Theo Hamilton
Por alguna extraña razón invite a mi secretaria y su hijo a comer conmigo, no es algo que haga muy a menudo y para ser sincero jamás se me paso por la cabeza pasar tiempo con un niño. Los niños no me gustan, creo que por eso me asombra tanto mi pequeño arrebato, pero para ser sinceros Oliver es todo lo contrario a un niño.
Por lo poco que hemos hablado y además de saber que es un niño genio, tiene una personalidad que se me hace de la más interesante, es prepotente, desinhibido y recientemente acabo de descubrir que utiliza el sarcasmo a la perfección.
- ¿Emma? – giro para ver de quien se trata
- ¡Brant! – lo saluda toda entusiasmada, miro a Oliver arrugar su entrecejo.
- ¡Estás hermosa como siempre! – la mano del tipo se posa en su cintura, y yo recibo un codazo.
- ¿Qué? – le pregunto a Oliver que parece molesto.
- ¿Tú conoces a ese idiota? – río por su comentario - ¿Por qué mi mamá le coquetea? – observo la escena y efectivamente estaban muy acaramelados.
- Sigue en pie lo del viernes – le pregunta a Emma todavía sin soltarla.
- Por supuesto – sonríe – Mira él es mi hijo Oliver de quien te hable. – Oliver se mantiene serio.
- Hola campeón – trata de chocar puños, pero se queda con la mano en el aire - Hola – me mira a mí - Brant Daugherty – estrecha mi mano.
- Theo Hamilton – lo saludo – Vamos a ir a buscar mesa, nos vemos – le informo y me llevo conmigo al niño.
Oliver permanece callado mientras caminamos en busca de una mesa, yo lo sigo en silencio. Toma asiento en una mesa solo con tres sillas, de verdad quería asegurarse que ese tipo no viniera con nosotros, aunque no entiendo cuál es su problema.
- ¿Todo bien? – hablo para romper el silencio incómodo.
- De mil maravillas – sonríe falsamente.
- ¿No te gusta que tu mamá tenga amigos?
- Eso – señala en dirección a su madre – No es un amigo, debe ser algún idiota que se la quiere llevar a la cama y después dejarla tan rápido como vino. – quedo atónico.
- En serio… ¿Cuántos años tienes? – definitivamente este niño es una caja de pandora - ¿Llevar a la cama?
- No soy idiota Hamilton, sé de dónde salen los niños, eso de la cigüeña conmigo no va – hablando así parece más grande – Además, seguro que termina siendo como mi papá.
- ¿Cómo es tú papá? – ahora estoy totalmente curioso.
- Un carilindo como aquel tipo, con muchas mujeres atrás, que son todas novias, pero ninguna lo suficientemente buena para dejar de ser idiota.
Aparece la moza y encargamos 3 doble cuartos de libra con papas y gaseosa grandes, según Oliver su madre ama esa hamburguesa, la muchacha se va y vuelvo mi atención al chico.
- Tú eres carilindo – le remarco – Además ¿Cómo sabes que son todas sus novias?
- Mi papá no tiene todas las luces, la contraseña de su celular es 1,2,3,4. Literal – suelto una carcajada – Asique revise su celular en una ocasión, la mayoría eran mujeres – arruga su entrecejo - le enviaban foto de todo tipo – por dios, las cosas que debe haber visto ese niño – Lo peor que siempre me dice que todavía ama a mi madre, pero se encargó de engañarla con todo el mundo – estoy a punto de preguntar como sabe eso, pero parece que entiende mi gesto porque vuelve a hablar – Las escuche a mis tías hablando, por eso sé que la engaño y ella lo dejo.
- Perdón la demora – Emma se sienta a nuestro lado – ¿Ya pidieron para comer?
- Si – respondo – Oliver es un niño muy interesante – ella le sonríe
- Si que lo es – acaricia al niño, pero este la ignora
- Conseguí banco en la escuela que hablamos, así que, si les parece bien, puede empezar mañana mismo. – trato de descomprimir un poco el ambiente.
- ¿Es enserio? – hablan a la vez y abren los ojos bien grandes.
- Mañana los veré allí, para asegurarme que no tengan problema.
- Muchas gracias señor Hamilton – habla entusiasmada.
- Muchas gracias – responde Oliver con una gran sonrisa
- Solo Theo, Emma. Estamos fuera de la empresa y esto no es formal. – asiente – Y no es nada Oliver.
Una moza se hace presente con nuestro pedido, su cabello es negro y tiene varios tatuajes por el cuerpo, observo como Oliver se la queda viendo y Emma le sonríe mientras le agradece y todos comenzamos a comer.
- ¿No te gustan los tatuajes? – como una papa mientras lo miro.
- Sí, si me gustan. – sorbe la gaseosa – Mi mamá tiene 3 y mi papá 2 – comenta mientras come y yo empiezo a imaginar donde tendrá los tatuajes mi secretaria ¿Qué me pasa? - ¿Tú tienes? – el niño me habla y tengo de dejar de imaginarme a mi secretaria desnuda.
