capitulo: 4. Entrevistando al señor Phantomhive

Ya había pasado un mes desde mi regreso a Londres y de invadir la casa de mis mejores amigos pero por fin eso se termina hoy ya que pude conseguir un departamento el cual convertiría en el hogar de Cielo, en nuestro hogar.

Sarahi y Verónica me ayudaron a escoger los muebles y arreglar el que sería el departamento, el edificio queda en el centro de la ciudad tiene tres cuartos, uno principal, el segundo que será el de ciel y tercero que es un poco más pequeño es para Verónica, las tres habitaciones tienen sus propios baños, la sala no es tan grande, pero si es acogedora, la cocina tiene una isla que la hace ver grande y muy bonita.

Al terminar de decorar el departamento nos fuimos a celebrar.

–Hoy estamos aquí para celebrar el nuevo hogar de las señoritas y pequeñuelo aquí presentes – nosotros aplaudimos y bebemos de nuestras copas de vino y jugo de chocolate.

–Estoy tan feliz por ti amiga --chilla emocionada Sarahi.

–Si, yo también lo estoy ¿y tu cielo, lo estás? –le pregunto y él asiente con una sonrisa de oreja a oreja.

–Si y muchos ya podré tener mí propia habitación –dice feliz haciendo que todos riamos.

–Hoy beberemos hasta no poder más –dice Sarahi con entusiasmo.

–No, cariño yo mañana temprano tengo que trabajar –le dice David y Sarahi se queja.

–Bueno más para nosotras –dice y chocamos nuestras copas de champán haciendo un brindis. David niega con una sonrisa.

–Pero no mucho sabes que yo no soporto tanto el alcohol –manifiesto bebiendo de mi champán.

–Necesito verte ebria, Rebecca –me mira Verónica con una sonrisa.

–Te quedarás con las ganas.

–No vas a beber hasta caerte por lo ebria que estarás y punto –dice Sarahi vertiendo más champán a mi copa media llena.

–Sera la primera vez que me embriagué en Londres debemos grabar para recordar la noche –propone Verónica llevándose la copa de champán bebiendo todo el líquido y dejando que Sarahi la vuelva a llenar.

Después de cenar, beber dos botellas de champán, de decir y hacer desmadre, David paga la cuenta y salimos a fuera donde nos recibe una fría brisa que me hace abrazar a mi pequeño quien está dormido en mis brazos. Mi amigo se despide y se lleva a su esposa quién no se quiere subir al coche alegando que la noche es joven y que quería seguir bebiendo proponiendo ir a un bar y luego de la interminable lucha entre los dos esposos Sarahi por fin sede diciéndome que la próxima iremos a una discoteca.

Cuando ellos se van llega mi Uber y ayudó a Verónica cómo puedo a subir al auto para después subirme yo, acunó a mi bebé entre mis brazos dándole un beso en la frente viéndolo dormir plácidamente, sonrió y miró por la ventana la ciudad.

Al llegar al edificio le pago al del Uber y subo como puedo con Verónica apoyada a mis hombros y con Ciel en brazos al elevador que nos deja en nuestro piso que es el séptimo. Dejó a Verónica apoyada a la pared cuando llegamos a nuestra puerta busco las llaves en los bolsillos de mi chaqueta y cuando la encuentro abro la puerta y entró al departamento.

Llevo a mi pequeño a su habitación acostandolo en su cama y dándole un beso en la frente, apagado la luz de la habitación y entre cierro la puerta, salgo a la sala donde encuentro a Verónica acostada en el sofá, la despierto y la ayudo a llegar a su habitación donde la acuesto y le quitó los zapatos, le deseo las buenas noches y apago la luz de su habitación saliendo y cerrando la puerta detrás de mí.

Suspiró agotada y voy a la sala sentándome en el sofa de cuero color blanco, tomó el mando del televisor y lo enciendo poniendo las noticias.

Reportera: Hoy en las noticias farándulas les informo que ayer se le vio al enigmático magnate Sebastián Alois Phantomhive Burnett en el concurrido y lujosos club laguna azul, donde se le vio divirtiéndose junto a una pelirroja sexy, quien creemos que es su novia pero aún no se confirma.

Otra reportera: Aunque a nuestro gran magnate Sebastián Phantomhive nunca se le había visto en ambientes como estos, Compañera.

Reportera: Tal vez, pero como dicen por ahí nunca es tarde para nuestra primera vez y nunca fue tarde para nuestro Sebastián Phantomhive un hombre de 25 años que además de joven es muy guapo, soltero, elegante, educado, sofisticado, imponente y un empresario multimillonario famoso y respetado.

Apagó el televisor volteando los ojos, qué necesidad había de describirlo así además este hombre es una adulto y puede hacerlo lo que se le dé la gana, como salir con cualquier mujer que le guste, pero la gente se pasa de chismosa y no dejan vivir en paz, me compadezco de este tipo es el centro de atención y chisme que exponen su vida privada, está es una de las razones por la que no reveló mi identidad como la autora de los exitosos libros que representa la gran editorial de la famosa editora y escritora, Mackency.

