Al llegar a la avenida deje de correr, entre a una farmacia y compre una botella de agua y pañuelos desechables para limpiar los rastros de sangre. Cuando termine de limpiarme guarde todos los pañuelos utilizados en mis bolsas y me tome un taxi, camino a casa comencé a sentirme frustrado ya que no terminé de hacer mi trabajo, y en pensar si me pudieron ver el rostro, afortunadamente estaba demasiado oscuro...

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Simon

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