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Estando en el bar no pude pensar en otra cosa que no sea satisfacer mi sed de matar a alguien, el hacer eso me da sensación de ser un Dios decisiendo a quien matar, pensaba en que forma podria morir e imaginar la forma de su mirada al ver que su vida se va.

- Hey en qué piensas Christopher- interrumpió Luna en mis pensamientos.

- En nada amor, me gusta pasar el tiempo contigo y con tus amigos- le respondí con una sonrisa.

Pasada la media noche lleve a Luna a su casa.

- Como va tu tutoria con el profesor Silva, he escuchado que te lleva a prácticas a la morgue - me dijo ella para romper el silencio.

- Oh si, fuimos 2 veces ahi, pero nada fuera de lo normal - cierto nervio salía de mí, no quería ponerme en evidencia.

- Yo no sabría que hacer si veo el cuerpo de alguien y menos si esta lleno de sangre, pero bueno dicen que para ser médico forense tienes que tener estómago fuerte, y veo que lo tienes, eso es bueno no te hará daño cuando te invite una comida echa por mi - me dijo con una enorme sonrisa dibujada en la cara que no pude evitar comenzar a reír.

-Llegamos princesa- dije mientras le abría la puerta del carro.

- Gracias por lo de hoy, pensé que no querías ir con mis amigos porque son un poco infantiles -

- No tienes que agradecer, entra hace frío, adiós - le dije mientras me acercaba para darle un beso en la mejilla.

Vi como entro a su casa y arranque el carro, tenía que regresar al bar para ir por mi próxima víctima.

Estando en camino al bar pasaron grandes cosas por mi cabeza, cada día que pasaba me imagina como seria la próxima vez, estacione el auto enfrente del lugar apague las luces me puse mis audífonos y espere a que saliera.

Lo vi salir solo apenas y se podía mantener de pié de lo borracho que estaba, baje del carro y caminé tras de él aún con los audífonos puestos, entro a una calle sola casi sin alumbrado y yo detrás de él, conforme iba caminando, saqué una guantes que traía en la bolsa de mi sudadera me los puse y tomé un tubo que había en el camino me acerque lentamente me sentía como un león cazando a su presa, le di el primer golpe en la nuca y vi como cayó al suelo, volteo y intentó levantarse pero le di el siguiente en el pie y volvió a caer.

- ¿Qué quieres? ¿Porqué haces esto? - me pregunto, solo sonríe y lo seguí golpeado mientras en mis audífonos sonaba "ugh" que mejor canción para este escenario.

Dejé de golpear lo cuando ya no se volvió, me quite los audífonos y los guarde en mi bolsa, me acerque a revisar sus signos vitales pero ya había a completado mi objetivo, coloque el tubo a un lado de el volví a ponerme los audífonos y comencé a caminar, mientras caminaba me quite los guantes y los puse en una bolsa de evidencia, llegando a mi auto los coloque en mi mochila y partí a casa me fui directo al cofre tome los guantes y les puse el número 2 y cerré el cofre.

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