Me levanto del sofa y me voy a mí cuarto, ya ahí me acuesto y me quedo dormida. Al día siguiente fui a llevar a mí pequeño ciel a su primer día de prescolar.

–Okey, cariño que te vaya bien y portate bien juega con otro niños y te amo mí cielo –lo abrazo.

–También te amo Mami, Adiós nos vemos después –se despide.

–Adiós, cariño –lo miró saludar a la maestra y luego entra en el lugar.

–Adiós, señorita Mei –me despido de la maestra de Ciel.

–Qué pasen un buen día señora Smith – me devuelve ella cerrando las puertas de la guardería, « Espero que mí niño se la pase bien».

Sin más que hacer empiezo a caminar por las calles de Londres y ahora que lo recuerdo la maestra de ciel me dijo señora y yo ni siquiera estoy casada ni tampoco soy tan vieja solo tengo 23 años casi 24, pero será que me veo vieja ¿será? me quedo pensativa aunque no hay que tomarle mucha importancia a algo tan irrelevante.

Después de pasear por las calles de la hermosa ciudad me fui al lugar de trabajo de Sarahi quien me llamó para que la ayudara y como yo no tenía nada más que hacer fui a ayudarla.

–Hola, ya estoy aquí ¿en que te ayudo? –pregunto sentándome frente a ella en su escritorio, ella me dice que espere con la mano y yo asiento, el edificio donde está su oficina está en una buena zona, ella tiene una fotógrafa y una aprendiz que la ayuda con las noticias.

–Hola en si necesito que me acompañes a entrevistar a Sebastián Phantomhive –otra vez ese nombre.

–¿Y por qué no vas con Camila ella es tu aprendiz? –le pregunto.

–Ella está sacando le información a un sujeto que sabe acerca de mercado negro –me responde y yo asiento.

–Pero eso es peligroso ¿la mandaste sola? ella apenas tiene 17 años sarahi – protesto.

–Claro que noo la mandé sola, Keyli mí fotógrafa fue con ella así que no te preocupes – dice y se levanta –Bueno vamos que la cita con el señor Phantomhive es en unos minutos – Sarahi toma sus cosas y la sigo. Salimos de su oficina como del edificio y nos subimos en su coche que enciende y arranca.

Como unos quince minutos después llegamos a un gran edificio de ésos típicos edificio empresarial lleno ventas, nos bajamos cuando estacionamos el auto, entramos a la empresa y subimos por el elevador hasta el último piso. En la recepción.

–Hola tengo una cita con el presidente Phantomhive –le dice Sarahi a la recepcionista y ella le dice que espere.

–En diez minutos la atenderá, señorita– nos dice y nos sentamos en unas sillas a esperar.

–Oye, aún no me has dicho para qué vine –le pregunto mirándola.

–Ya te diré después tu solo espera –me responde, pero no me dice nada con eso.

Después de los benditos diez minutos nos llevan por un enorme y largo pasillo que no creo que tuviera fin hasta que llegamos a una enorme puerta de madera color caoba con grandes letras color dorado que dicen “Oficina Presidencial" la recepcionista toca y una voz varonil y profunda nos dice que pasemos.

–Señor, aquí está la periodista Snow, quien le pido una entrevista a usted hace una semana –le informa la recepcionista.

–Bien, gracias por traerlas Danny ya puedes retirarte –ella asiente dándole una pequeña reverencia y luego se va cerrando la puerta detrás de sí –Señorita Snow mucho gusto en conocerla –Sarahi y él se estrechan la mano profesionalmente.

–El gusto es mío señor Phantomhive – le dice mí amiga con una ladina sonrisa– ella es mí fotógrafa Rebecca –Nos damos la mano y pude sentir unas corrientes eléctricas que pasaban desde mí mano hasta mí barriga que lograron erizar cada pelo de mí cuerpo.

–Mucho gusto señorita, bueno sientense solo tengo 15 minutos libres, ¿le bastará? – mira a mi amiga.

–Por Supuesto es más que suficiente señor Phantomhive –mi amiga le respondo mientras nos sentamos frente a él en su gran escritorio. Sarahi comienza con las preguntas y mientras él respondía ella escribía en su libreta, la verdad es que me sentía como si no le sirviera de mucho.

–Señor Phantomhive ¿se dejaría tomar unas fotos para el blog? –él asiente y Sarahi me susurra “es tu turno" yo le tomo unas dos fotos, pero él salía serio.

–Vamos señor Phantomhive no sea tan serio y sonría a la cámara –le digo y él lo hace, pero forzado, no importa se ve muy bien, tomo un par de fotos más – listo.

Nos despedimos cordialmente y salimos bajando por el elevador. Cuando salimos decidimos cruzar la carretera por algol de comer.

–Vaya, el si que es guapo –dice Sarahi cuando entramos al restaurante ahora que está enfrente a la empresa Phantomhive– y tiene un gran parecido a Ciel ¿no crees? tiene sus mismos ojos y color de cabello ¿y viste el lunar debajo de su labio inferior? es exactamente el mismo que el de Cielo – la miró con el ceño fruncido.