- No… Para ser sincero… – me miran esperando que continúe – Me dan miedos las agujas – se quedan un minuto viéndome y luego se ríen a carcajadas. - ¿Qué es lo gracioso?
- Nada – responden ambos – Es algo normal – Emma trata de quitarle importancia.
- Para alguien de mi edad – dice el pequeño gusano – Ahora enserio, cuando vas a vacunarte o sacarte sangre sos de los que se desmaya y toda la cosa – sube una ceja.
- Y tú… - cruzo mis brazos. Trato de cambiar el rumbo de la conversación
- Yo no tengo Aichmophobia como tú, pero si tengo miedo a los dentistas. – observa a su mamá - ¿Y tú?
- Arachnophobia – responde mientras devora una papa – No importa el tamaño grito como desquiciada cuando las veo.
- Entonces Theo – el gusano me mira maliciosamente – ¿Te desmayas o no? – Emma lo regaña.
- A veces – respondo cuando veo que no puedo salir de la charla. Ambos se ríen y siguen comiendo.
Estamos volviendo a la empresa, charlo con Oliver mientras Emma está al teléfono resolviendo temas de la compañía, la observó mientras escucho al pequeño que esta a mi lado. Su piel es de un tono oliva igual que la del niño, sus ojos son de un precioso color avellana, sus rasgos son delicados, su nariz perfectamente perfilada, debajo unos perfectos labios, no son ni muy grandes ni chicos, su pelo castaño tiene unas iluminaciones doradas.
Un dolor se instala en mi costilla y me hace volver a la realidad, volteo a ver que me paso y mis ojos se encuentran con dos faroles verdes, lo observo detenidamente, tiene una pequeña “V” entre sus cejas, el pelo es más claro que su madre y la nariz es igual, por lo demás estoy seguro que se parece a su padre.
- ¿Por qué me golpeaste? – levanto una ceja y lo miro.
- Te estoy hablando y tu babeas por mi madre – abro los ojos – Enserio ¿te quieres acostar con mi mamá? – cruza sus manos en el pecho y me mira.
- No – respondo rápido y creo que mintiendo – Solo trataba de ver a quien te pareces – explico naturalmente.
- Es una pena – resopla y hace puchero – No me molestaría que salieran, te ves buen partido – estoy a punto de responder cuando Emma nos vuelve a mirar.
- ¿Qué tanto hablan? – nos sonríe.
- Le explicaba a Theo sobre magnetismo y como influye en la corteza terrestre – este chico miente sin movérsele un musculo.
- Que interesante – toca su cabeza – Cariño, tú madrina esta esperando fuera de la empresa para llevarte con ella, más tarde te paso a buscar.
- ¿esta enojada? – pregunta – Siempre se enoja cuando falto el respeto.
- Solo un poco – admite Emma – Pero hoy tenemos clases asique se le pasara rápido.
- Mi mamá y mis tías van a una academia de baile – me explica Oliver – Ahí bailan reggaetón, hip hop y esas cosas. Tendrías que verlas, seguro se te cae la baba… - río y Emma golpea suave su cabeza.
- ¡Oliver! – lo mira furiosa – No es necesario…
.
El auto estaciona antes que el niño responda y bajamos, una chica rubia de ojos celeste los esperaba, Emma camina rápido a su encuentro con una gran sonrisa, por su parte Oliver me entrego su celular y me pidió que anotara mi número, dude un segundo, pero luego lo anote.
- Espero verlo mañana en la mañana – me da la mano.
- Claro que sí – le sonrió – Mañana los espero en la escuela.
El chico me saluda y emprende camino con su madre y la mujer rubia que acabado de buscarlo, los observo mientras ríen, Emma se ve tan relajada, sus labios se curvan dejando sus hermosos dientes al descubierto. Sacudo mi cabeza y entro al edificio ¿Qué me pasa? ¿Por qué miro a mi secretaria? Mi celular suena cuando estoy en el ascensor.
>> Hola soy Oliver, este es mi número
>> Agendado, nos vemos mañana.
Toco su foto de perfil, está él con Emma, ambos se miran y sonríen, de perfil se nota claramente las diferencias, si bien la nariz y la piel es igual, en todo lo demás estoy seguro que se parece a su padre, a ese maldito idiota que la engaño. ¿Cómo es posible que alguien engañe a una mujer como ella? Tengo que admitir que Emma es una muy bella mujer, pero jamás la vi de otra forma que no fuera como mi secretaria. Supongo que todo el asunto del niño me ha afectado, porque ahora mismo no dejo de imaginarme como se vería Emma desnuda en mi cama.
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Comments
Mayela Isabel Camiña Cervantes
Wowww!!!! Muy maduro para su edad!!!!
2024-09-20
1
Gilma Graciano
muy buena por ahora tú novela autora
2024-07-26
0
Graciela Peralta
que bueno que se lleven bien con el hijo
2023-04-23
5