El y solo el

Nuestras miradas se cruzaron llevaba su sombrero que siempre le gustaba llevar parecía un caboy, mientras no me despegaba la mirada yo bailaba en la barra sexualmente el con sus ojos marrones como el café escaneada todo mi cuerpo, sentía una atracción hace el que no podría explicar era difícil, sin más se levanto rápido llamando la atención de sus hermanos sus amigos y sobre todo sus sicarios que estaban por todos lados protegiendo el terreno, pase mi lengua sexualmente por mis labios mojándolos, sus facciones eran duras demostrando el poder que tenía y la fortuna que poseía, era muy famoso en su país yo aún no me creía que estaba ante el bailándolo, pasaba sus manos como cuando tienes frío término por romper el poco espacio que había entre los dos.

Entonces paso lo que menos pensaba que podría escuchar de sus labios que estaban para mordérselos.

- No había visto una mujer tan preciosa y sexual que podría sentirme quemarme sin tocarte – me quedé seca definitivamente esto tendría que ser un puto sueño.

- Y yo nunca pensé que iba a bailarte – me muestra su preciosa sonrisa y yo siento que me voy a derretir en este mismo instante.

- Eres un ángel caído del cielo sin duda – me tiende su mano en señal de que bajase.

- Hermano que haces nos quitas el espectáculo – el gira su cabeza en dirección hacia ellos mirándolos con cara acusatoria.

- Tranquilo hermano retiro lo dicho – veo que tiene su pistola.

- Ven te voy a enseñar mejor el sitio – me mira posando su brazo en mi espalda.

Yo grito internamente como niña pequeña al estar al lado de tremendo bombón que hace que sienta respeto no sólo por su forma de ser si no a por lo que se dedica.

SI TERMINAS JUGANDO CON FUEGO TE QUEMARAS 🔥

- Porque presiento que serás un tremendo caos en mi vida y a la vez lo mejor que a pasado por ella – me dice mientras se nos acerca un chico con una bandeja haciendo un gesto por si queríamos una copa, lo cogí sin pensarlo mucho.

- Eso se lo dices a todas las chamas que te parecen guapas – levanto una ceja en tono de coqueteo.

- No, se puede decir que tu eres especial – sonrió como una niña pequeña.

- Interesante – niego con la cabeza sonriendo mientras que llevó mis labios a la copa.

- Que te parece tan interesante – andamos por el gran jardín mientras una orquesta toca y canta para la gente invitada.

- Todo lo que se ve de ti es que eres un completo peligro para la sociedad – pensaba que mi atrevimiento le iba a molestar pero por suerte no fue así.

- ¿Y que piensas tu? – pienso tantas cosas de el muerdo mi labio.

- No quiero terminar quemándome con lo que voy a decir pero no eres tan malo como se escucha de ti – coloca mejor su sombrero.

- ¿Pasaría algo si terminas quemándote? – no me esperaba eso sin duda.

- Creo que sería un juego muy interesante – nos echamos los dos a reírnos para nada pensaba que se lo iba a tomar tan bien.

- No me tienes ni un poquito de miedo – me dice mientras hace un gesto con sus dedos.

- ¿Porque tendría que tenerlo? – me atrevo a decirle.

- Porque todo a mi alrededor termina ardiendo

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