– Enserio yo no lo noté, además hay muchos en el mundo que tiene el cabello negro y ojos azules –le digo tomando de mí café.

–Claro, pero en estos ojos azules hay algo más parecido a los de Ciel, y no te fijaste que tienen la misma personalidad, son serios y cortantes además de fríos e indiferentes –dice y yo la miro en cierta manera si se parece a mí Ciel pero creo que es una coincidencia.

–Tal vez pero sabés cuántos niños son así además debe ser casualidad –le digo sin tomarle mucha importancia.

–Ay, tú y tus casualidades, pero como dicen por ahí no hay peor ciego que el que no quiere ver –expresa y ruedo los ojos.

–Si, si como sea ya tenemos que irnos, yo tengo que buscar a Ciel a la escuela y seguir trabajando – le digo poniendo de pie.

–Bueno, pero yo te acompaño a buscar a mí pequeño ahijado y del trabajo soy muy rápida escribiendo así que no te preocupes – ella se levanta pagando la cuenta y nos vamos a su auto donde entramos y ella arranca.

En el trayecto hablamos un poco sobre trivialidades hasta llegar a la guardería, me bajo y saludo a la maestra Mei.

–Buenas tardes –nos devuelve el saludo con una sonrisa.

–¿Cómo se portó mí hijo, maestra mei? –pregunto mirándola.

– El se porto muy obediente, es muy participativo en clase aunque cuando unos de sus compañeros se le acercaron para hablar con él los rechazó de una forma muy fría al igual que con unas niñas que también se le acercaron a hablarle –me dice ella y asiento.

–Bueno mí Ciel ha sido así desde que nació, pero con el tiempo él se acostumbrara y empezará a abrirse con los demás, así que les pido que sean muy paciente con él –le digo y ella asiente comprensiva.

– Espero que así sea y claro que seremos pacientes con él.

–Hola, Mami –me saluda con una sonrisa y yo se la devuelve.

–Hola, cariño –le doy un beso en la mejilla –muy bien cielo despídete de tu maestra –el la mira.

–Adiós, maestra –se despide con la mano.

–Adiós, Ciel – le sonrió a la maestra que me devuelve el gesto y me encaminó agarrada de la mano de mi pequeño al auto de Sarahi donde subimos, él se abrocha el cinturón de seguridad mientras yo lo imitó abrochandome el del copiloto.

–Hola, mi pequeño¿como te fue el primer día de clases? –le pregunta Sarahi arrancado el auto.

–Hola, me fue muy bien – responde concentrado en su ipad.

–Sarahi ¿Cuándo tendrán un hijo?--le pregunto y ella me mira con los ojos bien abiertos.

–Pero ¿qué pregunta es esa?, Rebecca –dice y le sonrío.

–Solo es una pregunta Sarahi así que responde –ella vuelve su vista al frente.

–Todavía no, David y yo decidimos que en un futuro cercano será.

–¿Y ese futuro cercano será mañana? –la miro divertida cuando ella se atraganta con su propia saliva.

–Claro que no, ese futuro cercano será en unos años, cuando nos sintamos listos--se apresura a decir y la miró sonriendo.

–Oye ¿Y para que entrevistaste a Sebastián Phantomhive? –le pregunto mirando por la ventana.

–Porque varios de mis seguidores me lo pidieron.

–Espera, ese no es él, está con mujer –le digo mirando el restaurante donde entraron.

–¡¿Qué?! –ella se detiene frente al mismo y mira por una ventana del lugar –espera… ¿Esa es la misma chica del club este? –ella achina los ojos mirando a la pareja charlando feliz.

–Si, creo que es ella –le digo y la veo abrir la puerta.

–¿A dónde vas? –le pregunto.

–Tengo que tomarle unas fotos, ¡Dios! con esto me ganaré el premio mayor –dice orgullosa.

–Será el premio a la mejor chismosa,Sarahi regresa, tonta –salgo tras ella, pero antes me llevó a Ciel conmigo.

Entramos al lujoso lugar y un mesero nos interrumpe en el camino, ahs y ahora donde esta esa idiota de Sarahi.

–A la orden señorita, ¿desea una mesa? – pregunta y yo niego.

–Mamá, pero si tengo hambre, vamos a comer ¿si? – miro a mi pequeño y le asiento al mesero.

–Bien, por aquí síganme – el mesero nos lleva hasta una mesa, nos sentamos y le pide pasta con albóndigas– les traeré su pedido en media hora.

El mesero se va y Sarahi aparece con una gran sonrisa mirando la cámara que tiene en manos.

–Ya las tengo y quedaron geniales –musita feliz para después sentarse en la mesa con nosotros.

–¿Acaso me están siguiendo? – esa voz nos deja como piedras y miramos en retroceso al hombre que está de pie con los brazos cruzados y expresión fría como el hielo, «¡Carajo!»…

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